Hoy, día de San Valentín, en el que por todas partes no están dando la murga con el (falso) romanticismo, los estereotipos y demás sentimientos impostados, voy a aprovechar la coyuntura para hablar de Edgar Allan Poe, uno de los exponentes más populares del romanticismo literario. Este año se cumple el 200 aniversario del nacimiento y el 160 del fallecimiento del autor estadounidense. ¿Quién no recuerda la primera vez que se acercó a algún relato de Poe? En mi caso fue cuando tenía 15 años y, aunque no recuerdo cual fue aquel primer texto que leí, sí que me acuerdo que era un libro de una de esas colecciones de literatura juvenil con las escalofriantes y barrocas ilustraciones a tinta china de Harry Clarke. Unas ilustraciones que recogen a la perfección el espíritu de cada uno de los relatos.
Si alguien que esté leyendo esto aún no conoce la obra de Poe, le recomiendo que empiece por ‘El Gato Negro’, ‘El Corazón Delator’, ‘La Verdad sobre el Caso del Señor Valdemar’ o ‘Ligeia’. Y ya puestos a recomendar, que vea las películas de bajo presupuesto que Roger Corman realizó en los años sesenta adaptando algunas de estas piezas con un inolvidable Vincent Price como protagonista de todas ellas: ‘La Caída de la Casa Usher‘ (1960), ‘El Péndulo de la Muerte’ (1961), ‘El Cuervo’ (1963) y ‘La Máscara de la Muerte Roja’ (1964). A nivel patrio también es muy recomendable echar un vistazo a las versiones de Chicho Ibáñez Serrador que hizo para sus ‘Historias para no Dormir’: ‘El Tonel’ (basado el ‘El Barril de Amontillado’), ‘El Pacto’ (basado en ‘La Verdad sobre el Caso del Señor Valdemar’) o la biografía dramatizada del mismo Poe en ‘El Cuervo’.
Desde hace unos días, cuando se entra en Google para buscar algo puede verse una línea de texto donde puede leerse lo siguiente: «¡Nuevo! Explora el océano con Google Earth 5.0″. Lo cierto es que me bajé la última versión de Google Earth para probar esa nueva característica. Después de echarle algunos minutos cacharreando y activando y desactivando las capas, puedo decir que me ha decepcionado. Lo único interesante es navegar por la superficie y activar las capas sobre fauna marina, naufragios y otros datos sobre los océanos. Pero a la hora de sumergirse, la cosa se vuelve confusa. Moverse por las profundidades marinas es complicado y los controles son difíciles de manejar.
Personalmente creo que sería mejor que se centraran en la superficie terrestre (sobre todo en Google Street View y en mejorar la resolución de las fotos de satélite) y se olvidaran de otros inventos como Google Sky, Moon y demás… Quizás sólo se salva Google Mars, que nos permite darnos una vuelta por Marte e incluso hablar con un marciano (o marciana) llamada Meliza que podremos encontrar si nos acercamos por las llanuras de Cydonia y nos explicará curiosidades sobre el planeta rojo. En cualquier caso, lo mejor es que cada uno saque sus conclusiones sobre la nueva versión de Google Earth.
Hace unos días leí en El País una entrevista a Olivier Besancenot. Me llamó mucho la atención, porque es la plasmación real del descontento hacia el sistema liberal de mercado y porque una propuesta como la que presenta este político francés sería impensable hace tan sólo un lustro, en plena euforia neoliberal. Besancenot, cartero «mileurista» de 35 años, se ha convertido en una de las caras más populares del panorama político del país vecino. Ha utilizado con maestría la televisión, donde ha aparecido con profusión en entrevistas y otros programas para explicar sus propuestas.
Recientemente ha fundado (o refundado) el Partido Anticapitalista francés. Así dicho, el nombre suena de lo más radical, aunque lo que defiende no es nada descabellado: supervisión estricta por parte del Estado de las grandes empresas, nacionalización de la banca, aumento de los subsidios sociales, expropiación de inmuebles vacíos o abandonados y otras propuestas dirigidas a que el Estado recupere lo perdido durante la fiebre privatizadora de décadas pasadas y retome el «modelo social francés». De ahí que el nombre no sea de lo más descriptivo, ya que estrictamente hablando no es un partido anticapitalista sino, en sus propias palabaras, un partido que aboga por el socialismo del siglo XXI, moderno, democrático y que ha aprendido de los errores del pasado (léase Unión Soviética).
Lejos de ser una anécdota, el partido de Besancenot puede dar una sorpresa en las próximas elecciones francesas. Las encuestas le dan un 13% de los votos. La izquieda está con él y mayoritariamente le consideran un buen líder. Pero posiblemente cuando la crisis amaine, los posibles votos para el Partido Anticapitalista vayan finalmente a los socialistas… Aunque no consiga nada, esperemos que sirva como reflexión para las formaciones mayoritarias y dejen de un lado, aunque sea sólo un poco, su fe ciega en el mercado libre.
Todos los viernes me bajo en formato PDF mi ejemplar de DGratis y también de La Voz de la Zamora, los dos diarios gratuitos que se editan en la ciudad. Ya en su día comenté las tendencias políticas de DGratis y ahora toca hablar del otro periódico en discordia. Vengo observando una cierta deriva a la derecha, o al menos a defender sus tesis. Quizás no sea así, pero es la sensación que me ha quedado después de leer los últimos números correspondientes al mes de enero. Todos los artículos de opinión y especialmente la sección dedicada a alabar o a criticar personajes o grupos de actualidad llamada «Sonrisas y Lágrimas» van cayendo poco a poco en un populismo típicamente zamorano.
Las mismas ideas, pero más elaboradas, que pueden escucharse en cualquier corro de ciudadanos. Pocos razonamientos y mucho repetir los interesados tópicos de siempre sin argumentos originales. Poca imaginación y pocos matices en las informaciones. O blanco o negro, sin términos medios. Al final lo que se consigue es recalcar y ahondar en el pensamiento arcaico del zamorano ancestral, haciendo gala del clásico victimismo, del agravio comparativo con otras zonas de España, del azuzar contra Cataluña, contra el Gobierno central (sobre todo si es socialista)… He aquí algunos ejemplos de «Lágrimas»:
José Montilla. Más que andaluz socialista, el presidente de la Generalidad parece un catalán de Olot, al servicio del nacionalismo.
Magdalena Álvarez. ¡Qué se puede esperar de una ministra que no sabe ni hablar! Mientras continúe en el cargo, el PP, satisfecho.
Fernández Bermejo. Este inefable ministro ya fue el causante de otra huelga en la administración de la Justicia; ahora, los jueces, de huelga.
A veces las «Sonrisas» parecen «Lágrimas», depende de quién se hable:
Rodríguez Zapatero. España, chantajeada por los nacionalistas, la peor crisis de la democracia, y aún ganaría los comicios.
Y también las «Lágrimas» parecen «Sonrisas»:
El Gobierno, ahogado en la crisis económica, y el Partido Popular espiándose a sí mismo. ¡Pobre España!
En fin… Si nos hubiéramos ido a los ejemplares de meses anteriores, más de lo mismo…
Lo que viene ahora es un ejemplo más de cómo unas cifras oficiales bastante poco fiables son utilizadas con gran demagogia e irresponsabilidad por determinados medios de comunicación con la intención de crear un estado de opinión favorable a sus intereses. El pasado viernes, el diario El Mundo llevaba a sus páginas la noticia de que España había superado ya los tres millones de empleados públicos. Los datos estaban extraídos de la última oleada de la Encuesta de Población Activa. Según éstos, el número de funcionarios que trabajan en las diferentes administraciones españolas son 3.029.500. Junto al artículo de la web del diario madrileño hay una encuesta para que los lectores den su opinión, con un texto que condiciona claramente la respuesta:
Con un desempleo galopante y una situación de endeudamiento insostenible en la administración, el número de funcionarios en España ha superado los tres millones. Las comunidades que más poseen son Andalucía, Castilla-La Mancha y Extremadura, tres regiones gobernadas por el PSOE que, además, son las más pobres del país. ¿¿Cree usted que el número de funcionarios españoles es excesivo?
El resultado, como era de prever, es un sí por abrumadora mayoría (85%). En fin… El caso es que el pasado lunes recibo un correo en el trabajo. Se trata de una nota de prensa emitida por la Secretaría de Comunicación de la Federación de Servicios y Administraciones Públicas del sindicato CCOO con el título «Comunicado de la FSAP-CCOO con respecto a las noticias publicadas sobre empleados públicos en España» [PDF]. En él se aclaran algunos puntos de las informaciones que antes he comentado:
Los datos en los que se apoyan esas informaciones provienen de la Encuesta de Población Activa (EPA) y no se corresponden con la realidad, ya que tales estadísticas están sobredimensionadas. Las cifras más fiables se encuentran en el Registro Central de Personal del Ministerio de Administraciones Públicas y están por debajo de los números que figuran en las citadas informaciones. En concreto, el Boletín Estadístico del Personal al Servicio de las Administraciones Públicas de julio del año pasado situaba la cifra en 2.594.664 personas.
Otro dato interesante que aporta este comunicado es que la tasa de temporalidad (funcionarios y personal laboral interinos) supera el 25% del total. Es decir, aquellos que no tienen una plaza propia e inamovible son más de 600.000. En caso de «reajuste» de la Administración, serían los primeros en irse a la calle… Con todo esto quiero decir que cuidado con la información que se proporciona, mucho más en tiempos tan sensibles para el empleo como los que vivimos ahora. Parece que a algunos lo único que le interesa es azuzar las bajas pasiones con noticias no del todo verdaderas…
Vaya jaleo que se ha montado con el asunto de ‘El Intermedio’ «versus» Intereconomía TV. Hasta yo, que soy normalmente ajeno al mundillo televisivo, me he enterado del tema del famoso vídeo «trampa» en el que el Gran (grandísimo) Wyoming, presentador del espacio ‘El Intermedio’, echaba una bronca monumental a una becaria durante los ensayos del programa. El susodicho vídeo, grabado con una cámara cutre de móvil, fue enviado anónimamente al programa de Intereconomía TV ‘Más se perdió en Cuba’ junto con algunos mensajes ofensivos hacia la izquierda. La cadena conservadora lo emitió como una exclusiva que definitivamente quitaba la careta al Gran Wyoming, a quien se la tienen jurada desde hace ya tiempo por las continuas burlas que desde el programa de La Sexta se venían haciendo.
De esto hace unos pocos días. Ayer mismo, en ‘El Intermedio’, se desveló todo el montaje. Intereconomía TV había caído en una trampa hábilmente urdida por el equipo del programa. Lo curioso es que, a pesar del ridículo espantoso que algunos periodistas han tenido que pasar, no se han retractado, y han vendido su caída de pleno en la trampa como una nueva prueba de la calaña que puebla la cadena de Mediapro. En este sentido se han manifestado la COPE, criticando la «poca gracia» de la broma. Parece que no se escuchan a sí mismos a diario… La verdad es que yo no tengo ningún disimulo en decir que todo esto me parece una enorme genialidad del Gran Wyoming y de ‘El Intermedio’, que ha sabido utilizar con una habilidad inaudita los medios digitales, internet y la publicidad viral como pocos lo habían hecho hasta el momento. De paso también ha servido para poner en evidencia los nulos mecanismos de comprobación de fuentes y de si las informaciones que se les proporciona son verídicas. Intereconomía TV podrá saber mucho de otras cosas, pero de entender y manejar los nuevos medios no tienen ni idea.
Yo me enteré por pura casualidad ayer por la tarde, poco tiempo antes de que se desvelara la broma, así que he seguido de un tirón todo lo ocurrido y me ha parecido grandioso. Lo que me parece una salida de tono son las declaraciones del siempre ponderado Fernando González-Urbaneja, presidente de la Asociación de la Prensa de Madrid, que critica el comportamiento de La Sexta y del Wyoming en este asunto. No me explico qué tiene que ver el entretenimiento con el periodismo. Esto no es periodismo que yo sepa. Que critiquen a «otros» por inventar infectos montajes (con y sin cámara oculta) a la búsqueda de lo que no hay. En cualquier caso, ‘El Intermedio’ batió ayer todos los récords de audiencia y su sitio web estuvo saturada durante más de una hora después del programa. Como se dice en un estupendo artículo de Pérez de Albéniz en Soitu.es, se trata de «Una pequeña obra maestra de la televisión mordaz y guasona».
Y ahora, para quien no los haya visto, los vídeos. Primero el emitido por Intereconomía TV en el programa ‘Más se Perdió en Cuba’:
Destapando ayer la verdad en ‘El Intermedio’, con la consiguiente guasa posterior:
Aunque todos sabemos que Joe Crepúsculo fue una de las sensaciones indies patrias del año pasado, el 2008 nos dejó (por desgracia para las listas de favoritos) algunas nuevas bandas nacionales dignas de mención y que he descubierto en lo que llevamos de nuevo año. Algunas son herencia de viejas conocidas, otras son totalmente nuevas pero que nos suenan familiares. En general todas aportan la frescura de la novedad cuando cantan desde sus EPs, LPs o desde sus maquetas. Quizás den mucho que hablar este año o el que viene:
Centella. Esta banda barcelonesa es la sucesora directa de la formación Sibyl Vane, que tantas alegrías nos ha dado a lo largo de su corta, pero intensa, carrera musical. La artífice de este nuevo grupo es Padi y lo cierto es que Centella suenan a sus predecesores que tira para atrás. Ya tienen en la calle todo un larga duración titulado como ellos y publicado por Producciones Doradas. También puede descargarse gratuitamente desde su página web.
Espanto. De esta banda logroñesa me han atrapado las letras, intrascentes y con toques de humor, pero a la vez llenas de la poesía de las cosas pequeñas. También me ha gustado la voz de Teresa. Les edita los discos manualmente, en CD-R (más indie no se puede ser), el sello madrileño Birra y Perdiz. Desde su web puede comprarse ‘Ísimos’ (2008), su primera referencia que no es maqueta. Escuchad ‘El último día de las vacaciones’ y ‘No cabe un tonto más’.
Templeton. No podía faltar la banda en plan sixties. Estos cántabro-asturianos nos recuerdan en seguida a Los Planetas, a Lori Meyers y a glorias nacionales del pop de otros tiempos como Los Brincos o Los Ángeles. En 2008 publicaron su primer álbum ‘Exposición Universal’ en el sello Subterfuge. Atención a su tema ‘Brasil’, que a mí me ha encantado.
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