10 de noviembre de 2006
Esta noche, dentro del espacio Documenta2 de La 2 de TVE, se emitirá el documental largometraje de la activista canadiense Naomi Klein ‘The Take’, traducido en España como ‘La Toma’. Producido en 2005, refleja la situación de los empleados de las fábricas argentinas tras la crisis económica de 2001 que llevó al país a la bancarrota. Tras el cierre de las empresas por parte de sus dueños, los obreros decidieron ponerse manos a la obra y levantar de nuevo la maquinaria empresarial. Ocurrió en fábricas de automoción, textiles, clínicas hasta un total de doscientas empresas y con 15.000 trabajadores al frente.
La película aborda la precariedad del mundo obrero, expuesta permanentemente a los vaivenes de la economía mundial en un mundo globalizado donde si no se es lo suficientemente competitivo es engullido. Pero también es un alegato a la esperanza y al poder de los trabajadores, demostrando que con imaginación y esfuerzo se puede salir adelante mediante la autogestión.
4 de noviembre de 2006
El realizador coreano Kim Ki-Duk se está convirtiendo ya en uno de los habituales de mis ciclos de cine a la par que uno de los directores asiáticos más importantes y originales del momento. Al igual que en las otras ocasiones con ‘Primavera, Verano, Otoño, Invierno… y Primavera’ y ‘Hierro 3’, ‘El Arco’ (2005) es una fábula contemporánea que entremezcla la última tecnología con las tradiciones orientales más arraigadas.
‘El Arco’ cuenta la historia de un hombre mayor que vive en su barco con una chica que rescató cuando era una niña. El barco es lo único que conoce y se tiene que plegar al extravagante modo de vida del viejo. Entre otras peculiaridades es capaz de adivinar el futuro lanzando flechas con su arco. Este mismo arco le sirve como instrumento musical. Pero sus planes de casarse con la chica no parecen gustarle demasiado a ésta, sobre todo cuando aparece en su vida un joven pescador.
Ki-Duk tiene una extraña facilidad para hacer accesible al gran público el cine asiático, con fama de denso, utilizando un lenguaje occidentalizado y convertirlo en escenas contadas con sencillez, un punto de misterio y gran despliegue estético.
30 de octubre de 2006
Con ‘Escondido’ reanudamos los ciclos de cine. Esta película coproducida por Francia, Alemania, Austria e Italia y dirigida en 2005 por el realizador alemán Michael Haneke, es desasosegante y tensa de principio a fin. No ofrece concesiones al espectador ni adornos superficiales. Los encuadres son parcos y diáfanos y abundan los silencios, que a veces son más escalofriantes que un grito.
Haneke nos cuenta la historia de una familia que comienza a recibir cintas de vídeos con grabaciones de su casa. En principio es sólo eso. Pronto las grabaciones son tomas de lugares clave en la vida de Georges (Daniel Auteuil), el cabeza de familia. Sospecha de quién se puede tratar, pero tan sólo se trata de eso, una sospecha.
El argumento mezcla diversos ingredientes candentes en la memoria colectiva sobre todo de los franceses: la guerra de Argelia, la discriminación racial soterrada (por ejemplo la escena del chico negro de la bicicleta) y la inseguridad ciudadana. Pero no sólo es eso, la película deja una sensación de falsedad, de que hay asuntos demasiado oscuros como para ser contados y la culpabilidad por algo indefinible flota en el ambiente y está implícita a lo largo de todo el metraje. Esa sensación se acrecienta cuando los principales sospechosos del envío de las cintas van siendo descartados.
Gran trabajo de interpretación del tándem Daniel Auteuil y Juliette Binoche. ‘Escondido’ obtuvo en 2005 el premio al mejor director y el premio FIPRESCI de la crítica internacional en el Festival Internacional de Cannes.
En conclusión, otra gran película de Michael Haneke, que, aunque sólo he visto dos películas suyas (ya comenté por aquí ‘El Tiempo del Lobo’), ya es uno de mis directores favoritos.
22 de octubre de 2006
Fue un 2 de marzo de 1974 cuando el militante anarquista Salvador Puig Antich fue asesinado mediante el garrote vil en la prisión de Barcelona, ejecutándose así la última pena de muerte del franquismo. Al mismo tiempo también fue ajusticiado en Tarragona un joven polaco sin familia ni amigos llamado Heinz Ches, acusado de asesinato. Sobre aquel se han escrito miles de páginas y recientemente una película (‘Salvador’).
Pero sobre el polaco Ches cayó una cortina de silencio. Las autoridades mantuvieron el mutismo hasta que el equipo de investigación de Raul Riebembauer y Joan Dolç dio con la que es la auténtica verdad: Heinz Ches no era el verdadero nombre del polaco. Ni siquiera era polaco. Su verdadero nombre era Georg Michael Welzel y había nacido en la antigua República Democrática Alemana. Además tampoco era cierto que no tuviera familia. A lo largo de la investigación se consiguió dar con sus hermanos e hijos en Alemania.
El resultado de esos cuatro años de investigación se plasmó en el documental largometraje ‘La Muerte de Nadie’ (2004), producido por TVE y TV3. Un trabajo que demuestra que el periodismo de investigación no necesita de trucos sucios, cámaras ocultas y adornos sensacionalistas cuando delante se tiene un asunto interesante y el trabajo se hace honestamente y en silencio.
13 de octubre de 2006
La noticia es que Lars Von Trier, el padre creador del movimiento Dogma, vuelve a él. Tras varias incursiones en el cine «convencional» como ‘Dogville’ o ‘Manderlay’, el realizador danés acaba de estrenar su nueva película, ‘El Jefe de Todo Esto’, una comedia Dogma al más puro estilo danés.
La historia que se cuenta es la siguiente:
El propietario de una empresa desea venderla. El problema es que, cuando fundó la empresa, se inventó un inexistente presidente de la compañía tras el cual poder ocultarse cuando tuviera que tomar medidas impopulares. Cuando los posibles compradores insisten en negociar cara a cara con el ‘presidente’, el propietario de la empresa se ve obligado a contratar a un actor fracasado para que interprete el papel de ese supuesto presidente. De repente, el actor se da cuenta de que no es más que un títere envuelto en una trama que terminará por poner a prueba su catadura moral.
Una de las cuestiones que me ha llamado a atención de esta película es, una vez más, el fino sentido del humor de Von Trier. Se ha sacado de la manga un «mecanismo» llamado Automavision en la que un ordenador encuadra los planos atendiendo a diversos parámetros introducidos por el director de fotografía. Con esto se evita la presencia del cámara. El resultado según se cuenta es más que discutible. Ni el propio Von Trier sabe explicar su utilidad. Quizás todo sea una broma más del realizador.
7 de octubre de 2006
El videoclub global en que YouTube ha convertido a internet depara algunas sorpresas si se rebusca un poco. Ayer mismo, mientras recopilaba videoclips, me topo con un corto titulado ‘Las Superamigas contra el Profesor Vinilo’. Tras este título delirante se esconde un trabajo no menos extravagante. En su web se cuenta someramente el argumento:
En la galaxia pop se acabó la tranquilidad. El Profesor Vinilo, el dj más malvado del universo, ha pasado a la acción y trata de acabar con los discos de los Pecos, Raphael, Pimpinela… para imponer su música. Sólo le pueden detener Pipermint, Fresa y Golosina: las Superamigas, tres adolescentes con superpoderes.
La producción, los efectos especiales y, en general, toda la obra están muy cuidados y se nota una mano maestra detrás del objetivo. No en vano su director, el cacereño Domingo González, lleva más de una década rodando cortos. ‘Las Superamigas contra el Profesor Vinilo’ es una ensaladilla donde se mezclan los homenajes a Las Supernenas, las películas de Jackie Chan y los cómics de heroínas. A pesar de estar realizado en 2003, está repleto de guiños a otras épocas. Quizás tenga algunos defectillos, pero en general el resultado global es bueno.
Domingo González está licenciado en psicología por la Universidad de Salamanca y diplomado en Dirección Cinematográfica en el TAI de Madrid. Entre sus trabajos más conocidos están los videoclips para el grupo barcelonés La Casa Azul.
3 de octubre de 2006
No puede decirse que Zamora haya sido una ciudad muy retratada en el celuloide. Durante un tiempo he estado buscando, por pura curiosidad, películas en las que aparezcan lugares de nuestra ciudad. Al hilo de esto, hace unos años se emitió en Televisión Zamora un documental que recopilaba escenas de otros tiempos, tanto de películas como de documentales, con Zamora como motivo. En ese documental, titulado ‘Cien Años de Cine en Zamora’ y realizado en 1997, se mostraban imágenes de ‘Violetas Imperiales’, protagonizada por la cupletista Raquel Meller en 1924, en las que podían verse unas tomas de la catedral con la antigua torre del reloj, derruída algunos años después. Se trata de la primera película comercial de ficción en la que aparece Zamora.
Durante los años sesenta, Zamora sirve de escenario para un par de películas menores, pero que retratan bien las calles céntricas de la ciudad en aquella época.
Habrá que esperar hasta principios de los ochenta para que Víctor Erice escoja a Zamora como parte de las localizaciones para el clásico del cine español ‘El Sur’ (1983). Es apenas una toma de unos segundos del puente de piedra y de la catedral. Pero en 1993, el realizador Mario Camus decide filmar buena parte en Zamora su obra ‘Sombras en una Batalla’, con Carmen Maura como protagonista. Se trata, que yo sepa, de la última vez que la ciudad quedó reflejada en la pantalla grande.