‘The New Pope’
Paolo Sorrentino se ha revelado como uno de los directores actuales más originales. Cierto que eso no significa que tenga que gustar a todo el mundo. Su particular visión cosmológica de lo divino y lo humano, mezclándolo a veces o revistiéndolo de atractivos envoltorios no es siempre entendido. Y que conste que yo soy el primero que, viendo ‘La Grande Bellezza’ por primera vez, termina por quedarse con la carcasa y sólo en una segunda visión puede captarse todo el contenido, ya dejando de un lado los posibles artificios cinematográficos que con tanta habilidad usa (y abusa). Por aquí ya vimos la primera entrega de esta serie –en realidad otra serie diferente– ‘The Young Pope’ y sus polémicos giros de guión. Aquí, a lo largo de los nueve episodios, Sorrentino no cae tan radicalmente en ellos. El argumento, aunque sigue siendo original y atractivo, se hace más sólido y menos tramposo.
Tras caer en coma el papa Pío XIII, es elegido un nuevo pontífice ¿diferente?. Proveniente de la nobleza británica, Sir John Brannox, sofisticado, educado, amable y cercano, el nuevo papa Juan Pablo III tendrá que lidiar con la popularidad creciente de su predecesor. Mientras, el secretario de estado Voiello intentará gestionar la situación.
No hay duda de que Paolo Sorrentino continua generando obras únicas, polémicas (mucho en este caso) tocando temas como la religión, el mundo contemporáneo, el postmodernismo, los iconos pop o los dilemas morales (a veces falsos dilemas). Todo ello en un pastiche bastante entretenido y sorprendente con ánimo casi de musical (esos bailes al final de cada capítulo). A veces sainete y a veces filosofía profunda. Sorrentino puede tener una carrera irregular y no gustar a todos, pero es imposible negarle el talento para crear obras audiovisuales con sello propio. Por cierto, espectacular trabajo de John Malkovich, alma de la serie, sin el que nada sería igual. 8/10.