Desfase informático
Una de las cosas que más me llama la atención de la informática es su capacidad para la paradoja. Me explico: mientras en algunos campos como el hardware se ha avanzado una barbaridad en los últimos cinco años con el lanzamiento de los famosos ultraportátiles o netbooks, móviles que son en realidad ordenadores, algunos con pantalla táctil, dispositivos con GPS cada vez más baratos, media centers que enchufamos a nuestros televisores, en otros otros aspectos no hemos cambiado nada. Esos ultraportátiles modernísimos siguen llevando Windows XP o Vista (en su mayoría), con virus, tiempos interminables de arranque, errores y baterías con capacidad limitada. Y esta limitación física se nota a la hora de desarrollar un sistema operativo. El caso de Apple y Mac OS X es ejemplar, porque han coseguido con Leopard un entorno verdaderamente amigable, potente, rápido, con la estabilidad de Unix y más intuitivo que Windows, además de una perfecta integración hardware-software. Ahí es donde los ingenieros de Microsoft y los de la comunidad GNU/Linux tienen un espejo en el que mirarse.
Al hilo de este asunto, me ha interesado la noticia que leí ayer sobre el lanzamiento de un sistema operativo «instantáneo» por parte del fabricante de componentes MSI y que han llamado Winki. Se trata de un pequeño dispositivo que se enchufa directamente al conector USB de la placa base del ordenador y que contiene un mini sistema basado en Linux con algunas aplicaciones incluidas para navegar por internet, chatear… El asunto del arranque instantáneo se está poniendo de moda entre los fabricantes y ensambladores. Algunos ya han desarrollado sistemas de suspensión y apagado que permiten arrancar rápido el sistema.
Al igual que los teléfonos móviles cada vez se complican más, los ordenadores han de simplificar su uso con nuevas ideas de interfaz más sencillas y usables. Unas ideas de interfaz que, en parte, provienen del mundo móvil. No pasará mucho tiempo antes de que ambos conceptos, ambas plataformas, lleguen a fundirse. Ahí están ya los rumores sobre un «mini-tablet» fabricado por Apple, a medio camino entre el iPhone/iPod Touch y un netbook, con pantalla táctil de 10 u 11 pulgadas. Si se confirma sería una revolución. Ese es el futuro de la informática que esperamos ansiosos y que está cada vez más cerca. El esquema «monitor-torre-teclado-ratón» tiene ya los años contados.