‘Ácido Sulfúrico’
‘Ácido Sulfúrico’ (Anagrama, 2007) es la segunda novela de Amélie Nothomb que leo. Uno ya va entendiendo las claves de la prosa de esta autora belga. Si en ‘Biografía del Hambre’ (Anagrama, 2006) dije que su lenguaje y su manera de escribir eran muy imaginativas, ahora he de añadir otros adjetivos que entonces se me quedaron por el camino como excesiva, pasional, desquiciada y hasta visceral. Como también dije en aquel primer comentario sobre Nothomb, sus novelas tienen algo de biográfico y también de rechazo por la sociedad occidental actual. Algo muy evidente en esta obra.
Pannonique es una joven y bella estudiante que es reclutada obligatoriamente junto a otros jóvenes, ancianos y niños para participar en un aberrante programa de televisión llamado ‘Concentración’. Los concursantes son recluidos en un campo de concentración al más puro estilo nazi donde han de sobrevivir a trabajos forzados y a la escasa alimentación. Supervisando a estos prisioneros televisivos están los «kapos», una suerte de mandos pseudomilitares también reclutados forzosamente de entre gente de la calle. Cada día decidirán quién es «nominado» a ser condenado a muerte. Pronto una de estas kapos, llamada Zdena, se fijará en Pannonique e intentará ayudarla. Y es precisamente el ácido sulfúrico, real y simbólico, el elemento que, al final del libro, cobrará el protagonismo
A pesar de sus 140 páginas, ‘Ácido Sulfúrico’ esconde una multitud de temáticas, muchas de ellas de actualidad. La más visible es la crítica furibunda a la telebasura y a los programas de telerrealidad, pero detrás hay otros temas: la relación entre víctima y verdugo, la psicología de las masas y como éstas se comportan ante situaciones extrema o la religión (Pannonique en el papel de Jesucristo con última cena incluida). Una novela interesante, pero que quizás no llegue a la altura de ‘Biografía del Hambre’.