‘Indies, Hipsters y Gafapastas’
Han pasado ya más de cinco meses desde que se publicara ‘Indies, Hipsters y Gafapastas. Crónica de una Dominación Cultural’ de Víctor Lenore. Tenía muchas ganas de leerlo, pero hasta ahora no he podido hacerme con un ejemplar. A su publicación le sucedió una ola de reacciones de todo pelaje. Básicamente, Lenore ajusta cuentas con su pasado como redactor de revistas como Rockdelux, dejándose llevar por la modernidad y las tendencias hasta que un día dijo basta y decidió escribir sobre ello.
El resultado es un ensayo no muy prolijo y de fácil lectura en el que el argumento troncal, tal y como reza el subtítulo del libro, es una supuesta dominación cultural de los llamados «hipsters», tanto en las artes (cine y música principalmente) como en la economía. Estos «nuevos modernos» son falsamente comprometidos políticamente, elitistas, excluyentes y huyen de todo aquello que suene a «vulgar». El capitalismo actual los habría puesto de moda en suplementos culturales o en anuncios de televisión.
Esta premisa inicial que parece provocadora, interesante y con la que puedo estar de acuerdo, ha sido lo que me ha llevado a echarle un vistazo. Lo que me he encontrado poco tiene que ver con lo que esperaba. Como ya he leído por ahí en alguna crítica, Lenore cae en todos los pecados del converso que cree haber visto la luz verdadera y los defiende con la forma y el fondo de aquellos a quienes dice criticar: esto es, con citas a intelectuales crípticos y hace tabula rasa para generalizar la actitud de muchos movimientos culturales. Desde luego los que él llama «hipsters» no son un bloque monolítico. Hay muy pocos matices en un campo en el que el matiz puede cambiar por completo el sentido. A esto hemos de unir que hay argumentos encajados penosamente basándose en declaraciones cogidas con pinzas y a menudo sacadas de contexto.
Pero como digo, sí existe una idea subyacente que, a pesar de estar salpicada de argumentos cuestionables, comparto con él. Los nuevos barrios molones donde antes sólo había miseria y delincuencia (o sea lo que se llama la gentrificación) o la apropiación de la cultura popular por parte de la industria y los medios dominantes, son dos ejemplos muy claros. Pero sería un trabajo demasiado minucioso desbrozar todos los aspectos con los que estoy de acuerdo y con los que no, y además no viene a cuento. Que cada uno lo lea y saque sus propias conclusiones. Por cierto, lo mejor de todo el prólogo introductorio de Nacho Vegas.