España en Iraq ¿Por qué?
Aprovechando que hoy se cumplen cuatro años de la famosísima y para algunos ya obsoleta foto de las Azores, es buen momento para volver a hacerme la misma pregunta que me hice en su día y a la que no hallé respuestas convincentes. Vale, es verdad que a veces hablar del trío de las Azores y todo eso es algo cansado por tanta repetición, pero no por ello le resta gravedad al asunto. Y sigo preguntándome lo mismo: ¿Por qué España apoyó incluso con la presencia física de su presidente la invasión de Iraq?.
Recuerdo por aquella época que, mientras se tomaba la famosa foto, los inspectores de la ONU pedían más tiempo para seguir en Iraq en busca de indicios sobre las (inexistentes) armas de destrucción masiva de Sadam Hussein. Pero la presión de Bush sobre la ONU era patente. Con el veto de los estadounidenses, cualquier propuesta de las Naciones Unidas contraria a la invasión sería automáticamente deshechada.
Puedo comprender que países depredadores como Estados Unidos o estratégicos como Gran Bretaña intenten reorganizar la geopolítica con un «reequilibrio» de fuerzas en oriente próximo. Incluso comprendería que Francia hubiera intervenido también. Pero lo que mi humilde mente no alcanza a entender es por qué España quiso jugar a estar con los grandes siendo una potencia de tamaño medio. ¿Qué contrapartida había a cambio? ¿Qué hemos ganado realmente (a parte de un atentado gigante) con nuestra participación en la guerra de Iraq? Si alguien lo sabe, por favor que me lo explique.