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La bitácora personal de Ricardo Martín
Comentando cosas desde 2004
14 de julio de 2009

Honduras: La historia se repite otra vez

Por desgracia estamos acostumbrados ya a ver en las noticias la convulsa historia de América Latina. Vemos o escuchamos informaciones sobre guerras civiles, guerrillas, guerras civiles y otros con bastante indiferencia, sin pararnos a preguntarnos el por qué de esa situación. El último caso lo tenemos en Honduras. Han transcurrido ya dieciséis días desde que, el 28 de junio, el ejército hondureño irrumpió en el palacio presidencial y detuvo, para posteriormente deportar, al presidente democrático Manuel Zelaya Rosales (del tradicional Partido Liberal de Honduras). En su lugar ocupó el poder ¡otro compañero de su mismo partido!, Roberto Micheletti. Desde el punto de vista de las democracias europeas esto es inaudito.

El Partido Liberal de Honduras tiene, como su nombre indica, una orientación liberal (se entiende que económicamente), mientras que a nivel político y «moral» se acercaría más a un centro-derecha europeo. El espectro político hondureño es muy diferente a la de los países de nuestro entorno. Mientras que la derecha y el centro-derecha está sobredimensionado, en las últimas elecciones legislativas de 2005, la izquierda (la suma de los partidos Innovación y Unidad, que es algo así como la socialdemocracia del país, y Unificación Democrática) apenas alcanzó el 2% de todos los sufragios y 7 diputados de un total de 128. Todos estos datos los comento porque hay quien ha dicho que la razón principal del golpe de estado ha sido evitar que Zelaya se perpetuara en el poder y se convirtiera en el Hugo Chávez centroamericano y por tanto un gobernante «peligrosamente izquierdista».

Pero, evidentemente, las razones del golpe militar no son fáciles de averiguar. He leído algunos artículos sobre esas posibles causas, y, como suele pasar en estos casos, no hay una sola razón. Los partidarios de Micheletti aluden a la reforma de la Constitución de 1982 que pretendía llevar a cabo Zelaya. La Carta Magna del país sólo permite un mandato presidencial de cuatro años, tras lo cual no puede someterse a la reelección (lo dice el artículo 4º: «La alternabilidad en el ejercicio de la Presidencia de la República es obligatoria.»). En las próximas elecciones generales de noviembre, se aprovecharía para añadir una «cuarta urna» en la que se realizaría una consulta popular para el establecimiento de una Asamblea Constituyente que deliberara sobre la reforma de la máxima ley hondureña. Esa reforma consistiría básicamente en retirar la limitación de un mandato presidencial sin posibilidad de reelección. En principio no se trata de nada escandaloso. A mí por lo menos no me lo parece. ¿Qué país prohíbe la reelección presidencial al menos una segunda vez? Es verdad que las cosas no son tan sencillas. El propio Congreso aprobó, días antes del golpe, una ley que prohibía la consulta para la reforma constitucional. También se significó en el mismo sentido la Suprema Corte de Justicia. Por cierto, el mandato de Zelaya termina en enero de 2010. Esto significa que ni en el mejor de los casos, la Constitución estaría reformada para entonces. Zelaya nunca podría beneficiarse de esos cambios…

Hay razones más probables y más sutiles que aluden a las luchas de poder internas dentro del Partido Liberal, al mantenimiento un statu quo para unos pocos que es sinónimo de opacidad y tráfico de influencias en la vida política y administrativa, algo con lo que Zelaya quería acabar. Es decir, bajo una apariencia democrática, donde apenas hay alternativas al Partido Liberal (algo así como el Partido Revolucionario Institucional mexicano), Honduras es, de facto, una oligarquía, un estado políticamente endogámico donde hace muchos años que no entra aire fresco. Seguro que Manuel Zelaya no era la panacea para solucionar esta situación, pero abrió la caja de Pandora y sufrió las consecuencias.

13 de julio de 2009

Frikis en Japón

Todos nosotros tenemos un viaje (o varios) soñado. En mi caso son muchos, tantos que posiblemente no cumpla más que unos pocos. Entre ellos está Nueva York (buscamos voluntarios para acompañarnos) y, por supuesto, Japón. Ya hay mucha gente que ha cumplido su sueño y ha conseguido viajar y volver del país del Sol Naciente sanos y salvos y además contárnoslo en vídeo. Eso es lo que hicieron Raúl y Javier (alias Razi y Chaino), dos jovenzuelos frikis aficionados al manga, los videojuegos y la tecnología que se embarcaron en la aventura de sus vidas: viajar a Japón cámara en mano y contar con pelos y señales todo lo que vieron.

Y cuando digo todo, es todo. Desde los lugares más míticos hasta la comida del avión o las fachadas de los edificios. Olvidaros de los sofisticados documentales del canal Viajar, porque aquí está la realidad pura y dura, sin montajes ni aditivos, repletos de comentarios frikis, cutres o como los que podríamos hacer cualquiera de nosotros. Esto ocurrió hace ya tres años (en agosto de 2006). Colgaron todos los vídeos en una web que, hoy por hoy, todavía funciona. No se puede decir lo mismo de los enlaces a los vídeos. En realidad, no es fácil encontrar los 16 capítulos completos de los que consta la serie, aunque yo lo estoy intentado.

En YouTube puede verse una edición reducida de cada uno de ellos, y con los que nos podemos hacer una idea de lo que es viajar a Japón… Y si con esto no tenéis bastante, la segunda parte de esta serie, ‘Muchos Frikis en Japón’ es una versión corregida y aumentada de la anterior. De visión obligada para aquellos fanáticos del país que se están pensando el viajecito.

12 de julio de 2009

‘Still Walking’

‘Still Walking’ está siendo, sin lugar a dudas, la película asiática de la temporada. Esta producción japonesa realizada en 2008 por Hirokazu Kore-eda ha sido alabada por la crítica de todo el mundo y a mí me apetecía mucho verla. ‘Still Walking’ es uno de esos films que retratan, a partir de un pequeño fragmento de su sociedad, de un acontecimiento mínimo, la hipocresía y el afán por guardar las apariencias de la sociedad japonesa actual, y que es extensible también a todas las demás sociedades del mundo industrializado. Una obra que exterioriza lo íntimo, lo expone sin tapujos, y que juega con los pequeños (o grandes) secretos desvelados de la infancia.

Los dos hijos de un matrimonio de ancianos acuden a su casa con sus respectivas familias para conmemorar la muerte de uno de sus hermanos, fallecido en trágicas circunstancias muchos años atrás. La reunión se convertirá en un soterrado, pero no por ello menos terrible, juego de reproches, de palabras no dichas y de nietos y abuelos que no se entienden. El patriarca de la familia se siente incómodo al recordar la muerte del que fuera su hijo predilecto y posible heredero de sus pasos. Tal vez por eso se mostrará distante durante la reunión… Pero también está la añoranza, la nostalgia de volver a la casa donde crecieron, y en la que ya nada será lo que fue.

A nivel formal y estético, ‘Still Walking’ no llama la atención especialmente. Su humilde puesta en escena corre paralela a la profundidad de su mensaje y nos remite a los clásicos temas del cine japonés como son la vejez, la muerte o la aceptación familiar. La gastronomía juega también un papel importante a lo largo de todo el metraje y sirve de aderezo y tema de conversación durante la celebración de la familia. Una película que recomiendo ver si os gusta el cine japonés menos comercial.

11 de julio de 2009

Los Elegantes

La historia del pop-rock es casi siempre injusta y olvidadiza. Muchos de los grandes grupos que la forman han pasado sin pena ni gloria por la prensa musical y por nuestras cadenas de alta fidelidad. Sin saber exactamente por qué me he acordado de Los Elegantes, la banda madrileña de pop-rock, soul y r’n’b que desarrolló la mayor parte de su carrera en los ochenta. Eclipsados por otros grupos de mayor entidad y más promocionados por sus discográficas, Los Elegantes nunca cosecharon gran éxito comercial, pero nos dejaron un buen puñado de buenos temas que nunca es tarde para recuperar. Muchos los conocerán por ‘La calle del ritmo’, su gran hit y uno de los himnos segundones de la Movida, pero está claro que detrás de este tema hay muchos otros. He intentado conseguir toda la discografía, pero me ha sido imposible. Aún me faltan un par de ellos… Pero vamos con ello.

Los Elegantes nacieron en 1980 como una banda de inspiración sixtie y mod. De hecho fue uno de los principales representantes del movimiento junto con otras viejas glorias como Brighton 64, aunque siempre fueron mucho más permeables a otros estilos. Su primer trabajo en LP fue ‘Ponte Ya a Bailar’ (1984), un compendio de canciones pop (a veces power-pop), toques «rockistas» y algo de soul. Aparte de la ya mencionada ‘La calle del ritmo’, el disco tiene otros temas memorables como ‘Lo intento’ o ‘No importa dónde’. En 1985 lanzan su segundo trabajo, ‘Paso a Paso’, donde siguen la estela de su debut e incluyen un par de versiones. Mi favorita es ‘Soy tremendo’, versión del éxito de 1968 de Rocky Roberts ‘Sono tremendo’ y que desde años llevo en mi iPod. La otra versión es ‘Luisa se va’, reinterpretación del tema de los cincuenta de Richard Berry ‘Louie Louie’. ‘Los Gatos de mi Barrio’ (1987) y ‘Perder o Ganar’ (1989) serían sus siguientes trabajos, dos discos que no he podido conseguir… Saltando a 1990 y coincidiendo con su décimo aniversario, la banda publica un doble disco en directo llamado ‘En el Corazón de la Resaca’, donde sorprende escuchar a Julio Ruiz de ‘Disco Grande’ haciendo de maestro de ceremonias. Y así llegamos a lo que, hoy por hoy, es su último álbum de estudio con material original. Se trata de ‘A Fuego Lento’ (1991), un disco del que tengo algunos recuerdos de la época. Me acuerdo de haber escuchado en los Cuarenta Principales ‘Adiós al verano’ o ‘No soy tan duro’ (el mejor tema del disco para mí) y que sería su último sencillo.

Veintinueve años después de su formación, la influyencia de Los Elegantes quizás no sea evidente en los grupos pop de hoy día, pero no cabe duda de que formaciones de finales de los ochenta como Los Flechazos, recibieron (y posteriormente dulcificaron) buena parte de su herencia melódica como correligionarios del movimiento mod. La verdad es que la producción de sus discos, vista a día de hoy, nos parece bastante vieja por haber estado sometida a los vaivenes de las modas de cada época. Aún así siguen teniendo un buen puñado de canciones muy interesantes que nunca está de más rescatar.

10 de julio de 2009

Barbara Steele, una belleza «horrorosa»

El submundo del cine fantástico y de terror tiene sus propios mitos, como todos los submundos. Si hablamos de cine de serie B mucho más. A lo largo de los últimos días he visto algunas películas de este género que tienen un sólo denominador común: Barbara Steele. Esta actriz británica nacida en 1938 fue la «horripilante» musa de muchos directores que trabajaban el género del «fanta-terror». Tuve conocimiento de su existencia por primera vez al ver ‘Un Ángel para Satán’ (1966), una produccion italiana de ambientación gótica y romántica dirigida por Camillo Mastrocinque. Sus peculiares rasgos físicos, a medio camino entre chica inocente, enferma mental, muerta viviente y vampiresa y su cuerpo curvilíneo la convirtieron a lo largo de más de una década en una de las actrices imprescindibles del terror europeo de bajo presupuesto. Podríamos compararla (aunque claro, las comparaciones siempre son odiosas) con otras musas como la propia Vampira, lanzada a la fama por Ed Wood.

Comenzó su carrera en 1960 interpretando el papel protagonista en la película de Mario Bava ‘La Máscara del Demonio’. Pero fue al año siguiente cuando, de la mano de Roger Corman, coprotagonizó ‘El Pozo y el Péndulo’, una película basada en el célebre relato de Edgar Allan Poe. En un intento de no quedar encasillada en este tipo de personajes, Barbara Steele consiguió un pequeño papel en la obra ‘8 1/2’ (1963) de Fellini, aunque finalmente volvió al cine fantástico con cintas como ‘El Espectro’ (1964), ‘Voces Blancas’ (1964), ‘El Castillo Sangriento’ (1964), ‘El Largo Cabello de la Muerte’ (1965) o ‘La Maldición del Altar Rojo’ (1968) («terror-yeyé» en estado puro, una película no muy buena pero recomendable). Después de los años sesenta, Steele fue espaciando sus trabajos, seguramente por la falta de oferta. Los locos años de la década prodigiosa habían terminado y ese tipo de cine también. Sólo participó en películas menores alejadas del terror gótico que la hizo popular, incluyendo un pequeño papel en ‘Piraña’ (1978).

A día de hoy, Barbara Steele tiene un montón de seguidores a través de internet que comentan sus películas y analizan sus personajes. Lo cierto es que con ella comenzó esa mezcla, tan manida y tan mal copiada después, de terror y erotismo y que nadie ha podido igualar nunca. Por cierto, sus seguidores y admiradores no se circunscriben sólo al mundo del internet. Ya en los años sesenta, el poeta y crítico R. H. W. Dillard dedicó en 1966 su primer libro de poemas a la actriz. La obra en cuestión se titulaba ‘The Day I Stopped Dreaming About Barbara Steele’ (‘El Día en que Dejé de Soñar con Barbara Steele‘). En 1982 la banda alemana Boom Boom Chuck & the Psychedelic Berrys cantaba a sus ojos en ‘The Eyes of Barbara Steele’. He aquí el vídeo:

Y para terminar, un pequeño reportaje sobre la actriz:

9 de julio de 2009

¿Será Chrome OS el primer gran fracaso de Google?

Hace dos días se anunció en el blog oficial de Google que estaban trabajando en un nuevo sistema operativo al que han llamado Chrome OS. La noticia no por esperada ha sido menos soprendente. La repercusión que ha tenido en los medios no tiene precedentes. En estos momentos en las noticias de Google había referenciados más de quinientos artículos en la prensa digital con las palabras «Chrome OS». Incluso la prensa tradicional lo ha recibido con un eco desproporcionado. Sin ir más lejos, en la edición de papel de El País venía como la noticia más importante de hoy con el titular «Google asalta el imperio Microsoft con su propio sistema operativo».

Chrome OS estará basado en un núcleo linux, lo que nos asegura dos cosas: estará libre de virus (al menos por el momento) y será gratuito. También se ha anunciado que su interfaz será muy elemental y que estará orientado principalmente para trabajar sobre la web, supongo que sin llegar al extremo de EyeOS (¿Tendrán algún acuerdo?). Al igual que éste, las aplicaciones de usuario no estarán instaladas en el sistema operativo, sino que serán aplicaciones web alojadas en los servidores de Google. Es decir, la compañía tendrá control total sobre los programas que se ejecutarán y los que no y, por lo tanto, dependeremos totalmente del ancho de banda de la red y de los sistemas de la omnipresente empresa del logo colorido.

Ya se han alzado las primeras voces críticas. Google va camino de convertirse en la nueva Microsoft, el nuevo monopolio de los sistemas de la información. Su imagen de empresa «enrrollada», juvenil, desenfadada y moderna no hace más que aumentar la inquietud. Google quiere ser nuestro amigo… y lo cierto es que seguramente pasemos con él mucho más tiempo que con nuestros allegados y puede que hasta nos conozcan mejor. Controla más de tres cuartas partes de todas nuestras búsquedas a través de su motor (el comienzo del imperio), unas búsquedas que quedan registradas bajo nuestra cuenta personal, almacena nuestros correos electrónicos en Gmail y ha fotografiado buena parte de las calles de nuestras ciudades (algo que me encanta como ya he dicho aquí muchas veces). No sé si exageradamente (porque la expresión se usa demasiado), Google se considera ya como el nuevo «Gran Hermano» de nuestros tiempos, sustituyendo a la compañía de Bill Gates.

Pero no adelantemos acontecimientos. Chrome OS no podrá verse por lo menos hasta la segunda mitad de 2010 e irá inicialmente destinado a los netbooks, los ultraportátiles destinados a trabajar bajo internet. La compañía tiene previsto extender el sistema al resto de equipos más adelante. No hace falta decir que el objetivo de Google es quitarle usuarios a Windows, un sistema operativo que atraviesa horas bajas tras sus últimos fracasos. En mi opinión, en el mejor de los casos, Chrome OS arrebará un pedazo de la tarta, aunque quizás no demasiado grande. Sólo aquellos usuarios poco exigentes con su equipo, no profesionales, que usen sobre todo la red para comunicarse caerán en sus garras, pero todos aquellos que utilizan aplicaciones de edición fotográfica, de vídeo, CAD y otros similares o bien los jugones empedernidos, les será muy difícil encontrar en Chrome OS un sistema operativo que cumpla con sus expectativas. Eso, como digo, en el mejor de los casos porque, sinceramente, no termino de ver claro esta nueva aventura en la que se ha embarcado Google y que podría ser su primer gran batacazo.

8 de julio de 2009

‘Último Grito’: vanguardia televisiva en tiempos de Franco

No es la primera vez que reviso venerables programas televisivos de TVE, pero siempre llego a la misma conclusión: hoy serían irrepetibles a pesar de contar con más medios, más conocimientos y más libertad. Esta lamentable conclusión nos lleva a pensar si un medio con tantas posibilidades como es la televisión, no se estará actualmente desaprovechando en favor de formatos más estandarizados y por tanto más conservadores. La televisión pública, teóricamente sin ataduras ni obligaciones económicas, ha de ser la vanguardia audiovisual. Si lo fue durante el final del franquismo, ¿por qué no lo puede ser ahora?

Todas estas ideas me vienen a la cabeza al revisar toda la información que he ido recopilando para escribir esta entrada sobre el espacio músico-experimental de Televisión Española ‘Último Grito’. Este programa fue emitido por el segundo canal (el llamado UHF) de la cadena pública entre mayo de 1968 y enero de 1970. Su director era un joven donostiarra de 24 años llamado Iván Zulueta, que vendría a poner patas arriba la todavía pacata televisión del régimen. Su presentador era José María Íñigo, que a partir de entonces sería una referencia indiscutible en la televisión juvenil primero y generalista después. En las formas, ‘Último Grito’ ya era rompedor: se trataba de programas filmados en blanco y negro y 16 mm con una duración de 20 minutos. La estructura de la emisión estaba dividida en cuatro secciones con entrevistas a músicos y bandas de la época, reportajes sobre cultura pop, un apartado dedicado al cine, bien a comentar películas o bien a emitir cortos a menudo paródicos. En la última sección el equipo del programa comentaba las novedades discográficas y emitía videoclips de producción propia que son realmente las joyas del programa.

Gracias a internet, he podido exhumar algunos de estos fragmentos del programa, los más legendarios. En YouTube pueden encontrarse algunos, aunque mucho menos de lo que me gustaría. No sería mala idea que TVE lanzara en DVD todos los programas, o si no se conservan todos en su archivo, al menos todo el material salvable. Seguro que sería una buena fuente de inspiración para las nuevas generaciones de realizadores televisivos. Y ahora, algunos de estos vídeos con los que me he topado:

Fragmento de ‘La Imagen de tu Vida’ con algunas secuencias del programa:

Videoclip, con presentación de Íñigo incluida, del clásico de Zager and Evans ‘In the year 2525’:

Y para terminar, la interpretación audiovisual del ‘Get back’ de los Beatles que hizo Zulueta:



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