rmbit - La bitácora personal de Ricardo Martín
La bitácora personal de Ricardo Martín
Comentando cosas desde 2004
29 de julio de 2008

¿Qué quiere Mitchell?

La relación entre los astronautas de la NASA y los supuestos seres extraterrestres es una historia de amor y de odio, de encuentros y de desencuentros, mitad locura y mitad folklore. Seguro que recordáis el puñetazo que Buzz Aldrin propinó al periodista Bart Sibrel en un hotel de Beverly Hills allá por 2002 cuando éste le invitó a jurar sobre la Biblia que la NASA no estaba ocultando una civilización alienígena en la luna. Este pintoresco hecho no ha sido el único, pero quizás sí el más impactante de todos.

El caso es que hace unas semanas, durante una entrevista que la cadena de radio musical de Birmingham Kerrang! Radio realizó a Edgar Mitchell, afirmó que el gobierno norteamericano ocultaba el contacto con civilizaciones extraterrestres desde hace por lo menos sesenta años. Para quien no lo sepa, Mitchell, astronauta de la NASA, fue el séptimo hombre en caminar sobre la luna y mantiene el récord de tiempo en la superficie de nuestro satélite (9 horas y 17 minutos) en 1971 con la misión Apolo 14. Aseguró que durante los vuelos tripulados realizados a lo largo de su extensa carrera como astronauta, él mismo ha tenido varios contactos y describe a los extraterrestres como «seres pequeños que miraban de manera extraña». En su descripción afirma que tienen «cabeza y ojos grandes». O sea, el modelo típico que podemos ver en la imaginería popular y en las películas.

La NASA no se ha quedado callada. La respuesta ha sido contundente a la vez que diplomática. En un comunicado enviado a la propia emisora de radio que realizó la entrevista dijo que «La NASA no sigue OVNIs, ni está involucrada en ningún ocultamiento sobre vida extraterrestre en este planeta ni en ningún lugar del universo. No compartimos las opiniones de Mitchell en esta materia.», aunque describió a Mitchell como «un gran americano».

Lo que yo me pregunto es por qué un hombre con la reputación que tiene alguien que ha conseguido viajar a la luna, pasear por ella y obtener el reconocimiento del mundo entero puede salir con estas declaraciones. ¿Necesita llamar la atención? ¿Son rencillas particulares con la NASA que nada tienen que ver con aliens? Yo sinceramente no creo que ningún astronauta se haya encontrado nada raro en ninguna de sus misiones, o por lo menos, nada raro que pueda identificarse con seres inteligentes de otros mundos. Y tampoco creo que ningún gobierno del mundo oculte nada más allá de aquellos fenómenos (explicados o no) que pongan en compromiso su seguridad nacional. Quizás algún día sabremos qué es lo que quiere Mitchell.

28 de julio de 2008

Reinterpretar y descontextualizar

Estos dos verbos así tan rimbombantes son los que definirían los procesos que se han llevado a cabo a la hora de planear los dos nuevos videoclips de Ratatat. Me ha parecido una idea genial por parte de esta gente. Ambos vídeos proceden de su último disco, el recién lanzado ‘LP3’. En un alarde de inteligencia, de ironía y de originalidad, han usado material de los ochenta para darles la vuelta por completo e incorporarle su música. Veamos:

El primer vídeo es ‘Mirando’, una extraña pieza musical que se vale de escenas de acción de la película ‘Depredador’, protagonizada por Arnold Schwarzenegger en 1987, las saca fuera de contexto cortándolas, ralentizándolas o reproduciéndolas al revés. El resultado es bastante raro, pero muy interesante.

El segundo tiene más miga. El tema es ‘Flynn’, y la materia prima utilizada en la que se han basado no podía ser más bizarra. Lo digo porque es un vídeo grabado de la VH1 (con logo y todo) de Paul Simon y Chevy Chase interpretando ‘You can call me Al’ (1986). En la descontextualización realizada para la ocasión ambos personajes se vuelven «ondulantes». Aunque más describirlo, lo mejor es que lo veáis vosotros mismos:

Y para los curiosos aquí está el original:

28 de julio de 2008

Poesía geek

Poesía y programación. Lo abstracto, lo inaprensible, lo irracional contra la funcionalidad máxima, la racionalidad extrema y la brevedad. Un choque de trenes. ¿O no? A juzgar por los poemas «traducidos» o directamente escritos en diferentes de lenguajes de programación parece que no tanto. Aunque el resultado es un poco chusco e invita a echar unas risas, me ha parecido curioso traer unos cuantos que he recopilado a lo largo y ancho de internet.

El primero es una traducción ingeniosa a C++ de los primeros versos de ‘La Canción del Pirata’ de José de Esprondeda (por Lady Benko):

//BenKo - demasiada Cafeína
#include 
using namespace pirates;

void pirate_song() {
	Ship.AddCannons(10);
	Ship.AddCannons(10);
	Wind.Blow("stern","maximum");
	Ship.CutSea(false); Ship.Fly(true);
	Ship.Type("Velero bergantín");
}

Vamos ahora con ‘Amor en PHP’ escrito por Lautreamont en (obviamente) PHP:

// Amor en PHP (PHP Love) v1.0
// Lautreamont 2006

if ($yourLove == true) {
	while (isset($me)) {
		&myLove = $myLove+1;
	}
} else {
	$me = null;
}

O lo que es lo mismo:

Si me quieres, te querré
más y más a cada instante mientras viva
porque si no me quieres no soy nada.

Loine en los comentarios del post anterior deja también su pieza sin título y escrita en Bash shell:

#/bin/bash

amame(){
	yes 2 `whereis $MY_LOVE`
	cat /proc/kore | grep $MY_LOVE
	cat /proc/mem | grep $MY_LOVE
	if !-z $MY_LOVE
		amame
}

Loine no deja traducción para este programa-poema, así que desempolvando mis conocimientos «viejunos» de Bash sería algo así como (admito correcciones):

Si buscas mi amor
búscalo en mi corazón
búscalo en mi recuerdo.
Si lo encuentras, ámame.

Alejo hace lo propio con su pieza en PHP:

$myHope = ereg($myLife,$you) && ereg($yourLife, $me)

Mi esperanza es ser parte de tu vida y tú seas parte de la mía.

Como véis esta gente no son precisamente Claudio Rodríguez, pero me ha parecido curioso traerlos, sobre todo para aquellos que, como yo, sacan a relucir de vez en cuando su faceta más geek/»friki».

22 de julio de 2008

Tras la pista del último homínido vivo

Reconozco que uno de mis temas enigmáticos favoritos es el de las criaturas «pseudohumanas» que puedan quedar vivas por ahí. Seres como el yeti, el orang-pendek, el sasquatch, el bigfoot y muchos otros, a pesar de haber sido supuestamente avistado en lugares muy diferentes del planeta, todos tienen en común un difuso e inquietante parentesco con nosotros, los humanos. Algunos de ellos, como el yeti o el bigfoot forman parte con casi toda seguridad de las leyendas del folklore local, o como mínimo, cuentan con una base científica más que dudosa. Pero existen otros como el orang-pendek o los almasty sobre los que hay ciertos indicios de que pudieran ser reales e incluso puedan aún quedar ejemplares vivos.

El otro día, escuchando ‘La Rosa de los Vientos’, se comentaban algunas novedades sobre la expedición que el Centre for Fortean Zoology, con la colaboración del canal británico de televisión Channel Four y el patrocinio de Oxford Ancestors (la iniciativa de la Universidad de Oxford para hacer un mapa genético de la evolución humana), estaba llevando a cabo en la república rusa de Kabardino-Balkaria. A simple vista podría parecer que se trata de una excursión de chalados en busca de un ser que no existe, pero hay un par de datos que hacen de esta una expedición muy diferente de las demás.

En primer lugar está avalada, como he dicho antes, por Oxford Ancestors, con Bryan Sykes a la cabeza (profesor de genética humana de la Universidad de Oxford, autor de la teoría de la «Eva mitocondrial» y uno de los mayores expertos del mundo en el tema). En segundo lugar porque la expedición juega sobre terreno seguro. En contra de lo que ocurría con otras expediciones similares, en las que las noticias de avistamientos de seres homínidos eran muy vagas o lejanas en el tiempo, en la zona de Kabardino-Balkaria donde se está desarrollando la búsqueda existen multitud de noticias recientes y fiables sobre la existencia de «hombres peludos» similares a nosotros (almas o almasty en la lengua local) hasta hace apenas 40 años. Las hipótesis apuntan a que estos seres serían los últimos ejemplares vivos de neanderthales, que habrían sobrevivido refugiándose en las zonas más despobladas de la tierra.

El caso más sorprendente es el de Zana, uno de estos seres que fue hallado hacia 1850 en la región de Abjasia, en el Caúcaso, y que convivió con humanos hasta su muerte en 1890. Incluso tuvo dos hijos, Dzhanda y Khwit, fruto de su relación con humanos. Sus vidas fueron del todo normales. El cráneo de Khwit, muerto en 1954, fue examinado por antropólogos tras hallar su tumba en los años ochenta con resultados decepcionantes: no presentaba ninguna particularidad que lo diferenciara de los humanos modernos. Desgraciadamente, la tumba de Zana nunca ha llegado a localizarse.

La expedición ‘Russia 2008: The Search for the Wildman’, que así se llama, puede seguirse por internet a través de este blog, donde además se explican minuciosamente todos los datos y hallazgos que van teniendo lugar. Cuando terminen, Channel Four elaborará un documental con toda esta aventura que, independientemente de si se encuentra algo o no, es apasionante.

10 de julio de 2008

Los números griegos

Nunca me había planteado el modo en el que se representaban los números en la antigua Grecia. No podemos olvidar que en aquel lugar y en aquella época nacieron algunos de los mejores matemáticos de todos los tiempos (Pitágoras, Eratóstenes, Thales, Euclides o Arquímedes), que sirvieron de base para la ciencia y el cálculo de las siguientes generaciones.

El caso es que el otro día en el programa La Rosa de los Vientos un oyente planteaba esta cuestión. Se respondió que la mecánica era similar a la de los romanos, utilizando letras de un modo especial. Buscando buscando he dado con la forma exacta. En un principio se usaban un método llamado acrofónico, en el que las grafías Ι, Π, Δ, Η, Χ y Μ designaban las cifras 1, 5, 10, 100, 1000, 10000 respectivamente. Salvo el caso de I, las letras eran las iniciales de la palabra del número. Π de Penta (cinco), Δ de Deka (diez), Η de Hekaton (cien), X de Xilioi (mil) y la M de Myrioi (diez mil). Combinando todos estos símbolos mediante la suma se conseguían el resto de los números. El viejo método acrofónico no era práctico para las cifras grandes y las que se aproximaban a los «números redondos». Imaginemos el 4999. El aspecto que debía tener para los antiguos griegos este número sería XXXXHHHHHHHHHΔΔΔΔΔΔΔΔΔΠIIII. El método se mejoró introduciendo símbolos intermedios para las cifras 50, 500, 5000 y 50000.

Hacia el siglo IV a. C. se sustituyó el sistema de numeración. Curiosamente, los antiguos griegos se acercaron mucho a un sistema decimal como el que manejamos nosotros, pero al no conocer el cero tal y como nosotros lo conocemos, se quedó en «nonesimal». Se seguían utilizando las letras griegas, pero de modo diferente. Se asignó cada una de las letras para los dígitos del 1 al 9, del 10 al 90 y del 100 al 900. Como esto supone 27 símbolos y no los 24 del alfabeto griego clásico, se añadieron viejas grafías ya en desuso hasta completar los tres restantes. Para diferenciar la letra en sí del número se añadía a este último un apóstrofe posterior. Para los miles se volvían a usar las nueve primeras letras del alfabeto, pero con una comita delante. Nuestro número 4999 quedaría ahora mucho más corto: ͵δϡϙθ (͵δ = 4000 + ϡ = 900 + ϙ = 90 + θ = 9). Como puede verse, la comita sólo va en el primer carácter del número.

Este método tan avanzado para la época se perdió inexplicablemente con la hegemonía del Imperio Romano, volviendo a un sistema mucho más simple y limitado. Tendrían que pasar muchos siglos para que los árabes trajeran a Europa los dígitos actuales originarios de la India.

8 de julio de 2008

Google Maps Street View en el Tour de Francia

Google Maps Street View ya ha llegado a Europa. Me defiero a su plasmación en los mapas. Si hace unas semanas comentaba el tema de los coches que estaban fotografiando algunas ciudades de España, ahora comenzamos a ver los resultados. Y me alegra que haya sido en Francia y con motivo del Tour de Francia. Yo, que nunca he sido gran aficionado al ciclismo, siempre veía las retransmisiones de televisión sólo por contemplar los paisajes y las ciudades del país vecino.

Son precisamente las etapas de la ronda gala las que aparecen en Street View. Hasta ahora apenas habíamos tenido ocasión de ver pequeñas ciudades y pueblos fotografiados en Google Maps. En Estados Unidos, aunque ya hay gran parte del territorio visible mediante este sistema, siempre se limita a las grandes ciudades. Otra cosa que me ha llamado la atención es la calidad de las fotos. Su resolución es muchísimo mejor que la norteamericana.

Por poner una pega, me parece que el sistema de navegación de Street View es muy mejorable, y resulta un poco engorroso. Vale que el muñequito amarillo está gracioso (o en este caso un hombrecillo en bicicleta), pero estaría bien que se pudiera hacer también de otra forma. En Google Earth, donde las fotos aparecen a pantalla completa se echa de menos un mapita en una esquina donde localizar y modificar nuestra posición. También el paso de «vista aérea» a Street View es un poco «cutre», pero en fin, son menudencias que supongo que se irán subsanando.

Y ya que tenemos parte de Francia en Street View, sólo nos queda esperar que pronto podamos ver nuestras ciudades y sobre todo, las del resto de Europa y hacer un poco de «ciberturismo». De nuevo, bien por Google.

5 de julio de 2008

¡Larga vida a ‘Metal Gear’!

Estaba leyendo el artículo que en Soitu.es dedican a la cuarta y última entrega de la saga ‘Metal Gear’ y rápidamente he recordado la cantidad de horas que pasaba delante de mi MSX2 intentando pasarme el ‘Metal Gear’. Aunque antes venía en un cartucho ROM de 128 Kb y ahora en un Blu-Ray para PS3, la filosofía sigue siendo la misma, y reencontrarme con el ya viejo soldado Solid Snake ha sido una sorpresa.

Puedo considerarme un privilegiado al haber jugado al ‘Metal Gear’ (1987), uno de los primeros videojuegos creado por Hideo Kojima para la compañía Konami (junto con otro clásico al que le eché también muchas horas, el ‘Penguin Adventure’), y además en la plataforma para la que fue ideado, el MSX. La segunda parte ya no llegué a verla. Era 1990 y el sistema MSX estaba ya en decadencia. ‘Metal Gear 2: Solid Snake’ sólo se lanzó en Japón. Ocho años después vendrían las primeras conversiones para PC y PlayStation con gráficos 3D, rebautizándolo como ‘Metal Gear Solid’. En 2001 llegaron los distintos ‘Metal Gear Solid 2’ para PlayStation 2 y en 2004 el tercer videojuego de la serie.

Poco a poco Kojima ha ido perfilando el personaje de Solid Snake, el soldado mercenario, hiperpreparado e hiperequipado que se infiltra. Ha demostrado que los héroes de videojuego también envejecen, son engañados por sus jefes y mueren… O al menos eso es lo que dicen que ocurre en la cuarta entrega. De todos modos, ¡Larga vida a ‘Metal Gear’!



rmbit está bajo una licencia de Creative Commons.
Plantilla de diseño propio en constante evolución.
Página servida en 0,049 segundos.
Gestionado con WordPress