En ningún momento he dejado de seguir los avances en Street View. En el último artículo que escribí sobre el tema comenté la gran actualización que, en la práctica, permitía visitar casi cualquier rincón de la geografía española. Poco tiempo después de aquello, ahora se han añadido nuevos lugares de Europa que podemos consultar. Francia y Holanda están cubiertas casi por completo. Lo mismo ocurre con Italia. Las grandes novedades vienen en la incorporación de ciudades de la República Checa como Praga, Brno y Ostrava y la totalidad del territorio de Dinamarca. Esta gran actualización termina con el sur y parte del centro de Suecia.
De momento se quedan fuera Alemania (no hay ni un solo metro), Bélgica, Noruega, los pequeños países europeos (Andorra, San Marino, Mónaco, Vaticano, Liechtestein y Luxemburgo), Grecia, los Balcanes y la Europa del este. Supongo que todos estos serán los próximos objetivos de los vehículos fotografiadores de Google Street View. Pero de momento ya tenemos material para viajar y disfrutar muchas horas, por lo menos en mi caso, paseándonos por lugares que nunca pensamos que llegaríamos a ver. Todo gracias a la magia de Google y, por supuesto, de internet…
Sólo en los Estados Unidos pueden darse ceremonias tan chocantes para los europeos como el Desayuno Nacional de la Oración (National Prayer Breakfast). Ya sólo el nombre nos suena a disparate total. Pero no, nos norteamericanos (por lo menos algunos) se lo toman muy en serio. La tradición fue inaugurada en 1953 y –tomando como fuente la Wikipedia en inglés– Eisenhower fue el primer presidente en acudir a ella. Los organizadores son una asociación conservadora cristiana (que decir conservadora en EEUU es decir casi «ultra» para nosotros) llamada The Fellowship Foundation. Este acto ha sido muy criticado por las asociaciones en defensa de la libertad religiosa y la separación entre Estado y religión.
Pero esto es noticia en España porque, por primera vez en la historia, un español ha sido el invitado al acontecimiento. Mucho se puede especular sobre las razones que han llevado a esta organización religiosa y conservadora a invitar a Zapatero, político progresista y laico declarado. Quizás solamente por ser presidente de turno de la Unión Europea, quizás por el intento de hermanamiento entre la sociedad norteamericana anglosajona y la latina o por la intención de tender puentes entre Europa y EEUU en momentos de crisis como esta. De lo que no hay duda es de que Zapatero ha acudido a donde ningún otro presidente había conseguido llegar. Ni siquiera Aznar, con su supuesta amistad con los lobbies conservadores norteamericanos y con el presidente Bush, o el Rey, figura mucho más conocida en el país de las barras y estrellas que nuestro actual presidente.
Esta mañana, al llegar a casa he puesto un rato la tele y estaban retransmitiendo en directo la ceremonia por el canal 24h de TVE. Lo pillé en el momento en que estaba hablando Hillary Clinton. Y la verdad es que ese discurso me resultó tan facilón, manido, falso, vacío y «conservador» que me pareció increíble que saliera de los labios de un político del partido Demócrata… A pesar de todo y pese a lo rancio del ambiente, creo que Zapatero se apunta un tanto a su favor y, haciendo gala de «talante» y diplomacia, ha sido airoso de un evento que, a priori, no iba mucho con él. Está claro que evidencia una obviedad: En este caso nuestro presidente no se representa a sí mismo sino a todos los españoles e incluso de todos los europeos. Rechazar la invitación hubiera sido una falta de cortesía y dejar pasar una oportunidad de acercar posiciones todavía un poco más.
No tengo una opinión clara sobre la medida que ayer anunció el Gobierno sobre el retraso en dos años de la edad de jubilación. Supongo que es por la lejanía con la que veo ese día. A mi edad, dos años más o menos no suponen gran cosa. De lo que estoy seguro es de que el momento de dejar de trabajar con toda seguridad no estará en esos 67 años. En los próximos años y décadas veremos como se irá retrasando cada vez más. Las estadísticas no dejan de ser preocupantes.
Según la proyección del INE, en 2049 (dentro de tan solo 29 años) el 50% de la población española no estará en edad de trabajar. Si contamos también los menores de 16 años, nos queda que un pequeño porcentaje deberá sostener todo el sistema público de pensiones y demás prestaciones. Serán los que paguen la práctica totalidad de los impuestos directos. Es de esperar que, o bien se reduce nuestro estado del bienestar (mucho más de lo que ya se ha hecho), se aumenta la presión fiscal sobre este sector de la población, se abren las fronteras a nueva y joven mano de obra procedente de otros países o bien se retrasa la edad de jubilación de forma drástica.
No es, eso está claro, una medida popular, pero era una reforma cantada. Si no se aborda ahora, se hará dentro de un par de años o de cinco, pero se hará. Es cierto que va en contra de las conquistas históricas de los sindicatos para la clase trabajadora, pero no hay muchas más alternativas viables. Yo, que apenas he entrado en la treintena, me veo trabajando hasta los 70 o 75 años si no más. No gusta a nadie, ni quizás sea el momento adecuado de plantearlo (esto no tiene nada que ver con la situación económica, aunque lo parezca), pero hay que hacerlo. Por cierto, Alemania ya planteó una reforma idéntica (de 65 a 67) que comenzará a aplicarse en 2012. Esta reforma viene apoyada por el gobernador del Banco de España Miguel Ángel Fernández Ordóñez o el presidente de la CEOE Gerardo Díaz Ferrán. Mal asunto.
Esto no sería un blog actual si no escribo el dichoso post sobre el iPad, el nuevo dispositivo táctil de Apple contando mis opiniones sin haber visto ni siquiera de lejos el cacharrito. Así que en vez de basarme en las características técnicas y en todo eso, voy a dejarme guiar por mis percepciones personales. Es verdad que seguí con gran interés la keynote en la que teníamos claro que Steve Jobs presentaría este dispositivo. Ya antes de su presentación oficial tenía mis reparos acerca del iPad en lo que respecta a lo cerrado del sistema. Me refiero a que, al igual que ocurrió con el iPhone/iPod Touch, para instalar una nueva aplicación había que pasar por la iTunes App Store. No olvidemos que se trata de un aparato que pretende competir con los netbooks. Al contrario que estos, se echa de menos que no monte un sistema operativo completo y convencional como, por ejemplo en este caso, Snow Leopard. En ese sentido se parece más a su hermano pequeño que a un ordenador como tal.
Una cosa que me ha sorprendido mucho es su aspecto 4:3. Esto va en contra de todas las tendencias actuales. Cualquier miniordenador o incluso muchos móviles táctiles llevan pantalla panorámica 16:9. El cuatro tercios parece cosa del pasado. En una película con relación de aspecto 2.39:1 no se vería más que una franja central con otras dos enormes negras arriba y abajo… Una de las pretensiones que me parecen fallidas es que alguien pueda usar el iPad como libro electrónico cuando no está preparado para ello. Lo primero por el tipo de pantalla, demasiado brillante, y segundo por la duración de su batería. Poder se puede, pero no resulta práctico. La última gran pega que le veo es que la versión de Safari que incorpora no admite sitios web con Flash. ¡Todavía andamos con esas!. No sabemos si es que Apple considera Flash como una tecnología obsoleta (¿quizás piensan ya en HTML5?), si es por problemas de rendimiento, de posibles vulnerabilidades del sistema operativo o qué.
En mi opinión el elemento más revelador del iPad está en sus tripas. El nuevo procesador A4 fabricado por la propia Apple supone un paso más en el desarrollo de tecnologías propias para sus dispositivos. Esto no es ninguna tontería, ya que han conseguido un micro de 1 Ghz muy eficiente energéticamente partiendo de un núcleo ARM y, sobre todo, de tamaño muy reducido. Estoy seguro de que dará mucho que hablar en los próximos tiempos y, quién sabe, en la siguiente generación del iPhone y del iPod…
Hace casi dos años escribí un artículo sobre la energía nuclear. No me posicioné ni a favor ni en contra (no tengo ninguna de las dos posiciones), sino a favor de la información veraz y transparente sobre este tipo de energías que no entendemos muy bien como funcionan y sobre la que se extiende un secretismo (y la vez un alarmismo) que debe aclararse. Pero lo que hay que ser es consecuente. A raíz de la elección del lugar para establecer un cementerio de residuos nucleares (ATC o Almacén Temporal Centralizado), se ha destapado la caja de los truenos, una más junto con la de las propias centrales. Aquí las consignas de partido se resquebrajan para rozan la contradicción más absoluta.
¿Por qué digo esto? El Partido Popular es bastante más favorable que el PSOE a las energías nucleares. Creo que esto es así. Y si no lo es, me lo ha parecido a la vista de la crítica a la política energética del Gobierno de Zapatero. Sin embargo los alcaldes de su color, al solicitar ser la sede del ATC, han sido desautorizados. El PP a nivel nacional no quiere que sus municipios alberguen el cementerio. ¿Es que acaso los residuos no son un resultado inevitable de la actividad nuclear? Al revés también ocurre. Hay alcaldes socialistas, partido claramente no favorable a este tipo de energía, que también han pedido para sus localidades la instalación del almacén. Evidentemente la dirección general del partido los han desautorizado.
¿Por qué no somos un poco más serios? Si queremos energía nuclear, hemos de cargar con los residuos. La realidad es esa.
Julián Ruiz es uno de esos clásicos incombustibles de la música en España. Productor musical y comunicador radiofónico, se le pueden reprochar muchas cosas. Se puede estar o no de acuerdo con él, pero de lo que no hay ninguna duda es de que tiene criterio propio, al margen de las modas y de lo que digan los demás. No hay más que leer sus críticas demoledoras a Animal Collective (que comparto sólo en parte), nadando claramente contracorriente. Olé por él. Durante muchos años le escuché en su programa, uno de los más emblemáticos de la radio musical. Me estoy refiriendo a ‘Plásticos y Decibelios’. Gracias a él pude escuchar un montón de grupos y canciones que, en una época donde aún internet no estaba extendido y no podía comprarme todos los discos que quería, era un soplo de aire fresco. En su programa sonaron canciones de Suede, Bowie o Lenny Kravitz, con esos comentarios tan particulares y sabios.
Traigo hoy al bueno de Julián porque el lunes comienza la emisión de ‘Vídeos y Decibelios’ en 40 TV. Este espacio pretenderá ser un recorrido por la historia del pop y del rock contada por él, con anécdotas, recuerdos y, por supuesto, videoclips. Será diario y podremos (podrán los que tengan Digital+ o algún operador de cable) seguirlo. Yo espero poder descargármelo de internet con cierta frecuencia. Seguro que es interesante.
Sigo sin comprender como cadenas del tipo de La 2 no emite más programas musicales así. RTVE, tanto televisión como radio, tiene grandes profesionales capaces de sobra de elaborar un programa que presente los clásicos de la música a las nuevas generaciones en un formato moderno y atractivo… Ojalá alguna vez lo hagan. Mientras, tenemos esta interesante propuesta de 40 TV…
Facebook, como red social más representativa y multitudinaria del mundo, se ha convertido en un reflejo de lo que es la propia sociedad. El día 19 pasado saltaba la noticia de que el Grupo Intereconomía había denunciado a un grupo de Facebook de nombre ‘Muerte a Intereconomía’ por contener amenazas. Probablemente este asunto se zanje con el cambio de nombre del grupo y listo. De hecho los responsables de la red social ya se han ofrecido a sustituir el actual por otro que los responsables elijan. Voy a ser muy claro con este asunto: me parece fatal y de un mal gusto extraordinario que en este grupo, más allá de su nombre, se lancen exabruptos de alto calibre que los descalifica por sí mismos. Con la denuncia su popularidad ha aumentado notablemente, ya que ha pasado de unos 8000 miembros el día 20 a más de 11000 en el momento de escribir estas palabras.
Una vez dicho esto, creo que ya conocéis mi postura sobre la cadena Intereconomía, tanto de radio como de televisión. Se ha convertido en una de las principales fuentes de falsedades y basura informativa de la historia de la televisión en España. La cadena está sembrando deliberadamente el odio y azuzando a aquellos ciudadanos desencantados con argumentos engañosos y tergiversados. Pero eso no significa que personalmente desee la muerte o cosas similares a sus «periodistas», tertulianos o demás personal que trabaja allí. Creo que no debemos confundir las cosas. Por mi salud mental he borrado del televisor Intereconomía. Todos aquellos que no están de acuerdo deberían hacer lo mismo. La peor publicidad no es hablar mal, sino no hablar.
El lado curioso de este tema viene por la guerra de grupos que se ha montado en Facebook. Los grupos en contra de Intereconomía ganan por abrumadora mayoría con grupos como ‘MUERTE A INTERECONOMÍA’ con 11571 fans, ‘…NO SOPORTO EL CANAL INTERECONOMÍA!!!’ con 4079 fans, ‘El Gran Wyoming, el azote de Intereconomía TV’ con 1096 fans, ‘Me dan ganas de vomitar cuando veo INTERECONOMIA’ con 276 fans, ‘TODOS CONTRA INTERECONOMÍA’ con 206 fans, ‘BOICOT A LA CADENA INTERECONOMIA’ con 2066 fans, ‘100000 personas que detesten intereconomia TV’ con 2520 fans, ‘Intereconomia TV me da asco.’ con 373 fans, ‘yo no veo intereconomia ni pienso hacerlo’ con 1107 fans y así hasta llegar a los grupúsculos menores de nombres repletos de ironía como ‘MUERTE AL GRUPO ‘Por el cierre del grupo «Muerte a Intereconomia»» con 103 fans. Nunca jamás en democracia un medio de comunicación se había ganado tantos odios en tan poco tiempo…
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