rmbit - La bitácora personal de Ricardo Martín
La bitácora personal de Ricardo Martín
Comentando cosas desde 2004
31 de julio de 2007

Recordando a Bergman y a Antonioni

Antonioni y Bergman

El 30 de julio ha sido un día en el que dos etapas se cierran. Han desaparecido dos grandes figuras que cambiaron el cine y por extensión el arte del siglo XX. Ingmar Bergman (Uppsala, 1918) y Michelangelo Antonioni (Ferrara, 1912) son dos realizadores de una calidad indiscutible, aunque de trayectoria muy diferente.

Una de las primeras entradas de rmbit era una reseña breve sobre mi descubrimiento de Bergman. Fue en 2004 y la película era, cómo no, ‘El Séptimo Sello’. De inmediato conecté con su propuesta, tanto en forma como en fondo. Bien es cierto que años antes ya había visto Fanny y Alexander (1982) y ‘Persona’ (1966), pero ver el ‘Séptimo Sello’ (1956) fue ver su permanente obsesión por los temas elementales del ser humano. La muerte, la culpa, el pecado, el sexo, el paso del tiempo. Poco a poco fui accediendo al resto de su obra. Pasaron por mis manos ‘Fresas Salvajes’ (1957), ‘Sonrisas de una Noche de Verano’ (1955), ‘El Manantial de la Doncella’ (1959), ‘Como en un Espejo’ (1961), ‘Los Comulgantes’ (1962), ‘El Silencio’ (1963), ‘La Hora del Lobo’ (1968), ‘Gritos y Susurros’ (1972), ‘Secretos de un Matrimonio’ (1974) y sobre todo ‘El Rostro’ (1958), mi película favorita de Bergman. Su filmografía es bastante extensa y aún me quedan muchas películas por ver.

El caso de Antonioni es algo diferente. Hasta hace muy poco era un completo desconocido para mí. Y aún lo es en cierto modo. Sus películas ‘Las Amigas’ (1955), la excelente ‘El Eclipse’ (1962) y ‘Blow Up’ (1966) son las únicas tres obras que he visto hasta la fecha. La carrera de Antonioni, igual que las de otros colegas suyos de la Nouvelle Vague, es bastante irregular. Su primera etapa quizás sea la mejor. A partir de la segunda mitad de los años sesenta su cine se vuelve más experimental y menos inspirado para mi gusto. El ejemplo es la antes mencionada ‘Blow Up’, que a mí personalmente no me acaba de convencer.

Bergman y Antonioni, dos referentes para la intelectualidad de los sesenta y setenta y que han dejado su huella en el complicado arte del cine.

30 de julio de 2007

El caso ‘Planeta Encantado’

Me he enterado de que hace unas semanas, un juez del Juzgado de Primera Instancia nº 5 de Getxo ha considerado culpable a Luis Alfonso Gámez por el delito de injurias y vulneración del honor por unas declaraciones contra el escritor e investigador Juan José Benítez. Luis Alfonso Gámez es un conocido «escéptico» famoso por su bitácora ‘Magonia’ en la que suele atacar con ferocidad y a menudo con descalificaciones personales a quienes suelen escribir o investigar temas del misterio. En su punto de mira habitual están Iker Jiménez, Bruno Cardeñosa, Enrique de Vicente y muchos otros divulgadores muy populares. Curiosamente esta otra parte no suele ser tan beligerante.

Cada uno puede tener las ideas que quiera y no estar de acuerdo con el contrario. Se puede ser escéptico y argumentar sus posturas desde la corrección. Pero el límite se traspasa cuando se entra en el terreno de los insultos y del ataque ad hominem. La enfermiza obsesión de gente como Javier Armentia y otros muchos no tiene límites. En el caso de Gámez desde su tribuna en ‘Magonia’ ha vertido auténticas barbaridades. En concreto, el origen de la denuncia de J.J. Benítez es un artículo publicado el rotativo navarro Diario de Noticias en el que arremetía contra la serie ‘Planeta Encantado’, contra su autor, contra la productora DeAPlaneta y contra TVE.

Quiero decir que ‘Planeta Encantado’ para mi no era más que una serie de entretenimiento a medio camino entre el documental y la ficción y que exponía unos puntos de vista muy personales de Benítez con los que quizás no esté de acuerdo, pero que me parecen dignos y respetables. No por verla nadie se va a convencer de que los moais son el fruto de una civilización extraterrestre ni que existen ruinas alienígenas en la luna.

Para concluir, me parece que el fallo del juez puede sentar ciertas bases que sirvan para parar los pies a esta gente, que a mi juicio cumplen un papel de talibanes e integristas de una ciencia a la que dicen defender. Pero tienen que saber que esos ataques furibundos tienen un límite y ya tenemos bastantes insultadores profesionales en los medios españoles como para que además se les unan algunos teóricos defensores del saber.

29 de julio de 2007

‘La Oscura Era Digital’

Durante decenas de miles de años, la humanidad ha guardado sus documentos mas preciados grabándolos en piedra, escribiéndolos en papiro, en pergamino, en papel, en celuloide y en multitud de formatos fácilmente legibles por nosotros, habitantes del siglo XXI. Pero, ¿y que ocurrirá a partir de ahora?. Hemos sustituido las cámaras fotográficas con negativo por otras digitales que sólo graban ceros y unos en archivos de acuerdo a unas normas y unas leyes que quizás dentro de diez años estén obsoletas. Hemos confiado a la técnica nuestros textos más valiosos guardándolos en archivos de Word en vez de en cuadernos de papel. ¿Quién nos asegura que dentro de un período de tiempo relativamente corto podremos seguir leyéndolos?

Esta reflexión es el inquietante punto de partida del documental de Jorg Daniel Hissen y Peters Moers ‘La Oscura Era Digital’ (2003). Al terminar de verlo no puedo por menos que darles la razón. En los últimos treinta años los formatos de grabación y lectura automatizada de la información han cambiado vertiginosamente. Con la excusa (o la realidad) de prometer grandes mejoras técnicas, unos sistemas sustituyen a otros muchas veces sin solución de continuidad. Esta sucesión de formatos empujados en buena medida por el mercado deja al anterior sin soporte y obliga a renovarse o morir. La información ha de transformar su forma de representación aproximadamente cada diez años y de soporte físico cada cuatro o cinco. Lo estamos viendo ahora. Los nuevos discos Blu Ray y HD DVD terminarán indefectiblemente por arrinconar al DVD y por supuesto al CD-ROM. Nadie garantiza que dentro de unos años podamos encontrar unidades lectoras de discos compactos de datos. ¿La solución es migrar todos esos CDs a los nuevos formatos? Quizás. Pero esa tarea puede ser compleja si tenemos varios cientos o miles de discos que convertir.

Garantizar la lectura de datos almacenados en sistemas obsoletos lleva preocupando a los expertos desde hace ya bastante tiempo. En el documental se cuenta un caso curioso. En la época de la guerra fría, los servicios secretos y la policía política de la RDA almacenaron su información más sensible en unas cintas magnéticas especiales que sólo era posible leerlas con unas unidades llamadas Robotron. El problema no era el hardware, puesto que se aún se conservan varias máquinas, sino el software. Las aplicaciones capaces de interpretar el contenido de las cintas se había perdido y el lenguaje de programación utilizado para desarrollarlas era un secreto de estado, de forma que sólo unos pocos lo conocían. Estos expertos bien habían abandonado el país tras la caída del muro o habían fallecido. La situación es tal que ahora se almacenan las cintas sin saber si algún día podrán ser leídas.

Algo parecido sucede en los Estados Unidos, meca de la informática. Un proyecto dependiente del Ejército se ha propuesto guardar todo tipo de máquinas para impedir que la información guardada en soportes obsoletos deje de ser legible para siempre. Incluso gente de la calle puede acceder al recinto para recuperar sus datos.

Otro de los grandes quebraderos de cabeza es la durabilidad de los soportes. También es uno de los más polémicos. Los científicos y los estudiosos no se ponen de acuerdo sobre cuánto puede llegar a «vivir» un disco compacto o un DVD. Los más optimistas hablan de unos 30 años, mientras que otros aseguran que 15 años ya serían muchos. En cualquier caso un CD no es una piedra grabada. Su fragilidad puede comprometer la información. No sólo las rayaduras, sino una simple exposición al sol puede dar al traste con los datos. La Long Now Foundation tiene un proyecto llamado Rosetta que se creó con el propósito de conservar la información más importante de nuestra era en un formato que perdure a lo largo de los siglos. Para ello han ideado unos «discos» en la que el texto ha sido micrograbado en espiral. Cada uno de estos discos, de tamaño similar a un CD, puede almacenar 30.000 hojas llenas de caracteres. En un futuro remoto tan sólo será necesario un microscopio para poder leerlos. Pero este sistema no sirve para la creciente información multimedia. Vídeos y fotografías son hoy día la base de nuestra cultura. En Alemania se ha desarrollado otro método que los almacena mediante cristales de memoria holográficos. Variando la posición se puede acceder al vídeo. Incluso puede combinarse con un proyector. Este sistema aún está en fase experimental y se calcula que cuando esté desarrollado la información almacenada podría sobrevivir varios miles de años.

Mi experiencia personal

Grabé mi primer archivo informático en 1986 sobre un disco de 5,25 pulgadas. El ordenador era un IBM PC. El documento probablemente era un programa de BASIC. Aunque hoy tuviera una unidad para esos discos, el contenido sería ilegible. Posiblemente podría acceder a la información, pero carecería de sentido a menos que consiguiera un intérprete de GW BASIC. Mucho pero fue un año después, cuando tuve mi primer ordenador MSX. La organización de los archivos en un disco de 3,5 pulgadas de un MSX no tiene nada que ver con la de los PCs, con lo que la incompatibilidad es mucho mayor. Hace un par de años puse en marcha mi «Operación Rescate» particular. Consistía en recuperar mis viejos discos del MSX y convertirlos de forma que pudiera leerlos con un ordenador moderno. Gracias a un emulador y a algunas utilidades pude extraer los datos (que por cierto estaban perfectos después de mucho tiempo de almacenaje en condiciones no muy buenas) y convertirlas a formato de disco virtual MSX para el emulador. Por si acaso hice también una imagen con los archivos tal cual estaban en el viejo disquete de 720 Kb. Debo tener unos siete u ocho discos de esos con información interesante por recuperar. Quizás dentro de unos pocos años, el soporte esté tan deteriorado que no puedan leerse.

Más grave es el asunto de las 36 cintas de Video 8. Unas sesenta horas de vídeo casero entre 1990 y 2003 con un valor incalculable. Hasta hace poco la cámara era la única forma de reproducir las cintas, pero se averió y ya nadie arregla cámaras antiguas, de forma que si no consigo pronto un magnetoscopio para Video 8, se perderán para siempre. Confío en que la información guardada aún esté en buen estado.

28 de julio de 2007

El Príncipe se va de «campamentos»

Un mes antes de la polémica sobre la portada secuestrada de El Jueves, los del programa de TV3 Polònia hicieron esta parodia de la Familia Real que, por otra parte, son personajes habituales de los gags del programa. En esta ocasión ironizan sobre la censura informativa de todo lo que rodea a la familia del Jefe del Estado.

28 de julio de 2007

El origen del castellano

Siempre he tenido curiosidad por conocer el origen de la lengua castellana. Oficialmente este génesis tiene lugar en el siglo X y XI con las Glosas Emilianenses que todos hemos estudiado en el colegio. Pero las glosas son sólo la primera prueba escrita de una lengua que ya no era el latín. Se sabe que desde que la lengua romana llegó a la península existió una versión del idioma que hablaban las clases populares. Esta adaptación espontánea dependía en buena medida de la zona en la que se desarrollaba. Este «latín vulgar» fue el núcleo a partir del cual se gestarían las lenguas romances.

Por supuesto, los idiomas no nacen de un día para otro, sino que son fruto de una continua evolución, de pequeños pasos. Nada sabemos del monje o monjes del monasterio de San Millán de La Cogolla que escribió el primer texto en proto-castellano. Lo que sí parece es que su intención era aclarar los textos latinos más complicados para hacerlos comprensibles. Es curioso que hasta el siglo XX nadie se percatara del valor de estos textos marginales. Fue en 1911 cuando Manuel Gómez Moreno transcribió por primera vez las glosas. A lo largo de todo el siglo numerosos estudiosos se han dedicado a examinarlas. Actualmente el valioso códice se encuentra en la Biblioteca de la Real Academia de la Historia.

¿Y cómo era ese primer idioma castellano? Pues aún muy cercano al latín. A mi, como profano en estos temas, me ha llamado a atención el uso de «ke» en vez de «que», igual que utilizamos ahora en los mensajes SMS.

Cono aiutorio de nuestro dueno dueno Christo, dueno salbatore, qual dueno get ena honore et qual duenno tienet ela mandatione cono patre cono spiritu sancto enos sieculos delo sieculos. Facamus Deus Omnipotes tal serbitio fere ke denante ela sua face gaudioso segamus. Amen.

Con la ayuda de nuestro Señor Don Cristo Don Salvador, Señor que está en el honor y Señor que tiene el mandato con el Padre con el Espíritu Santo en los siglos de los siglos. Háganos Dios omnipotente hacer tal servicio que delante de su faz gozosos seamos. Amén.

En internet hay mucha y muy buena información sobre estas glosas, como la web que se le dedica en la Biblioteca Gonzalo de Berceo.

27 de julio de 2007

Alberto Vázquez-Figueroa y los derechos de autor

Alberto Vázquez-Figueroa (Santa Cruz de Tenerife, 1936) es sin duda unos de los escritores españoles más leídos. Sus libros se han vendido por decenas de millones durante décadas. Entre sus obras más conocidas están ‘Manaos’ (1975), llevada al cine con más pena que gloria, ‘Ébano’ (1976) o la serie ‘Cienfuegos’ (1988-2006). La temática de sus novelas siempre ha mirado a África y a América a partes iguales, lo mismo que su tierra natal. Mestro del best-seller, siempre ha sabido mezclar sabiamente la aventura, la acción y la historia de aquí y de allá.

Estos días es noticia porque ha tomado la decisión de «regalar» su última novela [PDF] ‘Por Mil Millones de Dólares’ (2007) mediante la descarga a través de internet. No es, como se ha dicho, una renuncia a los derechos de autor, sino una forma más de promoción. De hecho la novela se va a publicar también en edición de lujo y de bolsillo simultáneamente. Y no sólo esto. También el resto de su extensa obra estará disponible en internet totalmente gratis. Personalmente no creo que esta iniciativa incida en la venta de sus libros. Más bien creo que aumentaran dada la publicidad que se le está otorgando por parte de los medios. Aún el lector es reticente de leer en la pantalla (yo el primero) y el entregarlo gratuitamente puede incentivar la curiosidad de aquellos que como yo, nunca nos hemos acercado a la obra del canario.

Espero que muy pronto veamos las obras de otros autores colgadas legalmente en internet, casi como medida de promoción más que como auténtica creencia en el sistema de «cultura libre». En cualquier caso y sea cual sea la motivación, bienvenida sea esta iniciativa.

26 de julio de 2007

La Memoria Histórica desentierra a Ino

Estos días es noticia aquí en Cáceres algo que ocurrió hace 62 años. Fue entonces cuando Victorino Pereda Ortega, alias Ino, cayó en una emboscada de la Guardia Civil. Corría el año 1945 y la represión franquista contra los perdedores y aún defensores del orden constitucional pasaba por sus momentos más duros. Ya quedaban pocos «maquis» en los montes de España. Ino era uno de ellos. Nacido en Tormes (Burgos), fue miembro del PCE y participó activamente en la guerra civil. Tras el fin de la contienda, se unió a la guerrilla antifranquista de Cáceres hasta que fue abatido en el pueblo de Roturas de Cabañas.

La represión no terminó con su muerte. Fue enterrado a la puerta del cementerio de la localidad por orden del cura para que fuera pisado al entrar al camposanto. Su mujer fue en varias ocasiones detenida acusada de colaborar con la resistencia. Las autoridades franquistas jamás revelaron el paradero del cuerpo de Ino. A su familia se le dijo que posiblemente había huído a Francia.

Han tenido que pasar más de seis décadas para que, tras las investigaciones minuciosas de Ángel Serrano, nieto de Ino, se consiga localizar el paradero de los restos del guerrillero y lograr que puedan exhumarse. El hallazgo es el resultado de consultas a los vecinos supervivientes de la zona, a los archivos y registros de Cáceres y sobre todo al Archivo de la Guerra Civil de Salamanca. El pasado día 21 de julio por fin se desenterró a Ino con la ayuda de especialistas del Foro por la Memoria Histórica.

Con la llegada del verano se reanuda la macabra «campaña» de excavaciones en la que no sólo se recuperan huesos, sino también la dignidad y la memoria de quienes nunca se le fue reconocida y que lucharon por el orden y la ley vigentes. Me sigue pareciendo increíble que 32 años después de la muerte de Franco aún se estén desenterrando cuerpos de personas que, en su mayoría, se sabe perfectamente el lugar en el que están. Sólo cuando cada uno esté en el lugar que se merece se podrán cerrar las heridas que, en contra de lo que muchos dicen, nunca se han cerrado.



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