Esto de las nuevas tecnologías es una maravilla. Internet ha revolucionado, entre otras muchas cosas, el mundo de las emisiones radiofónicas. La aparición de los podcasts nos ha permitido escuchar nuestros programas favoritos o encontrar programas que de otro modo jamás conoceríamos. Más o menos es el caso de ‘SER Historia’, el programa de la Cadena SER dedicado a la historia que lleva en antena desde octubre del año pasado. Su presentador es el bueno de Nacho Ares, historiador y experto egiptólogo autor de numerosos ensayos. Un hombre de mente abierta e inquieta que siempre busca ir un poco más allá.
No sé si este programa es una especie de «escisión» de Milenio 3, pero desde luego si no lo es lo parece. No sólo por los contenidos (que también, porque muchos de los temas podrían ser tratados en el espacio de Iker Jiménez) sino por las formas y por el equipo de producción. Incluso las músicas que suenan de fondo durante la emisión se parecen. En cuanto a la temática, está clara: la historia contada de forma sencilla, entretenida y que consiga despertar el interés en el oyente. El programa es muy viajero y nos lleva por prácticamente todos los escenarios del mundo que han sido testigos de la presencia de las grandes civilizaciones clásicas, personajes destacables, libros sobre historia… Todo ello tratado con rigurosidad y con invitados de primer nivel.
He comenzado hace poco a escucharlos (sólo llevo unos cuatro o cinco), pero ya me ha enganchado y forma parte de los podcasts que escucho regularmente. Ojalá en televisión pudiéramos ver programas de este calibre. Sé que no es fácil y que a la cultura no se le dedica demasiado tiempo, y también que si se quiere hacer bien suelen ser producciones caras que ninguna cadena está dispuesta a llevar a cabo. Menos mal que siempre nos quedará la radio… La única pega: se emite los sábados entre las 5 y las 6 de la madrugada. Bueno, para eso tenemos internet, ¿no?
En este país en el que vivimos, normalmente los grandes profesionales no suelen ser valorados como merecen. Hay mucho periodista de tres al cuarto y con gran presencia en los medios que no tienen demasiadas cosas de las que sentirse orgulloso. Y luego están los de verdad, aquellos que realizan humildemente su trabajo con rigor y ganándose un prestigio a base de esfuerzo y hechos. Quizás en España no existan más de cinco ejemplos de periodistas veteranos que son respetados por casi todos sus colegas. Uno de ellos es Iñaki Gabilondo. Tras pasar por la dirección de informativos de Televisión Española en tiempos de UCD volvió en 1983 a la Cadena SER, donde había dado sus primeros pasos (a excepción de un pequeño periodo en la COPE). En 1986 se puso al frente de ‘Hoy por Hoy’, el programa matinal de la SER que haría suyo y que dirigió y presentó hasta 2005. En una arriesgada maniobra abandonó la radio para incorporarse a los informativos de la recién creada Cuatro. Durante esta etapa de casi cinco años, el informativo nocturno sufrió muchos e injustos cambios de formato y horario, pero yo siempre intenté seguirlo. Al final ya me resultaba imposible.
Así fue hasta el pasado lunes. Gabilondo sigue en televisión, pero cambia Cuatro por una posición más discreta pero indudablemente más interesante y agradecida en CNN+. ‘Hoy’, que así se llama el nuevo espacio, es un producto creado a la medida del periodista donostiarra, diseñado por él mismo junto al equipo que le ha acompañado a lo largo de este lustro televisivo con Silvia Intxaurrondo a la cabeza. La idea de este programa a medio camino entre la opinión y la información me parece muy acertada. Y su ejecución también lo es. Bajo un formato distendido pero sobrio, Gabilondo aplica ese afán didáctico que siempre tuvo y que ya es marca de la casa, queriendo siempre saber un poco más sobre aquellos temas que nos deja la actualidad del día a día.
Los invitados a ‘Hoy’ siempre son cualificados, nada de tertulianos. Gente que sin duda sabe de lo que habla. Una exposición sosegada, serena y profunda que nos aporta claves interesantes difíciles de escuchar en ningún espacio informativo de televisión. En definitiva, puede que CNN+ no tenga el predicamento que tiene Cuatro entre el gran público, pero no me cabe ninguna duda de que ‘Hoy’ se convertirá en un espacio de referencia para aquellos que buscan opiniones de calidad y, en general, un tipo de televisión que hacía tiempo que no veíamos y que parece más propio de un medio público (ajeno a la noticia-espectáculo) que a una cadena privada. Enhorabuena y suerte a todo el equipo del programa. Ojalá siga en antena muchos años. Lo único que echo de menos es que los programas no puedan verse en diferido en la web de Cuatro…
Tal vez en época de crisis como la actual hemos pronunciado más de una vez estas palabras mágicas. Los que tienen más de treinta y tantos años recordarán que también fue el título de un programa televisivo de Televisión Española. Un espacio clásico y hoy casi de culto. Yo era muy pequeño por entonces y sólo recuerdo algunos detalles y el haberme quedado dormido con este programa puesto en la tele. Aquello era televisión de autor, un concepto hoy casi perdido, porque la idea y el desarrollo corrió a cargo del periodista Fernando García Tola. Él era el alma de ‘Si yo Fuera Presidente’ a lo largo del tiempo que estuvo en emisión, entre octubre de 1983 y septiembre de 1985.
Básicamente la idea era recoger el sentir popular sobre un tema determinado y reflejarlo mediante entrevistas a ciudadanos anónimos, a personajes públicos (políticos, artistas) y todo ello salpicado de actuaciones musicales. Por ejemplo, fue una de las primeras veces que pudimos ver a Joaquín Sabina en nuestras pantallas. El espacio no rehuyó nunca la polémica, pero se trató, como no podía ser de otro modo con Tola como timonel, de críticas inteligentes hacia la Iglesia y otros estamentos hasta entonces intocables en España.
Para documentarme bien he estado buscando vídeos en YouTube y no he encontrado demasiado, sólo algunos pequeños fragmentos generalmente de reposiciones del canal TVE 50. Pero son suficientes para darse cuenta, una vez más –y ya no sé ni cuántas van– de que la televisión está perdiendo su sentido primigenio. Faltan ideas –sencillas pero efectivas como estas– que saquen a relucir el talento que seguramente tenga mucha gente a la que no se le da una oportunidad. ¿Por qué no TVE apuesta por un laboratorio de ideas sobre programas? Un concurso que permita desarrollar y poner en marcha un espacio televisivo más o menos experimental y que sea el espectador quien dé o no su beneplácito. Podría estar bien.
Resulta curioso que tan sólo unos días después de comentar la decepción que ha supuesto la TDT y lo poco que espero ya de la televisión, toque recordar una efeméride televisiva que nos llenó a todos de ilusión. Resulta que ayer se cumplieron veinte años del inicio de las emisiones regulares de Antena 3 TV y con ello el inicio de la andadura de las cadenas de propiedad privada en España. Las tres licencias fueron adjudicadas por gobierno el 25 de agosto de 1989 a las tres sociedades de las cinco que se presentaron. Fuera se quedaron Univisión Canal 1 (proyecto del empresario Antonio Asensio junto a Rupert Murdoch) y Canal C.
Con motivo de este aniversario me he puesto a revisar vídeos en YouTube sobre aquellas primeras emisiones. Es evidente que Antena 3 tenía una alarmante carencia de medios técnicos y profesionales que hoy día hubieran sido intolerables. Aquellos primeros momentos me han resultado vistos hoy día (no las pude vivir en su momento porque en Zamora la señal de las privadas no llegó hasta abril de 1991) cutrísimos y han envejecido muy mal. La parte estética y gráfica es penosa. Aquí está el vídeo:
Ese mismo usuario tenía también las primeras emisiones de las otras cadenas privadas de aquella primera hornada. Telecinco comenzó sus emisiones el 3 de marzo de 1990 con (no podía ser de otro modo) una de las galas que lo harían famoso. La tele de Berlusconi nos deslumbró con su colorido, su descaro (por llamarlo de alguna manera) y sus «mamachichos». Aquí el vídeo:
Por último, el más tardío en comenzar las emisiones fue Canal+. Aquí la cosa cambia. Me he quedado asombrado al ver los primeros minutos de aquel 8 de junio de 1990. Siguen pareciéndome buenísimos e incluso podrían usarse hoy día para cualquier canal de televisión. Si entonces eran sinónimo de elegancia y vanguardia audiovisual, vistos hoy aguantan perfectamente el paso del tiempo. Nada nos hace pensar que fueron ideadas hace veinte años… Y es que, dependiendo de para quién, los años son un lastre:
Julián Ruiz es uno de esos clásicos incombustibles de la música en España. Productor musical y comunicador radiofónico, se le pueden reprochar muchas cosas. Se puede estar o no de acuerdo con él, pero de lo que no hay ninguna duda es de que tiene criterio propio, al margen de las modas y de lo que digan los demás. No hay más que leer sus críticas demoledoras a Animal Collective (que comparto sólo en parte), nadando claramente contracorriente. Olé por él. Durante muchos años le escuché en su programa, uno de los más emblemáticos de la radio musical. Me estoy refiriendo a ‘Plásticos y Decibelios’. Gracias a él pude escuchar un montón de grupos y canciones que, en una época donde aún internet no estaba extendido y no podía comprarme todos los discos que quería, era un soplo de aire fresco. En su programa sonaron canciones de Suede, Bowie o Lenny Kravitz, con esos comentarios tan particulares y sabios.
Traigo hoy al bueno de Julián porque el lunes comienza la emisión de ‘Vídeos y Decibelios’ en 40 TV. Este espacio pretenderá ser un recorrido por la historia del pop y del rock contada por él, con anécdotas, recuerdos y, por supuesto, videoclips. Será diario y podremos (podrán los que tengan Digital+ o algún operador de cable) seguirlo. Yo espero poder descargármelo de internet con cierta frecuencia. Seguro que es interesante.
Sigo sin comprender como cadenas del tipo de La 2 no emite más programas musicales así. RTVE, tanto televisión como radio, tiene grandes profesionales capaces de sobra de elaborar un programa que presente los clásicos de la música a las nuevas generaciones en un formato moderno y atractivo… Ojalá alguna vez lo hagan. Mientras, tenemos esta interesante propuesta de 40 TV…
Facebook, como red social más representativa y multitudinaria del mundo, se ha convertido en un reflejo de lo que es la propia sociedad. El día 19 pasado saltaba la noticia de que el Grupo Intereconomía había denunciado a un grupo de Facebook de nombre ‘Muerte a Intereconomía’ por contener amenazas. Probablemente este asunto se zanje con el cambio de nombre del grupo y listo. De hecho los responsables de la red social ya se han ofrecido a sustituir el actual por otro que los responsables elijan. Voy a ser muy claro con este asunto: me parece fatal y de un mal gusto extraordinario que en este grupo, más allá de su nombre, se lancen exabruptos de alto calibre que los descalifica por sí mismos. Con la denuncia su popularidad ha aumentado notablemente, ya que ha pasado de unos 8000 miembros el día 20 a más de 11000 en el momento de escribir estas palabras.
Una vez dicho esto, creo que ya conocéis mi postura sobre la cadena Intereconomía, tanto de radio como de televisión. Se ha convertido en una de las principales fuentes de falsedades y basura informativa de la historia de la televisión en España. La cadena está sembrando deliberadamente el odio y azuzando a aquellos ciudadanos desencantados con argumentos engañosos y tergiversados. Pero eso no significa que personalmente desee la muerte o cosas similares a sus «periodistas», tertulianos o demás personal que trabaja allí. Creo que no debemos confundir las cosas. Por mi salud mental he borrado del televisor Intereconomía. Todos aquellos que no están de acuerdo deberían hacer lo mismo. La peor publicidad no es hablar mal, sino no hablar.
El lado curioso de este tema viene por la guerra de grupos que se ha montado en Facebook. Los grupos en contra de Intereconomía ganan por abrumadora mayoría con grupos como ‘MUERTE A INTERECONOMÍA’ con 11571 fans, ‘…NO SOPORTO EL CANAL INTERECONOMÍA!!!’ con 4079 fans, ‘El Gran Wyoming, el azote de Intereconomía TV’ con 1096 fans, ‘Me dan ganas de vomitar cuando veo INTERECONOMIA’ con 276 fans, ‘TODOS CONTRA INTERECONOMÍA’ con 206 fans, ‘BOICOT A LA CADENA INTERECONOMIA’ con 2066 fans, ‘100000 personas que detesten intereconomia TV’ con 2520 fans, ‘Intereconomia TV me da asco.’ con 373 fans, ‘yo no veo intereconomia ni pienso hacerlo’ con 1107 fans y así hasta llegar a los grupúsculos menores de nombres repletos de ironía como ‘MUERTE AL GRUPO ‘Por el cierre del grupo «Muerte a Intereconomia»» con 103 fans. Nunca jamás en democracia un medio de comunicación se había ganado tantos odios en tan poco tiempo…
Jamás la televisión gratuita (la que recibimos todos por la antena) ha tenido tanta calidad de imagen ni más canales como ahora. Tampoco tecnológicamente nos ha proporcionado más posibilidades. Y al mismo tiempo no recuerdo una televisión más escandalosamente vacía, cutre, previsible y carente de interés. Parece que el aumento de medios técnicos y canales es inversamente proporcional a la calidad de los contenidos que se emiten. La fusión de Cuatro y Telecinco (mejor dicho la compra de Cuatro por parte de Telecinco) terminará de destruir la oferta que nos brindan las cadenas privadas por TDT. Digo privadas porque la única que se salva es Televisión Española. Es la única que ofrece una televisión a la altura de las circunstancias, con una variedad de canales mejorables, con algunas deficiencias, pero que apuntan a buenas maneras y sobre todo, a buenas ideas e intenciones.
El último episodio de este fin de la televisión privada de calidad es el anuncio de que 40 Latino va a desaparecer de la TDT. No es que fuera un canal para tirar cohetes, pero era el único dedicado a la música que nos quedaba tras el fin del canal musical includo en el multiplex de La Sexta. Lo que sí proliferan como hongos son los llamados call shows, esos programas absurdos que rozan la ilegalidad y que se han convertido en una plaga. El mero hecho de incorporar canales de este tipo me parece un insulto y una falta de respeto a los espectadores. Aunque el respeto es de las primeras cosas en caer cuando hay un buen negocio entre manos. Yo por mi parte sólo pongo algunos canales de TVE y quizás algo de Cuatro y de CNN+. Si el resto desapareciera ni siquiera me daría cuenta…
Esta sensación de degeneración de la televisión es generalizada entre la gente. Resulta escandaloso. Desconozco la situación en otros países que tomamos como modelo, como el Reino Unido, Francia o Alemania, pero dudo mucho que la situación sea como en España. En cualquier caso, está claro que la televisión es un medio en declive. Está cediendo cada vez más terreno ante internet. Y como sigamos así mucho más.
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