Adiós a Windows Vista
Ha transcurrido casi un dos meses desde que instalé Windows Vista y desde entonces mi impresión sobre el nuevo sistema operativo de Microsoft no ha variado demasiado. Antes de nada, nadie puede acusarme de ser anti-Microsoft. Considero que Windows XP es el mejor sistema operativo que la compañía de Bill Gates ha lanzado hasta el momento. Es por esto que he decidido dar un paso atrás. En los próximos días desinstalaré Vista. ¿Los motivos?. Entre otros los que siguen:
- Mi equipo se ralentiza. Vista es un gran consumidor de recursos y, como es obvio, no pienso ampliar o cambiar el ordenador por culpa del software.
- He tenido problemas con algunos drivers, entre otros el de mi teléfono móvil Sony Ericsson o el de la tarjeta gráfica ATI Radeon.
- Navegación por archivos lenta y confusa. Cada vez que se añaden nuevos archivos en una carpeta, el sistema se pone a ¿indexarlo? dejando medio colgado el ordenador (¿problema de recursos?). Además no me gusta como están organizadas las unidades. De hecho tengo accesos directos en el escritorio a todas las unidades y a las carpetas que más utilizo para no perder el tiempo entrando en el explorador y buscando el archivo que quiero.
- Problemas con la reproducción del VLC Player. Que mi reproductor multimedia favorito no funcione correctamente es algo que me pone muy nervioso.
- Detalles estéticos. Windows Vista no es demasiado bonito para mi gusto. En un intento de parecerse vagamente al MacOS X se han quedado a medio camino. Le sobran adornos y animaciones que no conducen a ninguna parte. Las combinaciones de colores son bastante feas.
- No aporta nada nuevo ni pueden realizarse tareas que no puedan desempeñarse con Windows XP.
Así que por todo esto y por otras cosas que no recuerdo: ¡adiós a Windows Vista!