Libros electrónicos, atraco a mano armada
Esta tarde he estado entrando en librerías para echar un vistazo de las novedades y los libros más leídos. Tengo que renovar mi lista de libros por leer. Casi todas las grandes tiendas tienen ya una sección dedicada a los libros electrónicos. Por ejemplo me fijo en ‘La Caída de los Gigantes’, la última novela de Ken Follett, y sobre todo en su precio: ¡16,99 euros!. La edición en papel cuesta 24,90 euros. Busco otros títulos y ocurre algo similar. El ebook suele ser como mucho entre cinco y seis euros más barato que el libro físico. ¿Cómo puede ser esto? ¿Por qué un archivo de pequeño tamaño puede tener un precio tan elevado teniendo en cuenta que el coste de producción y distribución es prácticamente nulo?
El caso de Libranda, la primera tienda española en internet íntegramente dedicada a vender libros electrónicos, es muy revelador. Las críticas desde el mismo momento de su lanzamiento el pasado mes de julio han sido unánimes. Críticas al modelo de comercio electrónico, demasiado complicado, críticas a la pobre variedad de títulos y, sobre todo, a los precios. En la práctica, según el artículo publicado en Público al poco de su apertura, el ahorro en cada libro electrónico comparándolo con su equivalente de bolsillo, es de muy pocos euros. Ricardo Galli, en su blog, también analizaba en un extenso artículo este fenómeno.
Esta tónica general de querer equiparar en precios uno y otro es cosa de las editoriales. Una táctica que quizás les funcione, pero durante muy poco tiempo. La llamada «industria del entretenenimiento», o lo que es peor, la «industria de la cultura» no ha aprendido nada de los errores y abusos del pasado. Las ventas de discos de música se hunden cada año más en favor de, por un lado, las descargas libres por internet y por otro, gracias a la iTunes Store. El de Apple ha sido el único modelo que verdaderamente ha funcionado. Sus claves son dos: bajos precios y facilidad de compra. A esto hay que unirle la posibilidad de adquirir sólo el tema musical que nos interese.
Así que, los lectores más geeks ya están escarmentados. Antes que pasar por caja y dejarse 15 o 20 euros por una novedad editorial, es preferible descargarse un PDF gratuitamente y añadirlo a su lector. Probablemente si esos libros costaran 3 o 5 euros las descargas libres quedarían reducidas. Precisamente hoy, el diario Público incluye un artículo sobre este tema, bajo el título de «El precio dispara la piratería de ebooks». Muy interesante.