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La bitácora personal de Ricardo Martín
Comentando cosas desde 2004
22 de enero de 2008

Sobre el aborto

Recuerdo que en tiempos del instituto, en las clases de ética, se nos proponían los típicos dilemas sin aparente solución. Los temas estrella y también los más polémicos son, por un lado la eutanasia o el derecho a morir dignamente y por otro el aborto. Este último ha sido noticia las últimas semanas a raíz de las irregularidades detectadas en algunas clínicas españolas y el posterior acoso de determinados sectores conservadores de la sociedad. La Ley Orgánica 9/1985, de 5 de julio, de Despenalización del Aborto en Determinados Supuestos se ha demostrado como una herramienta que funcionó en su momento, pero que hoy día quizás se haya quedado obsoleta.

Lo que establece son supuestos en los que se permite la interrupción del embarazo: «para evitar un grave peligro para la vida o la salud física o psíquica de la embarazada», «que el embarazo sea consecuencia de un hecho constitutivo de delito de violación […] siempre que el aborto se practique dentro de las doce primeras semanas de gestación» y por último «Que se presuma que el feto habrá de nacer con graves taras físicas o psíquicas, siempre que el aborto se practique dentro de las veintidós primeras semanas de gestación». Para resumir, es necesario aducir una razón para poder abortar. Si por contrario existiera una ley de plazos, el único límite para interrumpir el embarazo sería el tiempo de gestación. Creo que sería una buena solución, aunque supondría un cambio más profundo de lo que en un principio pudiera parecer. La filosofía de la actual legislación es la de despenalizar, lo cual presupone que el aborto es delito salvo en unos determinados supuestos. Una ley de plazos tendría que «dar la vuelta a la tortilla» y que abortar en España fuera legal según el Código Penal, siempre que se cumplieran los plazos establecidos.

Pero esta propuesta de una ley de plazos, que incluyó el partido socialista en su programa electoral, no se ha llevado a cabo. En mi opinión el Gobierno ha tenido miedo, se ha arrugado ante los sectores más conservadores que cuestionan incluso la actual ley más de dos décadas después de su promulgación. Ante esta involución (minoritaria, pero real y muy mediatizada), el Ejecutivo de Zapatero ha postpuesto la iniciativa.

Mi opinión sobre el tema ha sido siempre más o menos la misma. Mientras exista la humanidad, existirá el aborto. En tiempos pasados, los abortos eran clandestinos, pero abortaban mujeres de todas las clases sociales e ideologías sin excepción. La ventaja de estos últimos años es que ahora es posible hacerlo de forma segura. En cualquier caso, la interrupción del embarazo es una herramienta necesaria, imprescindible en una sociedad occidental moderna y también terrible y desagradable. Pero ante la realidad, no podemos mirar para otro lado. El aborto sólo se puede abolir cuando no exista ninguna mujer necesite abortar. Obviamente esto nunca va a ocurrir, así que facilitemos los medios todo lo posible.

19 de enero de 2008

‘Enigmas’ rutinarios

Anoche, y casi improvisadamente, La 1 de Televisión Española emitió los 16 episodios de ‘Enigmas’ en un sólo programa especial de dos horas. El espacio sobre misterios y temas paranormales presentado por Javier Sierra estaba inicialmente previsto para las noches de los miércoles. Desconozco cuales son las razones de este cambio, pero la verdad es que el programa pintaba bien a priori, aunque tratara los mismos temas clásicos de siempre sin aportar ningún punto de vista nuevo. A saber, OVNIs, reencarnación, la Sábana Santa, casas encantadas, sociedades secretas y un largo etcétera. Son asuntos de lo más interesantes, pero ya tan repetidos que cansan un poco.

No sé si la idea era hacer una especie de ‘Cuarto Milenio’, pero desde luego, y después de ver algunos de los reportajes emitidos anoche, no creo que funcionara bien. Aunque el tratamiento fue bastante correcto y no demasiado sensacionalista, había muchas cosas que no me encajaban. Quizás un escenario con bombillitas y pantallas de leds en plan ‘Noche de Fiesta’ no era lo más indicado para un espacio sobre misterios, pero sobre todo daba la sensación de que ‘Enigmas’ era un programa rutinario, como para completar un contrato con alguna productora (por cierto, la de ‘Enigmas’ era Gestmusic).

No comprendo como una persona como Javier Sierra puede prestarse a semejante experimento ramplón. Y eso que ya tenía tablas delante de las cámaras, porque fue presentador hace unos años del programa ‘Al Otro Lado de la Realidad’ en Telemadrid junto a Carmen Porter. No hay duda de que los temas del misterio tienen mucho tirón, pero también hay que ganárselo semana a semana, ofrecer nueva información y reportajes interesantes. Al final me he convencido de que emitir todos los capítulos de ‘Enigmas’ en un sólo especial ha sido lo mejor.

17 de enero de 2008

Sobre el «asunto Gallardón»

A estas alturas ya se ha dicho casi todo sobre la exclusión del alcalde de Madrid en las listas del Partido Popular por la capital en favor de Esperanza Aguirre. A lo largo de los últimos días hemos visto y leído un montón de elogios, sin duda merecidos, a Gallardón. En mi opinión, el PP pierde tal vez su principal activo, un personaje político que es difícil que caiga mal y que tiene algo, prudencia y brillantez, de lo que carecen los actuales figurones del partido, repleto de mediocridad.

Pero no nos engañemos, Gallardón tampoco es un santo, y su ambición no conoce límites. Tras una vida política en un discreto segundo plano, sólo alzó tímidamente la voz cuando se jugaba algo gordo. Su aspiración a ser candidato a La Moncloa está, de momento, truncada, pero dudo que deje la política después del 9-M como se ha dicho. Precisamente si Rajoy fracasa, y especialmente si ese fracaso es rotundo, podría suponer un punto y aparte que abriría las puertas a una renovación, y Gallardón debería estar allí.

16 de enero de 2008

Una biblioteca escasa

El pasado lunes se abrió la nueva Biblioteca Pública de Cáceres, un momento que llevaba esperando bastante tiempo, así que me pasé por allí para hacerme socio y así poder pasar mis solitarias tardes cacereñas entre libros. Me gustó el diseño del edificio, las enormes cristaleras que han puesto y el detalle de que además de los típicos puestos con ordenadores para consulta de internet, haya internet vía wifi en todo el recinto. Muchos usuarios ya tenían sus portátiles plantados en las mesas.

Pero también he podido comprobar como no andan muy allá en cuanto a fondos. Para una ciudad de 90.000 habitantes y un campus universitario con unas cuantas carreras, me parece una biblioteca algo escasa. Pocos libros técnicos, pocas novelas. No cuenta con una sala específica de lectura, sino que las mesas están repartidas a lo largo de las dos plantas.

Algo decepcionado me voy a la zona de audiovisuales. Aquí se me cae el alma a los pies. Poquísimas películas, poquísimos discos y mal colocados. Una decepción. Y a pesar de todo había bastante gente y parece que la inauguración ha sido todo un éxito. Conozco ya unas cuantas Bibliotecas Públicas a lo largo y ancho de nuestra geografía y tengo que decir que sin duda la que gana es la de Zamora. ¡Cómo la echo de menos!

15 de enero de 2008

Fin de legislatura

Este blog nació casi con el comienzo de la era Zapatero. Fue tan sólo cinco meses después de que el PSOE regresara a La Moncloa tras ocho años de gobierno de la derecha. Desde el principio he llevado a este sitio todas las vicisitudes y espantos que me provocaba o que me sugería el devenir de los acontecimientos en la que ha sido, sin duda, la legislatura más dura y sucia desde 1977. El Partido Popular, tras su inesperada derrota, se dedicó principalmente a restar legitimidad al nuevo Gobierno, a negar la mayor y a excusarse en los hechos del 11-M para justificar su derrota, cuando precisamente en esos días es donde está la clave injustificable de su fracaso, el momento en que el dique de basura acumulado a lo largo de los últimos cuatro años reventó y la ola se volvió contra ellos.

11-M, las fatídicas siglas del mayor atentado en suelo nacional, han sido algunas de las más repetidas a lo largo de todo este tiempo y uno de los ejes del discurso del Partido Popular, retorciendo sus argumentos hasta el delirio. Parece que hoy, a 15 de enero de 2008, ya nos hemos olvidado de la matraca que la derecha ha venido dando hasta hace bien poco con la autoría. Como por obra de encantamiento, el 11-M ha desaparecido sin dejar rastro. Sólo quedan algunos flecos (cada vez menos) en páginas interiores de El Mundo para alimento de los irredentos de la secta de los Peones Negros. ¡Qué tiempos aquellos del ácido bórico!

La utilización de la gente poco informada ha sido también una constante. Recordamos aquella recogida de firmas contra el Estatut catalán, ya fuera en mesitas en plan «ayuda-para-los-pobres» o bien a través de internet, con resultados de lo más jocoso. Recordamos la demagogia con el tema de los papeles de Salamanca, del absurdo boicot a los productos catalanes o de las docenas de archivos de Power Point (¡maldita la hora en que se inventaron!) con falacias y hasta calumnias sobre Cataluña que proliferaban por los ordenadores de media España.

También hemos visto como los obispos se manifestaban en la calle. La derecha se confundía con la ultraderecha a la hora de condenar los matrimonios entre personas del mismo sexo, o de «denunciar la persecución de la Iglesia» por parte de un Gobierno con cuernos y rabo. Hemos visto resurgir a los integristas católicos, Hazte Oír, los neocatecumenales, los de la COPE y demás personajes raros.

El último gran tema de acoso al Gobierno ha sido ETA. Unas siglas vomitivas que hemos tenido que oír hasta la extenuación a lo largo de esta legislatura. Primero como autores o co-autores junto al PSOE, a Al Qaeda, los servicios secretos marroquíes o quién sabe qué otros y después con el alto el fuego permanente y los contactos para explorar una posible salida dialogada a la violencia. El Partido Popular no podía desaprovechar la coyuntura para intentar introducir sus «argumentos». Aquellos meses se dijo de todo. Que se estaba negociando políticamente, que se entregaba Navarra a los terroristas (cuando al final fue el PSOE quien se lo entregó al PP después de las autonómicas de 2007), que el PSOE estaba pagando favores a los terroristas por el 11-M (sí, se dijo en algún medio afín a la derecha) y más cosas de las que es casi mejor no acordarse. Cuando ETA atentó en la T4, estoy seguro de que muchos se alegraron. Lo cierto es que se acabó la tregua, aunque no las acusaciones de seguir negociando. Después llegaría el asunto de De Juana, que quemaba al Gobierno en las manos y que terminó resolviendo no demasiado bien.

Y si hablamos de terrorismo, no podemos olvidarnos de la AVT. En estos cuatro años hemos visto que la principal asociación de víctimas se ha metido en política ocupando su lugar a la derecha del Partido Popular, en ese extremo tan concurrido junto a algunos obispos, «comunicadores», políticos y piezas de ajedrez. Han perdido una credibilidad que les costará mucho recuperar. Lástima por las víctimas.

Sí, ahora el Partido Popular se escuda tras las economía, un argumento normal y honesto que ha sido argumento de campaña desde siempre, para no tener que recordar todo lo que han dicho en su día, todo lo que hemos tenido que oír y ver. Aunque lo hagan agitando el espantajo de la crisis, la recesión y otras tonterías que esperemos que no calen en la gente, es un argumento normal.

Pero también voy a criticar al Gobierno. Me parece de lo más criticable su actitud pasiva ante todas estas provocaciones, agresiones e insultos. Quizás haya sido lo mejor, pero estoy seguro de que el Ejecutivo tiene infinidad de posibles herramientas que utilizar para neutralizar o al menos aplacarlas. Una de esas herramientas es la comunicación. Este ha sido un Gobierno autista, que no ha abogado por explicar sus argumentos a los ciudadanos de forma clara, rotunda y serena. Creo que hubiera sido una buena baza frente a la contaminación de la poderosa apisonadora mediática de algunos medios. Simplemente información y dejar las cosas claras. No hemos estado lo suficientemente informados.

La política de juventud del PSOE ha sido, en mi opinión, bastante mala. Desde las Keli Finder hasta la falta de ayuda para la vivienda ¡No queremos alquiler, queremos comprar un piso!. El mileurismo endémico se extendía por los jóvenes más afortunados mientras la especulación urbanística seguía imparable. El empleo es cada vez más precario, más temporal y peor pagado. La «flexibilidad» laboral no es más que un eufemismo, una excusa para que las empresas puedan contratar y despedir a su antojo a sus empleados, pura mercancía. Cierto que cada vez se firman más contratos indefinidos, pero son insuficientes. Lamentablemente, en estos asuntos, derecha e izquierda se tocan…

Me dejo muchas cosas atrás que por pereza u olvido prefiero no escribir. Quedan menos de dos meses para las elecciones y el resultado es incierto. Nadie puede aventurarse a pronosticar un resultado. Algo que aparte de emocionante es peligroso. No me quiero ni imaginar un empate técnico. ¿Qué ocurrirá? ¿Quién pactará con quién? ¿Entraremos en una nueva crisis política? ¿Habrá nuevas elecciones?

14 de enero de 2008

Los wikis llegan a la lengua castellana

El fenómeno de los wikis o webs colaborativas que almacenan una información colectiva no es algo nuevo. Pero poco a poco va introduciéndose en ambientes tradicionalmente «serios» e inmovilistas. Desde el ejemplo paradigmático de la Wikipedia o enciclopledia global y abierta hasta los wikis particulares o de pequeñas colectividades. La filosofía de los wikis va unida a la de información libre y abierta. Y pocas cosas más libres y abiertas como una lengua, un idioma que comparten millones de ciudadanos.

Con bastante retraso, como siempre pasa por estas tierras, se lanza ‘Wikilengua’. Se trata de un proyecto patrocinado por BBVA, la Agencia EFE, Accenture, Red.es y la Universidad Autónoma de Madrid a la que se han adherido otras empresas, organizaciones y medios de comunicación. De lo que se trata es de, según se dice en la propia web, crear un punto de encuentro para especialistas y aficionados a la lengua castellana así como un lugar abierto al debate sobre la aplicación de las normas o a crear un compendio de errores y vicios frecuentes en el uso del idioma en medios de comunicación. También se delimita bien que no se trata de una web con ánimos normativos ni académicos.

La ‘Wikilengua’ se estructura en varias secciones principales: gramática, ortografía, nombres propios, léxico, diseño y el mundo de la lengua. Dentro de cada uno de estos aspectos básicos podemos encontrar (o crear) artículos que resuelvan o planteen dudas sobre su utilización o bien propuestas de normas para futuras revisiones.

En general me parece una buena propuesta, aunque está más pensada para gente del mundillo que para cualquier ciudadano. De hecho al registrarse para colaborar se exige una dirección de correo electrónico que no sea de un servidor gratuito tipo Yahoo!, Gmail o Hotmail. En cierto modo, se traiciona el espíritu de los wikis, restringiendo consciente o inconscientemente la participación. Si esta medida se toma para evitar sabotajes en los artículos, creo que no es la mejor manera, porque, al final todo quedara, como siempre, entre especialistas.

12 de enero de 2008

La letra del himno

Me ha hecho gracia el artículo que Rafael Reig escribe en el Público de hoy. Se trata de un análisis bastante irónico de la ya polémica y filtrada nueva letra del himno nacional. Supongo que ya sabréis que el Comité Olímpico Español encargó a la SGAE que montara un concurso para encasquetar una nueva letra a la Marcha Real. El afortunado ganador es un parado de 52 años que ha escrito unos versos de una belleza ¿indescriptible? que para mí suponen un verdadero insulto a la inteligencia.

Ya hablé hace unos meses sobre la manía de poner letra a un himno que históricamente nunca la tuvo y que no está pensada para tenerla. Y todo por que los jugadores y los aficionados la canten en los encuentros deportivos internacionales. Quién sabe si, consigue las 500.000 firmas necesarias para una iniciativa legislativa popular, será el futuro himno nacional con todas las de la ley.

Sinceramente, a mi me da exactamente igual si el himno es uno o es otro o si tiene letra o no. La tradición de los himnos me parece nefasta y no hay nada más ridículo que la gente desafinando con cánticos patrioteros como si se presentaran al casting de ‘Operación Triunfo’. Como me niego a transcribir semejante engendro, si todavía no os la habéis aprendido y queréis hacerlo, pues buscarla por ahí.



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