Microsoft ha anunciado que cierra Encarta. Para quien no lo sepa, Encarta es la enciclopedia electrónica que lanzó Microsoft en 1993. En 1997 se publicó la primera edición en castellano, Encarta 97. Como he sido siempre muy curioso, enseguida me apunté al asunto y conseguí aquella primera Encarta que venía en un CD. Navegaba por sus artículos sin parar. Y para navegar, las horas muertas que me pasaba con el Atlas Mundial de Encarta, que venía en otro CD. Visto desde hoy, era una especie de Google Maps primitivo que se atrevió incluso con imágenes de satélite en las versiones posteriores.
Encarta también está relacionado con mis primeras descargas en internet. Hacia los primeros meses de 1998 empecé a bajarme de la red todas las actualizaciones del Encarta 97, aunque me di cuenta de que era una tarea casi imposible… ¡Qué tiempos aquellos! Después de aquella versión, que todavía guardo, conseguí la 98, la 99 y después la Encarta 2002. Esta última ya venía en 4 CDs. Y por supuesto, junto a ellos, los correspondientes atlas mundiales, que era lo que verdaderamente me gustaba.
Después, con el auge de internet, le perdí la pista y el interés. Su lugar lo ocupó la ahora omnipresente Wikipedia. Nadie puede competir ya con ese monstruo de la historia, la ciencia y la cultura que construimos los internautas. Y ese fue precisamente el error de Encarta. Microsoft pudo haberla transformado en una web participativa en vez de en una enciclopedia cerrada, que finalmente la ha llevado a su cierre.
iTunes no es desde luego la mejor aplicación musical para Windows. Tuve mucho tiempo para comprobarlo. Era lento, engorroso, no se integraba todo lo bien que debiera con el sistema operativo y consumía mucha memoria. Desconozco cómo serán las nuevas versiones para el sistema operativo de Microsoft. En Mac, iTunes viene de serie con Mac OS X. Esa integración se nota mucho. Todo viene preparado para iTunes y la rapidez es una de sus principales virtudes. Es verdad que en algunos aspectos es excesivamente rígido y hasta un poco cabezota, pero obliga a mantener bien ordenada nuestra colección digital de música. La gestión de la biblioteca musical es algo opaco y hay que cambiar el chip para comprender del todo cómo funciona.
No es intención de este post hacer un análisis a fondo de iTunes. Para eso ya hay multitud de vídeos por la red. Sólo voy a mostrar los aspectos de la aplicación que utilizo y más me han gustado. A saber: todo lo referente a las portadas o a los podcast de vídeo y audio. Como tampoco quería que el vídeo fuera muy largo he omitido cosas como las listas Genius (que no utilizo nunca), las películas y sólo de refilón he tocado la iTunes Store.
Una de las cosas de Mac OS X (y sobre todo de Leopard) que más me han gustado son las formas variadas para ver o previsualizar un documento, ya sea de texto, de audio, de vídeo o de otro tipo susceptible de ver su contenido. El primero y ya un viejo conocido es Vista Previa (Preview), una pequeña aplicación integrada en el sistema operativo que sirve para ver archivos PDF (es el que yo utilizo) e imágenes de todo tipo (desde .BMP hasta .RAW) e incluso poder editarlas.
Una de las novedades de la última versión de Mac OS X es Vista Rápida (QuickLook), que nos permite previsualizar casi cualquier tipo de archivo con sólo pulsar la barra espaciadora o pinchar en el botón del ojo de la ventana del Finder. Como puede verse en el vídeo, el archivo se abre de manera instantánea, sin tener que cargar ningún software adicional que ralentizaría su apertura. Además, existen multitud de plugins que extienden la funcionalidad de QuickLook a formatos de archivos inicialmente no soportados.
La última forma de visualizar un archivo sin abrirlo es mediante CoverFlow (aquí traducido como Vista de Diapositivas), y es una herencia directa del CoverFlow que incorpora iTunes para navegar por las portadas de los discos.
Hablar de los orígenes del World Wide Web es introducirse en un mundo donde ya se mezclan la mitología y la historia. La web no es más que un invento más, al igual que otros muchos que nacen humildes y menores. El 13 de marzo de 1989, hace veinte años, un informático británico contratado por el CERN de Suiza Tim Berners-Lee, presentó una propuesta sobre el papel que solucionaba el problema que presentaba la compartición de la información entre físicos de todo el mundo. Y no era un problema menor. Por entonces, los documentos en formato electrónico se encontraban con la barrera de que en cada centro de investigación contaban con un hardware y un software distinto.
El invento de Berners-Lee solucionaba estos problemas. Aún así, en esta primera fase teórica, no encontró demasiado entusiasmo. Poco después entró en el proyecto Robert Cailliau, que reescribió la propuesta y la presentó en noviembre de 1990. En este tiempo, Berners-Lee había desarrollado el primer servidor web y el primer cliente (navegador) web. En ese año y medio se sentaron las bases de lo que sería uno de los inventos más influyentes del siglo XX y que serviría para acercar internet al gran público.
Con motivo de este veinte aniversario, la web del CERN (cern.ch fue el primer dominio del mundo) ha creado un sitio donde pueden verse interesantes documentos que van más allá del consabido documento fundacional del WWW y la foto del primer ordenador que se utilizó como servidor web. Podremos encontrar un vídeo (en inglés) de tres horas con una interesante conferencia con la presencia entre otros del propio Tim Berners-Lee y de Robert Cailliau. Pura historia…
Tenía muchas ganas de remangarme, ponerme manos a la obra y cacharrear un poco con la cosa esta de los vídeos. Encontré la excusa perfecta después de instalar ScreenFlow, una aplicación que permite hacer capturas en vídeo del escritorio del Mac de forma fácil y rápida. Era justo lo que llevaba tiempo buscando. Además era también el momento de experimentar con un servicio de vídeo que no fuera el horrible YouTube o Google Vídeo. Leyendo por ahí algunas comparativas, elegí Vimeo. Y creo que he acertado. Se trata de una web de vídeos extremadamente sencilla de usar, muy intuitiva y muy bien diseñada. Además permite insertar un vídeo en alta definición (a 1280×720 píxeles) a la semana para la versión gratuita. ScreenFlow es un software de apariencia simple, pero que esconde una potencia impresionante. Nos permite hacer casi cualquier cosa con nuestras capturas en unos pocos clics de ratón y después exportar el resultado a un montón de formatos diferentes.
Pero vamos al grano. Mi intención con esta entrada es que sea el primer «episodio» de una futura serie sobre lo que se puede hacer con un Mac. Pensaréis que ya hay un montón de vídeos por ahí sobre el Mac OS X, lo bonito que es y tal y cual. Es verdad. Pero yo quería darles un enfoque personal, comentar las cosas que realmente me parecen importantes para los usuarios de Windows que tienen miedo a cambiarse o para los que piensan que determinadas cosas no se pueden hacer. Y también, por qué no, los aspectos del Mac OS X que más me han sorprendido a lo largo de este año y medio de switcher.
En esta primera entrega os voy a mostrar tres cosas. En el primer vídeo veremos dos de ellas: la primera es cómo controlar un ordenador equipado con Windows XP de manera remota conectado a una red local. Para realizar esta tarea usaré Conexión a Escritorio Remoto para Mac, una aplicación diseñada por Microsoft para Mac OS X. La segunda es emulación pura y dura de Windows XP y Ubuntu a través de VMWare Fusion, un software muy potente que nos permite también integrar las aplicaciones Windows en nuestro entorno Mac, algo muy sorprendente.
El segundo vídeo es algo más personal y a lo que soy aficionado desde hace años: emular la plataforma MSX para poder jugar a aquellos videojuegos con los que pasaba las horas muertas en los viejos tiempos. Para ello he usado fMSX, uno de tantos emuladores de MSX que existen para Mac.
Desde que se conoció la intención del gobierno francés de regular, controlar, frenar o como queramos llamarlo, las descargas de ficheros mediante p2p, no he dejado de seguir las noticias que se iban produciendo. En los últimos días, las informaciones sobre el tema se han ido sucediendo cada vez con más intensidad y cada vez más cerca. La Comisión y el Parlamento Europeo ya ha comenzado a debatir sobre esta cuestión y aquí en España, el Gobierno ha prometido hacer algo antes de que termine el año.
Según lo que cuenta Público en un artículo de hace un par de días, en el caso de que todo esto salga adelante, las medidas serían mucho menos radicales que en Francia y prácticamente se descarta llegar a las desconexiones. Una de las propuestas que se ha puesto sobre la mesa es más bien disuasoria. Se trata de un mecanismo de avisos y de pequeñas multas dirigidas a los usuarios más activos. Siempre según este artículo, este sistema sería controlado por funcionarios dependientes del Ministerio de Justicia. Todo esto en el supuesto de que finalmente se llevara a cabo, cosa que sigo dudando, por mucho que se publicite.
Como ya dije en su día, la base legal para llevar a cabo estas medidas es inexistente y no se me ocurre qué norma se puede infringir cuando uno se descarga un archivo con la «mula» para ser multados como si aparcara el coche en doble fila. Máxime cuando el uso de p2p no tiene por qué ser para bajar contenidos protegidos mediante derechos de autor. Ya ha surgido software, como el OneSwarm, que cifra y «dispersa» el tráfico p2p de forma que cualquier observador podría saber el volumen de lo que descargamos, pero no su contenido ni de qué fuentes. Seguramente en el futuro nos topemos con mecanismos más complejos que hagan imposible la identificación del contenido descargado ni la identidad del internauta. Además existen ya medios alternativos, como la descarga directa mediante servidores tipo Rapidshare… Vamos, que las descargas no hay quien las pare y la industria tiene que cambiar y hacerse a la idea. Esto se llama cambio de modelo… o más prosaicamente hablando, renovarse o morir.
Una de las cosas que más me llama la atención de la informática es su capacidad para la paradoja. Me explico: mientras en algunos campos como el hardware se ha avanzado una barbaridad en los últimos cinco años con el lanzamiento de los famosos ultraportátiles o netbooks, móviles que son en realidad ordenadores, algunos con pantalla táctil, dispositivos con GPS cada vez más baratos, media centers que enchufamos a nuestros televisores, en otros otros aspectos no hemos cambiado nada. Esos ultraportátiles modernísimos siguen llevando Windows XP o Vista (en su mayoría), con virus, tiempos interminables de arranque, errores y baterías con capacidad limitada. Y esta limitación física se nota a la hora de desarrollar un sistema operativo. El caso de Apple y Mac OS X es ejemplar, porque han coseguido con Leopard un entorno verdaderamente amigable, potente, rápido, con la estabilidad de Unix y más intuitivo que Windows, además de una perfecta integración hardware-software. Ahí es donde los ingenieros de Microsoft y los de la comunidad GNU/Linux tienen un espejo en el que mirarse.
Al hilo de este asunto, me ha interesado la noticia que leí ayer sobre el lanzamiento de un sistema operativo «instantáneo» por parte del fabricante de componentes MSI y que han llamado Winki. Se trata de un pequeño dispositivo que se enchufa directamente al conector USB de la placa base del ordenador y que contiene un mini sistema basado en Linux con algunas aplicaciones incluidas para navegar por internet, chatear… El asunto del arranque instantáneo se está poniendo de moda entre los fabricantes y ensambladores. Algunos ya han desarrollado sistemas de suspensión y apagado que permiten arrancar rápido el sistema.
Al igual que los teléfonos móviles cada vez se complican más, los ordenadores han de simplificar su uso con nuevas ideas de interfaz más sencillas y usables. Unas ideas de interfaz que, en parte, provienen del mundo móvil. No pasará mucho tiempo antes de que ambos conceptos, ambas plataformas, lleguen a fundirse. Ahí están ya los rumores sobre un «mini-tablet» fabricado por Apple, a medio camino entre el iPhone/iPod Touch y un netbook, con pantalla táctil de 10 u 11 pulgadas. Si se confirma sería una revolución. Ese es el futuro de la informática que esperamos ansiosos y que está cada vez más cerca. El esquema «monitor-torre-teclado-ratón» tiene ya los años contados.
rmbit está bajo una licencia de Creative Commons.
Plantilla de diseño propio en constante evolución.
Página servida en 0,123 segundos.
Gestionado con WordPress