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La bitácora personal de Ricardo Martín
Comentando cosas desde 2004
11 de septiembre de 2007

¿Quién es Osama Bin Laden?

Imagen de Osama Bin Laden

Hoy se cumplen seis años de uno de los acontecimientos más influyentes de la historia moderna. Los atentados del 11-S han generado ya mucha más literatura, películas y documentales que cualquier otro evento reciente. Unos hechos que han cambiado el mapa del mundo, han servido de excusas para guerras por los recursos naturales, para reorganizar la geopolítica y para recortar derechos ciudadanos en muchos países.

Detras de todo está la figura ya casi mítica de Osama Bin Laden, miembro de una adinerada familia saudí que se codeó durante décadas con lo más granado del poder de occidente, con los Estados Unidos a la cabeza, y que lo utilizaron para detener el avance soviético en Afganistán a finales de los setenta. Dueños de negocios millonarios, la familia Laden llegó incluso a veranear en Marbella como la familia de un jeque árabe más. Sin embargo, casi de la noche a la mañana y a partir de los atentados de Kenia y Tanzania de 1998, Bin Laden se convirtió en el enemigo número uno del gobierno norteamericano.

Yo siempre he visto algo extraño en Bin Laden, algo que no encaja. Por supuesto es una percepción particular que no se basa en ninguna prueba, pero tiene algo de títere, de ser etéreo. Una cara que poner a toda esa maraña terrorista que está por todas partes. Un rostro definido a lo indefinible. Más que el mayor terrorista internacional, Bin Laden tiene cierto aire de malo de cómic o de película de acción. Todo lo que le rodea está sumido en el misterio y la incertidumbre. Durante mucho tiempo no se supo siquiera si estaba vivo o muerto o dónde se esconde. ¿Cómo la mayor potencia militar y tecnológica del mundo puede no saber el paradero de una persona dentro de un área más o menos delimitada? ¿Cómo puede ser que los servicios de información de prácticamente el mundo entero estén detrás de él y no lo localicen? A mi, personalmente, me parece algo muy extraño. Encontrar a Sadam Hussein fue cosa de no mucho tiempo. ¿Y Bin Laden? ¿Conviene encontrarlo? ¿O es que el personaje, tal y como nos lo han vendido los medios, no existe realmente? Yo no lo creo, pero los hechos invitan por lo menos a la duda.

9 de septiembre de 2007

La doctrina del shock

«Sólo una crisis, real o percibida, produce un auténtico cambio.»

La portada del libro en su edición en castellano

Bajo esta premisa del economista Milton Friedman, principal defensor de la teoría neoliberal más radical, se desarrolla el mini documental ‘The Shock Doctrine. The Rise of Disaster Capitalism’ (‘La Doctrina del Shock. El Auge del Capitalismo del Desastre’) presentado ayer en el Festival de Cine de Venecia. Ha sido realizado por la activista y escritoria canadiense Naomi Klein y el realizador mexicano Alfonso Cuarón. En tan sólo seis minutos se expone la teoría de que bajo un estado de shock, ya sea fortuito o provocado, las masas son manipulables y el comportamiento de los individuos se vuelve infantil y temeroso. Las aplicaciones de estas teorías son múltiples, aunque siempre igual de siniestras. Puede aplicarse individualmente como métodos de tortura (el ejemplo paradigmático es Guantánamo) o colectivamente para tomar medidas poco populares, recortes de derechos sociales o libertades adquiridas con esfuerzo a lo largo de décadas.

Pero el documental sólo es la punta de lanza para todo un nuevo movimiento que intenta luchar contra la manipulación masiva por parte de autoridades falsas dirigidas por el poder de las empresas, aplicando tácticas de guerra de la CIA basadas en principios no demasiado éticos. Como decía, el cortometraje es sólo un vértice más de esta concienciación. El próximo 18 de septiembre se publicará en los Estados Unidos el libro del mismo nombre, escrito por Naomi Klein, y sobre el que ya se pueden leer algunas páginas en su sitio web. La edición en castellano llegará en octubre a través de la editorial Paidós. Al igual que con ‘No Logo’, Klein vuelve a darnos que pensar y nos abre un poco los ojos, aunque no esté de acuerdo con ella en algunas de sus premisas y conclusiones.

7 de septiembre de 2007

El dilema de la vivienda: comprar, alquilar y el papel del Estado

El tema de la vivienda está más de actualidad que nunca. Los periódicos se llenan de cifras estadísticas comparándonos con otros países de la Unión Europea: que si en España la mentalidad es diferente porque preferimos por abrumadora mayoría comprar antes que alquilar, porque la edad de emanicipación es más alta que la de nuestros vecinos.

La realidad es que casi nadie se plantea vivir de por vida en una vivienda de alquiler. Yo tampoco. Mis razones quizás sean las mismas que para el resto de futuros compradores: falta de vivienda decente de alquiler, inseguridad (los contratos de arrendamiento se firman anualmente prorrogables por cinco años, tras los cuales se pueden «revisar» las condiciones), precios altos (que hacen que compense pagar una hipoteca) y, añado yo, problemas a la hora de hacer grandes reformas en la vivienda.

Pero los compradores se enfrentan al hándicap de vivir en deuda con su banco prácticamente de por vida. Aunque el precio de la vivienda no sube tanto como en años pasados, aún son altísimos en la mayoría de las capitales españolas. Un auténtico escándalo. Porque es inadmisible e incomprensible para mí que se haya dejado de mano de las leyes del mercado un bien de primera necesidad como es la vivienda. No estamos hablando de un coche, ni siquiera de un trabajo. Se trata de un lugar donde poder vivir. Vamos, lo más básico del mundo.

El Estado, que es el único que puede paliar la situación, está de brazos cruzados o por lo menos no está haciendo lo suficiente. Las Viviendas de Protección Oficial son casi testimoniales, una gota de agua en un mar de pisos. La única administración que se ha enfrentado con valentía al problema ha sido la Junta de Andalucía. No voy a entrar en si esta medida es puramente electoralista (las autonómicas coincidirán con las generales de marzo). En mi opinión, los poderes públicos pueden hacer mucho por romper el mercado libre. Todavía no se sabe cómo, pero garantizarán una vivienda a todos aquellos andaluces que ingresen menos de 3.000 euros al mes y que no invertirán más de un tercio de su renta en ella. De momento esto es una excepción.

Así que, muy a mi pesar, tiene que ser la iniciativa privada la que ponga su granito de arena para paliar el problema. La loable iniciativa de José Moreno, el «promotor aficionado» que construyó 400 viviendas en un buen lugar de Fuenlabrada y que vende por 82.000 euros cada una es el mayor exponente. Pero empresarios y altruismo no son precisamente un binomio muy frecuente.

Con este panorama, para muchos sólo queda protestar y llamar la atención de cualquier forma. Que todo sea por reivindicar nuestro derecho a la vivienda.

6 de septiembre de 2007

Charlotte Gainsbourg

Una foto promocional de Charlotte Gainsbourg

Leyendo la prensa esta tarde me entero de que la actriz y cantante francesa Charlotte Gainsbourg (Londres, 1971) está pasando por delicados momentos de salud al haber sufrido una hemorragia cerebral. Confiemos en su pronta recuperación. Charlotte es hija de dos grandes de la escena artística del país vecino: Jane Birkin, sex symbol musical y cinematográfico durante los setenta, y Serge Gainsbourg, compositor entre otras del célebre y polémico ‘Je t’aime, moi non plus’ y de quien he hablado ya aquí.

Su carrera ha estado ligada desde su infancia al cine y ya ha sido reconocida como una de las promesas confirmadas del cine francés. Puede considerarse una actriz independiente, ya que no ha participado en ninguna gran producción de renombre internacional. La primera vez que la ví fue en una película llamada ‘Enamorada’ (1991) que pusieron en La 2 allá por el 95 o el 96. La fama le ha llegado relativamente tarde y no con el cine, sino con la música. Ha sido con su segundo disco ‘5:55’ (2006) con el que ha triunfado al menos dentro de los circuitos independientes. Es un buen disco con al menos un tema excelente. Me refiero a ‘The songs that we sing’, que incluí en mi recopilatorio Muestra Musical 66.

Gainsbourg tiene la gran virtud de la discrección y de haberse ganado su hueco poco a poco, sin estruendo, en el mundo del cine y ahora de la música. También tiene esa elegancia tan especial y tan difícil de conseguir hoy día.

4 de septiembre de 2007

Dos puntos de vista sobre la economía mundial

Estos días estoy viendo los documentales producidos por TVE sobre el nuevo orden económico mundial, llamado ‘Voces Contra la Globalización’. Fueron emitidos por La 2 el año pasado y son el perfecto manual de iniciación a ese fenómeno que está en boca de todos, pero que muchos no tenemos perfectamente claro en qué consiste. Me refiero por supuesto a la tan traída y llevada globalización. La principal virtud de estos programas es la claridad en la exposición, centrándose principalmente en las consecuencias reales que ya estamos sufriendo (precariedad laboral, indefensión, incapacidad política frente al poder económico, inmigración irregular).

El panorama que presenta la serie no es precisamente alagüeño para el futuro y vaticina un conflicto norte-sur bastante serio en no muchos años. Me ha llamado la atención el escenario que muchos expertos proponen hacia el 2035, cuando la mano de obra menos cualificada, que es la más abundante en los países del tercer mundo, sea sustituida por sistemas automatizados por ser más baratos y productivos. ¿Qué ocurrirá cuando las prendas de ropa o los automóviles los fabriquen exclusivamente las máquinas? ¿Qué ocurrirá con los trabajadores? ¿Una revolución? ¿Una tranquila transición? Son hipótesis inquietantes que tendrán que confirmarse dentro de unas pocas décadas.

Aparte de ‘Voces contra la Globalización’, otro de los documentales sobre economía que he visto últimamente es Commanding Heights: La Lucha por la Economía Mundial’. Se trata de varios capítulos en los que se ofrece una visión muy diferente de la globalización, intentando hacer pedagogía a favor de una economía global. Ha sido producido por la PBS, la televisión pública norteamericana. Está muy bien documentada, aunque son demasiado fríos, teóricos y deshumanizados. Me ha gustado el primer episodio, con la contraposición de las dos grandes figuras de la economía del siglo XX, Keynes (favorable al intervencionismo del Estado) y Hayek (uno de los padres del neoliberalismo económico).

A partir de aquí, en los siguientes capítulos la narración deriva, para mi gusto, en postulados a favor del liberalismo económico radical, las privatizaciones de los servicios públicos (curioso viniendo de una televisión pública) y contra la regulación estatal. Pasa de puntillas por los gravísimos inconvenientes sociales del capitalismo salvaje. No en vano se han convertido en unos de los documentales de cabecera para los amigos del neoliberalismo.

31 de agosto de 2007

La «nueva» temporada televisiva que nos espera

A lo largo de los últimos días, las cadenas de televisión preparan sus motores para comenzar la carrera por la audiencia de esta temporada. Yo, sufrido televidente (muy) ocasional, miro cada vez con más recelo la «caja tonta». Y creo que con razón al comprobar las nuevas propuestas que los canales generalistas nos tienen preparados a partir de septiembre. No hay innovaciones, no hay riesgo. Sólo los mismos programas con distintos nombres, reediciones de viejos éxitos, convencionalismos que triunfan por inercia.

La televisión está sufriendo un lento pero inexorable proceso de degeneración y de falta de ideas. En definitiva, un conservadurismo en los contenidos que roza el insulto. La única que se salva un poco de la quema es La 2, no por innovadora, que ya no lo es, sino por que es el único reducto (aunque dañado) de televisión real. Del resto apenas puedo ver diferencias destacables. Nuestra última esperanza era Cuatro. La cadena de Sogecable sigue teniendo algunos buenos programas (‘Callejeros’ por ejemplo), pero también ha ido incorporando otros como el engendro machista y vacío de ‘Supermodelo’ y otros espacios que, si en un principio fueron novedosos, al final se han acondicionado a la norma.

Y como he repetido más de una vez, mis críticas no vienen porque confunda grandes audiencias con telebasura (ni telebasura con programas sin imaginación ni interés), porque no creo en ello. Un buen programa puede tener audiencias millonarias sin recurrir a tópicos ni a fórmulas fáciles y usadas millones de veces. Aún defiendo esa opinión. Es precisamente por eso que me molesta especialmente el recurso facilón para obtener espectadores (humor de brocha gorda, sexo y cotilleo público o privado). Pero ni las productoras ni las cadenas necesitan ya romperse la cabeza para triunfar. Basta con repetirse y copiarse.

Es por esto que me alegro más que nunca de que existan los canales temáticos, internet y sobre todo el eMule. Y por suerte somos cada vez más los que llevamos años «migrando» de la televisión convencional hacia la red de redes. Al menos en mi casa, antes que la antena prefiero mi pequeño reproductor de DivX.

30 de agosto de 2007

La candidatura de Madrid 2016 elige su logo

Los logos candidatos para Madrid 2016

El ayuntamiento de Madrid se ha puesto manos a la obra para elegir el logo que representará a la candidatura de la capital española para celebrar los juegos olímpicos del año 2016. Aún queda mucho tiempo y en la memoria aún está la decepción de quedar finalistas para el 2012. A nueve años vista, los preparativos para presentar la candidatura para la siguiente cita olímpica están en marcha. Diez son los logotipos finalistas. La novedad es que serán los ciudadanos lo que elijan el que más les guste, votando cualquiera de ellos a través de la web del ayuntamiento madrileño o de los puntos que se han establecido para dejar la papeleta.

He estado mirando detenidamente los logos y la verdad es que no hay ninguno que me entusiasme. No parecen muy elaborados ni cuidados. En la mayoría las tipografías son muy típicas y mal integradas y en otros, los anagramas son demasiado rebuscados. En general falta frescura e imaginación. Por eso es difícil quedarse con uno. Quizás el de las manos abiertas sea el más acertado, pero la fuente helvética utilizada es demasiado formal. Otro de mis candidatos favoritos es el primero, con el bucle y la estrella, pero de nuevo la tipografía falla. Me parece horrible. Aunque para gustos los colores, claro. Veremos quién gana finalmente.



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