Hoy toca nuevo episodio de nostalgia musical, un ejercicio que no me gusta demasiado hacer, pero que a veces es obligado si no queremos ver en perspectiva de dónde venimos y a dónde vamos. El caso de hoy es de nuevo paradigmático. The Bluetones son una banda londinense aún en activo que colgaron sus grandes éxitos de las listas británicas allá por 1996, un año que, por lo que estamos comprobando, fue clave para muchas cosas. Al contrario que con otros, no recuerdo muy bien cómo ni dónde escuché por primera vez a estos chicos. Probablemente fuera viendo los videoclips en Canal+, como de costumbre, en torno a la Semana Santa de aquel año. No sé por qué, pero siempre asocié aquella primera canción, que era ‘Slight return’, a esas vacaciones. Lo cierto es que aún no se emitía ‘Viaje a los Sueños Polares’ en Los 40 Principales y por supuesto por los cauces normales de aquella época era imposible escuchar otra cosa que no fueran las radiofórmulas habituales.
The Bluetones eran britpop de manual, eso estaba claro, y posiblemente triunfaron por haberse dejado arrastrar por esa «moda». Aunque la verdad es que recientemente he vuelto a escuchar su primer disco ‘Expecting to Fly’ (1996) y aguanta muy bien el paso del tiempo. Además me trae bastantes recuerdos. Hasta finales de aquel año 1996 no pude conseguir el disco. Igual que otros muchos, los alquilaba en Salamanca por un módico precio y luego los grababa en cassettes. Aún tengo aquellas cintas.
Pero dejemos los recuerdos y vayamos un poco con aquel disco que, como digo, fue el más exitoso de los londinenses. De él se extrajeron ni más ni menos que cinco sencillos más una reedición del ‘Slight return’, originalmente publicado en 1995. Todas ellas grandes canciones. Lamentablemente fue un éxito pasajero. En 1998 vio la luz su segundo disco ‘Return to the Last Chance Saloon’, aunque con algún buen tema, ya no tenía el brillo de su predecesor. Mi seguimiento de The Bluetones termina más o menos aquí. Aunque escucharía con tanta voluntad como excepticismo su tercer trabajo ‘Science & Nature’ (2000), estaba claro que su tiempo había pasado. En 2003 lanzaron ‘Luxembourg’ y en 2006 un disco homónimo. De hecho este 2010 está previsto que salga ‘A New Athens’.
Para la posteridad nos dejarán temas como el anteriormente mencionado ‘Slight return’:
Hay unas cuantas cosas que a ojos de los europeos nos chocan cuando hablamos de los Estados Unidos: la tenencia libre de armas, la pena de muerte, las obscenas desigualdades sociales y el culto al dinero y al éxito y el precario «sistema del bienestar» (si es que algo así existe en el país de las barras y las estrellas). Estas diferencias han salido a la palestra estos días en los que se ha aprobado por fin la cobertura médica universal para todos los ciudadanos norteamericanos. Obama ha conseguido un gran triunfo en el punto estrella de su programa electoral, algo desde luego nada sencillo de comprender para muchas mentes de aquel país. De hecho unos cuantos presidentes (tanto demócratas como republicanos) han intentado sin conseguirlo.
El final de esta peculiaridad acerca un poco más a los Estados Unidos al sistema social al que estamos más acostumbrados. Yo nunca fui capaz de concebir que un estado desarrollado y rico no cubra las necesidades elementales de los más desfavorecidos. Bien es cierto que existe Medicaid, una cobertura sanitaria para aquellas personas que no pueden permitirse un seguro privado, personas que se encuentran en el país pero no son ciudadanos norteamericanos (y no tienen convenios con seguros privados), presos, etc. Este servicio tampoco es totalmente gratuito, sino que puede obligar al copago de determinadas prestaciones.
Lo que más me ha llamado la antención es la reacción furibunda de un sector del conservadurismo republicano, o sea, los «ultras». Encabezando este contramovimiento no está un político, sino la Fox, y sobre todo un periodista (por ponerle un calificativo) llamado Glenn Beck, que ha llevado al terreno personal su lucha por mantener una norteamerica pura y mantener a capa y espada el modo de vida tradicional. El problema es que lo hace a base de insultos (algunos muy gruesos) y calumnias. He leído algunos artículos sobre él y puedo hacerme una ligera idea de como se las gasta este agitador mediático populista. Beck merece un artículo para él solito, sería muy interesante. Estoy convencido de que aquí, en determinados medios, ya están tomando nota (si no lo llevan haciendo tiempo) de los medios y las tácticas perfectamente planificadas de este tipo. No deja de ser interesante el mimetismo en el comportamiento de algunos periodistas patrios de relumbrón.
Para terminar aquí está el vídeo de la entrevista que Bret Baier (otro pájaro de cuidado) hizo a Obama en Fox News. El presidente iba a defender su proyecto de cobertura sanitaria universal, pero no le dejaban terminar sus respuestas:
Hace pocas semanas se ha presentado la versión beta de EyeOS 2.0, el sistema operativo «en la nube» creado por desarrolladores españoles y que ya cuenta con potentes patrocinadores como Telefónica o IBM. En junio del año pasado comenté lo que me parecía la versión 1.0 de este peculiar sistema operativo pensado para trabajar directamente sobre el navegador con aplicaciones y archivos. La principal novedad es que todo es nuevo. Con eso podríamos resumirlo todo. Pero eso de reescribir toda la arquitectura y el interfaz no ha gustado a muchos. Yo diría que a la mayoría. Sin embargo a mí me parece bien.
¿Y en qué ha consistido este cambio tan polémico? Pues básicamente en sustituir un escritorio convencional, como el que todos tenemos en nuestras máquinas, por un sistema de menús y paneles, un poco al estilo de Chromium OS, el sistema operativo de Google. Moviéndonos por las distintas pestañas (Aplicaciones, Gente, Grupos, etc) nos aparecerán unos paneles con iconos y otra información. Es cierto que si tenemos varias ventanas abiertas, el movernos por ellas o buscar una en concreto puede ser una tarea algo complicada, pero no deja de ser una beta que en cualquier momento puede cambiarse. En general el cambio me ha parecido positivo. ¿Qué sentido tiene emular en la web un escritorio casi idéntico al que tenemos en nuestros ordenadores? Máxime cuando ya todos estamos acostumbrados a la lógica organizativa de los datos de las redes sociales, de aspecto y arquitectura muy similar. De hecho EyeOS está concebido como un entorno social, un sistema operativo social, con una fácil integración con los servicios más populares de la red.
No hay duda de que estéticamente puede mejorarse mucho, pero el cambio me parece acertado y quizás se esté preparando para dar el salto a los dispositivos móviles o a los pequeños netbooks, cuyo tamaño de pantalla no puede permitirse una organización eficiente con el estilo tradicional. Me parece que estos chicos saben muy bien lo que hacen y este cambio desde luego no ha sido caprichoso. EyeOS puede probarse en su página web introduciendo como usuario y contraseña la palabra admin.
El otro día visitando el siempre inspirador y sorprendente Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía de Madrid me encontré con una vitrina que contenía unas hojas de papel impresas de varios colores con estrafalarias inscripciones, juegos de palabras, de tipografías… a medio camino entre el objeto artístico y el diseño gráfico. Se hacían llamar grupo zaj, y fue durante los años sesenta uno de los colectivos artísticos multidisciplinares más iconoclastas y vanguardistas de España. Por curiosidad me he puesto a buscar algo de información sobre esta peculiar agrupación.
Fue formado en 1964 por los músicos experimentales Juan Hidalgo, Ramón Barce y Walter Marchetti. Y según la Wikipedia, en sus bases fundacionales se encontraban los movimientos neodadaístas y zen, compartidos también por otros músicos de la misma cuerda como el norteamericano John Cage. Fueron también los pioneros del mail-art en España (del que ya hablé hace algún tiempo), de la poesía visual y las instaciones y performances. Las obras y acciones de zaj, incluso hoy son rompedoras y provocadoras. En 1966 se incorpora José Luis Castillejo, y el año siguiente Esther Ferrer. Tras varios cambios en su composición, el grupo se disuelve definitivamente en 1996. El MNCARS se hará con parte de este material, que es el que se encuentra expuesto en el museo.
Incluso aparecieron en el No-Do franquista algunas secuencias de uno de sus conciertos:
Desde luego los medios de la época por lo general o no se hacían eco o directamente escribían cosas como esta pequeña crítica de La Gaceta del Norte:
UNA TOMADURA DE PELO
Que John Cage, patriarca de la música experimental, por ende, del arte contemporáneo, aplaudiera en nuestra presencia a los tres miembros del grupo Zaj; durante su representación no es óbice para que aquí califiquemos de auténtica tomadura de pelo lo que en la tarde del miércoles vimos en el Teatro Gayarre. El grupo Zaj;» bien puede permitirse una «boutade», pero no hacer de un espectáculo al que acudió una cantidad tal de público que llenó el teatro, la broma más insípida y sin razón que pueda verse.
Florencio Martinez. La Gaceta del Norte, 30 de Junio de 1972.
Es evidente que el país no estaba preparado (aún no lo está) para este tipo de actuaciones, que más que eso son performances artísticas en busca de la exploración de nuevos medios de expresión e interacción con el público. ¡Nadie dijo que ser vanguardista fuera fácil!
Tengo el defecto de, mientras paseo, fijarme en todos los desmanes urbanísticos que uno puede llegar a ver. Desconozco cómo será en otras ciudades españolas o europeas, pero absolutamente todas las que conozco (es verdad que unas más y otras menos) tienen graves carencias. Hay muchas, pero si me permitís, voy a resumirlas en varios tipos:
Barreras arquitectónicas. Ya no sólo hablo de los rebajes en los bordillos de las aceras, sino en pavimentos sin baldosas, obras repentinas que cortan el paso a discapacitados y capacitados, sino también en elementos que sobresalen alarmantemente del suelo (pivotes, bocas de incendio en medio del paso, postes de carteles inexistentes, etc) y que suponen un problema para el paso de sillas de ruedas y para los invidentes que no se esperan tal obstáculo.
Los coches, el principal problema. Si por mí fuera, prohibiría la entrada de vehículos a motor en los cascos urbanos que no estén preparados para ello. Cada vez tengo más claro que suponen un inconveniente para los peatones, que son quienes han de tener siempre la preferencia en los núcleos habitados. No en vano, cada vez proliferan más las vías libres de coches, donde el ciudadano puede transitar sin peligros.
Distancias cada vez mayores. Es alarmante darse cuenta de que, incluso en las ciudades pequeñas, disponer de un coche se está convirtiendo en imprescindible. La tendencia de sacar los servicios públicos esenciales para el ciudadano y los establecimientos al por menor fuera de las poblaciones es, como mínimo, nefasta. Máxime cuando los transportes públicos –salvo honrosas excepciones– son un desastre absoluto. ¿No es esto perder calidad de vida?
Existen algunos proyectos de ciudades ideales. De hecho es un tema que siempre ha apasionado a arquitectos y urbanistas de todas las épocas, desde Óscar Niemeyer (artífice de Brasilia, la capital brasileña) hasta Zaha Hadid pasando por Ildefonso Cerdá (diseñador de L’Eixample de Barcelona) por nombrar sólo algunos de memoria. Pero lo cierto es que muy pocos han llevado sus proyectos al terreno tal y como fueron concebidos. En mi opinión, la única solución es la peatonalización de calles, la creación de centros de reunión como plazas y parques y, esto es vital, crear una red fuerte de transporte colectivo y alternativo a los vehiculos de motor y fomentar su uso. ¿Una utopía? Quizás, pero al menos hay que intentarlo.
Ayer, Julio Ruiz estrenó en su programa ‘Disco Grande’ de Radio 3 de Radio Nacional de España el próximo nuevo disco de Los Planetas ‘Una Ópera Egipcia’. Fueron casi sesenta minutos prácticamente ininterrumpidos en los que se fueron desgranando uno a uno los doce cortes que tendrá el trabajo de los granadinos. Desde ‘La llave de oro’, un grandísimo instrumental con «raíces» y que el bueno de Julio, no sin razón, comparó con aquellos temas de Los Relámpagos, hasta el cierre con ‘Los poetas’, repleto de sintetizadores y sonidos nebulosos en plan Spiritualized que renuevan una vez mas el sonido «planetario».
Porque, en definitiva, el destino de Los Planetas es continuar avanzando en su exploración del sonido. En mi opinión, ‘Una Ópera Egipcia’ es un disco puente entre el pop-rock shoegaze-aflamencado de ‘La Leyenda del Espacio’ (‘Siete faroles’ o ‘Una corona de estrellas’ podrían haber sido incluidos perfectamente él) en y un futuro con más elementos electrónicos, que quizás ya tengan perfilado, y que podemos atisbar en canciones como ‘Los poetas’ o las dos interpretadas junto a Ana Fernández-Villaverde (La Bien Querida). Y entre medias otros cortes que nos traen recuerdos también de otros discos y momentos inolvidables en la historia de Los Planetas.
Para concluir, y quizás esto pueda sonar precipitado, ‘Una Ópera Egipcia’ ha entrado perfectamente por mis oídos, mucho más que discos anteriores. No sé si esto será buen síntoma, pero he notado un gran cambio en concepto (eso de introducir voces femeninas) y perceptible en cuanto a sonido. De momento tendremos que esperar hasta el 13 de abril para poder abalanzarnos a las tiendas de discos y escucharlo convenientemente. Por último felicitar a Julio Ruiz por el pedazo de exclusiva que se ha llevado. Así me gusta a mí la radio… Por cierto, el programa puede escucharse a través del podcast de ‘Disco Grande’ o mediante streaming en la web de Radio 3.
En el cine japonés hay muchísimos tópicos, y como suele ocurrir siempre unos son reales y otros no. La fama de que las películas niponas pecan de «frías» tiene parte de razón, sobre todo cuando nos ponemos a ver films como la enigmática ‘Akarui Mirai’ (en inglés ‘Bright Future’), una desconocida obra del realizador Kiyoshi Kurosawa (ningún parentesco con el clásico) producida en el año 2003. Es necesario penetrar en la capa superficial para capturar todo el sentido de la historia. Kurosawa nos entrega una pieza de difícil clasificación. Podemos catalogarla como terror psicológico, como una particular alegoría de la sociedad urbana y deshumanizada del país del sol naciente. Pero también es una cinta sobre las relaciones humanas, sobre el poder que ejercen unos seres humanos sobre otros.
Yuji y Mamoru son dos amigos y compañeros de trabajo. Mientras Mamoru tiene una fuerte personalidad, Yuji se deja arrastrar por él. La principal afición de Mamoru es la cría de medusas venenosas. Cierto día invitan a su jefe a casa. Entonces se produce el ¿accidente? ¿asesinato?. La medusa termina picando (y matando) al hombre. Mamoru es detenido e ingresa en prisión. Durante este tiempo, Yuji ha de hacerse cargo de la medusa…
Hay que estar realmente entrenado para comprender en su totalidad la profundidad metafórica que alberga la película. Por tanto no apta para ojos no educados en este tipo de cine. Formalmente es bastante austera y las secuencias siempre están al servicio del guión. Grabada en vídeo, aunque con planos generalmente cuidados y con unas interpretaciones bastante buenas por parte de los dos jóvenes, que sostienen sin problemas la tensión que requiere el argumento.
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