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La bitácora personal de Ricardo Martín
Comentando cosas desde 2004
3 de septiembre de 2008

Rematar la transición

Estoy siguiendo sólo por encima todo este lío del juez Garzón sobre la causa que ha abierto para investigar los crímenes perpetrados durante la guerra civil y los posteriores cuarenta años de franquismo. Ha pedido para ello la colaboración de varios ayuntamientos. Dicen que más vale tarde que nunca, y que más vale hacerlo mal que no hacerlo. Más o menos es eso lo que yo digo. Por una parte, todo esto llega muy tarde. Han pasado treinta y dos años desde que se murió Franco y sesenta y nueve desde el fin de la guerra. ¿No es hora ya de que se averigüe de una vez por todas cuántos, quiénes, cómo y dónde murieron los represaliados? ¿Por qué algunos siguen poniendo palos en las ruedas de los que intentan hacer esta tarea a todas luces justa?

Y por otra parte, más vale que sea un juez de la Audiencia Nacional, sea Garzón o sea cualquier otro, sea por protagonismo mediático o porque le da la gana, a que no sea nunca. La Ley de Memoria Histórica se aprobó hace ya ocho meses y así ha quedado. Hasta hoy. Precisamente hoy se ha presentado el reglamento que delimita y establece sus directrices de aplicación.

¿Son sensaciones mías o todo esto de la Memoria Histórica se está haciendo como de tapadillo, sin levantar mucho polvo, a trompicones? ¿Temen que «alguien» se enfade? ¿Por qué todavía hay calles y avenidas con nombres como Generalísimo (por cierto, un «título» de lo más ridículo), si cuando hace décadas debió aprobarse una ley que prohibiera estos nombres?

Estoy harto de que las cosas no se hagan bien de una vez por todas y se pongan las cosas en su sitio y se las llame por su nombre. Y en lo demás no voy a entrar. No voy a entrar en si este genocidio entra dentro del delito de crímenes contra la Humanidad, ni tampoco en si Garzón es competente para llevarlo a cabo. Eso lo dejaré para los juristas y expertos en el tema. Cuando todos estos asuntos que ocurrieron hace muchas décadas dejen de levantar ampollas, habremos cerrado de verdad la transición y las famosas heridas de las que habla Rajoy.

2 de septiembre de 2008

Incívicos

Leo en Telegraph.co.uk una noticia fechada en el pasado 27 de agosto en la que se cuenta que los gobiernos locales británicos están dotando de poderes cuasipoliciales a más de 1.600 voluntarios. Su misión es la de vigilar y si es menester, multar a aquellos que muestren comportamientos incívicos en sus respectivas poblaciones. Actitudes como proporcionar bebidas alcohólicas a menores de edad, no reciclar la basura, arrojar desperdicios en la vía pública y todos aquellos actos que vayan en perjuicio de la comunidad.

Algunos dicen que esto es una intromisión en la libertad individual de cada uno y que nos encaminamos hacia un enésimo Gran Hermano. Pues no seré yo quien diga lo contrario. Me gustaría que todos fuéramos libres (libertad en la que no creo) para hacer lo que quisiéramos dentro del respeto a los demás. Pero lamentablemente existen individuos que exceden ese límite sagrado y, con sus actos irresponsables, perjudican al resto de los ciudadanos. ¿O es que a alguien le gusta que una moto pase a su lado haciendo un ruido insoportable, o que se escupa en la calle, o encontrarse con los «regalitos» de los perros en medio de la acera? Si la medida tomada en el Reino Unido es disuasoria y soluciona el asunto, o al menos lo mitiga, bienvenido sea. Ojalá no fuera necesaria. Pero lo que está claro es que antes que los derechos individuales están los de la colectividad. Esa es la base de la convivencia.

Aquí en España, quien más está haciendo en este sentido es el Ayuntamiento de Barcelona. Llevan años declarando la guerra a los incívicos, sobre todo a los ruidosos y a los que arrojan basura en la vía pública. Por ejemplo, la Guardia Urbana registró en 2002 más de 65.000 denuncias sobre estos comportamientos. Sería muy largo entrar ahora en buscar causas, pero sin duda la falta de educación en valores ciudadanos tiene mucho que ver en todo esto.

El gran (y grave) problema que le encuentro a este cuerpo de «voluntarios de barrio» es el de los límites de su poder. ¿Quién los controla? ¿Son justos?…

1 de septiembre de 2008

La nueva imagen de TVE

Como muchos de vosotros sabéis, ayer, TVE cambió su imagen corporativa o casi habría que decir que comenzó a cambiar su imagen corporativa, porque todavía quedan algunos flecos por cambiar que todavía tienen el viejo logo. En cualquier caso el cambio ha sido tan extenso que tengo que ir por partes: por una lado hablaré sobre las nuevas moscas que adornarán de ahora en adelante todas las emisiones de los canales de TVE, por otro las cortinillas y en general todos los elementos de continuidad y por último el resto de elementos de la imagen corporativa (tipografía, micros, unidades móviles, etc). Antes que nada decir que este post no está todo lo ilustrado que me gustaría, pero me he puesto a escribir tarde y no me ha dado tiempo a recopilar todos los vídeos y capturas de pantalla. Sólo he incorporado los indispensables. Gracias anticipadas a los «foreros» del hilo de la nueva imagen corporativa de CRTVE de mundoplus.tv, a la que he «robado» algunos de estos recursos.

Moscas

Tras la novedad inicial, cada vez tengo más claro que las moscas no me gustan. Siempre he sido partidario de los logos discretos, visibles, pero discretos. O sea, todo lo contrario de lo que al final se ha hecho. Yo hubiera apostado más por moscas monocromas, semitransparentes y más pequeñas. La «nube» que contiene el nombre del canal no me parece una buena idea. Tengamos en cuenta que la mayoría de los elementos de rotulación que se utilizan van en cajetines cuadrados y, por lo que estoy comprobando, no se llevan nada bien con los vaporosos logos.

Los colores para las «nubes» tampoco me parecen los mejores. Son extraños y encima forman unos degradados difícilmente combinables con los rótulos de autopromoción. El hexágono de degradados para cada uno de los canales quedará muy bonito sobre el papel, pero personalmente a mí no me gusta. Lo que yo hubiera hecho es dejar los nombres de los canales en un color gris traslúcido, sin nubes ni colores ni nada. En principio puede parecer soso, pero integrado con el resto de los elementos quedaría más elegante.

Cortinillas y otros elementos de continuidad

Sin duda lo que más me gusta. He visto los vídeos un montón de veces y no me canso. Me parecen un gran acierto. No pienso lo mismo de las autopromociones. Me refiero a los anuncios de programas de cada cadena. Al menos en la 1, que es la que he visto, no tiene ni pies ni cabeza y rompe totalmente la estética de la cadena. En lo primero que me fijo es en el 1 ese enorme de color azul del que sólo se ve la mitad. Después me fijo en una rotulación de color amarillo que se ha «colado» ahí por las buenas y el colmo es otra vez el 1 pero en la nube, que ahora ha perdido su color y es blanca. En ese sentido, la antigua imagen era mucho más coherente.

Otros elementos de la imagen corporativa

SUMMA, la agencia de comunicación encargada de la renovación, ha cuidado hasta el último detalle. Ha editado (lamentablemente sólo para uso interno) un manual de estilo bastante voluminoso con absolutamente todos los elementos a los que se puede aplicar la nueva imagen, desde rótulos y directorios para las oficinas hasta el vestuario de trabajo del equipo técnico. Todo parece bastante bonito o por lo menos muy cuidado y bien hecho.

Aunque la tipografía elegida no me convencía mucho al principio, la Officina serif modificada ha demostrado verse bien en pantalla. De todos modos me hubiese gustado ver cómo quedaría una sans-serif como la Myriad u otra similar… Cuestión de gustos.

Os dejo con el reportaje que se emitió el pasado sábado en Informe Semanal:

Y el ya famoso chasquido de dedos y el consiguiente cambio de mosca:

28 de agosto de 2008

El tono de Pérez Reverte

Nunca me ha caído mal Arturo Pérez Reverte. Ni antes ni ahora. Por puro entretenimiento he estado intentando leer algunos de los artículos que escribe para XL Semanal bajo el título genérico de ‘Patente de Corso’. Digo intentando porque, aunque reconozco que están muy bien escritos, no me gustan las formas… o explicándome mejor, no me gustan las intenciones con las que escribe, poco constructivas y amistosas, como si tuviera un dolor de muelas o una úlcera de estómago. O como si el mundo le jorobara cada vez más y se hubiera convertido en un viejo gruñón que no digiere los cambios de la sociedad. No quiero ni pensar en cómo será dentro de veinte años.

Es una pena, porque me gusta mucho su faceta cosmopolita, de hombre libre, libre de dogmatismos e ideologías, de hombre extraordinariamente culto. Por eso precisamente me sorprende que en sus artículos pretenda azuzar, en mi opinión poco acertadamente, las conciencias con improperios aquí y allá sobre esto y sobre aquello. Y no digo que no tenga razón en mucho de lo que dice, pero creo que la pierde en parte con su forma de trasmitirlo. Es curioso que, mientras por un lado pretende combatir populismo y el garrulismo carpetovetónico, por otro utilice algunos de sus recursos, tan forzadamente broncos.

También me ha sorprendido que, buscando por internet, apenas haya encontrado dos críticas negativas sobre algún texto suyo… Y me ha sorprendido porque he intercambiado opiniones con otras personas a nivel privado y coincidimos básicamente. ¿No hay nadie más a quien no le guste el tono que usa Pérez Reverte?

26 de agosto de 2008

De refinerías

He estado leyendo artículos antiguos del siempre interesante blog de Miguel Jara y me he encontrado con un artículo sobre Petronor y su pretensión de ampliar su planta de procesado de petróleo en la localidad de Muskiz para producir otros derivados del crudo. Como todos sabéis, las refinerías de petróleo son una de las industrias más contaminantes que existen (por mucho que se diga lo contrario). Y para mí, de las más anacrónicas. Cuando todo el mundo habla de las energías renovables, los biocarburantes y demás, en Extremadura se pretende instalar una nueva refinería, que será propiedad de Refinerías Balboa, cuyo presidente es el empresario extremeño Alfonso Gallardo.

Los habitantes de la zona de la Sierra de San Jorge, en el corazón de la Tierra de Barros, provincia de Badajoz, donde va a ser ubicada, ya se han manifestado en varias ocasiones contra este proyecto. La zona cuenta con ricos recursos agroalimentarios como el vino de Tierra de Barros o el aceite de oliva. Un sector al alza que si se aprovecha bien puede dar a la zona tanto o más potencial que la dichosa planta de refinado.

Pero poco tienen que hacer cuando cuentan con el beneplácito de la Junta de Extremadura, que parece ser que busca un desarrollo industrial a cualquier precio, aunque sea a través de plantas de procesado anacrónicas y muy poco ecológicas. Me parece que es una pena que en una comunidad tan poco industrializada como Extremadura se apueste por la energía del pasado. De acuerdo que dará un dinamismo especial a la zona y trabajo a cientos o miles de personas, pero ¿a qué precio? Si se ha de apostar por energías no renovables, que se instalen centrales nucleares. A mi cada vez me dan más confianza. No en vano el agua que se bebe desde hace más de cuarenta años en Cáceres es del mismo Tajo que enfría las turbinas de la central de Almaraz… Y aquí sigue la gente. Aunque después de los inquietantes fallos en Vandellós, Garoña y Ascó, habría que tomarse en serio un plan renove de centrales nucleares…

25 de agosto de 2008

El enésimo post sobre la ausencia de canciones del verano este año

Hay una infecta tradición que año tras año regresa con el tiempo estival para torturarnos. Sí, efectivamente, habéis acertado: es la canción del verano, o canciones de verano, porque sobre todo los últimos años han sido varios los temas que nos han «refrescado» los estíos. Muchos medios han reflejado en sus artículos esta «preocupación» por la ausencia de canción del verano este año. Por ejemplo, El País ha dedicado al menos un reportaje y dos artículos de opinión, reflejando con curiosidad el por qué de esta rareza.

Como os podéis imaginar yo estoy bastante preocupado por el asunto. Justo antes de los meses estivales, Rodolfo Chikilicuatre y su tema eurovisivo naufragaba en el concurso de la canción. Pudo haber sido la tan buscada canción, si no hubiera sido porque el actor decidió matar al personaje después del evento. También pudo haber sido el primer verano con canción indie, si hubiese acudido al festival La Casa Azul y ‘La Revolución Sexual’, un perfecto tema veraniego.

Me he puesto a buscar información sobre el fenómeno de la canción del verano. Sin ir más lejos, en la Wikipedia hay una curiosa lista con todos los temas que han sonado a lo largo de los últimos cuarenta y ocho años. Revisando esa lista nos encontramos con sorpresas. Fíjense si la sequía musical de este verano llega a ser grave que se han recuperado temas de años (y siglos) pasados. Es el caso del ‘Corazón contento’ de Palito Ortega y Marisol que hemos podido escuchar convenientemente actualizada en muchos garitos. Ya fue canción del verano en 1968. Y no es la única, también he tenido el dudoso honor de escuchar una horrenda versión que hace no sé quién del clásico de Georgie Dann ‘El Africano’, que triunfaba en 1985.

Y para aportar algo personal, aquí está el top 5 de mis canciones del verano favoritas (por favor, toménselo con humor) desde que tengo uso de razón:

  • Quién no recuerda el verano del 2004, a los moldavos O-Zone y su ‘Dragostea din tei’, irritante y fascinante a partes iguales.
  • Las Ketchup y ‘Aserejé’ en 2002 nos atraparon con un estribillo que ya es un clásico de la canción del verano.
  • Chimo Bayo inaugura el bakalao con otro clásico, ‘Así me gusta a mí’, en el verano de 1991.
  • Righiera, un dúo italiano que cantaba en castellano, consiguió varios éxitos en los veranos de 1983 y 1985. Su gran pelotazo fue en ‘Vamos a la playa’. Ojo al vídeo y a los radiorelojes de pulsera:
  • Y por supuesto, el gran clásico de la canción del verano de los ochenta, The Refrescos y ‘Aquí no hay playa’.

Espero que este post no acabe con la poca reputación que le quedaba a este blog…

24 de agosto de 2008

La frivolidad de un accidente aéreo

Durante estos días que han transcurrido desde el trágico siniestro del MD-82 de Spanair, he leído unos cuantos artículos, algunos con críticas muy duras, sobre el tratamiento que en televisión se ha dado de estos lamentables hechos. Pensé que el 11-M había marcado un antes y un después en la forma de respetar la intimidad de las víctimas y sus familiares. Me he dado cuenta de que no. A la mínima oportunidad escabrosa, ahí estarán los medios para meter sus cámaras en los rostros desencajados. Y no sólo eso, también se atreven a meter sus micrófonos.

No termino de comprender qué información puede aportar el hecho de interrogar a personas en estado de shock o de dolor intenso por la incertidumbre o por la muerte de un familiar. Me resulta obscena esta falta de respeto. La crítica la hago extensiva a prácticamente todas las cadenas de televisión. No se salva ninguna. Todas han querido estar ahí, como carroñeros a la búsqueda del horror, del sensacionalismo, lo que en definitiva es conseguir carnaza para la audiencia.



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