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La bitácora personal de Ricardo Martín
Comentando cosas desde 2004
21 de junio de 2009

‘Cerezos en Flor’

La fascinación por el lejano oriente en Europa es algo que viene de lejos. El cine ha sido reflejo durante décadas de este interés en múltiples películas. Todos nos acordamos del clásico ‘Hiroshima, Mon Amour’ (1959) de Alain Resnais. Japón, y el cine japonés es, en definitiva, una inspiración constante en los realizadores occidentales. Lamentablemente, a menudo ha sido sólo un bonito y exótico escenario donde desarrollar una historia y muy pocas veces un europeo es capaz de imbuirse en cuerpo y alma en la idiosincrasia del país del sol naciente. Una de esas honrosas excepciones es ‘Cerezos en Flor’ (‘Kirschblüten/Hanami’), un film alemán producido en 2008 y dirigido con extraordinaria sensibilidad por la realizadora Doris Dörrie. Dörrie es con toda seguridad la directora de cine más exitosa del país germano, reconocida por crítica y público no sólo por su obra fílmica, sino también por su trabajo como escritora.

‘Cerezos en Flor’ cuenta la historia de un matrimonio de sexagenarios bávaros, Rudi y Trudi. Cierto día el médico confirma a Trudi la enfermedad en fase terminal que padece su marido. Sin decirle nada deciden hacer todo aquello que antes no hicieron. Visitan a sus hijos que viven en Berlín, pero pronto se dan cuenta de que se sienten como extraños y que no reciben de ellos más que reproches y excusas. Durante una excursión a una playa del Báltico, Trudi fallece repentinamente. Rudi se siente ahora descolocado, desnudo, y su caracter antes autoritario y gruñón se vuelve vulnerable. Viajará solo hasta Tokio para encontrarse con uno de sus hijos. Su actitud es similar a la de sus hermanos, así que decide explorar la megalópolis por su cuenta. Descubrirá una ciudad insólita y chocante que cambiará su vida.

La película utiliza un lenguaje visual repleto de simbolismos y recursos, conciso y austero, que se recrea lo justo en el paisaje (cuando lo hace es con una clara intencionalidad, como las secuencias del monte Fuji) y donde el encuadre de los planos y la fotografía no es lo más importante. Todo el metraje está impregnado de esa belleza sobria (que a veces puede parecer fría), donde no sobra ni falta nada, pero que es capaz de conmover como pocos (esa perturbadora escena final del funeral). Este resultado no podría haberse conseguido sin el sobresaliente trabajo de los actores, especialmente de la pareja protagonista, Elmar Wepper (Rudi) y Hannelore Elsner (Trudi), que aportan la dosis justa de dramatismo. Al final, la película me ha parecido un maravilloso híbrido entre la poesía del cine coreano de Kim Ki-Duk y la prosa casi documental del cine alemán y nórdico. Una obra imprescindible.

20 de junio de 2009

1983: El año cero de los videojuegos en España

He escrito ya unos cuantos artículos sobre videojuegos antiguos, sobre mis experiencias y mis recuerdos, pero nunca sobre cuál y cuándo comenzó todo en España, el «año cero» del mundo del videojuego español. Todos los estudiosos del tema sitúan esa fecha en 1983. Ese año confluyeron dos hechos destacables: por un lado se publicó el primer videojuego comercial realizado en España, llamado ‘La Pulga’, y por otro el lanzamiento de la primera revista «moderna» sobre ordenadores y videojuegos, la legendaria ZX. Fue el principio de una fiebre por los 8 bits que duró casi una década.

Indescomp fue fundada como una empresa de importación de hardware para ordenadores personales, pero pronto algunos de sus miembros comenzaron a dar rienda suelta a su pasión por los videojuegos y la programación. ‘La Pulga’ fue el primer producto de esa afición. Y arrasó. Tanto como que fue distribuido en el Reino Unido con igual éxito. Nuestros compatriotas programadores se incorporaron tarde a la industria del videojuego, pero cuando lo hicieron se convirtieron en unos pocos años en líderes europeos, sólo por detrás de las islas británicas. Algunos de los componentes de Indescomp pasaría después a formar compañías ya míticas como Opera Soft (de la que ya he hablado aquí).

En el plano editorial, ZX fue la pionera del mundillo. Es cierto que ya existían publicaciones como Ordenador Popular, que llevaba un año en el mercado, pero ZX se convirtió en la primera revista que tomaba la informática como una nueva «cultura», una nueva forma de ver la vida, y que fue la precursora de otras que vendrían después como Microhobby (1984) y Micromanía (1985). Como indica su nombre, estaba dedicada íntegramente a los ordenadores Sinclair ZX Spectrum, unas máquinas que en aquellos tiempos primigenios eran los reyes con sus 16 Kb de memoria RAM. Me he bajado su primer número de esta web (estupendo trabajo) y le he echado un vistazo con mucha atención. No hay duda de que ZX abrió la senda que luego otros seguirían: artículos técnicos, listados (muchos) de programas en BASIC, noticias sobre novedades para el Spectrum y concursos.

Buscando buscando, me encuentro con este documental que en 1999 emitió el añorado canal C: titulado ‘La Edad de Oro del Soft Español’, que sirve como perfecta ilustración a esta entrada:

19 de junio de 2009

El caso de Osel o la libertad de elección

El lama budista más joven del mundo, Osel Hita Torres, un niño español de dos años, fue entronizado y venerado ayer como la reencarnación de un lama tibetano ya fallecido, mientras lloraba y chupaba un caramelo. Osel, natural de Bubión, un pueblo alpujarreño de la provincia de Granada, vestía la típica túnica de color naranja, así como el puntiagudo sombrero amarillo -conocido como sombrero de la sabiduría- que usan todos los lamas tibetanos, mientras era llevado a su trono mordisqueando un juguete de plástico.

Así comenzaba el artículo que el diario El País publicaba el ya lejano 18 de marzo de 1987 bajo el título de «Un niño español de dos años fue entronizado lama budista ayer en la India». La historia de Osel, el «niño lama» español, ocupó muchas páginas en la prensa (en la foto un recorte de La Vanguardia del 29 de enero de 1987), la radio y la televisión de la época. A mí, desde siempre, fue una historia que me interesó por lo inusual. Eso de que un niño de menos de dos años sea proclamado como la reencarnación de un lama (en este caso del lama Yeshe, fallecido en Los Ángeles en 1984) es como para prestarle, por lo menos, un poco de atención. No menos curioso y revelador es el dato de que los padres del, por entonces, pequeño Osel, vivían en una comunidad de orientación budista en La Alpujarra granadina. O sea que no eran precisamente ajenos a la religión asiática. Incluso la madre de Osel conoció al lama Yeshe en Ibiza años antes de su muerte.

Con todos estos antecedentes, resulta lógico que quisieran que uno de sus seis hijos estuviera destinado a cumplir sus deseos (y caprichos, por qué no decirlo). Dicho y hecho. El lama Zopa, discípulo del lama Yeshe, tuvo la visión en sueños de quién era la reencarnación de su maestro, aunque por entonces Osel aún no había nacido. A partir de aquí todos conocemos la historia: el «niño lama» es recluido en un remoto lamasterio de La India para recibir su formación bajo una disciplina férrea que incluía castigos físicos y una vida repleta de privaciones. Volvimos a tener noticias de Osel muchos años después, en 2002, en un reportaje de El País Semanal publicado el 30 de junio de ese año. Las evidencias que el Himalaya no era su sitio quedaban bien patentes. Por entonces tenía 17 años. Al año siguiente lo abandonó todo para volver a España y comenzar estudios de cinematografía.

Y llegamos al día de hoy. Todo este rollo que os he contado viene a cuento porque hace unas semanas se publicó una entrevista exclusiva del diario El Mundo y la revista ¡Hola! (esperemos que no sea carne de «norias» ni de otras telebasuras), reproducida en parte también por el diario gratuito 20 Minutos, que fue hecha en Madrid y donde confiesa su desorientación ante el mundo, ante la vida, y donde se queja amargamente de no haber tenido infancia ni adolescencia. En este punto llego a la reflexión a la que os quiero llevar: ¿Qué derecho tienen los padres a decidir el destino de su hijo, aunque piensen que es lo mejor para él? El caso de Osel, desde mi punto de vista, es uno de tantos que involucran a padres caprichosos, más pendientes de su propia realización personal que de la de sus vástagos. Y también de cómo el fanatismo religioso, en este caso el budismo (una religión que tradicionalmente ha tenido buena prensa en occidente), destroza vidas por ser una creencia impuesta y no elegida libremente de acuerdo con las inquietudes, reflexiones y vivencias de cada cual, independientemente de lo buena o beneficiosa que sea.

18 de junio de 2009

La Fiesta del Cine

Hasta ahora, casi siempre que se hablaba de la crisis del cine y de la disminución de público en las salas se omitía la razón económica. Para mí la principal razón (por supuesto no la única) de la crisis del cine es el coste de la entrada. La subida indiscriminada del precio del ticket ha llegado a niveles insoportables para el cinéfilo medio, optando muchas veces por sesiones de filmoteca, ciclos especializados o, directamente, quedarse en casa y ver cine en DVD o bajado de internet. Desde hace unos días se promociona en los medios la llamada Fiesta del Cine, una buena idea importada de nuestros vecinos franceses.

El próximo domingo, si acudimos a uno de los cines adheridos a la iniciativa (ojo, no están todos), junto con la entrada se nos ofrecerá un documento, llamado pasaporte, que nos permitirá acudir a ver cualquier película durante el lunes y el martes siguiente al precio de dos euros por entrada y sin ninguna limitación. Como digo me parece una buena idea e incide directamente en el precio de la entrada. Si esto es un éxito (todo hace indicar que será así), los resultados tendrán una doble interpretación. Por un lado que el cine interesa y mucho, probablemente más que nunca, pero por otro que no se acude más por culpa del precio de la entrada.

Esperemos que la Fiesta del Cine siente un precedente y que se innove más en el, hasta ahora, monolítico mundo de los exhibidores cinematográficos. Las propuestas pueden ser casi infinitas: ofrecer promociones varias veces al año, reducción de precio para dos o más entradas, sorteos, suscripciones, abonos anuales y un largo etcétera. Pero por algo se empieza y todo lo que sea beneficiar al consumidor final bienvenido sea.

17 de junio de 2009

La fotografía tilt-shift

Leyendo una entrada del blog de fotografía de Microsiervos descubro una técnica fotográfica que hasta ahora no conocía. Se trata del tilt-shift (literalmente inclinar-desplazar). Su nombre proviene de un tipo especial de lentes, también llamados descentrables o de control de perspectiva (PC o perspective control). Estas lentes tienen la particularidad de poder inclinarse y desplazarse internamente entre sí para alterar la sensación de perspectiva cuando estamos fotografiando por ejemplo, un edificio desde el suelo. Sé que esto puede sonar extraño, y de hecho lo es. Estos objetivos no son muy habituales y, por la complejidad técnica que conlleva, no deben ser nada baratos. Básicamente se utiliza en arquitectura para fotografiar edificios sin la distorsión que añade la perspectiva.

Pero también hay otra utilidad, menos «útil», pero sorprendente, y que a mí es la que más me ha gustado. Los objetivos PC permiten fotografiar un paisaje o un objeto de gran tamaño y crear la ilusión de que estamos viendo la foto de una maqueta tomada con una lente macro. Esto es posible precisamente por la capacidad que tienen de distorsionar la perspectiva, centrando el enfoque en un punto o un área muy concreta que en vez de estar a unos pocos centímetros en realidad se encuentra a cientos de metros.

Por suerte, para los que nos gusta experimentar sin más y sin gastarnos el dineral que cuesta una lente PC, podemos emular por software este efecto. Existen multitud de tutoriales por la red que nos ayudan a conseguirlo de manera fácil. Yo lo he hecho utilizando Adobe Photoshop, aplicando una máscara de desenfoque de lente. El punto de partida ha sido una foto de Cáceres tomada desde La Montaña que hice hace ya tiempo. El resultado, después de un minuto de trabajo, no está nada mal. Quizás elaborándolo un poco más el resultado mejoraría:

Dando otra vuelta de tuerca, esta técnica puede aplicarse también al vídeo. De hecho es en el vídeo donde se obtienen los resultados más espectaculares. Internet está poblado de clips realizados mediante objetivos PC montados sobre cámaras de fotos réflex con capacidad de grabar vídeo como la Canon EOS 5D Mark II. Combinado con otras técnicas como el stop motion o el time-lapse se obtienen resultados increíbles. Aquí os dejo un par de ejemplos impresionantes:


16 de junio de 2009

Oasis y la calle Berwick

A la mayoría de los lectores Berwick Street (la calle Berwick) no les dirá absolutamente nada. A unos pocos conocedores de la ciudad de Londres les sonará e incluso habrán estado en ella y prácticamente nadie sabrá que esa es la calle que Oasis inmortalizó en la portada y contraportada de su disco ‘(What’s the Story) Morning Glory?’. Las fotografías fueron tomadas por Michael Spencer Jones y el diseño de todo el artwork fue cosa de Brian Cannon. Si observamos atentamente la foto de portada veremos a tres personajes. De espaldas en primer plano está el propio Cannon, a punto de cruzarse con Sean Rowley, un conocido locutor musical de la BBC de Londres, algo así como un Jesús Ordovás a la inglesa. Al fondo, en la acera de la izquierda está otro personaje, Owen Morris, el productor del disco, que sostiene en alto lo que se dice que es la cinta abierta con el máster del disco. Una escenografía que representa el trajín que supuso la grabación y posterior postproducción del que fuera el álbum señero de los de Manchester. Para evitar el tráfico, la sesión fotográfica tuvo lugar sobre las cuatro y media de la madrugada.

Anécdotas aparte, la calle Berwick es una de las principales arterias del Soho londinense y está repleta de tiendas de discos, como puede verse si nos damos un paseo con el Street View de Google Maps. Yo lo he hecho, y la zona donde se tomó la fotografía del disco ha cambiado. Las tiendas ya no son las mismas, pero es perfectamente reconocible. Supongo que Oasis quiso hacer, una vez más, un homenaje a los Beatles y crear un lugar de peregrinaje para fans a imagen y semejanza del paso de peatones de la Abbey Road, frente a los estudios de grabación de EMI en Londres. Personalmente, cada vez que veo la foto del ‘(What’s the Story) Morning Glory?’ me viene a la mente la calle San Torcuato de Zamora antes de que la «semipeatonalizaran», vista a la altura del Havana si miramos hacia la plaza de Alemania… Alguna broma hemos hecho con eso… En fin.


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15 de junio de 2009

El High Line neoyorkino y algunas ideas para Zamora

Momentos como los actuales requieren acciones imaginativas y audaces. A nivel urbanístico también. Por eso me ha encantado leer el artículo sobre la inauguración de primer tramo de la reconversión del High Line de Nueva York, una extensa red elevada de vías férreas construida en los años treinta para el transporte de mercancías que recorre parte de la isla de Manhattan. Hacia la década de los ochenta la línea quedó en desuso y comenzó a cubrirse de maleza. En un primer momento se pensó en desmontar toda la plataforma elevada, un enorme «scalextric» de 2,33 kilómetros de longitud, pero los vecinos de la zona del West Side se negaron porque formaba parte ya del paisaje. En 2004 se convocó un concurso de ideas y el ayuntamiento de la ciudad de los rascacielos puso encima de la mesa 50 millones de dólares para el proyecto. Los ganadores fueron los arquitectos y urbanistas Diller Scofidio + Renfro. En 2006 se comenzaron las obras y el pasado 8 de junio por fin se abrió a los peatones el primer tramo.

El proyecto, y aquí está lo importante, preserva la mayoría de los elementos ya existentes, incluyendo parte de las vías y las traviesas del ferrocarril, sobre las que crecen plantas para constituir un peculiar jardín. En algunas zonas, las vías se entrelazan con losas de lo que parece granito para hacerlo transitable por las personas. Todas las estructuras han sido revisadas y algunas reconstruidas.


Al ver las imágenes del nuevo High Line peatonal me ha venido a la mente Zamora y la abandonada vía férrea de la Ruta de la Plata en la zona del puente de hierro. Me pregunto si podría hacerse algo parecido con ese tramo. Estoy hablando lógicamente de algo mucho más humilde y a menor escala. Ya sé que nuestro Ayuntamiento no está para tirar el dinero, pero por imaginar que no quede. El proyecto tendría un concepto clave: la reversibilidad. Nunca se sabe si en el futuro se reabrirá el tren que nos conecte con Salamanca. Por eso una de las premisas básicas es la de no tocar ni desmontar ningún tramo del ferrocarril, sino la de superponer un pavimento que bien podrían ser losetas de granito u otro material fijado a las traviesas o a otro elemento estructural. Sería necesario también la construcción de una valla de seguridad a lo largo del recorrido, especialmente en las partes más elevadas (el puente de hierro). Según los cálculos que he hecho serían unos 700 metros desde el túnel de Candelaria Ruiz del Árbol hasta la calle de Villaralbo, justo al otro lado del río. En un proyecto más ambicioso podríamos llevar esa distancia hasta los 2.300 metros y llegar hasta el cementerio de San Atilano, una zona en plena expansión urbana.

En mi absoluta ignorancia no sé si esto puede llevarse a cabo con un coste razonable, pero es un ejemplo de lo que, tomando ideas ajenas, puede llegar a hacerse sin destruir lo ya existente, algo que por otra parte es muy típico de España.



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