La nueva imagen del Telediario
Como sabéis me gusta mucho el diseño de grafismo para televisión, más bien verlos que hacerlos. Aún mis conocimientos no dan para tanto. Pero lo que sí sé es lo que me gusta y lo que no. Cada cierto tiempo (cuatro años más o menos) se rediseña la imagen del Telediario de La 1 de Televisión Española. La última fue, si no recuerdo mal, en 2008. Por aquel entonces mi impresión general fue buena. Fue una apuesta arriesgada pero interesante.
El pasado sábado día 14, TVE cambió las cortinillas, sintonías, grafismo y decorados del Telediario. El proyecto, igual que el anterior, corrió a cargo del estudio catalán Zelig Studio y contó con la colaboración de Tilmann Kerkhoff, Leandro Giaccio y Hugo Hors. La sintonía es obra de Josep Sanou. Según se dice en la web de Zelig:
La nueva imagen se aleja de formas geométricas como el cuadrado y se acerca a otras más “orgánicas” y aerodinámicas, buscando un paralelismo con los desarrollos gráficos de la continuidad. Se ha generado un sistema de piezas de rotulación con versatilidad y mayor tridimensionalidad.
En mi opinión, y aunque técnicamente está mucho mejor construida que la anterior, tengo la sensación de que el error es de concepto, y no de grafismo. La nueva cabecera apuesta por el futurismo, las líneas superpuestas y la intención de dar una «sensación tecnológica» por encima de la seriedad y la rigurosidad que han de transmitir unos informativos. Mucho más teniendo en cuenta de que hablamos de una televisión pública de ámbito nacional. Es una reflexión puramente personal, pero yo hubiera apostado por una imagen plana, sobria y elegante, dando prioridad a la inmediatez de la información por encima de los malabarismos técnicos. Veamos un par de ejemplos:
Informativos de la VRT belga (televisión flamenca):
Tagesschau de la ARD alemana:
Y la cabecera del nuevo Telediario de Televisión Española:
En la aplicación al «mundo real» cambia algo, sobre todo en lo relativo a la rotulación. La tipografía no ha cambiado, pero aparece demasiado empastada:
Mi conclusión es que quizás convendría plantearse si eso de las cabeceras largas para los informativos televisivos es ya cosa del pasado. No creo que ayuden a transmitir sensación de inmediatez que los tiempos actuales requieren. Por otro lado hace falta un poco más de carácter y personalidad propios (ya hemos visto construir el mapamundi y girar el globo del mundo de mil maneras distintas). Y en cuanto a los decorados, dentro de poco no sabremos si estamos en el Enterprise de Star Trek o en un estudio de televisión (sí, de nuevo la «sensación tecnológica»).