Mañana por la noche, hora española, se entregarán los Oscars. Si os digo la verdad, los premios de Hollywood no son santo de mi devoción y hace muchos años que no los sigo ni creo que lo vuelva a hacer. Este año, más allá de si Penélope Cruz se lleva o no la estatuilla, me he fijado una vez más en la categoría que más me interesa: el Oscar a la película de habla no inglesa. En esta edición, salvo sorpresón de última hora, será Israel la ganadora por ‘Vals con Bashir‘, de la que ya he hablado y que por fin pude ver hace un tiempo. Pero los académicos son muy caprichosos y cualquiera sabe.
Esto de los Oscars no es más que una excusa como cualquier otra para hablar sobre las nominadas de este año. Son éstas:
‘Der Baader Meinhof Komplex’ (Alemania). Aparte de ‘Vals con Bashir‘ es la película que más ganas tengo de ver. Cuenta la historia de la gestación de la RAF, de la que también he hablado en alguna ocasión. Después de que hace dos años el país germano se llevara el premio por ‘La Vida de los Otros’, las posibilidades de que de nuevo consiga ganar son bastante reducidas.
‘Entre les Murs’ (Francia). La película está ahora mismo en cartelera en España. Cuenta con el aval de haber conseguido la Palma de Oro del Festival de Cannes 2008. Escolares, integración racial y violencia son los elementos centrales de esta producción gala. Como dato curioso decir que Francia es el país con más Oscars dentro de esta categoría.
‘Okuribito (Departures)’ (Japón). Una de las cintas más desconocidas, de realizador desconocido (Yojiro Takita), pero que cuenta con un buen palmarés a sus espaldas, ya que ha conseguido un buen puñado de premios en varios festivales internacionales. Pocos se esperaban esta nominación.
‘Revanche’ (Austria). El país ganador del año pasado con ‘Los Falsificadores’ ha vuelto a ser seleccionado este año, con lo que sus esperanzas de triunfo son prácticamente nulas. Tengo pocas referencias de esta película, que transcurre a medio camino entre Austria y Ucrania y que más allá de la relación de los protagonistas, se vuelve a tratar el recurrente (e interesante) tema de la «vieja y rica Europa» contra la «nueva y pobre Europa» que ya vimos en la estremecedora cinta austríaca ‘Import/Export’.
‘Waltz with Bashir’ (Israel). En contra de lo que yo pensaba hace un tiempo, la película de animación israelí está teniendo una trayectoria exitosa y muy sonada. He leído artículos en muchos medios sobre la cinta, siempre para elogiarla. Yo me uno a todos esos elogios. ‘Vals con Bashir‘ es poética, imaginativa, original, impresionante, conmovedora y brutal. Una obra maestra que desde luego se merece de sobra el Oscar.
Actualización de 23 de febrero: Pues al final hubo sorpresa. La japonesa ‘Departures’, que era una de las menos favoritas se ha llevado el Oscar. Totalmente inesperado.
Hoy, día de San Valentín, en el que por todas partes no están dando la murga con el (falso) romanticismo, los estereotipos y demás sentimientos impostados, voy a aprovechar la coyuntura para hablar de Edgar Allan Poe, uno de los exponentes más populares del romanticismo literario. Este año se cumple el 200 aniversario del nacimiento y el 160 del fallecimiento del autor estadounidense. ¿Quién no recuerda la primera vez que se acercó a algún relato de Poe? En mi caso fue cuando tenía 15 años y, aunque no recuerdo cual fue aquel primer texto que leí, sí que me acuerdo que era un libro de una de esas colecciones de literatura juvenil con las escalofriantes y barrocas ilustraciones a tinta china de Harry Clarke. Unas ilustraciones que recogen a la perfección el espíritu de cada uno de los relatos.
Si alguien que esté leyendo esto aún no conoce la obra de Poe, le recomiendo que empiece por ‘El Gato Negro’, ‘El Corazón Delator’, ‘La Verdad sobre el Caso del Señor Valdemar’ o ‘Ligeia’. Y ya puestos a recomendar, que vea las películas de bajo presupuesto que Roger Corman realizó en los años sesenta adaptando algunas de estas piezas con un inolvidable Vincent Price como protagonista de todas ellas: ‘La Caída de la Casa Usher‘ (1960), ‘El Péndulo de la Muerte’ (1961), ‘El Cuervo’ (1963) y ‘La Máscara de la Muerte Roja’ (1964). A nivel patrio también es muy recomendable echar un vistazo a las versiones de Chicho Ibáñez Serrador que hizo para sus ‘Historias para no Dormir’: ‘El Tonel’ (basado el ‘El Barril de Amontillado’), ‘El Pacto’ (basado en ‘La Verdad sobre el Caso del Señor Valdemar’) o la biografía dramatizada del mismo Poe en ‘El Cuervo’.
Hace sólo unas pocas semanas vi la versión restaurada de ‘Ama Lur’ (Madre Tierra), un documental dirigido por el escultor y cineasta Néstor Basterretxea y Fernando Larruquert hace ni más ni menos que 41 años. Fue el 10 de julio de 1968 cuando, en un ambiente de cierta tensión, se estrenó la cinta en el Festival de San Sebastián. El motivo era que, por primera vez los vascos, con su lengua y sus costumbres, podían verse retratados con fidelidad en la gran pantalla. Para ello se hubo que ceder en algunos puntos, cambiar y añadir determinadas frases e imágenes que la dictadura no podía permitir. La palabra «España» tuvo que incorporarse al menos tres veces a lo largo del metraje. La película fue financiada a través de donativos populares.
Lo que está claro después de verla es que se trata de una pieza de gran valor documental, antropológico y por supuesto artístico, utilizando recursos muy modernos para la España de la época, con un diseño de rotulación muy bueno y original y un hilo narrativo que va enlazando conceptos (tierra, mar, agua, etc) para contar las tradiciones y costumbres vascas a un lado y otro de la frontera. A parte de los impresionantes paisajes (gran fotografía), una de las cosas que más me han gustado es el reflejo de la idiosincrasia vasca a través de las esculturas de Oteiza y Chillida y también los dedicados al euskera, una lengua muy gráfica que se presta a este tipo de experimentos audiovisuales.
Quizás hoy día ya no nos sorprenda nada de lo que cuenta ‘Ama Lur’, pero imaginemos lo que fue para, por ejemplo, un madrileño que tuvo la oportunidad de verla en los años sesenta…
Tenía muchas ganas de ver ‘Caos Calmo’, la película italiana protagonizada por Nanni Moretti, pero no «de» Nanni Moretti. La película la dirigió Antonello Grimaldi en 2008 y está basada en la novela homónima de Sandro Veronesi. De Grimaldi apenas sé nada. Sólo que hasta la fecha ha dirigido películas menores y series para la televisión italiana. Junto a él, Moretti. La película es él en todas las escenas, toda la narración se centra en él y todo pasa por él. En ‘Caos Calmo’ es el centro indiscutible.
El film es la clásica historia, tantas veces contada en el cine, sobre el valor de las pequeñas cosas y de pararse a reflexionar alguna vez en la vida. Pietro es un directivo de una importante empresa audiovisual a punto de fusionarse con otro grupo. Su mujer acaba de morir y tiene que hacerse cargo solo de una hija de ocho años. A raíz de un gesto altruista por el que salva a una mujer de morir ahogada, se replantea algunas cosas. El primer día de clase lleva a su hija al colegio. En un impulso que quizás tiene mucho de irracional, decide no ir a trabajar y permanecer en un parque cercano a esperar su salida. A ese día le seguirá otro y otro y otro más… Poco a poco descubrirá un microcosmos repleto de rutinas y acontecimientos mínimos.
Igual que ‘Caos Calmo’ es una narración sobre las cosas sencillas de la vida, formalmente esa sencillez se ha contagiado y una película que a priori no tiene casi nada que contar, se convierte en un entretenido divertimento. En su contra pesan los momentos de melodrama, que son poco creíbles y típicos. Lo mejor son los toques de humor, muy soterrado, que hacen verosímil pasajes que de otro modo sería poco creíbles. La banda sonora, con temas de Radiohead, Rufus Wainwright o Stars, aportan intensidad a algunos momentos clave de la película. Recomendable.
Mis sospechas sobre Kim Ki-Duk se van confirmando. Si ya comenzaba a notarse ligeramente en la sólo estupenda ‘Time’ (2006), ahora ya es evidente con ‘Breath’ (2007). El realizador coreano parece cada día más agotado y poco a poco se va a alejando de lo que fue en su día la gran revelación del cine de aquel país asiático. En ‘Breath’ dice adiós al lirismo de las escenas, a la plasticidad de los encuadres, a contar las cosas sin palabras. Apenas si quedan algunos destellos del talento que demostró en obras como ‘El Arco’ (2005) o ‘Primavera, Verano, Otoño, Invierno… y Primavera’ (2003).
‘Breath’ nos cuenta la historia de la relación entre un preso condenado a muerte y su ex-novia. Una relación que lejos de estar rota no ha hecho más que intensificarse desde que ésta se casara con otro hombre, un marido culto y acaudalado. La chica siente cierta culpabilidad por el crimen que llevó a su antigua pareja a la cárcel y decide realizar una serie de visitas a escondidas de su marido.
De nuevo en la película vemos, aunque más atenuados, los temas clásicos del cine de Kim Ki-Duk. Las estaciones del año, representadas por cada una de las visitas al penal, la tecnología y el voyeurismo de un misterioso carcelero que espía todo que hace la pareja a través de una cámara de vigilancia, la muerte, personificada por el condenado y los espacios cerrados y controlados (la cárcel). En definitiva, antes de ponerme a verla esperaba algo más. Una decepción.
Si sigo comprando a veces Público es por las películas en DVD que trae. Por 1,50 euros se pueden conseguir buenas películas. Y parece ser que no soy el único que lo piensa. Y los de Público lo saben. Es la única explicación que encuentro a que se «contraprogramen» a sí mismos. Me ha pasado hoy mismo, esta misma mañana. Todos los viernes echo un vistazo a la portada en PDF del diario para ver la película que entregarán ese día. Era la única forma de saberlo. Hasta hace poco uno podía entrar en la web de promociones del periódico y ver la fecha en la que se puede conseguir cada uno de los títulos.
Al mirar hoy la portada en PDF me encuentro con que la película que toca es ‘Sólo un Beso’, una de las últimas obras de Ken Loach, y que tengo ganas de ver (y de paso tener). Por increíble que parezca, al acercarme al quiosco me dan ‘No Sos Vos, Soy Yo’, una comedia argentina que no está mal. Lo que me molesta es que los de Público tengan que recurrir a una maniobra tan rastrera para endosar las películas que «menos venden» y así no bajar o subir ventas dependiendo del DVD del viernes. Ahora no hay manera humana de saberlo y, o bien tienes confianza con el quiosquero y le preguntas la peli que entregan o te asomas disimuladamente a ver la portada «de verdad» por si interesa o no. En cualquier otro caso te arriesgas a que te den cualquier cosa… Lamentable.
Actualización de 26 de abril: Tal y como dice Miguel en los comentarios y como he podido comprobar en estos meses, hay dos zonas diferentes de distribución de las películas. De todos modos tardaron bastante en dar esa información. En el momento de escribir este post no se proporcionó ningún dato que me hiciera pensar eso.
Por fin he podido ver una de las películas más polémicas del cine español en el pasado año. ‘Camino’ fue dirigida en 2008 por Javier Fesser, realizador también de ‘El Milagro de P. Tinto’ (1998) y ‘Mortadelo y Filemón’ (2003). La polvareda que levantó en su día, incluso antes de su estreno, dentro de los círculos más ortodoxos del catolicismo, se mereció un artículo en rmbit hace unos meses.
Cierto es que Fesser critica una determinada manera de entender la religiosidad, pero lo hace con absoluto respeto. Esta mesura, sin caer en maniqueísmos, esperpentos, ni exageraciones es en mi opinión uno de los aciertos de la película. Aunque el film es un escalofriante drama puro y duro (sobre todo duro), se aportan algunas pinceladas de ironía (sobre todo los malentendidos en el lecho de muerte con que comienza y termina la película con homenaje a ‘El Exorcista’ incluido).
‘Camino’ se basa en cuatro pilares que son las cuatro claves de la película. Por un lado el mundo de fantasía de la propia protagonista. En segundo lugar la frialdad, la realidad y lo prosaico de los hospitales (la brutalidad de las operaciones). Por otra parte el fanatismo religioso de su madre y por último el padre de Camino, que aporta un realismo agradable y conciliador y que pasa por ser el personaje más equilibrado de la película. Esos cuatro aspectos interactúan y chocan continuamente a lo largo de todo el metraje. ‘Camino’ se sustenta en el gran trabajo de la joven actriz Nerea Camacho.
En definitiva, ‘Camino’ es una gran película, dirigida con extraordinaria sensibilidad por Javier Fesser y con una calidad de producción poco habitual en el cine español.
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