Eduardo Haro Ibars, el poeta de «La Movida»
Poco a poco voy descubriendo personajes dignos de ser recuperados. Hasta la fecha han sido ya unos cuantos los que han salido de las tinieblas para arrojar un poco de luz sobre ellos. En este caso os comentaré algo sobre el controvertido poeta Eduardo Haro Ibars. Como si de un Rimbaud contemporáneo se tratara, Haro Ibars vivió la vida intensamente y lejos de los convencionalismos. Bisexual, drogadicto y gamberro, se erigió a mediados de los setenta –junto a otros contemporáneos suyos como Leopoldo María Panero, a quien conoció precisamente en la cárcel de Zamora– como la voz de los marginados. Siempre nadó a contracorriente.
Fueron los alternativos que formaron parte del núcleo duro de lo que después se convertiría en «La Movida» madrileña allá por el tardofranquismo. Con la llegada de las libertades siguió siendo un maldito, radical hasta el final, hasta su prematura muerte (tenía 40 años) a causa del SIDA en 1988. Pero no nos engañemos, Ibars fue también un lúcido crítico de los medios y colaboró con diversas cabeceras de la prensa escrita. No en vano llevaba el periodismo en las venas al ser hijo de Eduardo Haro Tecglen.
El título de poeta de «La Movida» no es gratuito. Se granjeó las amistades de personajes claves como Fernando Márquez «El Zurdo» (Paraíso, La Mode) y muchas bandas han recogido algunos de sus poemas y los han transformado en canciones. Eso hicieron por ejemplo Gabinete Caligari. También participó directamente en las letras de los primeros temas de La Orquesta Mondragón…
Estoy pendiente de conseguir la biografía que J. Benito Fernández realizó en 2005 bajo el título de ‘Los Pasos del Caído’. De momento nos conformamos con leer su poesía que, al igual que él, es rompedora, urgente, atropellada, apasionada y peculiar. En Google Books he encontrado algunas páginas de sus obras completas que nos sirven para hacernos una idea de lo que fue Haro Ibars.