Sobre Tuenti
No tenía pensado escribir sobre Tuenti, pero los acontecimientos y la aclamación popular me han hecho cambiar de opinión. A pesar de ser un «llanero solitario» he conseguido que me invitaran a la red social española líder (¿hay más?). O sea, Tuenti. Esto fue hace cosa de una semana. Durante este tiempo he tenido oportunidad de trastear y explorar casi todas las opciones, que tampoco son muchas, que nos ofrece esta red. Hace tiempo, en el post que escribí sobre Tuenti y los pijos comentaba precisamente eso, que era el Facebook de los «patricios», y verdaderamente la sensación que da navegar por su interfaz es de cierta exclusividad o también un poco de «andar por casa».
Digo esto porque, si lo comparamos con el monstruo que es Facebook o MySpace o cualquier otra red social masiva de solera, Tuenti es muy poquita cosa. Su punto fuerte es, como debe ser, sus integrantes. Es increíble como un sistema que funciona por invitación puede extenderse tanto. En ella he encontrado a gente que no están en, por ejemplo, Facebook. Me ha dado la impresión de entrar en un club reservado donde está la gente que no se «rebaja» a entrar en otras redes. Apenas tiene publicidad, y la que hay no se nota. No hay aplicaciones estúpidas ni te pierdes entre tantas opciones. En ese sentido es el colmo de la sobriedad. Ni siquiera existen los grupos de usuarios.
Cada integrante tiene, igual que en Facebook, un tablón donde nuestros amigos o nosotros mismos podemos dejar mensajes. Otra opción es el blog personal, muy limitado, ya que no podemos importar automáticamente las entradas de un blog externo, como hago yo con Facebook y rmbit. Completan los servicios que nos prestan un chat, un sistema de mensajes personales y otro de vídeos. En definitiva, me parece que comparar a Tuenti con Facebook es inevitable y tanto uno como otro tienen ventajas e inconvenientes. Tuenti es más «íntimo», más privado, más pequeño y Facebook es una puerta abierta a todo el mundo, con las cosas buenas y malas que esto tiene.