rmbit - La bitácora personal de Ricardo Martín
La bitácora personal de Ricardo Martín
Comentando cosas desde 2004
24 de agosto de 2008

La frivolidad de un accidente aéreo

Durante estos días que han transcurrido desde el trágico siniestro del MD-82 de Spanair, he leído unos cuantos artículos, algunos con críticas muy duras, sobre el tratamiento que en televisión se ha dado de estos lamentables hechos. Pensé que el 11-M había marcado un antes y un después en la forma de respetar la intimidad de las víctimas y sus familiares. Me he dado cuenta de que no. A la mínima oportunidad escabrosa, ahí estarán los medios para meter sus cámaras en los rostros desencajados. Y no sólo eso, también se atreven a meter sus micrófonos.

No termino de comprender qué información puede aportar el hecho de interrogar a personas en estado de shock o de dolor intenso por la incertidumbre o por la muerte de un familiar. Me resulta obscena esta falta de respeto. La crítica la hago extensiva a prácticamente todas las cadenas de televisión. No se salva ninguna. Todas han querido estar ahí, como carroñeros a la búsqueda del horror, del sensacionalismo, lo que en definitiva es conseguir carnaza para la audiencia.

23 de agosto de 2008

Funcionarios, «crisis» e Intereconomía

He leído un artículo en la web del grupo Intereconomía que me ha indignado. No porque ponga en el punto de mira a los funcionarios, que eso me da igual, sino porque retrata lo peor (si es que hay algo que no lo sea) de la ideología del neoliberalismo económico (y neoconservadurismo en todo lo demás, si me lo permitís). El texto lo firma Juan Velarde, premio Príncipe de Asturias, economista ilustre y consejero del Tribunal de Cuentas. También colabora con el semanario Época. Desde siempre, Velarde ha estado vinculado a postulados más conservadores y católicos.

Bajo el título de ‘Velarde dice que el sistema no puede sostener 2,5 millones de funcionarios’, el autor expone aspectos con los que puedo estar de acuerdo, como que no es posible una subida de sueldos para los empleados públicos que dependen del Estado en una situación como la actual. Por eso no estoy de acuerdo con los todavía incipientes rumores que hablan de movilizaciones para reivindicar la mejora de nuestros sueldos.

Pero no estoy nada de acuerdo con el resto del texto, en el que Velarde aboga por la privatización de algunos servicios públicos básicos, como la educación. Tampoco comparto la inquietud que se deduce de la exposición de cifras que reflejan el progresivo aumento en la masa de empleados estatales, de un millón en 1975 a los 2,1 millones en 2000 y los 2,5 millones en 2007. Yo añadiría que los servicios públicos de 1975 no tienen nada que ver con los de 2007. Han aumentado en cantidad, calidad y añado que también en agilidad.

El trasunto de este artículo es lo que menos me gusta. Todos sabemos de que pie cojea el grupo Intereconomía, cercano a los planteamientos de Partido Popular y que en momentos como los actuales echará mano de cualquier asunto, económico o no, para atacar al Gobierno de Zapatero.

21 de agosto de 2008

La MTV, a la deriva

Estos días de vacaciones estoy echando un vistazo a un montón de canales de televisión que no había visto y a otros que hacía siglos que no veía. Me he parado con los canales musicales, aunque sinceramente no he visto nada que me interesara demasiado salvo quizás Fly Music, que desgraciadamente ya no emite todo el día. Y la MTV, que nunca ha sido santo de mi devoción, está cayendo en picado hacia la chabacanería y la vulgaridad más absoluta. A la MTV, de música sólo le queda la «M» del nombre.

Curiosamente, el otro día, Je Ne Sais Pop publicaba un artículo sobre la decadencia de la MTV con el que estoy muy de acuerdo. Los vídeos «non-stop» de antaño han dado paso a programas cutres con nombres como ‘Cita con mamá’, ‘Chiflados por los records’, ‘Famosos con pedigrí’, ‘Guapos a examen’ o ‘Ligar en la oscuridad’. Además son espacios importados, normalmente de los Estados Unidos, que han sido convenientemente doblados. Es tal la banalidad de algunos de estos programas que son un insulto a la inteligencia de los jóvenes (o al menos yo lo creo así) y fomentan una visión extremadamente frívola de la vida y de las relaciones humanas.

De calidad musical no hablamos. Y no lo confundamos con la comercialidad. La MTV siempre ha sido una cadena muy comercial y han pinchado (por lo menos en horario estrella) vídeos muy populares de artistas también muy populares como U2, Madonna, Michael Jackson, REM o Nirvana (quién no recuerda el «desenchufado» que hicieron para la cadena en 1993) y demás reyes y príncipes del pop. Ahora ese papel se ha trasladado a la MTV2 (la emisión del Reino Unido que es la que tengo yo). Vale que no se salva de los programas chorras, pero el grueso de su programación son videoclips.

Bastante telebasura hay ya en los canales generalistas como para que ahora empiece a invadir los temáticos. Si la MTV ya está perdida, esperemos que las demás cadenas musicales no se contagien…

20 de agosto de 2008

Vuelo de un MD-82 desde la cabina

Hoy he estado fuera y me he enterado tarde del accidente aéreo del aeropuerto de Barajas. No quería extenderme mucho, pero recuerdo haber visto algún vídeo grabado desde la cabina de un aparato como el siniestrado, un McDonnell-Douglas MD-82. Aquí está:

18 de agosto de 2008

El cierre de la Red Voltaire

El pasado 4 de agosto muchos medios de información de los llamados «alternativos» recogían la noticia del cierre de la web de la Red Voltaire. Aunque los motivos de este cierre son en principio desconocidos, muchos lo achacan a la mano negra del gobierno francés, país donde tiene su sede esta red de información. Según se cuenta en algunas webs como Rebelión o Kaos en la Red, el artículo que ha provocado su fin vinculaba al presidente Sarkozy con la CIA y cómo ésta orquestó una operación para colocar a uno de sus hombres al frente del Elíseo. Este texto está firmado por Thierry Meyssan, director de la Red Voltaire y conocido por sus investigaciones sobre el 11-S y la implicación de la Casa Blanca en su ejecución.

Tras leer el artículo en cuestión y echar un vistazo a las informaciones que la suspensión de la Red Voltaire ha generado, no he sacado gran cosa en claro. Aunque me han interesado, nunca he creído demasiado en conspiraciones a gran escala, aunque a veces da que pensar. Solía visitar de vez en cuando la Red Voltaire por pura curiosidad, ya que solía traer informaciones interesantes que no aparecían o aparecían sesgadas en otros medios. De hecho, ellos se autodefinían como periodistas no alineados, independientes de cualquier poder político, económico o religioso. Muchas de las noticias se centraban en los conflictos de oriente próximo o de América latina desde un prisma distinto al que estamos acostumbrados. Otro de sus puntos positivos eran las denuncias sobre los abusos de las multinacionales. Era una buena forma de ver el otro lado de la realidad.

Pero esta red también tenía un punto débil y más que discutible que hizo que incluso en el seno de la propia red se produjeran tensiones. Me refiero a la creciente ¿paranoia? conspirativa que explicaba, quizás con excesiva facilidad, algunos hechos de nuestra historia reciente como el anteriormente mencionado atentado del 11 de septiembre. Otro punto negativo de la Red Voltaire es su excesiva animadversión hacia los Estados Unidos. Bien está que se critique a la hiperpotencia mundial, en eso yo seré el primero, pero me parece un ejercicio de simplismo achacarle a ellos o a sus aliados todos los males que suceden en el planeta.

En cualquier caso me parece que, si se confirma la desaparición definitiva de la Red Voltaire, internet perderá una importante voz a la hora de denunciar aquello que otros medios no se atreven.

17 de agosto de 2008

El futuro de Digital+

No es ningún secreto que Digital+, la plataforma de televisión de pago de Sogecable, está pasando por serios apuros financieros. La absorción en 2003 de Vía Digital por parte de la operadora conllevaba también absorber las millonarias deudas que la operadora de Telefónica había acumulado desde su lanzamiento en 1998.

Pero también hay otros factores a tener en cuenta. El principal de ellos es que el modelo de negocio de la actual televisión de pago vía satélite se ha quedado anticuada. Hoy día las ofertas entre las que podemos elegir son múltiples: a través de cable (ONO) o de ADSL (Imagenio, Jazztelia TV, Orange TV y otras). Todas tienen sus ventajas e inconvenientes, pero su coste en general es inferior a Digital+. Son una competencia real. A excepción de Canal+, Digital+ no ofrece ningún canal con contenido «original» que no posean otras plataformas.

Otro de los factores que, en mi opinión, está perjudicando a Digital+ y a las otras televisiones de pago, es la TDT. Muchos dirán que los canales que nos ofrece la nueva televisión digital terrestre no tienen la calidad de los de pago. Cierto, pero para una inmensa mayoría son suficientes y satisface sus necesidades televisivas.

El tercero de los factores es el cambio de hábitos. Internet y especialmente el p2p está desplazando a la televisión tradicional. Cualquier película, serie o documental está al alcance con tan sólo unos pocos clics. Es sin duda la mayor amenaza para los operadores de pago.

En definitiva, tal y como están planteadas ahora las cosas, el modelo de televisión de pago que sigue Digital+ no tiene futuro. Quizás yo lo reorientaría hacia las retransmisiones deportivas en exclusiva, ofreciendo contenidos propios, permitir configurar a la carta la plataforma o apostar por los nuevos formatos y por la alta definición. Pero ni aún así lo veo claro.

12 de agosto de 2008

Osetia del Sur y la pasividad occidental

Es muy lamentable que, parafraseando a Celtas Cortos, «hagamos turismo invadiendo un país», o mejor dicho mientras otros lo invaden. Los informativos abren sus ediciones con nombres de países y territorios exóticos para nosotros como Georgia, Abjasia, Osetia del Sur y otras similares. Algunos de ellos nos suenan casi a la Tierra Media de Tolkien, pero por desgracia son zonas del mundo reales y en casi permanente conflicto.

El Caúcaso ha sido, desde antes incluso de la desmembración de la Unión Soviética, fuente de guerras y disputas. La fuerte personalidad e indentidad cultural de Georgia o de Armenia, con lenguas, alfabetos e incluso variantes religiosas propias, las hicieron recelar desde siempre del poder de Moscú. Con la caída del bloque comunista, muchas de estas repúblicas consiguieron su independencia de la metrópoli.

Pero la Gran Rusia, de capa caída durante los años noventa, ha resurgido con Vladimir Putin en el poder. Desde hace unos años ha intentado imponerse, si no sobre la soberanía de muchos de estos nuevos países, sí sobre sus recursos estratégicos. No es casualidad que por Georgia pase el único oleoducto hacia Europa que no controla Rusia. Recordemos los tiras y aflojas entre ésta y Ucrania por estos conductos de gas y petróleo.

En una maniobra nada discreta e indisimuladamente torpe, Rusia ha invadido violentamente el país con la excusa de defender a los rusos que viven en la región georgiana de Osetia del Sur. Desconozco hasta donde ha llegado el ejército ni la situación actual del conflicto, pero posiblemente nos olvidemos pronto de él. Se cerrará en falso y los informativos orientarán sus cámaras y micrófonos a cualquier otra parte del mundo, pero Rusia habrá demostrado su poder, habrá enseñado los dientes no sólo a los georgianos, sino a toda la comunidad occidental, que por cierto, ONU incluida, ha permanecido vergonzosamente pasiva en este tema.



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