Una de las secciones de ‘Muchachada Nui’ que durante cuatro temporadas más nos ha alegrado la vida es la de Enjuto Mojamuto, el dibujo animado más geek (o friki) de la televisión en España y creado por el ingenio de Joaquín Reyes. Para la historia de la pequeña pantalla más minoritaria quedan episodios memorables que han popularizado términos como «follower» cuando casi nadie tenía Twitter y muchos no sabían ni lo que era. Aunque sin duda el clásico entre los clásicos es aquel en el que se gritaba el que para muchos es el leit motiv de la sección y que ya quedará por siempre asociado a Enjuto: «¡Intenneeeeeeeeeee! ¡No funciona intenneeeeee!».
Pues bien, desde hace unas semanas, Enjuto Mojamuto tiene su propia serie en internet. Aparte de la curiosa imagen y la peculiar iconografía que se ha creado en su programa matriz, el nuevo espacio no defrauda. Quizás internet y no la televisión sea su espacio natural, porque Enjuto Mojamuto tiene mucho de viral y de querer compartir los clips de cinco minutos (como mucho) con amigos o volver a verlos en cualquier momento. De hecho, las animaciones de Joaquín Reyes tienen su origen en internet, en las animaciones flash de la ya legendaria (y desparecida) web Cartun.com.
En esta nueva andadura de Enjuto contará con algunas novedades. Por fin saldrá de su habitación y conocerá a otros dos personajes que vivirán con él nuevas aventuras. En general, mantiene un buen nivel respecto a su predecesor y en muchos momentos lo supera. El hecho de ser clips de entre tres y cinco minutos ayuda a conservar la frescura y que no nos cansemos ni nos sature. Hasta el momento han publicado 18 episodios. La única pega es la cansina publicidad de Movistar que se cuela en todos y cada uno de los capítulos. En fin, algún peaje teníamos que pagar…
Hace dos años y pico descubrí una serie que llevaba algún tiempo emitiéndose. Su nombre era ‘The IT Crowd’ y, en plan de sitcom, contaba las aventuras y desventuras de dos geeks informáticos (Moss y Roy) que trabajan en el servicio técnico de una gran empresa. Su oficina, siempre desordenada, se encuentra en el sótano. A pesar de que a efectos prácticos son discriminados por el resto y considerados como empleados de segunda categoría, saben construir su propio mundo, lo que dará pie a un montón de situaciones humorísticas. El contraste lo pone Jen, la chica a la que destinan como jefa del departamento.
Tras dos buenísimas temporadas, de lo mejorcito en series de comedia que he visto en mucho tiempo, llegó una tercera etapa algo floja, sin el brillo habitual ni las situaciones cómicas. Después llegaron los rumores de cancelación… Pero finalmente, y tras un año sabático, el 2009, vuelven a la carga. De momento he visto los cuatro primeros episodios y no defrauda. Nos sigue proporcionando esos minutos impagables con ese humor que solo los británicos son capaces de hacer, a medio camino entre el surrealismo, toques de grosería, pero sin llegar a ella, y un extraordinario trabajo de los actores principales (especialmente Richard Ayoade en su papel de Moss, el geek entre los geeks, y verdadera estrella de ‘The IT Crowd’).
Si no habéis visto nada de la serie, seguro que os sorprenderá lo corto de cada temporada, de tan sólo seis episodios de veinte minutos cada una. No sabemos si eso es una táctica para que uno se quede siempre con ganas de más o que realmente sólo los mejores guiones pasan la criba de la productora. No tengo ni idea si esta cuarta temporada se emite o se emitirá en alguna televisión española en abierto. Lo mejor es que, si estáis interesados, os la bajéis por torrent y busquéis los subtítulos. Reconozco que yo he visto las tres primeras dobladas y la última en V.O. con subtítulos y ciertamente gana bastante.
El pasado mes de abril se estrenó en la BBC británica la quinta temporada de la nueva etapa (conocida como la del 2005 frente a la antigua de 1963) de ‘Doctor Who’. A juzgar por lo que he visto, en la cadena pública de las islas ha tirado la casa por la ventana y se ha esmerado en esta andadura con nuevo Doctor incluido. Si bien una vez vistos los cinco primeros episodios no he encontrado a nivel argumental ninguna novedad destacable, estéticamente sí que ha habido cambios de cierta entidad. Pero vayamos por partes.
La elección del nuevo Doctor. Al final de la segunda parte del especial navideño ‘The End of Time’ ya vimos la rápida transformación del antiguo Señor del Tiempo (uno de los mejores doctores interpretado por David Tennant) en el nuevo (Matt Smith). Aún es pronto para tener una opinión clara, pero lo cierto es que este tercer Doctor de la nueva etapa es menos anárquico y alocado, ciertamente un poco más oscuro y de vestimenta más clásica, chaqueta de cuadros y pajarita incluido. Es curioso, pero hemos ido de la chaqueta de cuero de Christopher Ecclestone en la primera temporada a un atuendo cada vez más conservador. En cualquier caso sí que parece un digno sucesor que (esperemos) dé bastante que hablar. También me ha llamado la atención que su inseparable destornillador sónico haya cambiado su color del azul al verde ¿Algún significado oculto?
La nueva estética. No sólo el doctor es nuevo. La TARDIS también se ha regenerado. Su interior, y sobre todo sus mandos siguen siendo igual o más estrambóticos. Me ha gustado ese disparador de bolas en plan flipper o esa añeja máquina de escribir, o esos monitores «vintage». Exteriomente sigue igual que en primer episodio de 1963, aunque (quizás culpa de la alta definición) se ve más «nueva», más limpia. Los efectos especiales también parecen ahora mejores, aunque personalmente no me parece de lo más importante.
La nueva compañera.Amy Pond (Karen Gillian) es ni más ni menos que la compañera número 43 del Doctor y probablemente la mejor de la nueva etapa. Con esto no quiero desmerecer a Rose Tyler (Billie Pipper), a Martha Jones (Freema Agyeman) ni a la entrañable Donna Noble (Catherine Tate), pero Amy promete darnos muchos buenos momentos con las referencias reivindicativas hacia su Escocia natal, su inteligencia y, por supuesto, con su belleza deslumbrante (qué superficial soy).
Hay otros muchos temas de los que podría hablar, pero soy consciente de que la mayoría (espero que no todos) no habéis visto nunca un episodio de la serie y probablemente no os interese lo más mínimo. Así que para terminar os dejo con un vídeo de la nueva cabecera, mucho más bonita que la anterior.
El final de ‘Lost’ (‘Perdidos’) ha sido posiblemente uno de los acontecimientos televisivos a nivel mundial más importantes y sonados de los últimos tiempos. El hecho de haberse emitido casi simultáneamente en su país originario Estados Unidos y en otros como España pasará a la historia como un hito (aunque no todo saliera tan bien como se esperaba). Yo no lo pude ver en directo. Ha sido hace dos días cuando me puse a ver tan esperado desenlace. Paso a comentar mis impresiones no sin antes avisar de los evidentes destripes que incluye. Por eso, si pretendéis verla algún día no sigáis leyendo.
Perdidos siempre ha tenido un grave defecto para mi gusto: es convencional y previsible en las formas, roza los personajes estereotipados en la mayoría de las ocasiones y tiene demasiado contenido sin interés y que no aporta nada al argumento. Cada vez estoy más convencido de que sobran al menos dos temporadas completas (la cuarta y la quinta) más unos cuantos capítulos de las demás. El final de la serie me ha dado la razón. La iniciativa Dharma, todo el asunto de Charles Windmore o los «fogonazos» con viajes en el tiempo incluidos no aportan absolutamente nada al esclarecimiento de los interrogantes. He leído en el foro de ‘Lost’ en español que los guionistas habían pensado inicialmente en una única temporada por si la serie no tenía éxito y había que resolverla rápido. Por desgracia el éxito mató el espíritu inicial que pudo haber sido mucho más coherente.
Pero vamos al grano. El final. O lo que es lo mismo, gana lo espiritual sobre lo científico. Todo aquello del magnetismo y demás fenómenos físicos extraordinarios no eran más que una manifestación de una «fuerza paranormal» que habita en el centro de la isla en forma de luz. Tras la previsible lucha entre el bien y el mal (o el hederero de Jacob en forma de Jack Shepard o el humo negro reencarnado en John Locke) las cosas comienzan a liarse. Seguirán liadas incluso hasta el final. Porque ‘Perdidos’ tiene un final tan abierto que yo no he conseguido entender prácticamente nada. ¿Realmente en la vida alternativa están muertos como dice el padre de Jack? ¿Para qué se reunen en el templo al final? ¿Todo lo ocurrido en la isla no sirve para nada? Un sinfin de nuevos interrogantes que no hacen sino ahondar en la incongruencia argumental de la serie. Al final, ‘Perdidos’ no ha contentado a prácticamente nadie. Si queréis comerlos la cabeza un poco más con estas preguntas sin respuesta consultad el foro en español. Encontráreis muchas más dudas de las que os imaginábais.
Hace más de un año que no veo ningún episodio de ‘Doctor Who’, así que con el lanzamiento de la nueva temporada, con nuevo doctor incluido, el pasado mes de abril me he puesto delante de la televisión con ánimo de retomar la serie donde la dejé. O sea, en el episodio octavo de la tercera temporada de la nueva era. Pero ha sido el décimo, de título ‘Blink’, el que me ha maravillado y con el que he disfrutado como creo que nunca lo había hecho con ‘Doctor Who’. Un guión espectacular, bien estructurado, imprevisible, original y rompedor y que se aparta de la estructura de un capítulo clásico de la añeja serie británica de ciencia ficción. Vamos, que es una pequeña joya de la televisión. Por lo que he visto en internet, no he sido el único al que le ha marcado. Hay por lo menos una camiseta con referencias a este capítulo en una entrada del blog Shock Post Traumático.
No voy a contar nada de su argumento por si queréis verlo. Lamentablemente no podréis hacerlo en ninguna televisión española, puesto que estas últimas temporadas no han sido emitidas (ni creo que lo hagan nunca) en España, así que lo mejor es que tiréis de descarga directa o que os compréis los DVDs en alguna tienda del Reino Unido. En una época en la que estamos dominados por la estética yanqui de hacer series, siempre es un soplo de aire fresco ver cosas diferentes.
En cuanto a la nueva temporada, los chicos de TVlia están haciendo un seguimiento exhaustivo de la serie que no hace más que ponerme los dientes largos. Aún tengo que pasar por el final de la tercera y la cuarta completa, más los cuatro especiales posteriores, para llegar a esta nueva etapa. De momento prefiero no saber nada del contenido de sus episodios y dejar que me sorprenda. A buen seguro que lo hará.
Para terminar, un par de vídeos. El primero es del trailer del episodio ‘Blink’:
Y un guiño sólo para los que hayáis visto el capítulo. Sólo ellos lo entenderán:
Llevo algunas semanas viendo ‘El Show de Larry David‘ o ‘Curb your Entusiasm’ (‘Modera tu Entusiasmo’, su título oficial en inglés). Esta telecomedia (aunque quizás no debería utilizar esa palabra para definirla) emitida por la televisión de pago HBO ha roto todos los moldes y todas las ideas preestablecidas sobre lo que es una teleserie o una sitcom clásica. El artífice de todo es, por supuesto, Larry David, productor y guionista de telecomedias de éxito como ‘Seinfeld’, que revolucionó en su momento la televisión y se convirtió en un fenómeno social. Su emisión comenzó en 2000 y aún sigue en antena, finalizando el año pasado su séptima temporada.
Reconozco que no ha sido sencillo enfrentarse a ‘El Show de Larry David‘. Básicamente porque no hay por donde cogerla. Y esto es un piropo más que un reproche. Tampoco tiene ni pies ni cabeza (otro piropo) ni trata sobre nada en concreto. Cada episodio es una sucesión de anécdotas y pequeños detalles cotidianos vividos por el propio Larry David y su entorno social, ya sea su mujer o sus amigos. David hace gala una y otra vez de su capacidad de observación del mundo, se obsesiona continuamente con todo lo que le rodea. Su carácter, no hace falta decirlo, dará mucho juego a lo largo de todos y cada uno de sus episodios. El propio David ha dicho que, aunque la serie está basada en él mismo, no es un retrato fiel ni un reality sobre su vida diaria.
A nivel formal, cada capítulo está grabado con cámaras de televisión al hombro, lo que le da un plus de realismo y destruye definitivamente el formato de las sitcom. Que nadie espere carcajadas, al menos al principio. Uno comienza a disfrutar después de un par de temporadas, que es cuando se le coge el punto. Recomendable si te gustó ‘Seinfeld’. Y si no la has visto, es mejor que la veas antes de empezar con ‘El Show de Larry David’…
Aunque dentro del espectacular auge de las series de televisión, las sitcom no están en su mejor momento, lo cierto es que estamos asistiendo a una nueva generación, mucho más irreverente y original, de este tipo de programas. De la clásica sitcom de los ochenta, más convencional en su aspecto, hasta las más modernas como ‘The IT Crowd’, la evolución ha sido evidente. La última comedia de situación que estoy empezando a ver es ‘The Big Bang Theory’, una serie que explota hasta el límite el universo friki y nerd, con continuas referencias a la física, a la informática, a internet, a Star Wars y a todo ese submundo.
‘The Big Bang Theory’ es una producción de la cadena norteamericana CBS y su primera temporada fue emitida en 2007. Aquí en España, quien tiene los derechos es Antena 3, aunque no tengo ni idea de cuándo ni cómo se emite. Hasta la fecha, la serie lleva tres temporadas y se ha llevado este mismo año un par de premios Emmy. A grandes rasgos, cuenta las andanzas de dos genios superdotados, Sheldon y Leonard, que viven juntos. Su vecina, una chica de muy buen ver que es camarera, será el detonante de buena parte de las situaciones humorísticas. Es el necesario contrapunto «normal» ante el asfixiante panorama friki que la rodea. El reparto lo completan otros compañeros no menos frikis. Todos juntos componen una ensalada disparatada, fresca y original.
Hasta el momento sólo he podido ver los dos primeros episodios de la primera temporada y me he quedado con ganas de más. Supongo que eso es una buena señal. Por último, un pequeño apunte musical: la sintonía de la serie es de la banda indie norteamericana Barenaked Ladies.
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