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La bitácora personal de Ricardo Martín
Comentando cosas desde 2004
8 de octubre de 2008

Richard Stallman, la conciencia del software libre

Todos conocemos a personajes del mundo de la informática como Bill Gates, Steve Jobs, incluso a Steve Ballmer o Tim Berners Lee. Pero quizás a no mucha gente «normal» le suene el nombre de Richard Stallman. Stallman es sin duda el gran gurú del código abierto, mucho más aún que el creador de Linux, el finlandés Linus Torvalds. Sus conferencias y postulados han conmovido (y todavía conmueven) los cimientos de la industria del software y siempre ha estado rodeado de polémica. Tras esa barba poblada se esconde el autor del legendario editor de texto para Unix Emacs, el compilador de C GCC y es él quien está detrás de la filosofía del Copyleft y de la licencia GNU. Su principal afán es conseguir que el código de todas las aplicaciones, los sistemas operativos y sus posibles y futuras modificaciones permanezcan en el dominio público y no sean patrimonio de ninguna empresa privada. Transparencia máxima para revertir sus beneficios en la comunidad. De esta forma se elimina el concepto de software-producto.

Quizás Stallman sea algo radical en sus planteamientos, pero también tiene bastante razón y el tiempo se la está dando poco a poco. Visitando su página web personal comprobamos que es uno de los «auténticos», con una maquetación rigurosa, austera y fea (como ha de ser la web de todo gurú). Pero una vez dentro nos asalta una gran cantidad de información. Stallman es mucho más que un friki barbudo y pintoresco, es un tipo comprometido con su tiempo y abogado de cualquier causa que atente contra nuestros derechos. En su web llamamientos al boicot de Coca-Cola, del Blu-Ray, de Yahoo, de los libros de Harry Potter, de los productos chinos, contra Bush, el RFID… y a favor de Amnistía Internacional, del comercio justo, de los israelíes que desertan de su ejército y una larga lista con la que casi estoy de acuerdo. También podemos encontrar multitud de artículos políticos, por supuesto también sobre software libre y la filosofía GNU, curiosidades sobre Stallman y hasta ¡chistes en castellano!, todos bastante malos, por cierto…

Buscando por internet se pueden encontrar vídeos de muchas de sus conferencias, algunas de ellas en un castellano bastante bueno. Conviene echar un vistazo a estas amenas exposiciones no exentas de humor. Aquí os dejo una muestra de una conferencia impartida en un instituto español en el año 2006:

1 de octubre de 2008

El Apollo Guidance Computer

Seguro que muchas veces habéis escuchado aquello de que el ordenador que llevó el hombre a la Luna tenía una potencia no sé cuántas veces menos potente que nuestros teléfonos móviles, o que nuestra PDA, etc. Ayer mismo leí por ahí las características concretas de aquella máquina histórica que permitió realizar los cálculos de vuelo y llevar al módulo lunar hasta nuestro satélite. El ordenador, llamado AGC (Apollo Guidance Computer) acompañó a las misiones de la NASA entre 1969 y 1972. Su procesador tenía 1 Mhz de potencia de cálculo, 1 Kb de memoria RAM y 12 Kb de memoria ROM (de sólo lectura) que contenía almacenado el programa de control de vuelo Colossus 249.

El AGC fue desarrollado a principios de los años 60s por el Laboratorio de Instrumentación del MIT y se convirtió en el primer sistema informático interactivo, ya que el piloto introducía los parámetros e instrucciones necesarias y el AGC proporcionaba una respuesta inmediata. Hasta la fecha, la computación se realizaba por lotes. Es decir, la información se introducía toda en una fase y después de un tiempo se obtenían los resultados en un proceso en el que no se podía interactuar. Fue sin duda un gran logro para la informática y en general para la tecnología.

El interfaz del AGC era muy sencillo. Contaba con un pequeño teclado númerico, como el de una calculadora a través del que se introducían los números de las instrucciones. El teclado se completaba con una tecla de «enter», otra de «reset» y alguna más para facilitar la tarea de operar por el ordenador. La pantalla se componía de unos displays digitales donde se indican los códigos de las operaciones que se están realizando, los contenidos de los diferentes registros que guardaban los resultados de las operaciones. Junto a estos displays, unos leds marcaban el funcionamiento del ordenador, como por ejemplo los errores, la actividad del AGC, etc.

En internet hay un montón de información sobre el AGC. Por ejemplo podemos encontrar toda la documentación original sobre el tema en la web del CalTech. También he encontrado una iniciativa que pone a disposición de todo el mundo un emulador del AGC disponible para todas las plataformas.

26 de septiembre de 2008

Informe CENATIC sobre Administración y software abierto

El CENATIC (Centro Nacional de Referencia de Aplicación de las Tecnologías de la Información y la Comunicación), fundación pública dependiente del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio ha publicado recientemente un estudio llamado Software de Fuentes Abiertas para el Desarrollo de la Administración Pública Española’. Con él se inaugura lo que posiblemente sea una serie de informes que este organismo vaya publicando sobre el software de código abierto y las Administraciones españolas.

Este estudio pretende ser un state of the art, un panorama de cómo se encuentra la implantación de aplicaciones y sistemas de fuentes abiertas en la gestión de lo público. Leyéndolo me he llevado algunas sorpresas y he aprendido unas cuantas cosas. Como no quiero extenderme mucho, me remitiré sólo a lo que nos pilla más cerca: el software de código abierto en la Junta de Castilla y León y en Zamora.

En 2007 se publicó un informe llamado Software Libre: fuente de desarrollo para la Sociedad del Conocimiento’ [PDF]. Me ha llamado la atención un dato. Según este informe, un 15% de los Ayuntamientos de la comunidad usan algún tipo de software de fuente abierta y destaca los consistorios de Ávila y Zamora. Dentro de ese «algún tipo» cabe casi cualquier cosa. Lo cierto es que desconozco si esa penetración del software abierto va más allá del uso de aplicaciones «gratis» para Windows del estilo Mozilla Firefox o si de verdad se comienza a prescindir de paquetes ofimáticos bajo licencias muy caras como Microsoft Office, sustituyéndose por OpenOffice. Ya no digamos la utilización de sistemas operativos ajenos a Windows… En cualquier caso resulta interesante echar un vistazo a este estudio del CENATIC.

18 de septiembre de 2008

Seinfeld y Bill Gates, la extraña (y fallida) pareja

Ese es el calificativo que me merece este casual (y efímero) dúo «artístico». Me explico: ambos han hecho una serie de anuncios para televisión publicitando la compañía Microsoft. El resultado, al contrario de los comentarios que he leído por ahí, no me parece del todo malo. Lo que sí me parece chocante es asociar a Seinfeld con Microsoft, cuando en su famosa telecomedia siempre tenía un Mac en el apartamento.

El caso es que finalmente, la compañía de Redmond ha decidido retirar los anuncios que ya se habían rodado. Parece que no corren buenos tiempos para los de Bill Gates. Ya no le sale bien ni la publicidad. Quizás eso ocurra por intentar meterse en un terreno que no es el suyo. Por mucho que hayan contratado la misma agencia publicitaria que Apple, los resultados no tienen por qué ser igual de buenos. Hay que reconocer que los anuncios de la compañía de la manzana con los personajes de Mac y PC han sido un bombazo y es difícil que puedan igualarse.

Hay que reconocer el esfuerzo de Gates por parecer simpático. Seguro que lo hace con buenas intenciones. El resultado es tan extraño que me gusta. Y sobre todo, sabe reírse de sí mismo. Aquí están los anuncios, para que cada uno opine:


13 de septiembre de 2008

Organizando mi música mp3

Me he pasado toda la semana pasada ordenando los discos en mp3 que tengo en el disco duro. Son 162 álbumes que he ido descargando o «ripeando» de CDs originales a lo largo de un par de años más o menos. Ha sido un trabajo largo y minucioso, porque los tenía revueltos, dispersos por cualquier parte y muchos sin etiquetas. Así que me he dedicado a «depurar» mi biblioteca de música, creando y modificando carpetas hasta que ha quedado a mi gusto. Por primera vez en mucho tiempo tengo todos los discos como Dios manda, o más bien como Steve Jobs manda, porque utilizo iTunes para mantenerla organizada. En Mac no hay apenas alternativas así que hay que pasar por el aro, con sus limitaciones y virtudes. Precisamente esta semana de reorganización musical se ha presentado la versión 8 de iTunes, con algunas novedades como la vista de portadas, que es bastante práctica y queda muy aparente o la creación automática de listas inteligentes de la característica Genius. iTunes tiene una función desde hace ya unas cuantas versiones que permite descargar automáticamente (y gratuitamente) todas las carátulas con sólo tener una cuenta de la iTunes Store.

Además de esta carpeta con todos los discos «nuevos», he creado otra con discos «ripeados» de CDs originales que tengo, pero que necesito conservar en mp3 para poder escucharlos en el iPod o en el ordenador y otra más con el nombre de «música del mundo real» con cancioncillas de las que escucha el populacho y que suenan a todas horas en la radio. Nunca se sabe cuando le puede dar a uno la vena mainstream. La penúltima carpeta lleva el título de «varios» almacena temas sueltos, un cajón desastre con canciones extraídas de las más variopintas fuentes. Y por último la que contiene mis recopilaciones Muestra Musical. Mi biblioteca de música de iTunes «bebe» de todos estos orígenes.

El siguiente paso será el almacenamiento físico de todas estas canciones. Estamos hablando de unos 18 Gb de información. Hasta la fecha lo que solía hacer era grabar un CD o un DVD con los discos que cupieran y etiquetarlo con un número. El último lo grabé hace ahora dos años y dos meses y hacía el número 53. Pero este sistema ya no me parece práctico. Al final uno se junta con montones de CDs sin clasificar y en los que encontrar un tema o un álbum concreto se vuelve una tarea imposible. Después de pensar en varias alternativas me he decidido por un disco duro portátil. Si sigo a este ritmo tardaré bastantes años en llenarlo. Mucho más teniendo en cuenta que muchos de los discos que tengo archivados los borraré porque terminaré comprándome los originales, porque diga lo que diga la gente, el mejor soporte para la música sigue siendo el CD o el vinilo con su portadita…

10 de septiembre de 2008

Mi iMac cumple un año

Parece que fue ayer cuando escribí aquel post con las primerísimas impresiones sobre mi nuevo ordenador iMac. Apenas habían pasado un par de horas desde que recibí el paquete, pero aquellas opiniones primerizas que dejé en aquel y en algún otro artículo posterior son básicamente las mismas que tengo hoy. Incluso, con el paso del tiempo, han mejorado y cada día que pasa me arrepiento menos del cambio. Antes de comprármelo tenía ciertos recelos acerca de la compatibilidad, del manejo del sistema operativo o de la robustez del hardware. Todo se fue diluyendo en los primeros días. A lo que más me costó acostumbrarme fue a ese ratón tan especial que es el Mighty Mouse. Otra cosa que me chocaba fue el no ver absolutamente ningun led, ni fijo ni parpadeante. Me desorientaba al principio.

Pero como digo, todos aquellos estúpidos inconvenientes fueron desapareciendo poco a poco y manejar mi nuevo ordenador se convirtió en un auténtico placer. Adiós a los ruidos, adiós a Windows (menos mal), adiós a los virus, troyanos, gusanos y demás fauna indeseable, adiós a los pantallazos azules, a los gráficos feos y a complicarse la vida a la hora de realizar cualquier tarea. Una de las cosas que cada vez me gusta más del iMac es Front Row, del que ya he hablado en alguna ocasión. Hace poco descubrí que con el mando a distancia también se puede apagar (poner en reposo) el ordenador. Eso por no hablar del increíble buen acabado del hardware. Nada de plástico malo ni carcasas huecas. Todo tiene su sitio y nada se deja al azar.

Antes de tenerlo me asaltó la duda de si conseguiría todo el software que necesitaba y que ya tenía en Windows, y si lo conseguiría con facilidad. Esta duda no tenía ningún fundamento. Todas las aplicaciones que usaba en mi PC tenían sustituto en Mac, bien utilizando la versión propia compilada para Mac OS X, bien a través de emulación o bien con otro programa que cumple sus mismas funciones. Al contrario que en Windows, el sistema operativo de Apple trae un montón de buenas aplicaciones muy útiles para hacer tareas como grabar un CD/DVD, editar un vídeo (nada que ver con Windows Movie Maker), catalogar, ordenar y retocar fotos, diseñar una web sencilla, leer y crear archivos PDF o componer un texto. Además existen multitud de aplicaciones libres compatibles con Mac, cada vez más, que hacen que apenas tengamos que usar programas externos de pago (salvo quizás Adobe Photoshop)…

Y para terminar con esta celebración, un inconveniente: la incompatibilidad de hardware. Que nadie se asuste, el Mac es compatible con cualquier impresora, cámara de fotos, de vídeo, disco duro externo, pendrive, ratón USB y demás. Pero NO con dispositivos un poco más complejos y especializados como sintonizadoras de televisión, capturadoras de vídeo. Si queremos uno tendremos que rascarnos más el bolsillo y comprarnos uno de, por ejemplo, Elgato, aunque compañías como Pinnacle están sacando ya sus primeros modelos compatibles con ordenadores Apple.

Ha pasado un año, y si tuviera que cambiar el ordenador (cosa que no ocurrirá porque cada día funciona mejor), me compraría un iMac todavía más grande… Bueno, ahora voy a ver si Steve Jobs me da la comisión por esta publicidad gratuita…

Aquí está la lista de artículos sobre las impresiones sobre mi iMac que he escrito a lo largo de este año:

29 de agosto de 2008

La compatibilidad total, cada día más cerca

Cada vez más, muchos de nosotros tenemos más ordenadores, cada uno de su padre y de su madre, con sus sistemas operativos y sus peculiaridades. A esto hay que unirle móviles (en realidad pequeños ordenadores de bolsillo) y otros cacharros que necesitan un software específico para funcionar. Conscientes de toda esta torre de babel tecnológica, los desarrolladores tienen hoy día muy presente el factor de la compatibilidad.

En mi caso particular, tengo dos portátiles y un ordenador de sobremesa. Un portátil lleva Windows XP, el otro es un MacBook con Mac OS X Leopard y Ubuntu 8.04, ambos instalados de forma nativa, y Windows XP emulado con Parallels y un iMac con Mac OS X Leopard y Windows XP y Ubuntu 8.04 emulados con VMWare Fusion. Vamos, un lío. Afortunadamente cada vez más utilizo aplicaciones de software libre. Además de ser de uso gratuito y libre, suelen estar compilados para las tres grandes familias de sistemas operativos, o sea para Windows, Mac OS y GNU/Linux, con lo que podemos tener una misma utilidad para los tres sistemas, con lo que implica esto para la compatibilidad. Podría poner muchos casos, pero, sin ir más lejos, el VLC, el mejor reproductor multimedia que existe, lo tengo instalado en las tres plataformas. Lo mismo digo del aMule o del eMule. Recientemente he pasado una copia de seguridad de todos los archivos que estaba descargando con eMule en Windows XP a Ubuntu… y siguen descargando donde lo dejaron.

Y podemos ir más allá. En ese mundo etéreo que llamamos internet cada vez hay más utilidades que nos permiten hacer cualquier tarea independientemente del tipo de ordenador y de sistema operativo desde el que estemos trabajando. Convertir a PDF, retocar una foto, comprimir un archivo a ZIP, ver la tele, componer un texto o una hoja de cálculo y miles de cosas más se vuelven tareas muy sencillas, y sólo necesitamos un navegador de internet y una conexión… Hacia eso vamos, hacia la compatibilidad total. Y ya nos queda muy poco para conseguirlo…



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