Probando Chrome OS
Acabo de probar una versión preliminar del que será el sistema operativo oficial de Google. Ya he hablado sobre él hace un tiempo, vaticinando que puede convertirse en el primer gran fracaso de la empresa. No porque no funcione bien, sino porque supone un cambio radical en cuanto a sistemas operativos se refiere y también porque todo está orientado hacia sus propios productos. El Chrome OS (o Chromium OS) que he probado ha sido una virtualización bajo Mac con Parallels Desktop y ha sido posible gracias a este pequeño tutorial.
Lógicamente, la primera impresión que se lleva uno es que todo está cogido por alfileres. Chrome OS está todavía muy verde. El interfaz no es nada bonito y supongo que sufrirá modificaciones antes de lanzarse definitivamente. Por ejemplo las tipografías no se renderizan bien y ni siquiera podemos cambiar la resolución de la pantalla, ya que no existe un panel de preferencias como tal. También sorprende que aquí no exista el concepto de escritorio. Nada más entrar en el sistema nos aparece una ventana del navegador (Chrome por supuesto) con Google (también por supuesto) que no podemos minimizar (tampoco hay una barra de tareas ni de aplicaciones). Los programas que tenemos «instalados» (recordemos que todas están basadas en web) nos aparecen en un menú de iconos al pulsar en el logo de la parte superior izquierda. En la zona superior derecha de nuestra pantalla encontramos algunos indicadores, como por ejemplo la fecha, el estado de la red y un pequeño menú desplegable con algunas opciones, pero tampoco muchas. Una de las cosas más interesantes es que el tiempo de carga del sistema operativo es mínimo, casi inmediato, y rápidamente podemos ponernos a trabajar con él.
Estamos ante una versión muy preliminar de Chrome OS. Sin duda es una revolución, y como tal o será un éxito rotundo o un fracaso estrepitoso. Sólo nos queda esperar a su lanzamiento, previsto para la segunda mitad del año que viene.