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La bitácora personal de Ricardo Martín
Comentando cosas desde 2004
1 de enero de 2010

TVE ya no tiene publicidad

Anoche vivimos un momento histórico. Tras 54 años, Televisión Española dejó de emitir publicidad comercial, aunque seguiremos viendo autopromociones de la cadena pública y mensajes institucionales y de organizaciones no gubernamentales. Tras la retransmisión de las campanadas desde la Puerta del Sol de Madrid se emitió un publirreportaje. Y a partir de aquí, nada de molestas interrupciones. Esta mañana he estado viendo durante bastante tiempo La 1 y se hace extraño ver una película o un programa sin cortes, aunque la verdad es que uno se acostumbra bastante rápido.

Resulta curioso ver también un Telediario extralargo, de prácticamente una hora de duración. Más noticias y tratadas con más profundidad. 45 minutos de información general y 15 para deportes y la previsión del tiempo. He echado de menos algún cambio estético, alguna reforma en el Telediario, en las cortinillas, algo que indicara que comienza una nueva etapa en nuestra televisión pública. Y ya que habamos de estética, lo que me ha resultado muy antiestético es el logotipo «Eu» conmemorativo de la presidencia española de la Unión Europea. Podían haberse esmerado un poquito más.

Ahora sólo nos queda esperar a ver qué otras novedades nos trae TVE. Algunas ya las sabemos. La que más me ha llamado la atención es la emisión de una película española o europea en las noches de La 2 y algún que otro espacio documental. Lo cierto es que sobre todo La 2 está consiguiendo ser una bastante similar a la idea que yo tengo de televisión. Veremos si siguen esta buena línea o si se «estropean». Eso sólo lo dirá el tiempo.

22 de diciembre de 2009

Telecinco y Cuatro se fusionarán: El triunfo de la telebasura

Vamos a vivir dentro de poco una pequeña revolución del sector televisivo español. Quizás al principio no lo notaremos mucho, ya que las operaciones empresariales de fusión entre Telecinco y Cuatro por un lado y Antena 3 y La Sexta (todavía no confirmada oficialmente) por otro no supondrá la pérdida de las identidades de cada una de ellas. Leí la noticia el otro día con algo de sorpresa, aunque se veía venir. En la práctica las dos grandes (Antena 3 y Telecinco) se comen a las pequeñas de reciente aparición (Cuatro en 2005 y La Sexta en 2006). No hemos avanzado nada, volvemos a la concentración televisiva que teníamos hace diez o quince años, porque (y esa es la realidad) los nuevos canales por TDT como Intereconomía TV o VEOTV son residuales.

Es una auténtica pena que una cadena que al principio apostó por hacer una televisión diferente, de calidad y con programas muy originales haya terminado con telerrealidad camuflada y espacios absurdos que casi las equipara con las grandes productoras de telebasura de este país. Me refiero a Antena 3 y Telecinco, las económicamente fuertes, las cadenas privadas que más audiencia acaparan y también las que más basura y zafiedad emiten por minuto. Eso se reduce a una moraleja desalentadora: Si una televisión quiere triunfar, lo mejor es que no elabore sus programas y se meta de lleno en el fango. Calidad cero, vulgaridad y frivolidad máxima y crear programas para una audiencia que prefiero no calificar. ¡Menos mal que nos quedará Televisión Española!

21 de diciembre de 2009

La identidad nacional no existe

Hace ya algún tiempo que en Francia se ha abierto un debate interesante sobre cuál es realmente su identidad nacional, sus signos característicos, aquellos que supuestamente han de ser preservados frente a las culturas emergentes que provienen de otros países de idiosincrasia muy diferente. Este debate no podía venir de otra parte. Francia es uno de los estados con más mitología patriótica del mundo, elaborada sobre todo a partir de la Revolución Francesa de 1792. Pero ¿De verdad tiene sentido o al menos sirve de algo este intento de preservación? En mi opinión los estados lo hacen sus ciudadanos, aquellos que viven día a día y trabajan en un país, independientemente de su origen e ideas. De nada sirve conservar una tradición, una imagen, unos símbolos huecos, vacíos si sólo unos pocos se identifican con ellos. Y tampoco sirve de nada la imposición de una idea predeterminada y unos valores predeterminados. Los únicos valores que realmente han de ser preservados son los universales recogidos en la carta de los Derechos Humanos de la ONU.

En España el tema es mucho más peliagudo y delicado. Somos un estado con múltiples peculiaridades, sentimientos nacionales y simbología y tradiciones diferentes. ¿Qué representa a la España de hoy día? ¿Qué imagen o símbolo nos define? ¿Qué es español y qué no? Y lo que es más importante: ¿Quién lo decide? Desde luego son preguntas que para mí no tienen respuesta, no podría dar una. Se habla de los clásicos símbolos: la bandera (por cierto, cada vez más grandes en nuestras plazas), el himno, el escudo, la fiesta nacional, la gastronomía… Pero lo cierto es que tanto la bandera como el himno o el escudo son símbolos artificiales que han mutado con el tiempo y lo seguirán haciendo en el futuro. Y la fiesta nacional, entendida en sus dos sentidos, como día conmemorativo y como el ejercicio de la tauromaquia (sobre todo éste último) se va diluyendo lenta pero inexorablemente. El declive es evidente.

No nos engañemos, la globalización cultural es ya un hecho. Cualquier país del primer mundo está viviendo una revolución en sus costumbres debido a las influencias del exterior, de culturas a veces muy diferentes con las que hemos de convivir. Siempre he pensado que con las décadas, todas esas culturas que ahora nos parecen ajenas se irán incorporando a la nuestra y a la de otros países de nuestro entorno. Será entonces cuando ese concepto de identidad nacional nos parecerá algo de otro siglo (que al fin y al cabo es lo que es).

10 de diciembre de 2009

‘Cuatro Palos’: Los Planetas vuelven

Cuando ya se nos termina el año, una de nuestras bandas favoritas vuelve a la carga. Los Planetas, tras dos años y medio de silencio y con sólo una canción nueva en este tiempo (la incluida en su recopilatorio ‘Principios Básicos de Astronomía’), acaban de publicar el EP ‘Cuatro Palos’. Ya su nombre nos indica que es continuista con su ‘La Leyenda del Espacio’ al hacer referencia clara al flamenco. Esta impresión se acentúa al conocer que el tema principal se llama ‘Romance de Juan de Osuna’ en alusión al conocido tema del cantaor Manolo Caracol. Pero no nos olvidemos de que Los Planetas siguen siendo ellos mismos, por lo que tras el barniz cañí seguimos encontrando el space-rock al que nos tiene acostumbrados la banda granadina en sus más recientes trabajos.

Este EP no deja de ser un disco irregular. Tras el apabullante estallido del ‘Romance de Juan de Osuna’ nos encontramos con tres temas de desigual calidad. Escuchando ‘No sale la luz esta noche’ nos provoca cierto déjà vu. Se parece demasiado a algunos temas recientes del grupo. En menor medida, ‘Yo le estoy pidiendo a Dios’ me parece la cara B más redonda, aunque la sensación incómoda de algo ya escuchado sigue estando presente. Para terminar tenemos los ‘Tarantos de Perico «el Morato»‘. Guitarras y la voz ligera que sigue en su deje aflamencado. Puro Planetas, de eso no hay duda.

Lo que más me ha gustado de todo ha sido el videoclip. De hecho he estado esperando a verlo completo para escribir esta entrada. Y sólo puedo decir que me ha impresionado. No por la calidad artística y técnica (que la tiene y mucha), sino por el concepto en sí, totalmente rompedor, vanguardista y que además funciona a la perfección. Quizás no es lo que muchos fans esperaban de ellos, pero ahí está el espíritu de Los Planetas en toda su magnitud. Aquí os lo dejo:

8 de diciembre de 2009

Puertas abiertas en el Congreso: Misión imposible

Los días 7 y 8 de diciembre (o sea ayer y hoy) se están celebrando las tradicionales jornadas de puertas abiertas del Congreso de los Diputados y que se realizan con motivo del Día de la Constitución. Esta tradición no lo es tanto, ya que esta es la decimocuarta edición de las jornadas. Por lo que he podido comprobar, año a año crece el interés por visitar las dependencias de la Cámara Baja (no sólo el hemiciclo) y se multiplican los ciudadanos que quieren acercarse hasta allí. Según los medios, ayer entraron en el palacio de la Carrera de San Jerónimo 9244 personas entre las 10 y las 19 horas.

Tuvimos la ocasión de acercarnos hasta allí, pero las kilométricas colas (literal) que daban la vuelta por todas las calles cercanas (Paseo del Prado y Alcalá hasta la altura del Ministerio de Educación) no dejaban mucho sitio a las esperanzas. Según pudimos enterarnos, hubieran sido necesarias unas cuatro o cinco horas (bajo la lluvia, por cierto) para poder entrar y hacer la visita, así que al final nos rajamos. Nuestra agenda era apretada y nuestro tiempo muy valioso. Lo dejamos para otro año.

La verdad es que ha sido un gran éxito que va a más. Y dos días son muy poco. Haría falta al menos una semana, quizás coincidiendo con las vacaciones de Navidad de sus señorías, para que todo fuera mucho más racional. También estaría bien poder reservar la cita por internet a una hora determinada y planificar en base a eso. Para que todo el mundo que no tenga internet también pudiera acceder (sobre todo gente mayor) se habilitaría un día de entrada libre. Desde luego esto tiene que cambiar porque si no es una locura. ¡Y menos mal que no interesa la política! En la foto puede verse toda la gente que teníamos delante en la cola en la calle de Alcalá.

4 de diciembre de 2009

Más sobre el Manifiesto

El día 2 por la tarde veíamos atónitos como más y más webs se unían al Manifiesto en defensa de los derechos fundamentales en internet. Aparte de esa práctica unanimidad, me sorprendió mucho la rapidez. Es verdad que internet es el medio más influenciable en este sentido y que da lugar a adhesiones incondicionales con la misma facilidad con la que desaparecen. Internet no es como el mundo real, para bien y para mal. La información fluye libre sin importar si tiene derechos de autor o no, eso es incuestionable e incontrolable. De ahí que esté de acuerdo con que la industria que genera contenidos y que pretende obtener un beneficio con ello (me da igual si es música, cine, noticias o lo que sea) cambie radicalmente de modelo. También estoy de acuerdo con que tenga que ser un juez quien decida la clausura temporal o definitiva de un servicio que se lucre mediante la venta o simplemente mediante el facilitar archivos para su descarga. Si la marea que se ha producido a lo largo y ancho de internet no hubiera tenido lugar, en el momento en que la Comisión del Ministerio de Cultura cerrara una web (esto es, sin que sea un juez), los tribunales, el Defensor del Pueblo o incluso el Tribunal Constitucional hubiera puesto las cosas en su sitio.

En cualquier caso ha sido notable el eco que este movimiento y demuestra que la blogosfera y el resto de profesionales viven para y por la red está muy cohesionado y suponen un poderosísimo lobby (entiéndase en el buen sentido de la palabra) con los que hay que contar a partir de ahora para cualquier medida que afecte a las tecnologías de la información. Pero esto es la parte «visible». Lo cierto es que poco a poco vamos perdiendo anonimato. En los últimos años hemos visto como se han aprobado directivas europeas que van «comiendo» muy soterradamente nuestros derechos. Estoy hablando, por poner dos ejemplos, de la directiva de acceso a internet, que permite a autoridades no judiciales la desconexion de usuarios o de la directiva de retención de datos personales. Ante esto casi nadie ha dicho nada. Tuvo repercusión en la red, pero fue muy limitado y en ningún caso llegó a estos niveles.

Sospecho que también hay un factor personal contra la propia Ángeles González-Sinde, a quien se la juraron desde el momento en que tomó posesión de su cargo de Ministra de Cultura. Pero tampoco tuvieron buenas vibraciones con su antecesor César Antonio Molina, ni con Carmen Calvo… Recordemos los tiempos del canon (por cierto, trasposición de una directiva europea). Por supuesto, la oposición del Partido Popular no ha dudado en «apoyar» a los internautas, olvidando que dieron su voto en Europa para aprobar las desconexiones sin autorización judicial…

2 de diciembre de 2009

Manifiesto: Yo no me caso con nadie

Hoy varios bloggers españoles han elaborado un manifiesto «En defensa de los derechos fundamentales en Internet». El seguimiento que está teniendo es prácticamente unánime. Algo insólito hasta la fecha. Me atrevo a preguntar ¿De verdad lo que dice tiene fundamento? Yo no lo sé, y como mínimo me permito dudar. Si hay algo que no me gusta son las adhesiones incondicionales. Como curiosidad, hasta el blog de referencia Boing Boing se hace eco de la iniciativa. Espero que nadie me critique por no hacerlo. Somos libres ¿no?



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