Por fin ayer fue el día de tener el nuevo El País en las manos no sin cierta odisea, porque a las once de la mañana estaba agotado en casi todos los quioscos que visité (que no fueron pocos). Nada más verlo, la primera impresión es de limpieza. Muchos de los elementos que habían «ensuciado» el diseño ya no estaban. El primer reto de conseguir una maquetación adaptada a los nuevos tiempos, pero sin perder el clasicismo tan típico de El País, estaba conseguido.
Una de las principales novedades, tanto en forma como en forma es la divisón del periódico en dos partes. Por un lado las noticias puras y duras junto con la opinión y por otro el resto (incluso los deportes), bajo el epígrafe nuevo de «Vida&Artes». Esta separación por zonas afecta no sólo a los contenidos, sino al formato. Una buena idea a mi juicio, menos en el nombre de «Vida&Artes».
La forma
La tipografía
En un segundo vistazo me centré en los tipos utilizados. La nueva Majerit resultó ser sobre el papel más legible que la demasiado estrecha Times Roman, aunque estéticamente me gusta más esta última. Los cuerpos de los artículos son también mucho más sencillos de leer con este cambio. En las secciones de noticias puras y duras, los titulares van en negrita, mientras que en el resto se ha optado por la regular, que no me acaba de convencer del todo. Para titulares de deportes se ha optado por una vieja conocida, la Franklin Gothic LT en varias de sus versiones.
Para los encabezados de página con los rótulos de El País y la fecha se ha elegido la Benton Sans, una sans-serif moderna y resultona. El mismo tipo se utiliza también para designar las secciones de la parte de noticias. Por último, los maquetadores del diario utilizan la Freight Sans para los textos más pequeños, tales como los pies de foto, los nombres y ciudades de los corresponsales y redactores de las noticias o los que acompañan a los gráficos. Muy utilizada en la sección de Televisión y Deportes.
Uso del color
Otra de las novedades es que todo el diario va a color. Y no sólo las fotos. También los rótulos de las secciones (en gris azulado para la parte de las noticias y un bonito azul vivo para «Vida&Artes»). Para destacar los nombres propios en los antetítulos de las entrevistas y en algunos artículos de opinión se la optado por un rojo oscuro discreto y elegante. Incluso la viñeta de Forges va con un tímido toque de color. Los sombreados grises repartidos por todo el diario realzan aspectos de la información bastante acertadamente.
Críticas
En general el uso de los nuevos tipos es buena, aunque causan confusión estética en algunos lugares concretos del periódico donde se unen tipografías diferentes que no combinan demasiado bien o no han sido diferenciadas suficientemente. Esto ocurre por ejemplo en el texto del pie de foto del terrorista (página 16 de la edición del pasado domingo) que casi se confunde con el texto del cuerpo del artículo. En cualquier caso pequeños detalles que seguro que se van a corregir.
El fondo
Pero los cambios no sólo han sido estéticos. No sé si habrá sido impresión mía, pero la redacción de los artículos me ha parecido menos densa, más accesible, más comprensibles. Todo ello sin caer en la simplificación o en el sensacionalismo. El orden de las secciones se ha alterado ligeramente. Después de «Internacional» y «España» viene «Economía» para sucederle las páginas de opinión. Después la ya mencionada «Vida&Artes» con el resto de las noticias de sociedad, deportes, tecnología, cultura, televisión, cine, teatro y demás.
Conclusión
El nuevo El País aspira a convertirse en el diario de referencia en habla española y está dando los pasos necesarios en la dirección correcta. A la visión globalista que siempre tuvo se añaden ahora el poder de internet con su capacidad de globalizar aún más la información. Los cambios no hacen más que avanzar por esa senda a que todo gran medio debe aspirar. El País ha sido hábil en potenciar esta faceta, ya que hoy día todos los diarios nacionales tienen vocación puramente nacional, relegando la sección de Internacional a transcribir notas de agencia. Los diseñadores Ally Palmer y Terry Watson han hecho un buen trabajo.