Esto sólo lo arreglamos entre todos
De todos es conocido que las noticias pesimistas se propagan y venden mucho más y mejor que las positivas. Rara vez encontraremos un diario escrito o un noticiario televisivo que comience con una buena noticia. En alguna ocasión he comentado que las crisis económicas son también crisis de confianza y que el estado de ánimo de la sociedad influye en la situación económica y viceversa. Se retroalimentan y es necesario romperlo en algún punto.Una interpretación puramente mercantilista diría que la euforia invita a salir a la calle y a consumir. Puede que esa sea la razón por la que se ha puesto en marcha una curiosa iniciativa para insuflar ánimos y confianza a la sociedad.
Detrás de «Esto sólo lo arreglamos entre todos», que así se llama, están entre otros Javier Gómez Navarro, presidente del Consejo Superior de Cámaras de Comercio, una veintena de empresas españolas (Telefónica, Iberia, El Corte Inglés, BBVA, Santander, La Caixa, Caja Madrid, Repsol, Cepsa, Endesa, Iberdrola, Mapfre, Abertis, Mercadona, Indra, Renfe y Red Eléctrica) y personajes públicos como Ferrán Adriá, Pau y Marc Gasol, Andreu Buenafuente o Montserrat Domínguez. En el momento de escribir estas palabras se habían unido a la iniciativa más de ocho mil personas, la mayoría de ellas anónimas. De lo que se trata es de adquirir el compromiso de difundir las ideas que esta iniciativa propone y que se resumen en su breve manifiesto, que reproduzco íntegramente aquí:
Somos gente como tú, y pensamos lo mismo que tú piensas. Y lo que hacemos es lo que tú hubieras hecho en nuestro lugar.
Te lo explicamos.
Hace unos meses Jaime, un profesional del marketing, creyó que había que hacer algo para darle la vuelta a la situación de desánimo que la crisis ha provocado en todos nosotros. Creyó que para arreglar la situación lo primero que había que conseguir era recuperar la confianza. Y se puso en marcha.
Hizo lo que sabe hacer: redactó un plan de marketing. Lo compartió y perfeccionó con Susana, su mujer.
Cuando estuvo listo lo presentaron a las Cámaras de Comercio, y como también estaban pensando lo mismo que pensamos todos, se entusiasmaron con el proyecto y decidieron contárselo a algunas de las empresas más importantes del país para buscar su apoyo. Esas compañías no lo dudaron, y decidieron apoyar la iniciativa de forma anónima y desinteresada. Como resultado de este apoyo, se creó la Fundación Confianza. Gracias a su esfuerzo hoy estamos aquí. Con un objetivo, con un plan y con la financiación necesaria para poder publicitar este lugar e intentar hacer algo.
La última parte de la historia empieza ahora y tú eres el protagonista, todos lo somos. Ahora toca hacer realidad lo que estábamos pensando, toca hacer, dejar de esperar a que los otros nos solucionen los problemas.
Vamos a empezar a arreglar esto, y lo vamos a arreglar nosotros, que no le quepa a nadie la menor duda.
Pero no podía faltar «un lado oscuro». Porque también hay quienes han criticado o han ridiculizado la medida con titulares del tipo «Gómez-Navarro sale al rescate de Zapatero». Prácticamente todos estos reproches provienen de la derecha, del entorno del PP y satélites afines. No quieren ni oír hablar de optimismo ni de propuestas que no sean echarle la culpa al Gobierno (central, se entiende). Cuando no saben cómo meterse con el asunto se ponen en plan presuntamente ingenioso a hacer análisis gramaticales (como en El Confidencia Digital) y buscarle tres pies al gato. Bueno, no pasa nada, tampoco contábamos con ellos.