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La bitácora personal de Ricardo Martín
Comentando cosas desde 2004
15 de noviembre de 2007

Publicidad en Zamora a comienzos del siglo XX (y IV): Otros

Llegamos al final de esta serie de artículos que son el resultado de mi curiosidad y de la Biblioteca de Prensa Histórica. En episodios pasados vimos publicidad sobre tecnología, viajes y salud. Podría haber añadido temáticas infinitas. Así que esta última entrega es un cajón desastre donde cabe un poco de todo.

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Academia de Don Antonio Pina Cuenca (1896). Para «carreras militares y civiles».

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«Carnecería» Luciano de Anta (1899). «¡No confundirse!».

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Comercio de Francisco P. Casaseca (1900). «Toda aquella persona que no quiera desperdiciar la ganga de hacerse rica, que es precisamente lo que la ofrezco, puede pasar al Comercio de FRANCISCO P. CASASECA, y obtener el deseado y simpático Gordo de Navidad, con sólo emplear unas cuantas pesetas en su acreditado establecimiento.

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Gran Taller de Coches de Bernardo Rodríguez Rollán (1901). «Constructor del invento del freno de seguridad en los carruajes y desenganche de los caballos del vehículo en toda ocasión que se desee». «Se cambian coches nuevos por usados».

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Coza House (1910). «La borrachera no existe ya» rezaba este curioso anuncio. Según se aseguraba, el «polvo Coza disgustaba al borracho del alcohol» y «ha reconciliado millares de familias, ha salvado millares de hombres del oprobio y del deshonor y les ha vuelto ciudadanos vigorosos y hombres de negocios muy capaces; ha conducido a más de un joven por el camino derecho de la felicidad, y prolongado muchos años la vida de ciertas personas».

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Nuevo Teatro. Grandes Espectáculos (1917). «El sábado próximo debut de Nati La Bilbainita». Tremendo.

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Academia Eymar (1917). «Se admiten señoritas».

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Depilatorio VENUS (1919).

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Mariano Prieto (1919). «¡¡Todos capitalistas!!».

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Teatro Principal (1919). Una buena oferta de cine para la nochevieja de 1919: el estreno de los episodios 7º y 8º de la «colosal serie» ‘Houdini y el Tanque Humano’.

11 de noviembre de 2007

Ignotos territorios españoles

Imágenes de los tres territorios españoles citados

Esta mañana he leído en Público un artículo interesante (que por cierto, parece copiado de la Wikipedia) sobre los «otros» territorios nacionales de ultramar. Porque quizás lo que muchos españoles no sepan es que, además de Ceuta y Melilla y la isla de Perejil, existen otros lugares que forman parte de España y que se les presta muy poca (o ninguna) atención. Tal vez por ello son especialmente curiosos. Suponen el último vestigio del colonialismo español en el norte de África, tras los fracasos en la guerra que libró contra Marruecos en los años veinte.

El primero de estos lugares es el Peñón de Vélez de la Gomera. A pesar de que su nombre nos evoca a las islas Canarias, se trata de una roca adherida a la costa marroquí a medio camino entre Ceuta y Melilla. En un principio fue una isla, pero un terremoto en los años treinta del siglo XX elevó un puente de arena que lo unió con el continente africano. Al igual que en el resto de los que veremos, su población es únicamente militar y no permanente. Administrativamente depende de Melilla y forma parte de España desde 1508. En su época de apogeo llegó a tener hasta 6000 habitantes.

El segundo enclave es el Peñón de Alhucemas, una minúscula isla rocosa muy cerca de la costa marroquí. Es territorio nacional desde 1637. Su extensión es de apenas 0,15 kilómetros cuadrados y cuenta con iglesia, cementerio y es un punto clave para los cables submarinos de comunicaciones que unen la península con Ceuta y Melilla. En su momento de máximo esplendor llegó a tener 1000 habitantes. El peñón carece de agua corriente, por lo que depende del abastecimiento de un buque aljibe de la Armada. El Peñón de Alhucemas está rodeado por otras dos islas deshabitadas llamadas Mar y Tierra.

El último de los microterritorios españoles de ultramar son las Islas Chafarinas, un pequeño archipiélago formado por tres islotes de origen volcánico llamados Congreso, Isabel II y Rey. Son una Reserva Nacional y sólo Isabel II está habitada por un destacamento militar dependiente de Melilla. Se anexionaron al territorio nacional en 1848.

La isla de Perejil no merece mayor explicación. Ya la conocimos suficientemente bien durante el incidente de julio de 2002. A día de hoy desconozco si existen más peñones, islotes o penínsulas microscópicas que nos pertenezcan más allá de mencionadas o las no mencionadas (por ejemplo la isla de Alborán).

7 de noviembre de 2007

Si todo el mundo fuera funcionario…

Vaya fama que tenemos… Habrá que tomárselo con humor, el humor de ‘Vaya Semanita’:

6 de noviembre de 2007

El Seat Ibiza de Podadera

Dos fotos de diferentes modelos del Ibiza de Podadera

El otro día echando un vistazo en un foro de coches encontré un hilo sobre uno de los vehículos españoles «de culto» de los años ochenta. Recibió varios nombres: Seat Ibiza Raider, Seat Ibiza Podadera, Podadera Aníbal F100… Se trataba de un cupé basado en un Seat Ibiza 1.5 de 1986 con múltiples modificaciones en la carrocería. Su artífice era Francisco Podadera, diseñador profesional. Con ayuda de la empresa turolense Carrocerías Barber e Hijos consiguió hacer realidad el proyecto. Yo conocía este asunto a través de una revista de coches, Motor 16, que contaba la noticia en un número de 1986 que leí de pequeño.

Entre sus principales características contaba con un acabado más deportivo que incluía faros delanteros escamoteables, una zaga diferente y múltiples modificaciones en un motor SXI hasta conseguir 105 caballos de potencia. También se pensó en una versión cabrio, aunque no sé si finalmente se llevó a cabo. Visto hoy, el resultado para mi gusto es horrible, aunque en su día no desentonaba demasiado con otros utilitarios deportivos.

Lo que desconocía es que el prototipo llegó a comercializarse, aunque se fabricaron muy pocas unidades, siempre en colores negro, rojo, amarillo o blanco. Hoy se ha convertido en una curiosidad más y quizás en un objeto de coleccionismo difícil de conseguir.

2 de noviembre de 2007

Toque español en el skyline neoyorkino

Una recreación infográfica sobre el proyecto

Alberto me cuenta el proyecto que el arquitecto Santiago Calatrava tiene previsto para Nueva York. Lo cierto es que Calatrava no es uno de mis arquitectos favoritos, pero tengo que reconocer que la torre residencial 80 South Street me ha resultado de lo más original y rompedor. Se trata de una estructura de 12 cubos de cristal superpuestos inspirada en una escultura del propio autor diseñada en 1985.

Su altura estimada será de unos 250 metros y tendrá 56 plantas. Está previsto que esté terminado hacia 2009. Los apartamentos más baratos costarán unos 20 millones de euros. Sin duda un edificio privilegiado con vistas excepcionales de Nueva York y de la bahía del río Hudson sólo para privilegiados.

30 de octubre de 2007

Publicidad en Zamora a comienzos del siglo XX (III): Salud

La salud es un tema muy importante, de eso no hay duda. Pero aún lo era mucho más en la Zamora rural de comienzos del pasado siglo. El hambre, la pobreza, la insalubridad y las ideas erróneas y los prejuicios morales hacían que la esperanza de vida de aquellos zamoranos fuera muy corta. Quizás buscando la salud de hierro ansiada, la publicidad de la época estaba repleta de anuncios sobre ungüentos milagrosos, pastillas y otros métodos de dudosa base científica.

Vistos con los ojos del siglo XXI, mucha de esta publicidad nos parece ridícula, pero sin duda en su época debió ser muy efectiva y sobre todo muy rentable. De entre los muchísimos anuncios entre 1896 y 1920 he seleccionado algunos que son bastante representativos:

Anuncio de salud

«Tonicina Granulada Espinar» (1900). Se vendía como «el más poderoso tónico, nutritivo y reconstituyente conocido» y se aseguraba que «cura la anemia, clorosis, palidez, falta de nutrición, digestiones difíciles, etc». Junto a este anuncio otros tres no menos curiosos: las socorridas pastillas para las afecciones del estómago, los consejos que un tal Doctor Tosmae relata en un libro llamado ‘Higiene de la Belleza’ y que contiene recetas para (literalmente) el «aumento de pechos, hombros, caderas, etc, blanquear el cutis, quitar las arrugas» y también «corregir la deformidad». Por último las «Perlas Koch curan los males nerviosos por crónicos y rebeldes que sean».

Anuncio de salud

«Confites Antivenéreos» (1903). «Cura radicalmente la purgación reciente y crónica, gota militar, próstatas, úlceras, flujo blanco de las mujeres, arenillas, catarro de la vejiga, escozores uretrales, cálculos, retención de orina y en 20 o 30 días los extreñimientos uretrales (estrechez), aunque sean crónicos de más de 20 años, y evitar las peligrosísimas sondas».

Anuncio de salud

«Carne Líquida» (1903). «Eficacísimo y sin rival para combatir la inapetencia, debilidad, anemia, consunción, tisis, diabetes, escrófulas, etc».

Anuncio de salud

«Pastillas Preservol» (1910). «Mil veces remunera en salud su coste».

Anuncio de salud

«Depurativo Richelet» (1915). «Purificad Regenerad Fortificad vuestra sangre» espetaba este anuncio, añadiendo que debería tomarse «dos o tres veces por año».

29 de octubre de 2007

Cacería de erratas

Leyendo el blog Microsiervos, me entero de que el sábado fue el «Día del Corrector de Textos». Para celebrar tan curioso día, la no menos curiosa «Unión de Correctores (UniCo) celebró una «cacería» de erratas por Madrid y Barcelona. Cámara en mano, los socios y simpatizantes se reunieron en ambas ciudades a la búsqueda de la falta de ortografía o del gazapo en letreros, carteles, menús del día y demás rótulos urbanos.

Tal y como se comenta en la nota de prensa de UniCo, la mayoría de los errores recaen en la falta de tilde en las letras mayúsculas (recordemos que es obligatorio desde 1999). Este error se hace extensible a las minúsculas en no pocas ocasiones. Si estas faltas ortográficas se pueden considerar «leves», también las hay muy graves, casi de pena de muerte, como confundir la «g» con la «j» en un letrero que ponía «jaita jalleja». Otros errores comunes son gramaticales, de falta de concordancia, o simples erratas que hasta son comprensibles.

Por mucho que se diga que la vivimos en el mundo de la imagen, internet nos ha devuelto el valor de la palabra escrita. Los textos se escriben cada vez más rápido, cada vez se tiene acceso a una tecnología de impresión más barata y mejor. Cualquiera puede diseñar carteles. Así que me parece bien que se vele por la corrección ortográfica, gramatical y se pongan de manifiesto los posibles errores que se cometen, cada vez más, en los cientos de letreros y textos que vemos cada día en la calle.



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