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La bitácora personal de Ricardo Martín
Comentando cosas desde 2004
11 de diciembre de 2007

Carlos Pumares habla…

Este es el nombre del blog que el peculiar crítico (no sólo de cine) tiene en el sitio dedicado al séptimo arte HoyCinema.com. En él, Pumares cuenta sus aventuras cinematográfica a lo largo y ancho de todos los festivales españoles y foráneos. Yo lo sigo desde los tiempos de Antena 3 Radio, en el programa ‘Polvo de Estrellas’ allá por el año 1991. Había algunas veces que era un tostón, pero otras el histrionismo de sus comentarios hacía soltar más de una risa.

Lo mismo pasa en este blog. Además de leer sus entradas escritas, también podemos verle y oirle, porque incluye abundantes y jugosos vídeos donde destripa y critica todo lo que se mueve. Es un poco cutre, pero engancha y si uno se lo toma a broma puede pasar un buen rato.

Aquí un ejemplo:

9 de diciembre de 2007

‘The Queen’

Aunque la filmografía del realizador británico Stephen Frears (Leicester, 1941) me parece de lo más irregular (geniales ‘Mi Hermosa Lavandería’ o ‘Café Irlandés’ y mediocres ‘Mary Reilly’ o ‘Negocios Ocultos’), su última película hasta la fecha, ‘The Queen’, es para mí de lo mejorcito de su carrera. Y así se le ha reconocido con diversos galardones como el Oscar a la mejor actriz de Hellen Mirren por su papel de la soberana británica, el Goya a la mejor película europea de 2006 o los BAFTA a la mejor película y actriz.

La historia de ‘The Queen’ es la historia de dos personajes y de sus dos familias. La primera, la todopoderosa, decadente y acartonada familia real inglesa con Isabel II como regidora simbólica de los destinos de su país. La segunda, la del Primer Ministro Tony Blair, laborista y recién llegado al 10 de Downing Street. La de Blair es una familia joven, educada en un ambiente radicalmente diferente. Dos personajes en continuo tira y afloja empujados por los acontecimientos terribles de la muerte de Lady Di. Dos formas de entender la vida que chocan.

Frears utiliza con mucha habilidad hechos reales para hilar una historia que seguramente tenga mucho de cierta. La realización ágil y fluida hace que la película no decaiga en ningún momento y siga un ritmo natural. Se vale para ello de unos actores y actrices soberbios que mantienen la tensión y una puesta en escena sobria, sin alardes. Poco importa que la mayoría de los personajes apenas tengan parecido con los reales (excepto la protagonista). Tras el desconcierto inicial, adoptamos al falso Tony Blair o al príncipe Carlos como los verdaderos. A cada minuto nos parecen más reales.

Puede pensarse que ‘The Queen’ es una crítica al sistema monárquico, pero creo que una segunda lectura nos acerca a una realidad bastante más compleja y matizada. Lo mismo ocurre con la condescendencia inicial hacia Tony Blair, que deriva hacia un dilema: el deseo de un pueblo manipulable frente a la rígida tradición elitista o el populismo electoralista y reformista frente al «cabal» sistema establecido…

5 de diciembre de 2007

Una visión personal de Woody Allen

Aunque pueda parecer mentira, hasta hace apenas un par de meses, Woody Allen era sólo un mito del cine, una filmografía que me era desconocida y a la que tenía muchas ganas de acercarme. Inexplicablemente sólo había visto un par de películas y creo que ni siquiera enteras. Por eso ha sido muy interesante dedicar un buen puñado de fines de semana a ver todas sus obras, desde ‘Toma el Dinero y Corre’ (1969) hasta ‘Scoop’ (2006).

Se han dicho muchísimas cosas sobre Woody Allen, así que no seré yo quien «descubra el Mediterráneo». Uno de los aspectos que más me ha gustado de su obra es que siempre se ha mantenido fiel a sus principios, a su forma de entender el cine, sin importarle las modas que se han ido sucediendo a lo largo de cuatro décadas en un mundo tan volátil y dado a las frivolidades como es el del celuloide. Y eso siempre es algo de agradecer. Casi se diría que es uno de los pocos realizadores con verdadero estilo propio del mundo del cine comercial norteamericano.

Pero mantenerse fiel no es repetirse y, aunque sus críticos le han reprochado el hacer siempre la misma película una y otra vez, lo cierto es que la evolución en su trayectoria ha sido notable. Me he permitido dividir su obra en tres partes, algunas bastante claras y otras un poco aleatorias.

  • Primera etapa: 1969-1975. Sus primeras películas estaban repletas de gags visuales y Allen se presentaba a sí mismo como un bufón, un humorista que se desenvolvía en muy diferentes contextos. Para mi gusto la mejor película de esta etapa es ‘La Última Noche de Boris Grushenko‘ (1975).
  • Segunda etapa: 1977-1992. Sin duda (al menos para mí) su mejor época. Y también cuando consiguió su mayor reconocimiento como realizador «serio». Películas como ‘Manhattan’, ‘Annie Hall’ y muchas otras conforman el periodo clásico de Woody Allen por excelencia. Muchas referencias autobiográficas y sus temas de siempre: el amor (o mejor dicho el desamor), el sexo, la infidelidad, la muerte y las relaciones de pareja afloran por primera vez en ‘Annie Hall’ (1977), dando un giro radical a toda su trayectoria anterior. Es muy difícil quedarse con una o dos películas, pero si hay que elegir me quedo con ‘Manhattan’ (1979), ‘Broadway Danny Rose’ (1984) y ‘Delitos y Faltas’ (1989).
  • Tercera etapa: 1992-: ‘Maridos y Mujeres’ (1992) supone una vuelta de tuerca al argumentario clásico alleniano y un soplo de aire fresco con una realización más informal con cámara al hombro. Esta etapa de madurez se adentra en las vidas de un Woody Allen ya entrado en años. Su perspectiva vital cambia con los rigores de la edad, pero su inventiva y su lucidez sigue intacta. Mis favoritas son la ya citada de ‘Maridos y Mujeres’ y ‘Desmontando a Harry’ (1997).

Y ahora me he vuelto un adicto a sus películas y espero que pronto tengamos una nueva, aunque claro, siempre existe la posibilidad de revisar las antiguas, algo que seguro que haré.

2 de diciembre de 2007

‘REC’ y la piratería

Es lo que tiene la curiosidad combinada con el acceso a una cantidad de información prácticamente ilimitada. Uno intenta siempre ir más allá. Por eso cuando vi que ‘REC’ estaba en el eMule me decidí a bajarla. Sinceramente tenía curiosidad, aunque nunca hubiera ido al cine a verla. Por lo que había oído, visto y leído, la idea parecía buena y original y en seguida me recordó a otra película: ‘El Proyecto de la Bruja de Blair‘, casi un fenómeno sociológico a finales de los noventa. Lo que demostraba esta película era la capacidad de generar inquietud sólo con la insinuación de lo extraño y valiéndose de la verosimilitud, un recurso mucho más efectivo que cualquier efecto digital. Sobre ‘REC’ diré que no se le parece ni por asomo y aquí el intento de parecer verosímil no hace más que agravar sus defectos. Aunque no pude terminar de verla, la sensación de falsedad y de teatralidad hacían muy difícil creerse la ambientación y unos personajes que sobreactuaban. En definitiva más ruido que nueces. No os la recomiendo.

Dije que no pude terminar de verla porque a eso del minuto 25 más o menos aparece uno de esos anuncios anti-piratería que ponen en la tele o en el cine donde se equipara el robar un coche o un bolso a bajarse una película de internet. Formaba parte de una campaña torpe, inútil y además falsa, que sólo tiene el propósito de amedrentar a los adolescentes que desconocen las leyes. Frases tan lamentables como «El robo en internet queda registrado» (que alguien me lo demuestre), «El robo es ilegal» (ahora me entero) o «La piratería es delito» (se les olvidó poner que sólo si es con ánimo de lucro). Este argumentario choca frontalmente con las declaraciones de Jorge Martín, Jefe del Grupo de Seguridad Lógica de la Brigada de Investigación Tecnológica de la Comisaría General de Policía Judicial. Dijo literalmente en una conferencia en el pasado Congreso de Webmasters en Madrid que «podéis bajar lo que queráis del eMule. Pero no lo vendáis». Más claro imposible.

Más que asustar a la muchachada con mensajes en las películas que se descargan, lo que se debería es fomentar los descuentos en el cine para los jóvenes, los estudiantes, los universitarios o aquellos con bajos ingresos, publicitar el uso de las videotecas de las Bibliotecas Públicas (de donde yo saco mis películas normalmente) y otras medidas que sería conveniente poner en marcha.

16 de noviembre de 2007

Una farsa nórdica

Hace cosa de un año escribí una pequeña referencia sobre ‘El Jefe de Todo Esto’, la por entonces nueva película del realizador danés Lars Von Trier. Por fin, y tras algún tiempo en el «congelador», he hecho un hueco para poder verla. La idea de que Von Trier se metiera a dirigir una comedia me parecía de lo más interesante. Lo más parecido a este género (aunque estrictamente no lo es) que recuerdo en su filmografía era ‘Los Idiotas’, para mi gusto de lo mejor que ha hecho junto con ‘Rompiendo las Olas’.

Aunque ‘El Jefe de Todo Esto’ no es una película Dogma, tiene muchos elementos que nos recuerdan al polémico movimiento. La ausencia de banda sonora, la atractiva sobriedad de los planos (descuadrados «gracias» a la «automavisión»), el montaje descuidado y sobre todo el peso de los actores son herencia del difunto movimiento. En realidad, los actores y la historia son lo único realmente importante. Todo lo demás es accesorio. Esto no es nuevo, porque ya lo pudimos ver llevado a su extremo en ‘Manderlay’ y en ‘Dogville’, donde la acción se desarrollaba en un espacio abierto sin decorados. En ‘El Jefe de Todo Esto’ los decorados son intencionadamente anodinos, funcionales y hasta disparatados (por ejemplo el zoo o la tienda de estatuas de mármol).

La película cuenta la historia de una empresa informática de cierto éxito que se dispone a ser comprada por unos islandeses sin escrúpulos. El director de la compañía ha ocultado a sus empleados su condición de tal al no creerse capaz de dirigirla. Pero para poder venderla necesita un director. Decide contratar a un actor para que le suplante y haga las veces de jefe. Las cosas dan un inesperado giro cuando el actor se mete demasiado en su papel.

Muy pocos realizadores en la actualidad tienen el don de hacer lo que quieran y salir airosos. Lars Von Trier consigue firmar una película de apariencia absurda y casi ridícula, pero con un trasfondo que toca lo más hondo de las relaciones humanas del mundo moderno. Las critica y denuncia su superficialidad, derribando de paso los mitos y tópicos que rodean el mundo de la interpretación, del cine de autor y sobre todo del teatro hasta bordear la autoparodia.

9 de noviembre de 2007

‘Quadrophenia’ y los mods

Más o menos por ahora hace diez años desde que vi por primera vez ‘Quadrophenia’, la película dirigida por Franc Roddam en 1979 que relata la vida de Jimmy Cooper, un chico de los recados que en su tiempo libre se transforma en mod. Está basada en una de las más exitosas obras de The Who. La película es uno de los símbolos del movimiento mod y recoge toda su filosofía de vida, desde las Lambrettas y las parkas hasta las típicas luchas con los rockers en las playas de Brighton (basadas en los hechos reales sucedidos en 1964), pasando por las purple hearts y por supuesto la música.

Como curiosidades decir que Sting hace el papel de As de Oros, el mod con más estilo de la ciudad y que el actor que interpreta Jimmy es Phil Daniels y apareció en el videoclip ‘Parklife’ de Blur. Para saber más sobre el movimiento mod os recomiendo que leáis el artículo que escribí en 2001 para mi web personal.

Aquí dejo una de mis escenas favoritas de ‘Quadrophenia’, en la que Jimmy, desesperado y furioso porque están a punto de quitarle a su chica en un baile agarrado, quita el disco que suena (si no me equivoco es ‘Rhythm of the Rain’ de The Cascades) y pone, entre el desconcierto y el delirio general, el ‘My Generation’ de los Who:

3 de noviembre de 2007

‘Los Climas’

‘Los Climas’ es una producción turca realizada en 2006 y dirigida por Nuri Bilge Ceylan. En mi opinión, la película enlaza definitivamente el cine turco con el europeo, tanto en forma como en fondo, con una clara vocación occidental. La utilización de los paisajes y los climas radicalmente opuestos de esa extensa nación lo es también de sus personajes, de sus emociones y relaciones.

‘Los Climas’ es una película que tras una sencillez aparente es capaz de contar con formas casi telegráficas la complejidad de los sentimientos humanos. Las gélidas montañas nevadas, el cálido sur, las ruinas de civilizaciones pasadas o las tormentas son también estados anímicos, pensamientos, recuerdos, escenas que vuelven del pasado al presente o que quizás nunca se fueron.

Uno de los mejores aspectos de ‘Los Climas’ son sus actores. El propio Bilge Ceylan, su mujer y otros familiares y personas allegadas forman parte del reparto, al igual que en sus obras anteriores. También cabe destacar la fotografía de los impresionantes paisajes turcos y un sonido ambiente que crea atmósferas desarraigadas e inquietantes. La película recibió el premio de la FIPRESCI en el festival de Cannes de 2006.



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