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La bitácora personal de Ricardo Martín
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17 de noviembre de 2024

Viaje a Polonia: Varsovia

La primera parte de nuestro pasado viaje a Polonia del mes de septiembre está dedicada a su capital, Varsovia. Una ciudad de algo más de un millón y medio de habitantes que ha tenido una historia turbulenta, especialmente a lo largo del último siglo. Su ubicación entre los imperios más pujantes de su época hizo que a menudo se repartieran el país y su capital dejara de serlo. Imperios grandes como el ruso, el prusiano, el austro-húngaro o el sueco, se rifaron el territorio. Tras la segunda guerra mundial, los restos de una ciudad destruida casi en su totalidad, quedó bajo la órbita soviética, si bien mantuvo muy pronto una actitud contestataria y una personalidad propia.

Lo que vimos nosotros al aterrizar fue una ciudad en plena transformación, repleta de obras por todas partes (edificios, carreteras, estaciones, etc) y que aún sigue reconstruyendo su identidad nacional tras la caída del muro de Berlín y el derrumbe del bloque soviético. Al igual que en la capital alemana, aquí pueden verse las huellas de la guerra y la destrucción por las omisiones. El centro de la ciudad, salvo el reconstruido centro histórico, está compuesto de una amalgama de parques (descampados donde antes de la guerra había edificios) y bloques de edificios de viviendas y oficinas funcionales de los años 60 y 70 trazados sobre calles anchas y rectas, muy diferentes a las que existían antes de la destrucción. No encontraremos centros como el de Budapest (que era muy similar a Varsovia), pero si sabemos mirar encontraremos lo que falta, que también es parte de su historia… A lo largo de los cuatro (realmente tres) días que nos mantuvimos allí pudimos recorrer los principales puntos de interés de la ciudad. Espero que os resulte tan interesante como a nosotros.

17 de noviembre de 2024

‘El Topo’

De vez en cuando es bueno «cambiar el chip» respecto a nuestro consumo audiovisual habitual. Estamos acostumbrados a ver producciones televisivas con un determinado lenguaje visual bastante estandarizado y no somos conscientes de que hace no tanto tiempo las cosas se hacían de una manera bastante diferente. Esta es una de las reflexiones que me surgieron cuando comencé a ver la primera adaptación de dos novelas de John Le Carré (‘Tinker Tailor Soldier Spy’ y ‘Smiley’s People’) a la pequeña pantalla y agrupadas por Filmin con el título genérico de ‘El Topo’. La primera fue dirigida por John Irvin en 1979 y la segunda por Simon Langton en 1982, ambas producciones de la BBC británica. En ellas podemos ver a un consagradísimo ya Alec Guinness en el papel de George Smiley, un veterano e impertérrito espía a la búsqueda de traidores dentro de sus propias filas.

Con una ambientación y unos medios inéditos en la televisión de aquellos tiempos, la adaptación quizás peque de demasiado literaria y teatral. Hoy día diríamos que es «lenta» y que muchos de sus pasajes no son tan evidentes como podrían serlo en una serie actual, donde la atención del espectador está mucho más dispersa. Pero he de reconocer que la ambientación de todas y cada una de las escenas y una fotografía espectacular (especialmente en la primera parte). Fue rodada en varios países, algunos de los cuales estaban aún tras el telón de acero (Checoslovaquia) lo que aumenta su grado de realismo y verosimilitud.

En definitiva, una serie clásica británica con todos los clichés de las ficciones de espías pero que a la vez desprende veracidad por un elenco de actores de primerísima línea, pero en la que es muy fácil perderse si no se tienen todos los sentidos puestos en la pantalla. Para amantes de las historias de espías de la guerra fría. 7,5/10.



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