La ficción polaca tiene gran tradición a lo largo del siglo XX. El surgimiento de plataformas como HBO o Netflix han dado nuevos aires a las producciones del país del este europeo, aportando nuevas temáticas y propuestas. El caso de ‘Wielka Woda’ (literalmente ‘Agua Alta’, aunque traducido como ‘La Gran Inundación’) es una muestra de ello. La serie es una reformulación del cine de catástrofes, con algunos clichés y tópicos del género pero resueltos de forma digna.
‘Wielka Woda’ narra los hechos reales ocurridos en 1997 en la ciudad polaca de Breslavia. El río Oder se desbordó a su paso por esta población causando grandes daños materiales. Hasta aquí la realidad. En la serie una investigadora especialista en hidrología es contratada por el ayuntamiento de la ciudad para intentar buscar soluciones e impedir el desastre. Pero chocará con los intereses particulares de los políticos al mando y con la población rural de las poblaciones circundantes.
Esta ficción es un relato de los personajes más que de los hechos que cuenta. La protagonista cuenta con un oscuro pasado que ira aflorando a la vez que la ciudad se sumerge bajo las aguas. Lo mismo ocurrirá con el resto del reparto. Un buen trabajo del elenco, demostrando una vez más que Polonia es un país de grandes actores y actrices. Recomendable. 7/10.
Por fin, tras algo más de un mes después de volver del viaje, aquí están las fotografías que he seleccionado para vosotros y que son la muestra perfecta en imágenes de todo lo que vimos con nuestros ojos. Han sido 237 fotos repartidas en 22 galerías de tres países (Letonia, Estonia y Finlandia) que podéis ver en mi página web Cromavista. Han sido cuatro ciudades, tres de ellas capitales de los países correspondientes. Desde la decadente y llena de contrastes Riga hasta la poco conocida Helsinki pasando por Tallin, turística y medieval como una pequeña Praga. Espero que sea de vuestro gusto.
Tenemos un referente muy claro sobre ficciones acerca de la vida cotidiana de la policía. Se trata de ‘Hill Street Blues’ (traducida como ‘Canción Triste de Hill Street’ en España). Si trasladamos el escenario de los años ochenta en Nueva York a un barrio de la ciudad sueca de Malmö en la actualidad tenemos ‘Tunna Blå Linjen’ o aquí llamada ‘La Delgada Línea Azul’. Este concepto de delgada línea azul hace referencia a la frontera entre la policía y la sociedad, el papel de uno sobre otro y su influencia e interacciones. Es precisamente esa la base sobre la que se asientan las dos temporadas de la serie.
Se cuenta la historia de una comisaría en un barrio de Malmö, una ciudad con una conflictividad y una delincuencia al alza desde los años 2000, de sus éxitos y fracasos. De la visión de las fuerzas del orden en un mundo hiperinformado y donde las redes sociales juegan un papel de vital importancia para formar una opinión pública colectiva. Es quizá esta última la parte más novedosa y más conseguida. Pero lo cierto es que el talento del guionista se acaba rápido y los últimos capítulos resultan repetitivos.
En definitiva, una producción interesante, sobre todo la primera temporada, actualizando el concepto de cotidianeidad policial al siglo XXI y que plantea dilemas a veces muy trillados pero no por ello menos interesantes. Es verdad que a veces los capítulos (a menudo temáticos sobre un aspecto conflictivo de la actualidad) tienen un planteamiento algo ingenuos, hasta el punto de no saber si hay algo de irónico en ellos o si van completamente en serio (por ejemplo el pasaje del rescate del perro en la alcantarilla). En cualquier caso, recomendable. 7/10.
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