Me parece un error la campaña gubernamental de financiar a los jóvenes las clases para sacar el permiso de conducción. No porque vea mal que por un euro al día se pueda acceder a un servicio que de otra manera quizás mucha gente no pueda, sino porque supone una medida más que facilita el sacarse un permiso que, al igual que el de armas, supone una autorización para manejar máquinas muy poderosas que pueden matar. Además, día a día notamos el aumento del parque automovilístico. Cada vez son necesarias vías de más capacidad, más aparcamientos, más infraestructuras. Y por supuesto cada vez se produce más contaminación.
Vivimos en una cultura heredada de norteamérica en la que las ciudades se extienden kilómetros cuadrados y a veces tenemos que recorrer muchos kilómetros para llegar a nuestro lugar de trabajo. Esta dependencia es cada vez mayor. Los transportes colectivos se están quedando apartados, por mucho que se intenten fomentar.
Una posible solución a este y a otros problemas es el endurecimiento del examen para obtener el permiso de conducción. No es un invento mío, sino que la OCDE y las asociaciones de automovilistas ya lo llevan pidiendo desde hace tiempo. Quizás varios exámenes teóricos y sobre todo prácticos. O bien un periodo de prueba de unos meses tras los cuales pueda evaluarse el comportamiento del conductor y retirarle o concederle definitivamente el permiso. Cada persona es un mundo y es posible que no todos tengamos las capacidades suficientes para manejar un automóvil como se debiera. Es así. Hoy día, los exámenes del carnet de conducir son un coladero, un negocio para las autoescuelas y, por supuesto, para la poderosísima industria de la automoción y de los carburantes, que son quienes ejercen la auténtica presión para que no se lleve a cabo una reforma profunda.
Hace algo más de un año comentaba en una entrada mis experiencias en el mundo virtual ‘Second Life’. No era la primera vez que entraba en uno de estos «universos paralelos». Reconozco que me atrapó al principio. Era un mundo inmenso con muchas cosas por explorar y descubrir, pero como ya conté, hacía falta dinero real para poder ser alguien. ‘Second Life’ se convirtió pronto en un monstruo hueco, en una moda, en un lugar donde «había que estar». Empresas multinacionales de renombre abrieron sucursales simplemente por decir que estaban en ‘Second Life’. Prácticamente no se podía interactuar con ellas si no era pagando.
Y sólo pagando dinero real se podía tener una casa, ropa, cosas para comerciar. En definitiva, ‘Second Life’ terminó siendo un mundo más aburrido incluso que el auténtico. Tras varias excursiones decidí abandonar. Hace ya unos meses que no he vuelto a entrar, ni creo que lo haga a menos que tenga un buen motivo para ello.
Mientras tanto, su autor ya está embarcado en nuevos proyectos de mundos virtuales. Posiblemente, ‘Second Life’ no sea más que un ensayo más, un nuevo paso hacia un universo paralelo que será efectivo en unos años, con mayor capacidad de interacción, más sencillo de usar y espero que gratuito. Recomiendo leer el artículo que David de Ugarte dedica en su blog sobre el tema.
El otro día echando un vistazo en un foro de coches encontré un hilo sobre uno de los vehículos españoles «de culto» de los años ochenta. Recibió varios nombres: Seat Ibiza Raider, Seat Ibiza Podadera, Podadera Aníbal F100… Se trataba de un cupé basado en un Seat Ibiza 1.5 de 1986 con múltiples modificaciones en la carrocería. Su artífice era Francisco Podadera, diseñador profesional. Con ayuda de la empresa turolense Carrocerías Barber e Hijos consiguió hacer realidad el proyecto. Yo conocía este asunto a través de una revista de coches, Motor 16, que contaba la noticia en un número de 1986 que leí de pequeño.
Entre sus principales características contaba con un acabado más deportivo que incluía faros delanteros escamoteables, una zaga diferente y múltiples modificaciones en un motor SXI hasta conseguir 105 caballos de potencia. También se pensó en una versión cabrio, aunque no sé si finalmente se llevó a cabo. Visto hoy, el resultado para mi gusto es horrible, aunque en su día no desentonaba demasiado con otros utilitarios deportivos.
Lo que desconocía es que el prototipo llegó a comercializarse, aunque se fabricaron muy pocas unidades, siempre en colores negro, rojo, amarillo o blanco. Hoy se ha convertido en una curiosidad más y quizás en un objeto de coleccionismo difícil de conseguir.
Ayer, haciendo zapping por diferentes canales descubrí ‘Página 2’. No sabía nada sobre este programa de La 2 de Televisión Española dedicado a divulgar los libros y la lectura a todos los públicos. La verdad es que me gustó mucho la idea y la forma de desarrollarla. Buscando información me doy cuenta de que precisamente ayer tuvo lugar la primera emisión.
Uno de los aspectos más interesantes de ‘Página 2’ es su prolongación hacia la red, ya que cuenta con un sitio web propio bastante completo donde pueden consultarse todas las referencias comentadas en el programa, ver el vídeo completo de cada emisión, participar en concursos literarios, opinar en el foro o tomar parte en la iniciativa de bookcrossing que se organiza.
Detrás de esta idea está Óscar López. Una idea que va dirigida sobre todo a quienes no suelen acercarse a los libros más que de forma ocasional. El formato y la puesta en escena es muy dinámico y atrayente, sin caer en la vulgaridad. Lo cierto es que yo, que no soy un gran lector, me quedé viéndolo hasta el final.
Como digo, me parece una excelente idea que ojalá tenga el seguimiento que se merece. Esta misma filosofía puede aplicarse a otros campos de la cultura y del conocimiento como la historia o el arte. Cualquier tema puede resultar interesante si se presenta de la manera adecuada. ‘Página 2’ se emite los domingos a las 20.15 en La 2.
Como he estado por Zamora este puente, al final me he perdido el eFindex 07 que se celebraba en Cáceres del 2 al 4 de noviembre. Hoy pues, era el último día. ¿Y qué es el eFindex? Se trata de unas jornadas de conferencias y actividades orientadas a las nuevas tecnologías y a la sociedad de información y de cómo estas están impactando en la ciudadanía. Los blogs, al ser la principal herramienta participativa de internet, tiene un lugar muy especial dentro de estas jornadas. También lo tienen la Administración y el Gobierno Electrónicos, la alfabetización digital de jóvenes y mayores, el software libre (a la cabeza de Europa aquí en Extremadura con el Linex) o el periodismo ciudadano.
Uno de los fines últimos del eFindex es fomentar la utilización de las nuevas tecnologías en la vida del ciudadano común, y cómo puede expresar sus propias ideas o colaborar en proyectos colectivos a través de internet. Choca ver a los viejetes hablar de blogs, de YouTube o de correo electrónico. Precisamente el eFindex ha creado un canal en YouTube con una decena de vídeos cortos con algunos contenidos sobre el evento.
Los talleres son la forma de participación de los asistentes. Blogs, videoblogs, podcasts y otras hierbas «neotecnológicas» dejaron de ser palabras desconocidas para muchos cacereños y foráneos que se acercaron a las jornadas.
Sinceramente, me produce una envidia tremenda este tipo de actividades, y sobre todo que se organicen en una tierra tan atrasada en temas tecnológicos (y no tecnológicos). Han demostrado que que existe iniciativa y voluntad y se sabe cómo atraer al aficionado, al curioso, al que quiere aprender. Cáceres, una ciudad pequeña, casi olvidada, como Zamora, pero con ganas e ideas de salir adelante y empleando su tiempo en programar actividades interesantes en vez de quejarse y pedir que los saquen del agujero. Pero me temo que en Zamora primero tendrán que cambiar las mentalidades. ¡Y eso sí que es difícil…!
‘Los Climas’ es una producción turca realizada en 2006 y dirigida por Nuri Bilge Ceylan. En mi opinión, la película enlaza definitivamente el cine turco con el europeo, tanto en forma como en fondo, con una clara vocación occidental. La utilización de los paisajes y los climas radicalmente opuestos de esa extensa nación lo es también de sus personajes, de sus emociones y relaciones.
‘Los Climas’ es una película que tras una sencillez aparente es capaz de contar con formas casi telegráficas la complejidad de los sentimientos humanos. Las gélidas montañas nevadas, el cálido sur, las ruinas de civilizaciones pasadas o las tormentas son también estados anímicos, pensamientos, recuerdos, escenas que vuelven del pasado al presente o que quizás nunca se fueron.
Uno de los mejores aspectos de ‘Los Climas’ son sus actores. El propio Bilge Ceylan, su mujer y otros familiares y personas allegadas forman parte del reparto, al igual que en sus obras anteriores. También cabe destacar la fotografía de los impresionantes paisajes turcos y un sonido ambiente que crea atmósferas desarraigadas e inquietantes. La película recibió el premio de la FIPRESCI en el festival de Cannes de 2006.
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