rmbit - La bitácora personal de Ricardo Martín
La bitácora personal de Ricardo Martín
Comentando cosas desde 2004
12 de octubre de 2006

La Diputación de Zamora y sus carreteras

Una de las fotos de carreteras de la web

‘Las Carreteras de Zamora’ es un blog creado con la encomiable misión de denunciar, con imágenes incluidas, el lamentable estado de las vías cuyo mantenimiento corresponde a la Diputación de Zamora. Socavones, falta de arcenes, curvas no señalizadas, calzadas estrechas, quitamiedos deteriorados o puentes agrietados.

La abundancia de fotos es una de las bazas de esta web. Son las pruebas irrefutables de que algo va mal en las carreteras de la provincia.

12 de octubre de 2006

La ruptura de Yugoslavia a través de los billetes (III): Eslovenia

Eslovenia es, con toda seguridad, el país de la ex-Yugoslavia con más éxito, tanto económico como social. En su territorio apenas se sufrieron los efectos de la guerra (sólo hubo 12 días de hostilidades). Este pequeño país alpino fue el primero en estrenar moneda propia cuando aún no era independiente y desde 2004 es miembro de la Unión Europea.

En 1990, un año antes de conseguir la independencia, Eslovenia emite su primer papel moneda, de apariencia un tanto provisional. El idioma esloveno aparece solo por primera vez en un billete.

1 tolar de 1990:

1 tolar de 1990

En 1991 se constituyó oficialmente el Banco Nacional de Eslovenia.

La primera serie de billetes se prolongó hasta 1992, cuando las aguas volvieron a su cauce y la república eslovena se consolida internacionalmente. Una nueva serie más elaborada vino a sustituir a aquella.

1.000 tolarjev de 1992:

1.000 tolarjev de 1992

En 2001 se lanzó una serie conmemorativa de los diez años del banco esloveno. Estéticamente apenas hay cambios.

1.000 tolarjev de 2001:

1.000 tolarjev de 2001

En 2004 se conmemoró la entrada del país en la Unión Europea con una nueva serie que supone mínimas variaciones sobre la anterior.

1.000 tolarjev de 2004:

1.000 tolarjev de 2004

Dentro de no mucho tiempo, Eslovenia adoptará el euro como moneda nacional, incorporándose así al eurosistema.

Nota: Las imágenes de los billetes han sido extraidas de ‘Ron Wise’s Geographical Directory Of World Paper Money’.

11 de octubre de 2006

Paseo en moto por Chernobyl

Foto de la central nuclear de Chernobyl

Una chica ucraniana (Elena), su moto Kawasaki Ninja, una cámara de fotos, un contador geiger y una carretera fantasma sin policías, coches, personas. Un mundo detenido el 26 de abril de 1986. Un amplio perímetro en torno a la central nuclear de Chernobyl se ha convertido en una de las zonas abandonas más grandes del mundo. Ciudades que antes tenían varios miles de habitantes ahora se muestran desiertas.

Básicamente, estos son los ingredientes de una impresionante web (por las fotos) llamada ‘Kidd Of Speed’ y subtitulada ‘my rides through chernobyl area’ (‘Mis viajes a través del área de Chernobyl‘). Entre abundantes descripciones, fotografías y referencias a la historia de la tragedia se describe un paisaje fantasmal y contaminado por la radiación nuclear.

Un sitio que nos hace reflexionar sobre lo que allí ocurrió hace ahora veinte años.

11 de octubre de 2006

La ruptura de Yugoslavia a través de los billetes (II): Serbia y Montenegro

La historia de Serbia y Montenegro es la historia del núcleo central de la Yugoslavia de Tito. Su capital, Belgrado, es también la capital de Serbia. En el primer capítulo vimos como las repúblicas que componían el país balcánico iban segregándose, hasta quedar reducida a Serbia y a su satélite Montenegro.

El 4 de febrero de 2003 supuso el fin de la Federación Yugoslava. A partir de entonces la denominación sería la de Serbia y Montenegro. Ambas repúblicas contaban con una notable autonomía. En cuanto a la moneda, esta autonomía fue mucho más llamativa. Mientras Serbia lanzó nuevo papel moneda en dinares bajo la denominación de República de Serbia, Montenegro adoptó como moneda el euro.

En mayo de 2006, Montenegro consiguió la independencia total, convirtiéndose en el país más joven del mundo.

100 dinares de 2003:

100 dinares de 2003

1.000 dinares de 2004:

1.000 dinares de 2004

Nota: Las imágenes de los billetes han sido extraidas de ‘Ron Wise’s Geographical Directory Of World Paper Money’.

10 de octubre de 2006

La ruptura de Yugoslavia a través de los billetes (I)

Desde siempre me ha interesado la historia, y especialmente la contemporánea. Y de entre ésta, la guerra de Yugoslavia siempre me atrajo, por estar en Europa, a pocas horas de vuelo de España y ser un país razonablemente moderno. Es la historia de como los odios entre pueblos acumulados durante siglos pueden estallar si se le aplica un detonante adecuado. El mundo de los billetes de banco es reflejo siempre de los cambios políticos y sociales de un país. Y el caso de Yugoslavia es especialmente elocuente.

La historia comienza en 1980. Ese año se produce la muerte de Josip Broz Tito, y con ella, el principio del fin de Yugoslavia. Desde 1955, dos años después de su llegada al poder, los billetes de banco habían sufrido algunos pequeños cambios. Los textos son escritos en los tres idiomas oficiales de Yugoslavia: el serbo-croata (en caracteres cirílicos y latinos), el esloveno (en caracteres latinos) y el macedonio (también en caracteres cirílicos).

100 dinares de 1955:

100 dinares de 1955

100 dinares de 1965:

100 dinares de 1965

A lo largo de los siguientes años las tensiones políticas entre los valedores del régimen de Tito y los nacionalistas centralistas serbios son cada vez más patentes, aunque el papel moneda aún no sea testigo de estas convulsiones. En 1985 se lanza una nueva serie de billetes de banco. El diseño se renueva completamente, signo de los nuevos tiempos. Convivirán durante un tiempo con los antiguos diseños. Siguen figurando los tres idiomas oficiales de Yugoslavia.

5.000 dinares de 1985:

5.000 dinares de 1985

La inflación y el galopante declive económico comienza a ser patente a finales de los años ochenta. Sólo cuatro años después del comienzo de la nueva serie, se lanzan billetes con un valor facial de hasta 2.000.000 de dinares.

1.000.000 dinares de 1989:

1.000.000 dinares de 1989

En 1990 aparece una nueva serie de billetes, con idéntico diseño que la anterior, tras una corrección 10.000=1. El sonido de los primeros tambores de guerra llegan ya desde Eslovenia y Croacia.

100 dinares de 1990:

100 dinares de 1990

En 1991, la situación ya es de guerra abierta, las repúblicas ex-Yugoslavas de Eslovenia, Croacia y Macedonia declaran formalmente su secesión de la federación yugoslava. Sin embargo, en la nueva serie puesta en circulación ese mismo año, no se aprecian síntomas de esos cambios. Siguen apareciendo los tres idiomas oficiales. El gobierno de Belgrado no reconoce a las nuevas repúblicas.

100 dinares de 1991:

100 dinares de 1991

En la serie de 1992 desaparecen definitivamente los idioma macedonio y esloveno del papel moneda yugoslavo (en esloveno y en serbo-croata con caracteres latinos, la inscripción «Banco Nacional de Yugoslavia» tienen idéntica grafía). El escudo de la antigua república socialista de Yugoslavia desaparece. En su lugar aparece el de la nueva Federación Yugoslava.

100 dinares de 1992:

100 dinares de 1992

A lo largo de 1993, la guerra avanza y la escasez de todo se hace patente de nuevo en la inflación, llegando a emitirse sólo durante ese año billetes de 100.000, 500.000, 1.000.000, 5.000.000, 10.000.000, 50.000.000, 100.000.000, 500.000.000, 1.000.000.000, 10.000.000.000, 50.000.000.000 y 500.000.000.000 dinares. De este último billete hablé ya en uno de mis artículos y simboliza el total descalabro de la economía yugoslava.

500.000.000.000 dinares de 1993:

500.000.000.000 dinares de 1993

En 1994 llega un nuevo reajuste en proporción 1.000.000=1. La guerra se circunscribe a Bosnia-Herzegovina, sobre todo en torno a Sarajevo. A pesar de todo la inflación sigue subiendo y en 1994 se emiten de nuevo billetes con más de seis ceros.

100 dinares de 1994:

100 dinares de 1994

10.000.000 dinares de 1994:

10.000.000 dinares de 1994

La llegada del nuevo dinar en 1994 pone fin a la escalada inflacionista que sufría el país desde hacía dos años. Comienza una etapa de estabilidad coincidiendo casi con el fin de la guerra. Algunos de los billetes de los nuevos dinares eliminan las grafías serbo-croatas en caracteres latinos, propios de croatas y bosnios. Nace la Yugoslavia de Serbia y Montenegro.

5 nuevos dinares de 1994:

5 nuevos dinares de 1994

Olvidada ya la pesadilla de la guerra, en 2000 se publica una nueva serie de billetes, con un diseño más moderno, pero aún con la denominación de Yugoslavia. Serían los últimos.

10 nuevos dinares de 2000:

10 nuevos dinares de 2000

5.000 nuevos dinares de 2002:

5.000 nuevos dinares de 2002

Nota: Las imágenes de los billetes han sido extraidas de ‘Ron Wise’s Geographical Directory Of World Paper Money’.

9 de octubre de 2006

Harald Blåtand

El logo de bluetooth

La tecnología bluetooth está cada día más presente en nuestros aparatos. Teléfonos móviles, ordenadores, reproductores de DVD y otros chismes electrónicos. Este mecanismo de comunicación se están convirtiendo en uno de los más eficaces y rápidos en las distancias cortas. Pero, ¿de dónde viene ese nombre tan curioso («diente azul» en castellano)? ¿De dónde proviene ese extraño símbolo en forma de «B»?

Para hablar del origen del nombre hay que remontarse al siglo X de la historia nórdica. En aquellos tiempos reinaba en Dinamarca un monarca llamado Harald Blåtand (o Harold Bluetooth en su traducción al inglés) que pasó a la historia por ser el unificador de todos los reinos daneses por medio de la diplomacia y la persuasión. El rey demostró que comunicándose todos pueden entenderse sin importar su procedencia o ideas. El sistema bluetooth es precisamente eso, intercomunicación entre dispositivos de muy diferentes características y fabricantes. En cuanto al símbolo, está formado por las runas correspondientes a las letras «H» de Harald y «B» de Blåtand.

El bluetooth fue ideado por la compañía sueca Ericsson a mediados de los años noventa. A principios de esta década, los primeros teléfonos móviles comenzaron a incluir esta característica. Rápidamente, en parte gracias a ser un estándar abierto, se ha extendido a todas las marcas y dispositivos.

8 de octubre de 2006

El discutible retorno de Dover

Portada del último disco de Dover

La banda madrileña Dover tuvo, como casi todos, su minuto de gloria. En su caso, ese minuto se alargó hasta casi un año. Toda una temporada sonando en las radios comerciales, en las alternativas, en los bares de copas, en los antros más heavies. Dover consiguió en aquel año 1997 lo imposible: poner de acuerdo a casi todos. Movió masas como muy pocos han conseguido en tan poco tiempo. Pero como está sobradamente demostrado, también se puede morir de éxito. Quizás esto fue lo que le ocurrió al grupo de las hermanas Llanos.

En mi caso particular, descubrí a Dover en mayo de aquel año 1997, justo cuando se publicó su segundo disco ‘Devil Came to Me’ (Subterfuge Records) y he de reconocer que me gustaron bastante. Pocos meses después, ya en verano, comenzó a sonar en todas partes y la bola de nieve fue creciendo, hasta el punto de que llegaron a estar sobreexpuestos. Repetían una y otra vez ‘Devil Came to Me’ o ‘Serenade’ hasta la naúsea. Hacia septiembre, tenía tal sobredosis de Dover que no volví a escucharlos nunca más… Y hasta hoy.

En 1999 publicaron su siguiente trabajo, ‘Late at Night’ (EMI-Odeón-Chrysalis), con algún tema de cierta pegada como ‘DJ’, pero desde luego no con el éxito del anterior. A este le siguió ‘The Flame’ (Capitol-EMI-Odeón, 2003), también con éxito discreto, que puede deberse más a la intercia que a los méritos del propio disco.

Y llegamos a 2006. Ahora lo que mola no es el rock guitarrero y cafre, sino mezclar las máquinas con la electricidad. Dover ha sufrido una indigestión de Radio 4, Bloc Party, The Radio Dept., Franz Ferdinand, LCD Soundsystem o Delorean. Además, está indigestión les ha provocado alucinaciones. Cristina Llanos ahora parece una mezcla de Karen O y Debbie Harry. Se han convertido en unos advenedizos que se apuntan a las modas sin rubor y sin reparos. Han vislumbrado una luz en el callejón sin salida en el que se había metido después de ‘Devil Came to Me’. Y esa luz era el reflejo de una bola de espejos…

Reconvertir su carrera coherentemente era algo prácticamente imposible. Así que se han sacado de la manga un asunto discotequero del que quizás renegaron en el pasado. Cambio de estética, de música y de todo para apuntarse a la moda ochentera. Y todo esto sin un ápice de vergüenza. Dicen que es como partir de cero. Sí, pero con el mismo nombre, añado yo. Y es que la marca Dover vende por sí misma. Un talismán comercial demasiado valioso como para deshacerse de él.



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