Ayer avanzaba que, contra todo pronóstico, Google había añadido una actualización mastodóntica a Maps Street View en cuanto a España se refiere. Desde que lo descubrí he dado muchas vueltas y me he metido por muchos rincones, a la búsqueda de lugares que he visitado o donde he vivido. También me ha sorprendido bastante que el coche de Google Maps haya pasado por muchos lugares con tal sigilo y rapidez que no haya quedado reflejado en la prensa local ni haya fotos en los foros especializados que se dedican a capturar estos avistamientos.
Un ejemplo es Zamora. Según el reloj del edificio de la Junta de Castilla y León, el coche pasó a eso de las diez y media de la mañana del 2 de octubre (del año pasado). Dio una vuelta por las calles, rondas y avenidas que rodean el último recinto amurallado (Trascastillo, avda del Mengue, avda de Portugal, Alfonso IX, La Vega, La Feria), la zona de entrepuentes y San Frontis y por otro lado Requejo, avda de Italia, Cardenal Cisneros, cuesta del Bolón, calle de Villalpando, avda de Galicia, etc. Las únicas incursiones en el centro fue para llegar a la plaza del Mercado. La cosa debió ser rápida, porque en la mayoría de las fotos, la imagen se ve algo torcida, como si las cámaras estuvieran desequilibradas.
En cuanto al resto de España, ahí va una lista de lo que hay y de lo que no hay en cuanto a ciudades importantes y capitales de provincia se refiere, porque a diferencia de hasta ahora, aparecen muchísimas localidades pequeñas, carreteras, autovías y autopistas. He clasificado esta lista en cuatro categorías: Completas: son aquellas que están fotografiadas al completo o casi al completo. Sólo las vías principales: en las que han sido fotografiadas algunas calles, quizás las más importantes. De pasada: aquellas en las que una vía cruza por ella y es esa vía la que ha sido fotografiada sin adentrarse en la ciudad. No: está claro, son las que no están en Street View.
Completas: A Coruña, Vigo, Lugo, Gijón, Oviedo, Bilbao, Pamplona, Zaragoza, Lleida, Madrid y área metropolitana, Barcelona y área metropolitana, Girona, Tarragona, Teruel, Burgos, Valladolid, Salamanca, Segovia, Cáceres, Toledo, Guadalajara, Cuenca, Castellón de la Plana, Valencia y área metropolitana, Albacete, Ciudad Real, Huelva, Sevilla, Córdoba, Jaén, Alicante, Murcia, Cartagena, Almería, Granada, Cádiz y Jerez de la Frontera
Sólo las vías principales: Vitoria, Logroño, Palencia, León, Zamora, Ávila, Badajoz y Málaga.
Por lo que estoy viendo estos días, uno de los temas del verano aquí en Zamora, si no el Tema, es la apertura del recinto del castillo después de mucho tiempo de reformas, sorpresas e incertidumbres sobre su fecha de inauguración. Quedan ya lejos aquellos posts que escribí en 2006, uno el 20 de febrero sobre el inicio de las obras y otro el 15 de junio sobre los inesperados descubrimientos durante esas obras. Por fin llegó el momento. Tres años y pico después ya tenemos la fortaleza remozada para las futuras generaciones.
Me he pasado creo que en tres ocasiones para echar una ojeada a todos los rincones y tomar fotografías y vídeos. Es fácil dar una opinión precipitada y casi seguro que errónea, por eso he tardado unos días en escribir esta entrada, y aún así tengo sensaciones contradictorias. Por una parte, la reforma era imperiosa, necesaria y urgente y por otro, por mucho Moneo que esté detrás de la restauración la sombra de Somoza es alargada y me trae infaustos recuerdos sobre otras obras de la ciudad (la Plaza de la Constitución o la de Castilla y León por ejemplo) a base de granito y madera. Todo demasiado lineal, demasiado diáfano, nada de vegetación, nada de color. Esta sensación se acentúa todavía más en los jardines, donde se han dejado grandes extensiones de césped (menos mal) y muy pocos árboles, lo que lo convierte en una obra más para el catálogo de lugares desangelados de la ciudad. Ni fuente ni flores, como había antes. En su lugar, unas pasarelas de madera comunican los jardines con algunos lugares estratégicos de la muralla por donde el personal puede asomarse.
Dentro del castillo lo primero que llama la atención es la extrema austeridad de la obra. Tan sólo un lecho de gravilla cubre el suelo de piedra viva sobre el que se asientan las losetas de granito y los travesaños de madera que hacen las veces de pasadizos para que los visitantes puedan pasear. Lo mismo si nos acercamos hacia el centro de la construcción. Un patio de gravilla en plan jardín zen japonés con alguna piedra que otra y escoltado por los muros descarnados de lo que fue en su día la Escuela Oficial de Idiomas. Unos muros donde se ve el cemento, los restos de baldosas y algún ladrillo que otro. Humildemente y como profano en la materia, me pregunto que valor histórico puede tener semejante cosa. Confundiéndose con estos muros encontramos restos de lo que se adivinan estancias con seguridad mucho más antiguas. Supongo que en la visita guiada (ha sido imposible apuntarme por la gran demanda que había) explicarán algo más que en los escuetísimos letreros que jalonan algunos de los puntos principales del castillo.
Pero sin duda el principal atractivo para zamoranos y turistas es la posibilidad de pasear por la parte alta del recinto, incluyendo todas las torres. Se accede a esta ruta elevada por unas estrechas y empinadas escaleras metálicas que a mí me parecieron un poco precarias a juzgar por los chirridos que soltaba a cada paso del ascenso. Una vez arriba la vista es tan impresionante como inédita. Mucho más si nos subimos a la torre principal, desde donde obtendremos una de las panorámicas más bonitas y originales de la ciudad.
Como conclusión puedo decir que el castillo se ha convertido en una cáscara de algo que no existe. Lo que se pretendía que fuera el museo del gran escultor Baltasar Lobo está muy lejos de lo que esperábamos. Desconozco si en el futuro se aprovechará algo de las estructura interna de castillo para construir un museo como se merece. O si no que trasladen el Centro de Interpretación de las Ciudades Medievales del edificio de la cuesta de Pizarro hasta el castillo, que parece ser un lugar mucho más acorde.
Hace dos semanas, la Televisión de Castilla y León anunciaba la incorporación a su programación de un informativo de unos diez minutos de duración en lengua leonesa. Este espacio, llamado ‘Xornal Informativu’, estaría disponible sólo en los canales locales CyL8 de León y El Bierzo. Se trata sin duda de una noticia histórica y trascendente para la conservación, fomento y difusión de la lengua. No se trata de un espacio diario, sino que se emite los sábados a las 20.15 y los lunes a las 10.30. Un horario un tanto extraño para un informativo. La idea parte de la Concejalía de Cultura Leonesa del Ayuntamiento de León en colaboración con la televisión autonómica.
Pero esta buena idea de fomento de nuestra cultura sigue quedándose corto. No estaría mal que las emisiones se extendieran también a Zamora y quizás a Salamanca y también al gallego, una lengua hablada en la región y que es de especial protección según el nuevo Estatuto de Autonomía de Castilla y León. Hablado en zonas de Sanabria y El Bierzo, no se puede descuidar esa parte de nuestro patrimonio. Pero por algo se empieza. Algo es algo. Y claro, siempre hay a quienes la idea de preservar la cultura propia no gusta. Es el caso de Ciudadanos de Castilla y León, que no cree que la televisión pública esté para (literal) «satisfacer intereses políticos de una minoría». Volvemos a lo de siempre: los hay que consideran la lengua como política y los que (entre los que me incluyo) creen que es cultura y conocimiento.
Buscando por internet en los diferentes sitios web de vídeos no he encontrado ni un sólo clip con uno de estos informativos. A ver si alguien se anima y lo sube.
En el momento de escribir estas líneas están a punto de comenzar los fuegos artificiales que despedirán a las Ferias y Fiestas de San Pedro 2009, unas fiestas que pasan por ser las más deslucidas y escuálidas que recuerdo. Es una pena que la Ciudad del Románico, una de las Ciudades Modernistas Europeas y una referencia del turismo cultural dentro de Castilla y León, cuente con unas fiestas patronales de saldo. Normalmente suelo ser crítico con las festividades de nuestra ciudad, pero este año me he quedado sin calificativos.
Viendo el programa de fiestas, no hay que ser muy listo para darse cuenta de que no hay mucho que sacar en limpio y las pocas actividades con «chicha» que hay dan pena por su poco seguimiento y la poca participación ciudadana. Y ya no hablemos del fomento de las peñas, las charangas y otras hierbas que convierten a nuestra querida urbe en un villorrio de tres al cuarto, en una fiesta de pueblo de dudoso gusto. Y si hablamos de gusto, tenemos que hablar del aspecto musical, uno de mis caballos de batalla de todos los años. Este año ha sido peor que nunca: nada de artistas nacionales de primera línea, ni de segunda. Sólo alguna vieja gloria venida a menos, verbenas y similares. Eso sí, gratis. Para que no se diga…
En fin. Para qué seguir. Los que somos de aquí y hemos visto tiempos mejores, no podemos evitar las comparaciones. ¿Dónde han quedado aquellos pedazo de conciertos en la zona de La Vaguada con gente de primera línea y gratis? Veremos el año que viene…
Momentos como los actuales requieren acciones imaginativas y audaces. A nivel urbanístico también. Por eso me ha encantado leer el artículo sobre la inauguración de primer tramo de la reconversión del High Line de Nueva York, una extensa red elevada de vías férreas construida en los años treinta para el transporte de mercancías que recorre parte de la isla de Manhattan. Hacia la década de los ochenta la línea quedó en desuso y comenzó a cubrirse de maleza. En un primer momento se pensó en desmontar toda la plataforma elevada, un enorme «scalextric» de 2,33 kilómetros de longitud, pero los vecinos de la zona del West Side se negaron porque formaba parte ya del paisaje. En 2004 se convocó un concurso de ideas y el ayuntamiento de la ciudad de los rascacielos puso encima de la mesa 50 millones de dólares para el proyecto. Los ganadores fueron los arquitectos y urbanistas Diller Scofidio + Renfro. En 2006 se comenzaron las obras y el pasado 8 de junio por fin se abrió a los peatones el primer tramo.
El proyecto, y aquí está lo importante, preserva la mayoría de los elementos ya existentes, incluyendo parte de las vías y las traviesas del ferrocarril, sobre las que crecen plantas para constituir un peculiar jardín. En algunas zonas, las vías se entrelazan con losas de lo que parece granito para hacerlo transitable por las personas. Todas las estructuras han sido revisadas y algunas reconstruidas.
Al ver las imágenes del nuevo High Line peatonal me ha venido a la mente Zamora y la abandonada vía férrea de la Ruta de la Plata en la zona del puente de hierro. Me pregunto si podría hacerse algo parecido con ese tramo. Estoy hablando lógicamente de algo mucho más humilde y a menor escala. Ya sé que nuestro Ayuntamiento no está para tirar el dinero, pero por imaginar que no quede. El proyecto tendría un concepto clave: la reversibilidad. Nunca se sabe si en el futuro se reabrirá el tren que nos conecte con Salamanca. Por eso una de las premisas básicas es la de no tocar ni desmontar ningún tramo del ferrocarril, sino la de superponer un pavimento que bien podrían ser losetas de granito u otro material fijado a las traviesas o a otro elemento estructural. Sería necesario también la construcción de una valla de seguridad a lo largo del recorrido, especialmente en las partes más elevadas (el puente de hierro). Según los cálculos que he hecho serían unos 700 metros desde el túnel de Candelaria Ruiz del Árbol hasta la calle de Villaralbo, justo al otro lado del río. En un proyecto más ambicioso podríamos llevar esa distancia hasta los 2.300 metros y llegar hasta el cementerio de San Atilano, una zona en plena expansión urbana.
En mi absoluta ignorancia no sé si esto puede llevarse a cabo con un coste razonable, pero es un ejemplo de lo que, tomando ideas ajenas, puede llegar a hacerse sin destruir lo ya existente, algo que por otra parte es muy típico de España.
Si no me equivoco es la primera vez que Zamora aparece en un blog geek de primer nivel como es ALT1040. El motivo no sé si tomármelo a broma o en serio. La entrada de la susodicha bitácora dice tal que así: «Un hacker muy cachondo está suelto por Zamora» y a lo que hace referencia es a la noticia de que alguien «hackeó» la web de la intranet del sistema de préstamo de bicicletas del Ayuntamiento para colgar un vídeo pornográfico en lugar de mostrar la pantalla que nos permite gestionar ese servicio. Parece ser que los hechos ocurrieron la tarde del pasado 28 de mayo, que coincidió con la final de la Champions League, así que no debía haber mucha gente por la calle. Según se comenta en la noticia publicada por el diario (in)Mundo, la Policía Municipal tuvo la genial idea de pegar unos folios delante de los monitores para que no se viera nada. Esto contaba el diario El Comercio de Gijón en su artículo:
La película se proyectó en color, «con insospechada nitidez, pero con un audio muy deficiente», declaró hoy el edil, que contaba las mil anécdotas suscitadas en el punto de alquiler de bicicletas. El primer agente de Policía Municipal que llegó al lugar fue una mujer, que apenas pudo reprimir la risa para transmitir a sus superiores la veracidad de lo que contaba el concejal. Luego fueron llegando más agentes y vecinos, unos escandalizados y otros encantados, pero todos se quedaron a ver en qué paraba la proyección.
Los detalles técnicos de cómo alguien pudo colarse en el sistema no se han desvelado, pero visto lo visto no parece que fuera demasiado complicado ni que las medidas de seguridad y acceso al panel de control de la aplicación fueran dignas de la CIA. El software de alquiler de bicis [PDF] que se utiliza en Zamora ha sido desarrollado por el Instituto Tecnológico de Castilla y León. El ITCL es una fundación privada sin ánimo de lucro cuya principal misión es el «desarrollo tecnológico» de Castilla y León. En fin. Aunque no se sabe quién ha sido el autor de este sabotaje (¡yo no he sido!), se apunta a que pudo ser alguien de la propia empresa, quizás algún trabajador descontento o despedido de malas maneras que se ha tomado de esta forma su particular venganza…
‘Zamora y el Duero’ es mi segundo vídeo, el segundo que monto con iMovie ’09. Esta vez me he decidido por las tomas fijas con mi trípode fotográfico. Hice algunas otras tomas con algo de movimiento, pero que quedaron bastante mal, así que al final no han entrado en el montaje final. La idea era hacer un pequeño clip sobre el río Duero a su paso por Zamora. La banda sonora es de The Valerie Project y el tema en cuestión se llama ‘Elsa’.
Para ver el vídeo en alta definición tenéis que pulsar el botón que aparece encima del clip y os llevará a la web de Vimeo. También, y si estáis registrados, os podéis descargar el vídeo original tal cual y a máxima calidad. Espero que os guste:
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