‘The Crown’
Las últimas semanas (un par de meses realmente) las he invertido en ver ‘The Crown’, una de las series que más ha dado que hablar en la plataforma Netflix. Una producción británica especialmente creada para el gigante del streaming con gran éxito y, en mi opinión, con una factura espectacular. Se trata de un producto de Peter Morgan, director curiosamente del film ‘The Queen’ (2006) y marido de Gillian Anderson, que interpreta acertadamente a Margaret Thatcher en la serie.
Las cuatro temporadas que hasta el momento de escribir esto podemos ver comienzan antes de la coronación de Isabel (hacia 1950) y finaliza a comienzos de la década de los noventa, coincidiendo con el fin del thatcherismo. Es difícil, o al menos para mí lo es, discernir qué es verdad y qué ficción o cuán ficcionada está la historia real. Uno de los atractivos es poder contemplar la vida privada y cotidiana de unos personajes tan simbólicos y universales como la familia real británica. Además, es un gusto ver el detalle con el que está rodada cada escena, cada secuencia, el vestuario, los decorados, los actores, el trabajo de maquillaje, peluquería, etc. En las formas ‘The Crown’ es prácticamente perfecta y no es fácil encontrar una producción con una factura similar, con capacidad para deslumbrar con espectaculares exteriores e interiores o pasar de los más nimios detalles a las grandes ceremonias de Estado.
Pero una cosa que no me ha gustado, por chocante, es el cambio del elenco de actores a las dos temporadas. Ni un solo de los actores de las dos primeras partes de la serie repiten en las dos siguientes. Aunque al final es fácil acostumbrarse, los primeros episodios resultan incómodos. En definitiva, los pros ganan por goleada a los contras en ‘The Crown’. Una de las series emblemáticas de los últimos años. Recomendable para amantes de la historia europea del siglo XX y de las producciones británicas. 7,5/10.