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La bitácora personal de Ricardo Martín
Comentando cosas desde 2004
12 de julio de 2010

Artículos peculiares de la Wikipedia

A través de un post de un blog que ahora no recuerdo (ustedes me perdonen) me entero de que la enciclopedia de enciclopedias, la Wikipedia, tiene una página dedicada a recopilar las entradas más peculiares o chocantes con las que cuenta. Aunque en sí mismo este descubrimiento da para un post como el que estoy escribiendo ahora mismo, cada uno de esos artículos curiosos se merece por sí mismo que se le dediquen unas cuantas líneas, cosa que posiblemente haré cuando mi sufrido cerebro no dé más de sí.

En esta lista descubro por ejemplo que hay un compuesto químico orgánico que «camina», el 9,10-ditioantraceno: «cuando se sitúa puro sobre una superficie caliente de cobre, es capaz de avanzar en línea recta mediante un mecanismo molecular que mimetiza el bipedismo (el andar) humano; este hecho se produce por la torsión de la molécula que provoca el desplazamiento de los grupos tioles, que actuarían como pies.», que hay gente que todavía piensa que la tierra es plana (¡!), que no sólo hay ruido blanco, sino también marrón, rosa, azul, violeta, gris y de otros colores, que existe un deporte que combina el boxeo con el ajedrez o que la peor selección de fútbol del mundo es la de la Isla de Sark, que perdió 19 a 0 con Gibraltar o 20 a 0 con la isla de Wight.

Una buena forma de aprender, divertirse o alimentar esa curiosidad que algunos nos corroe continuamente y que nos hacer ir a la búsqueda de nuevos conocimientos y curiosidades. Internet y en especial la Wikipedia se ha convertido en la herramienta imprescindible para gente como yo.

11 de julio de 2010

Diez años de presencia en internet

Hoy se cumplen diez años desde que subí mi primera página web. Después de tantos años de haber escrito en los diferentes aniversarios, apenas me queda ya nada que contar. De lo que no hay duda es que internet ha cambiado tanto que, si hoy hubiera decidido subir mi primer sitio web probablemente no lo hubiera hecho. ¿Quién tiene ya hoy páginas web propias? Todo el mundo opta por los blogs (los menos) y por tener presencia en redes sociales. ¿Dónde han quedado aquellas páginas precarias alojadas en Geocities y otros servidores gratuitos? Sólo unas pocas sobreviven y siguen actualizándose, convenientemente remozadas. Por supuesto la mía entre ellas.

Porque rmweb, aquella primera web mía –entonces llamada «ricardomartin» en un alarde de imaginación– sigue y seguirá existiendo. Con los años ha ido poco a poco acomodándose en su lugar dentro de todos mis sitios hasta convertirse en una web estática con información genérica sobre todo aquello que me gusta en asuntos como cine, música, televisión o radio.

Pero lo cierto es que el desarrollo web, que consideré al principio como un mundo por descubrir y donde, en términos de diseño y de programación, estaba todo por inventar, en aquellos primeros momentos era un placer. Pero con el tiempo esta afición se convirtió en trabajo y el placer comenzó a desaparecer. Desarrollar un sitio web se complicaba. Pronto cumplir los estándares fue una exigencia y también una obsesión. Diseñar una web ya no era lo mismo, y hacer que los elementos tuvieran el mismo aspecto en todos los navegadores y en todos los sistemas operativos. Y también otras obligaciones personales me impedían dedicarle el mismo tiempo que antes a la web. A pesar de todo he realizado diez remodelaciones, la última el año pasado, pero siempre con los mismos contenidos que os invito a consultar si tenéis un rato.

15 de junio de 2010

La moda de los flashmobs

¿Quién no ha visto en YouTube o en cualquier otro portal de vídeos esas coreografías de baile multitudinario de gente normal, que a veces roza lo estrafalario? ¿Y esas batallas de almohadas así sin ningún motivo ni organizador aparente? La Wikipedia define flashmob como:

Una acción organizada en la que un gran grupo de personas se reúne de repente en un lugar público, realiza algo inusual y luego se dispersa rápidamente. Suelen convocarse a través de los medios telemáticos (móviles e Internet) y en la mayor parte de los casos, no tienen ningún fin más que el entretenimiento, pero pueden convocarse también con fines políticos o reinvidicativos.

Un pariente primitivo de estos eventos convocados pueden ser las convocatorias por SMS. Ya las vimos en las tristes jornadas posteriores al 11-M en 2004 y que David de Ugarte analizó con tanto acierto en algunos reportajes de televisión y en su libro ‘El Poder de las Redes’. Pero, por lo que he podido leer, sus orígenes hay que buscarlos un par de años antes, cuando el estudioso de las nuevas tecnologías de la comunicación y de su influencia en las costumbres sociales Howard Rheingold escribió ‘Smart Mobs: The Next Social Revolution’. Aunque lo cierto es que más allá del fenómeno de los smart mobs (multitudes inteligentes), las convocatorias espontáneas por medios de comunicación de nueva generación tuvieron desde un primer momento un fin puramente lúdico.

El origen de estas convocatorias hay que buscarlas en la ciudad de Nueva York en junio del año 2003. Fue allí donde se desarrollaron estas iniciativas que nadie entendía ni de dónde provenían ni sus fines. Con gran rapidez se extendieron por todas las grandes ciudades del mundo. Aquí en España fue en Barcelona donde tuvo lugar el primer flashmob. Ocurrió en octubre de 2003. La cosa evolucionó también muy rápido y hoy día la mayor parte de estas convocatorias espontáneas tienen fines musicales. Mucha gente ha descubierto el fenómeno a partir de esas coreografías multitudinarias que pueden verse por YouTube y que incluso, para mí con gran acierto, ha formado parte de la última edición del Festival de Eurovision, dándole un toque más participativo a un acontecimiento inicialmente pensado sólo para ser visto.

Es el signo de los tiempos. Eventos de masas convocados a través de medios tecnológicos solo por el puro placer, por la pura diversión, o quizás por el afán de protagonismo en los medios. Esto no significa que no sea un fenómeno social curioso y digno de un estudio en profundidad.

7 de junio de 2010

Derechos de autor y publicidad en YouTube

No estoy descubriendo nada nuevo, pero a mí es la primera vez que me pasa. Ha ocurrido cuando subía a YouTube los vídeos que grabé durante mi semana de vacaciones. Todo fue bien hasta que recibí un correo de la famosas web de vídeos notificándome que los clips que acababa de colgar en su sitio tenían contenido protegido. En seguida supe de qué se trataba: la música. Y es que desde un primer momento tuve claro que la banda sonora que debía acompañar a aquellas tomas era de Paco de Lucía. Pero, ¡oh sorpresa!, las orejas (enormes orejas deben ser) de los sellos discográficos multinacionales que siguen rapiñando todo lo que pueden antes de desaparecer, detectaron que esos vídeos tenían fragmentos de algunas obras del maestro guitarrista de Algeciras.

De nada sirve que mis inocentes vídeos no tengan ningún ánimo de lucro ni que haya invertido en ellos tres días de montaje sólo por amor al arte. Encima ahora parece que tengo que dar las gracias a YouTube por no borrarme el vídeo ni dejarlo mudo, que era lo que se hacía hasta que llegaron a acuerdos con los gerifaltes de los sellos musicales. A cambio he tenido que pagar un peaje al que no estoy dispuesto: publicidad. Ya sabéis de mi aversión por cualquier tipo de expresión publicitaria. Ya está bien. Internet se convierte cada vez más en un comercio (o mejor dicho, en un mercadillo) y yo no quiero contribuir a ello. Si a mí me molesta que me metan un anuncio en un vídeo no quiero que a mis lectores les ocurra lo mismo.

Por eso borraré los vídeos que acabo de subir a YouTube y los pasaré a Vimeo en una sola pieza (porque dura más de diez minutos), tal y como fue pensado en un principio. Es una pena, porque he tenido que recodificar el clip de 1080p a 720p, pero toda renuncia tiene su coste, ¿no? Me guardaré el vídeo a la máxima calidad para mí y, quién sabe, para un futuro.

La conclusión a la que llego después de esta desagradable experiencia es que las grandes empresas que gestionan los contenidos (no los que los crean) están cada vez más desesperadas y que la crisis en el sector de la llamada «industria» audiovisual es producto de sus propios errores y de continuar con un modelo de negocio que las nuevas tecnologías de la información se han encargado de pulverizar. Las licencias Creative Commons, la creación por parte de cualquiera de todo tipo de contenidos libres de derechos y el libre flujo de estos contenidos está descolocando a aquellos que se hicieron ricos comercializando el talento de otros. Afortunadamente, en este mundo donde casi todo va a peor, algunas cosas cambian para bien.

6 de mayo de 2010

Orain: Inspiración para los que hacemos vídeos con DSLRs

El mundo de lo audiovisual cambia rápido. Internet y las nuevas tecnologías nos han proporcionado unas herramientas increíbles para poder desarrollar nuevas formas de expresión al margen de los ya muy manidos. Simplemente hace falta una buena idea y buen gusto para desarrollarla. Eso parece que les sobra a la gente de la ETB, la televisión pública vasca. Gracias al blog de Papel Continuo me entero de que existe en ETB3, el canal más o menos «alternativo» de esa emisora, un pequeño espacio llamado Orain («ahora» en euskera) realizado por Debolex Films, una productora de Bilbao que cuenta entre sus trabajos con algunos videoclips de La Oreja de Van Gogh que retrata en piezas de pocos minutos a los creadores actuales de Euskadi en todas las disciplinas imaginables.

Me ha interesado especialmente porque todos los clips están realizados con una cámara réflex digital (una Canon EOS 7D) y el resultado se acerca bastante a la idea estética que yo busco y además sirven de inspiración para todos aquellos que hacemos nuestros pinitos en este mundillo. Un mundo apasionante pero en el que también cuesta mucho hacer algo interesante y que guste.

No me ha dado tiempo a ver todos los clips de Orain que la gente de Debolex tienen colgados en Vimeo (ya van por 58), pero ya la tengo en mis marcadores para echar un vistazo de vez en cuando, en los momentos de creatividad baja… Os dejo con los dos últimos, el de Vivalavida y el de Vudumedia:


2 de mayo de 2010

Lo malo de internet vende en televisión

Que una televisión tenga que vendernos la moto cada vez que estrena un nuevo programa y ponernos trailers hasta en la sopa con imágenes que enganchen al televidente siempre me produjo rechazo. Porque dentro de ese gancho suele colarse una buena dosis de espectacularidad superficial y de sensacionalismo que, a mi personalmente, me repele. Es lo que ha pasado con el último reportaje de Rec, el espacio de periodismo de investigación que dirige Jon Sistiaga en Cuatro. No vi la primera entrega, de título ‘Baby sicarios’, porque es un tema que no me resulta interesante. El segundo programa, llamado ‘¿Estamos desnudos en internet?’, tiene un envoltorio (igual que su predecesor) excesivamente amarillista. Por eso me he puesto a verlo esta misma mañana en la web de vídeos de la cadena Play Cuatro.

El planteamiento inicial es demostrar lo sencillo que es encontrar información más o menos privada de todos los internautas anónimos que compramos por internet, que nos conectamos a redes sociales como Facebook, o que colgamos nuestras fotos en Flickr y también a los peligros (no podía faltar) a los que se enfrentan quienes se ponen delante de un ordenador para navegar por la red. Afortunadamente, a lo largo de los 48 minutos que dura el reportaje se huye de los tópicos y mantiene un tono bastante interesante, correcto y no excesivamente alarmista ni tremendista. Pero a la vez se queda a la mitad de lo que intenta demostrar, sin concretar excesivamente, y con unas entrevistas tan consabidas como insustanciales a un estafado por phising, a un par de hackers (uno bueno y otro supuestamente malo), al director de una empresa que presta servicios de seguridad informática a grandes compañías y a instituciones públicas y al Comandante Jefe de la Brigada de Delitos Telemáticos de la Guardia Civil.

Al verlo he tenido la sensación de que todo eso ya se había hecho, o yo ya lo había visto antes. De hecho, no hace mucho tiempo se ofreció en la misma cadena un reportaje sobre las redes sociales llamado ‘Redes sociales: Quiero ser tu amigo’, siempre con ese aire pesimista y de mostrar el lado más oscuro de este fenómeno. Corregidme si me equivoco, pero todavía no he visto en televisión un reportaje más o menos actual sobre las virtudes de la nueva era de internet, la forma en que nos ha cambiado la vida, el tiempo que nos ahorra, o incluso las nuevas formas de organización social y de negocio que supone. Tampoco sobre las virtudes del software y la cultura libre, imposibles sin un soporte de difusión rápido y barato como es la red de redes. Este es un tema que me ha preocupado siempre y sobre el que ya comenté algo hace casi cinco años. Poco han cambiado las cosas desde entonces.

De momento, Play Cuatro no permite la incrustación de vídeos en webs ajenas, así que os dejo con el enlace directo al programa.

20 de abril de 2010

Falsedades sobre los teléfonos móviles

Seguro que vosotros, igual que yo, recibís continuamente archivos de PowerPoint por correo electrónico sobre los más variados temas. Muchos de ellos llevan rondando por la red unos cuantos años y, por lo general, tienen su origen en América Latina o en Estados Unidos. Esta misma mañana he recibido uno que me habían enviado hace bastante tiempo, aunque tampoco podría jurar si es exactamente igual. Trata sobre los teléfonos móviles y los supuestos trucos que podemos realizar con ellos. ¿A que os suena? Se titula «Cosas que tu teléfono móvil puede hacer y de seguro no sabías…» (aunque hay variantes cambiando teléfono movil por «cel» o «celular»)

En las diferentes diapositivas se mezclan trucos y hechos reales, como por ejemplo poner llamar al 112 o cualquier otro número de emergencia con el teléfono bloqueado o la combinación de teclas para conseguir el número IMEI (ojo, cuidado luego lo que hacemos con él, nada de reenviarlo por ahí), con otros rotundamente falsos. Sólo hace falta aplicar un poquito de sentido común y tener nociones de como funcionan las cosas.

Por ejemplo, uno de los «trucos» a los que alude nuestro PowerPoint es cómo abrir la puerta de nuestro coche cuando las llaves nos las hemos dejado dentro y no tenemos el mando de apertura remota a mano. Resulta que teóricamente puede utilizarse este mando usando el móvil como transmisor a larga distancia. Basta con acercar uno de los móviles al mando, accionarlo y en el otro extremo de la línea colocar el otro teléfono cerca del coche. Esto jamás funcionará, ya que los sistemas de apertura remota usan ondas de radiofrecuencia cifrada, no de sonido audible. Incluso si así fuera, ese sonido estaría lejos de las frecuencias audibles por el ser humano. Si no fuera así, menudo escándalo, ¿no? Conclusión: esa señal nunca puede ser enviada como sonido por nuestro teléfono móvil porque no es sonido.

El otro de ellos hace referencia a las baterías. Se dice que pulsando determinada combinación de teclas obtenemos un tiempo extra de duración de nuestras baterías (entre un 10% y un 50% dependiendo de la versión del PowerPoint que recibamos). También en algunas versiones se dice que sólo sirve para teléfonos Nokia, mientras en otros no se hace mención alguna a la marca. ¿Qué sentido tiene hacer algo así? ¿Para qué «ocultar» la duración real de la batería? Curiosamente, obtendremos justo el resultado opuesto al deseado. Esa combinación sirve para activar el EFR o Enhanced Full Rate. O lo que es lo mismo, el sonido se codifica con mayor calidad, consumiendo más energía de nuestro terminal. Según parece, esto no sirve para todos los móviles.

Para los curiosos que todavía no hayan recibido esta joya de los hoax, aquí se lo dejo.



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