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La bitácora personal de Ricardo Martín
Comentando cosas desde 2004
20 de noviembre de 2007

Primeros intentos con Cocoa y Objective-C

Captura de pantalla del XCode

Desde que tengo el Mac he tenido ganas de hincarle el diente al tema de la programación bajo esta plataforma. Así que me puse a recopilar documentación sobre las posibles alternativas que existen para los desarrolladores. La principal de ellas y la digamos «oficial» es Cocoa. Bajo este nombre se esconde la API del sistema operativo Mac OS X, es decir, un conjunto de funciones que manejan todo los aspectos del sistema. Los lenguajes para poder utilizarlas son C++, Java u Objective-C. La mayoría de tutoriales que he encontrado por la red hacen referencia a este último.

Así que hace unos días instalé XCode, que es un conjunto de herramientas incluidas en los discos de instalación para desarrollar bajo la plataforma de la manzana. A parte de la propia XCode, me puse a juguetear un poco con Interface Builder que, como su nombre indica, sirve para construir todo el interfaz gráfico al más puro estilo Mac. Hasta ahí todo fue bien y muy intuitivo.

El problema surgió cuando vi que la mecánica para establecer las relaciones entre código y controles de ventana no tenía nada que ver con otros entornos integrados para Windows. No digo que fuera difícil, pero sí muy diferente. Nada de poner nombres a los controles para luego referenciarlos en el código, aquí todo funciona a través de flujos de entrada (inlets), flujos de salida (outlets) y acciones. Las asociaciones entre estos flujos y los controles se hacen gráficamente. Las acciones se asocian generalmente a los botones. Y, como no tengo más que ligeras nociones de Objective-C, me perdí un poco a la hora de captar el flujo de entrada, darle contenido a las acciones y devolver el resultado en el flujo de salida.

Me parece que para un uso profesional para aplicaciones de cierta entidad, el uso de XCode está bien, pero a los que venimos de la «vieja escuela» de Windows y sólo queremos programar ocasionalmente por puro placer quizás nos resulte demasiado aparatoso. Habrá que hacer un nuevo intento, esta vez con el RealBasic 2007.

24 de octubre de 2007

Mis aplicaciones favoritas para Mac

Cumplido el «período de aprendizaje» con mi iMac, voy sacando bastantes cosas en claro. A base de prueba y error y vuelta a probar, han pasado por mi ordenador unas cuantas aplicaciones. Unas me han gustado, otras no y otras me han resultado especialmente útiles para mi día a día «maquero». En realidad ya estaba bastante bien informado sobre cuales eran buenas aplicaciones, por lo que la selección no ha sido completamente a ciegas.

He tenido en cuenta varios factores a la hora de elegir: su funcionamiento en todos los sentidos (usabilidad, rapidez, integración con el sistema operativo), su estética (siempre gusta ver una aplicación con un interfaz y un icono bonito) y la gratuidad o no. Es cierto que no existen demasiadas aplicaciones realmente buenas que sean gratuitas, pero las hay, y cada vez más. A veces no queda más remedio que pasar por caja (o por el p2p). Vamos con la lista:

  • Adium. El sustituto natural del MSN Messenger y de otras aplicaciones de mensajería instantánea similares. Aunque estéticamente no está mal, a los que venimos de Windows nos cuesta todavía un poquito acostumbrarnos.
  • aMule. El cliente para intercambio de archivos p2p de Mac. A pesar de no ser tan bueno como el de Windows (bueno, es una chapuza), es el único que accede a las redes eDonkey. Esperemos que pronto salga una versión mejorada, porque el actual aMule consume bastantes recursos y tiene algunos fallos. Por contra las descargas son más rápidas que su colega de Windows.
  • AppCleaner. Aunque en Mac prácticamente no existe el concepto de «desinstalar», ya que se borran las aplicaciones llevándolas a la papelera, igual que los ficheros normales, a veces quedan carpetas y archivos «colgando». AppCleaner soluciona este problema.
  • Coda. Una de las mejores aplicaciones que he visto para desarrollo web, orientado a la programación más que al diseño. Cuenta con un editor de texto muy bueno e intuitivo. Desde que lo uso ya no puedo cambiarlo por otro. Es de pago.
  • Firefox. La versión del navegador de Mozilla para Mac es idéntica a la de Windows en su funcionamiento, aunque estéticamente sea algo diferente. De todos modos Safari sigue siendo el mejor.
  • iPod Folder. Una pequeña aplicación para hacer copias de seguridad de la música de nuestro iPod en un Mac.
  • iTunes. Uno de los clásicos imprescindibles. Mucho más rápido que su versión para Windows.
  • Pages. El equivalente a Word de Office. Es el procesador de textos de la suite ofimática iWork de Apple. Bajo una apariencia muy elegante y simple se esconde una potentísima aplicación. La versión 08 es totalmente compatible con Office. De pago.
  • Mail. El cliente de correo electrónico integrado en Mac OS X. Es muy ligero y funciona muy bien. Ni siquiera me he planteado cambiarlo por otro. Tiene el mejor filtro antispam que he visto hasta la fecha.
  • Onyx. Es el Tweak XP de Mac OS X. Son un conjunto de utilidades que nos permiten modificar el aspecto o los comportamientos del sistema por un lado y por otro nos sirve para mantener nuestro Mac en forma, limpiando archivos temporales innecesarios, restaurando parámetros y un largo etcétera.
  • QuickSilver. Si no existiera habría que inventarla. Con tres pulsaciones de teclas podemos abrir cualquier aplicación instalada en el sistema, abrir una web y realizar cualquier tarea del sistema sin tocar el ratón. Imprescindible. No me explico como Windows no tiene algo parecido.
  • The Unarchiver. Para descomprimir archivos comprimidos con prácticamente cualquier formato.
  • Transmission. Uno de los mejores, si no el mejor, cliente para Bittorrent en Mac.
  • Transmit. El programa del «camioncito». Un excelente cliente FTP con muchas posibilidades. Es de pago.
  • Vienna. Uno de los mejores lectores RSS. Totalmente personalizable y muy rápido.
  • XAMPP. Un servidor Apache, un intérprete PHP, un gestor de estadísticas, el servidor MySQL y utilidades varias en una sola aplicación. Ideal para desarrollos web sin complicarse la vida. También hay versiones para Windows y Linux.
  • VLC. Qué podemos decir a estas alturas del mejor reproductor multimedia universal. La versión para Mac es algo diferente. Muestra los controles en una ventana diferente al vídeo. Esto lo hace algo incómodo.
  • VMWare Fusion. Una de las alternativas para virtualizar otros sistemas operativos dentro del Mac. Integración total con el sistema operativo de Apple. Es de pago.
30 de septiembre de 2007

VMWare Fusion, hacia la compatibilidad total

Para quienes sigáis habitualmente esta bitácora, ya conoceréis de mi afición por las emulaciones de unos sistemas operativos en otros. Aún no están lejos los tiempos en los que conseguí emular una distribución de Ubuntu bajo Windows XP o, un logro todavía mayor, emular Mac OS X Tiger bajo Windows XP en un ordenador de prestaciones humildes. ¡Qué tiempos aquellos!

Pero ahora las tornas han cambiado. El paso de PC a Mac me ha abierto un nuevo abanico de posibilidades en el mundo de la emulación. Por lo que he podido comprobar, este campo está mucho más desarrollado en Mac que en Windows. Los ordenadores de Apple cuentan con tres modos de ejecutar Windows XP o Vista. El primero de ellos es a través de Boot Camp, una aplicación que permite crear particiones en el disco duro para instalar diferentes sistemas operativos de forma nativa. Para quienes van a utilizar aplicaciones de Windows de forma intensiva y con gran requerimiento de recursos (por ejemplo AutoCAD, que no hay para Mac) es la opción ideal. Las otras dos son emuladas desde Mac OS X: Parallels y VMWare Fusion. El primer de ellos aún no lo he probado, aunque espero hacerlo pronto. En cuanto a VMWare Fusion voy a hacer algunos comentarios después de algunos días de pruebas intensivas.

Captura de VMWare Fusion en el Mac

Para poder utilizar VMWare Fusion es necesario hacer una instalación virtual de Windows en un disco duro que no es más que un archivo a los ojos del Mac OS X. Una instalación que es exactamente igual a la de un «sistema normal», aunque bastante más rápido. También sorprende la rapidez de la ejecución y la fluidez del sistema, aún con varias aplicaciones corriendo. Pero VMWare Fusion tiene algo más que no se limita a emular Windows en una ventana o a pantalla completa. La gran novedad es poder ejecutar aplicaciones del sistema operativo de Microsoft bajo Mac de manera totalmente natural. De esta manera, las aplicaciones, sea cual sea su procedencia, permiten intercambiar datos, interactuar unos con otros como si la barrera del sistema no existiera.

Captura de VMWare Fusion en el Mac

Se puede abrir Microsoft Internet Explorer directamente en Mac OS X y abrir un fichero con una página web que está en el escritorio del Mac incluso arrastrándolo. También se puede abrir el Word para Windows, crear un documento de texto y guardarlo en la carpeta de Documentos del Mac. Esto es posible gracias a que los sistemas de archivos se comunican entre sí de forma transparente. En el Windows emulado, el disco duro del Mac aparece como una unidad de red, facilitando al máximo el intercambio.

Otra cosa interesante es que no es necesario configurar la red, ya que VMWare coge los datos de Mac OS X y los «traduce» a la configuración de red de Windows. En cuanto al hardware soportado, todos los periféricos que he conectado hasta ahora funcionan perfectamente.

En definitiva creo que aplicaciones como ésta suponen un paso más hacia la compatibilidad total entre todos los sistemas operativos y plataformas informáticas. Una tendencia que irá en alza en el futuro y nos permitiran superar las absurdas barreras, muchas veces con intereses comerciales detrás, que a lo largo de la historia de la informática nos han dificultado la vida.

16 de septiembre de 2007

Cruceros «geeks»

El otro día estaba leyendo una revista norteamericana de informática y veo un extraño anuncio que poco tenía que ver, en principio, con la informática. En la página se mostraba un enorme transatlántico y unos cuantos paisajes paradisíacos. A la vez, unos venerables hombres y mujeres mayores se mostraban frente a sus ordenadores portátiles en una especie de aula. En la parte superior, un título desvelaba el misterio: ‘Geek Cruises’. Algo así como «Cruceros para Geeks«, es decir, para aficionados o fanáticos de la informática. Esta idea de hacer cruceros que mezclen la informática con el placer sólo podía provenir de los Estados Unidos.

El artífice es Neil Bauman, empresario de Palo Alto, California. Es dueño de la empresa International Technology Conferences, que intuyo que se dedica a organizar conferencias sobre todos los aspectos de la tecnología. InSight Cruises, organizadora de los ‘Geek Cruises’, se creó en 1999. Entre su oferta de viajes hay para todos los gustos. Los nombres de sus cruceros no tienen desperdicio: ‘MacMania VII’, que tendrá lugar en el canal de Panamá en noviembre, ‘Photoshop Fling’ en el Caribe, ‘Aperture Aura’ en el Mediterráneo o ‘Venice Vision’, un taller de fotografía digital en Venecia.

Así que si veis en las costas españolas a un enorme barco del que bajan felices guiris más bien mayores (aunque también los hay jóvenes) con un portátil bajo el brazo no os asustéis, son los geeks más viajeros y aventureros del mundo. La verdad es que por las fotos que se pueden ver en su web, todo tiene un aspecto un tanto hortera. Algo así como mezclar la informática con ‘Vacaciones en el Mar’ y ‘Las Chicas de Oro’. Aunque claro, a los yanquis seguro que les gusta.

14 de septiembre de 2007

Impresiones personales sobre el Mac

Una captura de mi escritorio de Mac OS X

Llevo ya cinco días con el iMac y ya no echo de menos el PC. El «periodo de transición» casi obligatorio cuando uno cambia de un medio a otro prácticamente no ha existido. Aparte de la increíble sencillez de manejo del Mac OS X para un novato como yo, ayuda bastante el haber utilizado previamente otros sistemas operativos alejados de la filosofía de Windows. Casi desde que tuve un PC trasteé con linux y su entorno gráfico. Las últimas versiones de Gnome y el sistema operativo de Apple se parecen más a cada nueva versión. Sí, es cierto que aún queda mucho camino para igualarlo, sobre todo en el tema gráfico, pero el modo de uso es muy parecido. Por ejemplo el «montar» las unidades (concepto que no existe en Windows), la incorporación de un terminal estilo Unix (que en realidad es lo que es, ya que Darwin, el núcleo de Mac OS X, está basado en una distribución Unix llamada BSD), la barra superior, igual que Gnome, y otros muchos detalles.

Hablaba antes del asunto gráfico. Es sin duda el aspecto más impresionante de Mac OS X. La pantalla tiene una resolución muy buena y un brillo y contraste como nunca antes había visto en un monitor. Hacen que las fotos se vean con un detalle y unos colores que antes no veía. Para algunas aplicaciones he tenido que ampliar un poco el tamaño de las fuentes para no dejarme los ojos intentando leerlas. La calidad del renderizado suave de las fuentes es prácticamente perfecto.

Y si suave son las fuentes, no lo es menos el funcionamiento general del sistema. Las aplicaciones se instalan rápido y arrancan rápido. Nada de brusquedades ni parpadeos ni errores de dibujado de las ventanas. Algo a lo que estábamos muy acostumbrados en Windows. Mac OS X es como un mayordomo victoriano que no te interrumpe, y si lo hace es muy educadamente y sin hacer ruido. Todavía no me ha salido ni un sólo mensaje de error. Nada de ventanas preguntando a cada momento qué es lo que deseo hacer ni interrupciones para actualizar el sistema.

A nivel físico lo más importante y lo que buscaba se cumple con creces. Lo primero el silencio. No se oye prácticamente nada. Cuando la pantalla queda en reposo no sé si el ordenador está apagado o encendido. Ni siquiera realizando las tareas con más carga de procesador o disco duro. Lo segundo, los cables. La antigua maraña de cables (DVI/VGA, alimentación de pantalla y CPU, ratón y teclado) se reducen a dos: alimentación y teclado. El ratón va conectado a uno de los puertos USB que hay en el teclado.

Otro buen detalle es Front Row. El iMac viene con un pequeño mando a distancia para activar una especie de media center que, a través de menús podemos escuchar música, ver nuestras fotos, nuestros vídeos o DVDs.

Las pegas

Aunque pocos, el iMac también tiene algún inconveniente. El principal de ellos es que, en caso de tener un problema técnico (cruzo los dedos), hay que llevarlo a un servicio técnico autorizado, porque no hay forma humana de que un mortal pueda desmontarlo más allá de cambiar la memoria.

Otra pega que quizás no sea tal, es la aparte falta de transparencia en el funcionamiento del sistema. El iMac no tiene más luces que el indicador de encendido de la webcam. Nada de led de disco duro, de encendido, de lectura de CD/DVD o de cualquier otra cosa. Supongo que será cuestión de acostumbrarse.

10 de septiembre de 2007

Adiós PC. Hola Mac

Una foto de mi nuevo ordenador

Esta tarde he recibo en casa un paquete. Era mi nuevo ordenador. Y, por primera vez en 12 años no era un PC, sino un Mac. Algunos os echaréis las manos a la cabeza. ¡Un Mac! Pues sí. Era el momento de jubilar a mi achacoso y ruidoso PC. Me ha acompañado durante los últimos cuatro años sin prácticamente ninguna ampliación (salvo la tarjeta gráfica). Estoy contento con él. Pero ahora cambiará de manos.

Hay unas cuantas razones que me han llevado a este cambio. A lo largo de los últimos meses he visitado montones de páginas web de los principales fabricantes de ordenadores. HP, Lenovo, Acer, Sony, buscando una máquina que no ocupara mucho espacio, potente, con el mínimo número de cables (hasta ahora tenía un enorme manojo de cables mal escondidos por ahí), con una pantalla medianamente grande (al menos 19») y silencioso. En un principio pensé en un media center de HP con procesador Intel VIIV. Es bastante pequeño, pero al final iba a tener los mismos cables que antes. Otra opción era el DELL con Core 2 Duo, aunque lo descarté por ser grande y demasiado caro. Lo mismo me pasó con la nueva gama de Sony VAIO de sobremesa. Muy buen ordenador, pero ¡a partir de 2.000 euros!. De Acer es mejor ni hablar. Los acabados y el diseño son bastante malos.

Paralelamente a estoy, los ordenadores domésticos de Apple estaban experimentando una disminución de precio y un aumento en sus prestaciones y en la calidad de sus acabados. Al principio temí por que hubiera algún tema de compatibilidad entre Windows y Mac, pero se evaporaron al comprobar que puede instalarse Windows en una partición o utilizar un emulador como WMWare Fusion.

Tal sólo llevo unas tres o cuatro horas con él y, no os voy a engañar, cuesta un poco adaptarse a una nueva filosofía, pero creo que a la larga será beneficioso. Las primeras impresiones han sido incluso mejores de lo que me esperaba. Es absolutamente silencioso y la pantalla es más grande de lo que pensaba. Pero como digo, la migración será lenta hasta que comprenda totalmente cómo funciona el sistema. A buen seguro que en los próximos días escribiré más sobre esta nueva vida de switcher.

24 de agosto de 2007

El futuro de Windows y de Microsoft

Pantalla de inicio de Windows 95

Hoy se cumplen 12 años desde el lanzamiento de Windows 95. Microsoft convirtió el evento en un hecho trascendental y rodeado de grandes campañas publicitarias. Y realmente lo fue a todos los efectos. Por primera vez se intentaba abandonar el MS-DOS como sistema operativo, que se había mantenido desde los primeros IBM PC allá por 1981. Al contrario que su predecesor Windows 3.11, el 95 era un sistema operativo completo. Poco o nada tenía que ver ya con aquel. Fue el comienzo de la «etapa dorada» de Microsoft. Su popularidad se incrementaba a la vez que la venta de ordenadores PC con Windows aumentaba. En mi caso personal instalé Windows 95 hacia marzo de 1996 y al principio fue desconcertante el cambio. Rápidamente me acostumbré.

Pero Windows 95 no era un sistema operativo demasiado estable. Los «cuelgues» y los «pantallazos» azules eran más frecuentes de lo deseable. La fama de «chapuzas» de Microsoft comenzó aquí a la par también, por qué no decirlo, del aumento de su popularidad. Posteriomente Windows 98 acalló en parte las críticas y se convirtió en un producto decente que volvería a empeorar con el fallido Windows ME. Para mi gusto, el mejor sistema operativo de Microsoft ha sido Windows XP, lanzado en 2001. Borraría de una vez por todas (o no) las dudas sobre la calidad de los productos de la compañía de Bill Gates. De hecho es el sistema operativo, sin apenas variaciones, con el que aún funcionan la inmensa mayoría de los ordenadores del planeta. Esto resulta gracioso, porque seis años en la historia de la informática son un mundo.

En teoría, Windows Vista debería sustituir poco a poco a los XP. Tras años de retraso, el último de Microsoft no ha convencido a casi nadie. Mi experiencia personal al respecto es bastante elocuente. Durante la carrera me enseñaron que un software bien diseñado es aquel que utiliza el mínimo de recursos posible para ejecutarse. Vista es justo lo contrario. Consideraciones estéticas aparte, el sistema no se comporta de manera fluida en un ordenador con más de tres años de antigüedad, lo que implica una actualización del hardware. Esto es un pecado mortal en el mundo de la informática, porque además de consumir más recursos que su predecesor, no tiene ninguna funcionalidad importante que no tenga XP.

Microsoft está perdiendo algo de tirón en el mundo de los sistemas operativos, aunque se mantiene en cuanto a suites ofimáticas y aumenta su presencia en internet (tanto en servidores como en clientes). En mi opinión necesita una renovación profunda y adaptarse a los nuevos tiempos si no quiere convertirse (a lo mejor ya lo es) en un dinosaurio de la industria informática.



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