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La bitácora personal de Ricardo Martín
Comentando cosas desde 2004
29 de junio de 2023

‘Sluhá Narodu (Servidor del Pueblo)’

Esta es una de esas series que me pongo a ver más por curiosidad que por otro motivo. La razón es evidente: Es una serie sobre un hombre normal que se convierte en presidente de su país. Ese hombre es Volodymyr Zelenskyy y el país es Ucrania. Una profecía hecha ficción televisiva que se convirtió en realidad. La historia es lo suficientemente alucinante como para resistir la tentación de ver ‘Sluhá Narodu’ (‘Slugá naroda’ en el ruso de la versión original –sí, los diálogos están en el idioma del archienemigo del norte– o ‘Servidor del Pueblo’ en la traducción al español).

La historia que nos cuenta es la de un ucraniano medio, Vasyl Petróvych Holoborodko, un profesor de historia en un instituto que consigue ser presidente de su país. De pronto se encuentra con un país en bancarrota, controlada por tres oligarcas que ponen y quitan políticos a su antojo y conveniencia. Se rodeará en su gabinete de los amigos de toda la vida, cada uno en un área en la que más o menos son expertos. Holoborodko tendrá que lucha contra todo y contra todos (medios de comunicación, opinión pública, el FMI –que no sale demasiado bien parado–, la Unión Europea, etc).

Dar mi opinión sobre ‘Servidor del Pueblo’ no es sencillo. Ante todo decir que sus tres temporadas son muy diferentes. La primera es casi una telecomedia comparable a ‘Aquí no Hay Quien Viva’, con guiones planos, simples y previsibles, humor chusco, actuaciones de teatro de fin de curso y con un aroma a propaganda nacionalista inconcebible en la Europa occidental. La segunda temporada y la tercera aunque mantiene algo de la primera gana en complejidad y resulta mucho más interesante. Hay episodios «normales» y otros en los que no sé los guiones fueron escritos bajo los efectos de alguna sustancia tóxica.

En cualquier caso, es un buen retrato antropológico de un país, de lo que es y de lo que quiere ser, de sus miedos y sus esperanzas, sus obsesiones y sus defectos. Creo que ayuda a comprender Ucrania mucho más que mil reportajes y documentales. 7/10.

18 de junio de 2023

Retomando el mundo de la fotografía analógica

Fue sobre los primeros meses de 1991 cuando tuve entre mis manos la primera cámara fotográfica cuyo carrete disparé por entero. Era de diapositivas en color. Un año después durante la Expo 92 de Sevilla también me encargué de disparar otro carrete de diapositivas en color. Tras un año más llegó el momento que más me enganchó: cargar película en chasis vacíos a partir de una lata de 30 metros y después de disparar, revelar yo mismo el negativo para posteriormente positivar en papel. Supuso un antes y un después. Al realizar por completo todo el proceso, me enganchó aún más. Aquella lata de película negativa Agfa de 35 milímetros dio mucho de sí. Muchos carretes después y algunos años más tarde ya tenía una experiencia más que notable. Pero tenía la sensación de que las nuevas tecnologías que estaban comenzando a llegar y, sobre todo, de las videocámaras con las que llevaba tiempo grabando, ganaban un terreno que me parecía insuperable para el viejo y humilde formato del blanco y negro analógico. En el año 1998 se acabo la susodicha lata de película y supuso el aparcamiento por tiempo indefinido del mundo de la fotografía analógica. Comenzaba a ser complicado encontrar según que componentes y materiales.

Pero como todo vuelve, en los tiempos de internet y del resurgimiento del vinilo y de lo retro, el auge de la fotografía analógica es una realidad. Rescaté de casa de mis padres la antigua ampliadora y algún otro utensilio aprovechable, adquirí algunos otros y monté el laboratorio en uno de los cuartos de baño de mi casa. Compré una bobina de película en blanco y negro de 30 metros marca FOMA (por si a alguien le interesa) y papel de diferentes tamaños también de esta marca checa. Aunque a penas he tirado y revelado un par de carretes ya me ha vuelto del todo el interés por lo tangible, por la fotografía que se puede tocar. Espero que pronto pueda dedicar mucho más tiempo a tirar carretes, revelarlos y positivar en papel alguna que haya quedado bien. Os iré mostrando la progresión por aquí.



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