9 de octubre de 2024
El pasado mes de septiembre realizamos un viaje a Polonia. Es otro país más desbloqueado. Fueron nueve días en los que establecimos dos bases, una en Varsovia durante cuatro días en los que visitamos también Gdansk, y otra en Cracovia, de cinco días, que nos permitió conocer además el campo de concentración de Auschwitz y la mina de sal de Wieliczka. El país oriental, como todos sabéis, ha tenido y aún tiene (sus vecinos son Rusia, Bielorrusia y Ucrania) una historia muy convulsa. Se trata además de un país en plena transformación gracias a los fondos estructurales de la Unión Europea, con obras públicas por todas partes, especialmente en Varsovia.
Precisamente la capital polaca fue nuestro primer contacto con la idiosincrasia del país en un caluroso y soleado comienzo de septiembre. Conocimos el reconstruido, y premiado por la UNESCO, casco histórico, que fue casi completamente destruido durante la segunda guerra mundial y los dos palacios reales, el de Wilanów y el de Łazienki. Dos horas y media de viaje en tren de alta velocidad nos separaban de la histórica ciudad de Gdansk (la Danzig alemana), uno de los primeros objetivos militares de los nazis alemanes y donde se encuentra uno de los mejores museos en los que hemos estado en este viaje, el dedicado a la contienda mundial, con multitud de objetos originales, reproduciones, representaciones a tamaño real de las calles bombardeadas, etc. Sin duda, esta ciudad costera del mar Báltico ha sido la gran sorpresa. Una pena que solo tuviéramos un día para visitarla.
El día ocho de septiembre nos desplazamos a la segunda base, en Cracovia. Dos horas de viaje entre árboles y campos sembrados. El tiempo nos acompañó a medias, con días de sol y calor y otros con lluvia y alguna tarde bastante fresca por no decir fría. Cinco días en los que conocimos la mina de sal de Wieliczka y el campo de concentración nazi de Auschwitz. De la propia ciudad a destacar la basílica de Santa María, en la gran Plaza del Mercado y la colina de Wawel con la catedral y el castillo formando un complejo donde es difícil diferenciar uno y otro. Tampoco nos podemos olvidar del Colegio Maius de la Universidad de Cracovia.
Como siempre, todas estas vivencias han quedado grabadas en varios centenares de fotografías y varias horas de vídeo. Una selección de estas imágenes ya pueden consultarse en mi web Cromavista. En total son 225 fotografías divididas en 14 galerías que pueden consultarse aquí.
21 de septiembre de 2023
Por fin, tras algo más de un mes después de volver del viaje, aquí están las fotografías que he seleccionado para vosotros y que son la muestra perfecta en imágenes de todo lo que vimos con nuestros ojos. Han sido 237 fotos repartidas en 22 galerías de tres países (Letonia, Estonia y Finlandia) que podéis ver en mi página web Cromavista. Han sido cuatro ciudades, tres de ellas capitales de los países correspondientes. Desde la decadente y llena de contrastes Riga hasta la poco conocida Helsinki pasando por Tallin, turística y medieval como una pequeña Praga. Espero que sea de vuestro gusto.
18 de junio de 2023
Fue sobre los primeros meses de 1991 cuando tuve entre mis manos la primera cámara fotográfica cuyo carrete disparé por entero. Era de diapositivas en color. Un año después durante la Expo 92 de Sevilla también me encargué de disparar otro carrete de diapositivas en color. Tras un año más llegó el momento que más me enganchó: cargar película en chasis vacíos a partir de una lata de 30 metros y después de disparar, revelar yo mismo el negativo para posteriormente positivar en papel. Supuso un antes y un después. Al realizar por completo todo el proceso, me enganchó aún más. Aquella lata de película negativa Agfa de 35 milímetros dio mucho de sí. Muchos carretes después y algunos años más tarde ya tenía una experiencia más que notable. Pero tenía la sensación de que las nuevas tecnologías que estaban comenzando a llegar y, sobre todo, de las videocámaras con las que llevaba tiempo grabando, ganaban un terreno que me parecía insuperable para el viejo y humilde formato del blanco y negro analógico. En el año 1998 se acabo la susodicha lata de película y supuso el aparcamiento por tiempo indefinido del mundo de la fotografía analógica. Comenzaba a ser complicado encontrar según que componentes y materiales.
Pero como todo vuelve, en los tiempos de internet y del resurgimiento del vinilo y de lo retro, el auge de la fotografía analógica es una realidad. Rescaté de casa de mis padres la antigua ampliadora y algún otro utensilio aprovechable, adquirí algunos otros y monté el laboratorio en uno de los cuartos de baño de mi casa. Compré una bobina de película en blanco y negro de 30 metros marca FOMA (por si a alguien le interesa) y papel de diferentes tamaños también de esta marca checa. Aunque a penas he tirado y revelado un par de carretes ya me ha vuelto del todo el interés por lo tangible, por la fotografía que se puede tocar. Espero que pronto pueda dedicar mucho más tiempo a tirar carretes, revelarlos y positivar en papel alguna que haya quedado bien. Os iré mostrando la progresión por aquí.
1 de diciembre de 2022
Como es habitual, semanas después de un gran viaje viene la selección de fotografías tomadas durante el periplo. En esta ocasión el golfo de Nápoles, que incluye la propia ciudad, las ruinas de la ciudad romana de Pompeya y la pequeña localidad turística de Sorrento. Son 167 imágenes cargadas en mi web Cromavista y repartidas en las siguientes galerías: Nápoles, Calles de Nápoles, Bosque y Museo de Capodimonte, Cartuja de San Martino, Catedral de San Gennaro, Convento de Santa Chiara, Museo Arqueológico de Nápoles, Palacio Real, Basílica de San Lorenzo Maggiore, Pompeya y Sorrento. Espero que os gusten.
10 de mayo de 2022
El pasado mes de abril por fin pudimos hacer nuestro primer viaje tras las restricciones a la movilidad por la pandemia. El viaje, planificado para mayo de 2020, no pudo llevarse a cabo. Pero dos años después retomamos el ansia viajera con un destino como Granada, un lugar histórico de primer nivel para la historia de España, donde el mundo musulmán alcanzó su esplendor y refinamiento máximo en la península (con permiso de Córdoba).
Han sido en total 11 galerías y 123 fotografías que pasan a mi web de imágenes Cromavista, donde ya podéis verlas. Espero que os gusten.
21 de noviembre de 2019
Algo más de un mes después de regresar de nuestro viaje por la República Checa, aquí os traigo el testimonio gráfico en forma de fotografías de casi todo lo que vimos en nuestro periplo por Praga, Český Krumlov, Kutná Hora o Karlštejn. En total han sido 281 imágenes repartidas en 17 galerías que ya pueden verse en mi web de fotos Cromavista.
Como curiosidad decir que son casi las primeras fotografías que tomo con mi nueva cámara Lumix GX80 y mis nuevos objetivos 14-140 y 7.5 mm.
29 de septiembre de 2019
Los cambios no suelen ser sencillos. La costumbre nos hace acomodarnos a una forma de hacer las cosas. Si esto cambia nos perdemos. Finalmente, este verano he decidido cambiar mi DSLR Canon EOS 60D de 2011 por una Panasonic Lumix GX80. Sí, de réflex a mirrorless. Un cambio grande, pero necesario.
Mi objetivo era conseguir reducir el peso del equipo fotográfico que llevo a los viajes, así que me lancé. Elegí está cámara por su tamaño –bastante pequeño–, su calidad de construcción, la ausencia de filtro de paso bajo –le proporciona más nitidez– y su capacidad de grabar en 4K a 30 fps. Junto con este cuerpo adquirí un par de objetivos. Un todoterreno Panasonic 14-140 mm 3,5-5,6 (distancia focal 28-280 mm en full frame) y un ultra angular Laowa C-Dreamer 7.5 mm versión de aluminio (15 mm en full frame). También un par de baterías adicionales, un cargador externo y dos tarjetas de memoria SanDisk SDXC de 64 Gb de 150 Mb/s. Todo ello dentro de una bolsa Think Tank Mirrorless Mover 20. En total, aproximadamente un tercio del peso que llevaba hasta ahora con mi 60D. ¡Prueba superada!
Pero toda cara tiene su cruz. Las mirrorless tienen una fama justificada de gran consumo de batería. He podido comprobar que es cierto. El visor electrónico tiene bastante definición pero no consigo acostumbrarme a él, así que al final siempre miro por la pantalla. La GX80 cuenta con gran cantidad de opciones repartidas por varios menús de varias pantallas cada uno. Me resulta complicado acceder a algunas opciones más o menos básicas. Quizás solo sea cuestión de acostumbrarse.
Mi próximo viaje va a ser un gran banco de pruebas sobre lo que puede o no puede hacer la GX80. Espero que no me defraude.