Hojas de papel para guardar información
A raíz de un artículo que el otro día publicaba el blog Microsiervos sobre mecanismos para almacenar datos en papel, me puse a investigar un poco sobre el tema en cuestión. Guardar información en papel mediante representaciones gráficas es algo que, desde que existe la informática, han perseguido los programadores e ingenieros. De hecho, el primer método eficaz para guardar información y reutilizarla posteriormente fueron las tarjetas perforadas, unas cartulinas rectangulares donde se practicaban agujeros en los lugares adecuados. Pero hay otros muchos métodos de almacenar pequeñas cantidades de información en papel sin ser necesariamente texto legible. Ahí están, sin ir más lejos, los códigos de barras o los códigos QR.
Pero lo que tiene un punto friki y bizarro es el hacer copias de seguridad de nuestros datos en papel. Si no nos fiamos de los soportes magnéticos ni de los ópticos nos queda el papel. Eso al menos piensa la gente que ha desarrollado un software llamado PaperBack. Mediante este método, si tenemos una impresora láser con buena resolución, podemos guardar aproximadamente 500 Kb en cada cara de un folio A4. Para ello, PaperBack organiza los datos en recuadros y en cada uno de estos recuadros se colocan «puntitos» en posiciones estratégicas, muy parecido a un código QR. Para leer y recuperar lo guardado necesitamos un escáner que controlamos desde el propio programa.
Es evidente que esto no es un sistema eficiente para guardar grandes cantidades de información, por mucho que se diga lo contrario. Es verdad que el papel es más duradero que cualquier otro soporte convencional utilizado en informática, pero también más engorroso. Pensemos que para almacenar el contenido de un DVD necesitaríamos más de 9.000 folios… El problema del espacio no es el único. Imaginemos que dentro de cien años nos encontramos con un montón de cajas con papeles conteniendo datos valiosísimos. ¿Cómo los recuperamos? ¿De donde sacamos el software capaz de leerlo? ¿Quizás ingeniería inversa? ¿Habrá escáneres en el futuro? Además, en el supuesto caso de que consiguiéramos recuperar la información, ¿Los formatos de archivo que conocemos hoy (PDF, JPG, AVI o DOC) serán legibles en los ordenadores del próximo siglo?
De momento, tal y como se comentaba en ‘La Oscura Era Digital’, la única forma de asegurar que en el futuro puedan leer nuestro legado es guardarlo en formatos literales (imágenes en formato diapositiva o similar, vídeos en película clásica de cine, texto en planchas de material duradero y audio en discos de microsurcos, etc). Sólo la vuelta a los medios analógicos asegurará esa pervivencia.