‘Guilt’
‘Guilt’ se anuncia como la primera serie escocesa realizada por la BBC de ese país británico. Con sus peculiaridades, sus curiosos acentos y sus personajes. Reconozco que mi idea de verla surgió a partir de esa particularidad. Tal vez de otro modo no hubiera pulsado el play en ella. El formato clásico de las islas, miniserie –en este caso de cuatro capítulos– y una trama en la primera temporada que no deja de sorprender, cultivando el género de suspense policíaco.
Max es un exitoso abogado que vuelve junto con su hermano de una boda. A su paso por un barrio residencial atropellan a una persona que se encuentra tumbada en medio de la carretera. A partir de aquí deciden olvidar el tema y, al no haber testigos, continuar su vida. Pero las cosas no serán tan fáciles a partir de ahora. La culpa se apoderará de ellos y una serie de inesperados acontecimientos llevarán al límite su capacidad de resistencia.
Es una pena que este argumento, el de la primera temporada, no sea igual de interesante en la segunda, mucho más rebuscada y –para mí– menos atrapante y entretenida. En cualquier caso, estamos ante una serie que cumple con creces los estándares altísimos de calidad de las producciones británicas. ‘Guilt’ no iba a ser menos. El trabajo de los actores es excepcional, el guión es casi perfecto (quizá peque de inverosímil en algunas ocasiones pero, qué demonios, es un entretenimiento) y el dibujo de los personajes es original e ingenioso. Si nos quedamos solo con la primera entrega es un producto más que recomendable. 8/10.