¿Será Chrome OS el primer gran fracaso de Google?
Hace dos días se anunció en el blog oficial de Google que estaban trabajando en un nuevo sistema operativo al que han llamado Chrome OS. La noticia no por esperada ha sido menos soprendente. La repercusión que ha tenido en los medios no tiene precedentes. En estos momentos en las noticias de Google había referenciados más de quinientos artículos en la prensa digital con las palabras «Chrome OS». Incluso la prensa tradicional lo ha recibido con un eco desproporcionado. Sin ir más lejos, en la edición de papel de El País venía como la noticia más importante de hoy con el titular «Google asalta el imperio Microsoft con su propio sistema operativo».
Chrome OS estará basado en un núcleo linux, lo que nos asegura dos cosas: estará libre de virus (al menos por el momento) y será gratuito. También se ha anunciado que su interfaz será muy elemental y que estará orientado principalmente para trabajar sobre la web, supongo que sin llegar al extremo de EyeOS (¿Tendrán algún acuerdo?). Al igual que éste, las aplicaciones de usuario no estarán instaladas en el sistema operativo, sino que serán aplicaciones web alojadas en los servidores de Google. Es decir, la compañía tendrá control total sobre los programas que se ejecutarán y los que no y, por lo tanto, dependeremos totalmente del ancho de banda de la red y de los sistemas de la omnipresente empresa del logo colorido.
Ya se han alzado las primeras voces críticas. Google va camino de convertirse en la nueva Microsoft, el nuevo monopolio de los sistemas de la información. Su imagen de empresa «enrrollada», juvenil, desenfadada y moderna no hace más que aumentar la inquietud. Google quiere ser nuestro amigo… y lo cierto es que seguramente pasemos con él mucho más tiempo que con nuestros allegados y puede que hasta nos conozcan mejor. Controla más de tres cuartas partes de todas nuestras búsquedas a través de su motor (el comienzo del imperio), unas búsquedas que quedan registradas bajo nuestra cuenta personal, almacena nuestros correos electrónicos en Gmail y ha fotografiado buena parte de las calles de nuestras ciudades (algo que me encanta como ya he dicho aquí muchas veces). No sé si exageradamente (porque la expresión se usa demasiado), Google se considera ya como el nuevo «Gran Hermano» de nuestros tiempos, sustituyendo a la compañía de Bill Gates.
Pero no adelantemos acontecimientos. Chrome OS no podrá verse por lo menos hasta la segunda mitad de 2010 e irá inicialmente destinado a los netbooks, los ultraportátiles destinados a trabajar bajo internet. La compañía tiene previsto extender el sistema al resto de equipos más adelante. No hace falta decir que el objetivo de Google es quitarle usuarios a Windows, un sistema operativo que atraviesa horas bajas tras sus últimos fracasos. En mi opinión, en el mejor de los casos, Chrome OS arrebará un pedazo de la tarta, aunque quizás no demasiado grande. Sólo aquellos usuarios poco exigentes con su equipo, no profesionales, que usen sobre todo la red para comunicarse caerán en sus garras, pero todos aquellos que utilizan aplicaciones de edición fotográfica, de vídeo, CAD y otros similares o bien los jugones empedernidos, les será muy difícil encontrar en Chrome OS un sistema operativo que cumpla con sus expectativas. Eso, como digo, en el mejor de los casos porque, sinceramente, no termino de ver claro esta nueva aventura en la que se ha embarcado Google y que podría ser su primer gran batacazo.