Mi iMac cumple un año
Parece que fue ayer cuando escribí aquel post con las primerísimas impresiones sobre mi nuevo ordenador iMac. Apenas habían pasado un par de horas desde que recibí el paquete, pero aquellas opiniones primerizas que dejé en aquel y en algún otro artículo posterior son básicamente las mismas que tengo hoy. Incluso, con el paso del tiempo, han mejorado y cada día que pasa me arrepiento menos del cambio. Antes de comprármelo tenía ciertos recelos acerca de la compatibilidad, del manejo del sistema operativo o de la robustez del hardware. Todo se fue diluyendo en los primeros días. A lo que más me costó acostumbrarme fue a ese ratón tan especial que es el Mighty Mouse. Otra cosa que me chocaba fue el no ver absolutamente ningun led, ni fijo ni parpadeante. Me desorientaba al principio.
Pero como digo, todos aquellos estúpidos inconvenientes fueron desapareciendo poco a poco y manejar mi nuevo ordenador se convirtió en un auténtico placer. Adiós a los ruidos, adiós a Windows (menos mal), adiós a los virus, troyanos, gusanos y demás fauna indeseable, adiós a los pantallazos azules, a los gráficos feos y a complicarse la vida a la hora de realizar cualquier tarea. Una de las cosas que cada vez me gusta más del iMac es Front Row, del que ya he hablado en alguna ocasión. Hace poco descubrí que con el mando a distancia también se puede apagar (poner en reposo) el ordenador. Eso por no hablar del increíble buen acabado del hardware. Nada de plástico malo ni carcasas huecas. Todo tiene su sitio y nada se deja al azar.
Antes de tenerlo me asaltó la duda de si conseguiría todo el software que necesitaba y que ya tenía en Windows, y si lo conseguiría con facilidad. Esta duda no tenía ningún fundamento. Todas las aplicaciones que usaba en mi PC tenían sustituto en Mac, bien utilizando la versión propia compilada para Mac OS X, bien a través de emulación o bien con otro programa que cumple sus mismas funciones. Al contrario que en Windows, el sistema operativo de Apple trae un montón de buenas aplicaciones muy útiles para hacer tareas como grabar un CD/DVD, editar un vídeo (nada que ver con Windows Movie Maker), catalogar, ordenar y retocar fotos, diseñar una web sencilla, leer y crear archivos PDF o componer un texto. Además existen multitud de aplicaciones libres compatibles con Mac, cada vez más, que hacen que apenas tengamos que usar programas externos de pago (salvo quizás Adobe Photoshop)…
Y para terminar con esta celebración, un inconveniente: la incompatibilidad de hardware. Que nadie se asuste, el Mac es compatible con cualquier impresora, cámara de fotos, de vídeo, disco duro externo, pendrive, ratón USB y demás. Pero NO con dispositivos un poco más complejos y especializados como sintonizadoras de televisión, capturadoras de vídeo. Si queremos uno tendremos que rascarnos más el bolsillo y comprarnos uno de, por ejemplo, Elgato, aunque compañías como Pinnacle están sacando ya sus primeros modelos compatibles con ordenadores Apple.
Ha pasado un año, y si tuviera que cambiar el ordenador (cosa que no ocurrirá porque cada día funciona mejor), me compraría un iMac todavía más grande… Bueno, ahora voy a ver si Steve Jobs me da la comisión por esta publicidad gratuita…
Aquí está la lista de artículos sobre las impresiones sobre mi iMac que he escrito a lo largo de este año:
- ‘Impresiones personales sobre el Mac’ escrito el 14 de septiembre de 2007
- ‘Una semana probando Leopard’ escrito el 7 de diciembre de 2007
- ‘Probando Time Machine’ escrito el 17 de enero de 2008
- ‘Jugar en un Mac’ escrito el 20 de abril de 2008