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La bitácora personal de Ricardo Martín
Comentando cosas desde 2004
20 de junio de 2009

1983: El año cero de los videojuegos en España

He escrito ya unos cuantos artículos sobre videojuegos antiguos, sobre mis experiencias y mis recuerdos, pero nunca sobre cuál y cuándo comenzó todo en España, el «año cero» del mundo del videojuego español. Todos los estudiosos del tema sitúan esa fecha en 1983. Ese año confluyeron dos hechos destacables: por un lado se publicó el primer videojuego comercial realizado en España, llamado ‘La Pulga’, y por otro el lanzamiento de la primera revista «moderna» sobre ordenadores y videojuegos, la legendaria ZX. Fue el principio de una fiebre por los 8 bits que duró casi una década.

Indescomp fue fundada como una empresa de importación de hardware para ordenadores personales, pero pronto algunos de sus miembros comenzaron a dar rienda suelta a su pasión por los videojuegos y la programación. ‘La Pulga’ fue el primer producto de esa afición. Y arrasó. Tanto como que fue distribuido en el Reino Unido con igual éxito. Nuestros compatriotas programadores se incorporaron tarde a la industria del videojuego, pero cuando lo hicieron se convirtieron en unos pocos años en líderes europeos, sólo por detrás de las islas británicas. Algunos de los componentes de Indescomp pasaría después a formar compañías ya míticas como Opera Soft (de la que ya he hablado aquí).

En el plano editorial, ZX fue la pionera del mundillo. Es cierto que ya existían publicaciones como Ordenador Popular, que llevaba un año en el mercado, pero ZX se convirtió en la primera revista que tomaba la informática como una nueva «cultura», una nueva forma de ver la vida, y que fue la precursora de otras que vendrían después como Microhobby (1984) y Micromanía (1985). Como indica su nombre, estaba dedicada íntegramente a los ordenadores Sinclair ZX Spectrum, unas máquinas que en aquellos tiempos primigenios eran los reyes con sus 16 Kb de memoria RAM. Me he bajado su primer número de esta web (estupendo trabajo) y le he echado un vistazo con mucha atención. No hay duda de que ZX abrió la senda que luego otros seguirían: artículos técnicos, listados (muchos) de programas en BASIC, noticias sobre novedades para el Spectrum y concursos.

Buscando buscando, me encuentro con este documental que en 1999 emitió el añorado canal C: titulado ‘La Edad de Oro del Soft Español’, que sirve como perfecta ilustración a esta entrada:

19 de junio de 2009

El caso de Osel o la libertad de elección

El lama budista más joven del mundo, Osel Hita Torres, un niño español de dos años, fue entronizado y venerado ayer como la reencarnación de un lama tibetano ya fallecido, mientras lloraba y chupaba un caramelo. Osel, natural de Bubión, un pueblo alpujarreño de la provincia de Granada, vestía la típica túnica de color naranja, así como el puntiagudo sombrero amarillo -conocido como sombrero de la sabiduría- que usan todos los lamas tibetanos, mientras era llevado a su trono mordisqueando un juguete de plástico.

Así comenzaba el artículo que el diario El País publicaba el ya lejano 18 de marzo de 1987 bajo el título de «Un niño español de dos años fue entronizado lama budista ayer en la India». La historia de Osel, el «niño lama» español, ocupó muchas páginas en la prensa (en la foto un recorte de La Vanguardia del 29 de enero de 1987), la radio y la televisión de la época. A mí, desde siempre, fue una historia que me interesó por lo inusual. Eso de que un niño de menos de dos años sea proclamado como la reencarnación de un lama (en este caso del lama Yeshe, fallecido en Los Ángeles en 1984) es como para prestarle, por lo menos, un poco de atención. No menos curioso y revelador es el dato de que los padres del, por entonces, pequeño Osel, vivían en una comunidad de orientación budista en La Alpujarra granadina. O sea que no eran precisamente ajenos a la religión asiática. Incluso la madre de Osel conoció al lama Yeshe en Ibiza años antes de su muerte.

Con todos estos antecedentes, resulta lógico que quisieran que uno de sus seis hijos estuviera destinado a cumplir sus deseos (y caprichos, por qué no decirlo). Dicho y hecho. El lama Zopa, discípulo del lama Yeshe, tuvo la visión en sueños de quién era la reencarnación de su maestro, aunque por entonces Osel aún no había nacido. A partir de aquí todos conocemos la historia: el «niño lama» es recluido en un remoto lamasterio de La India para recibir su formación bajo una disciplina férrea que incluía castigos físicos y una vida repleta de privaciones. Volvimos a tener noticias de Osel muchos años después, en 2002, en un reportaje de El País Semanal publicado el 30 de junio de ese año. Las evidencias que el Himalaya no era su sitio quedaban bien patentes. Por entonces tenía 17 años. Al año siguiente lo abandonó todo para volver a España y comenzar estudios de cinematografía.

Y llegamos al día de hoy. Todo este rollo que os he contado viene a cuento porque hace unas semanas se publicó una entrevista exclusiva del diario El Mundo y la revista ¡Hola! (esperemos que no sea carne de «norias» ni de otras telebasuras), reproducida en parte también por el diario gratuito 20 Minutos, que fue hecha en Madrid y donde confiesa su desorientación ante el mundo, ante la vida, y donde se queja amargamente de no haber tenido infancia ni adolescencia. En este punto llego a la reflexión a la que os quiero llevar: ¿Qué derecho tienen los padres a decidir el destino de su hijo, aunque piensen que es lo mejor para él? El caso de Osel, desde mi punto de vista, es uno de tantos que involucran a padres caprichosos, más pendientes de su propia realización personal que de la de sus vástagos. Y también de cómo el fanatismo religioso, en este caso el budismo (una religión que tradicionalmente ha tenido buena prensa en occidente), destroza vidas por ser una creencia impuesta y no elegida libremente de acuerdo con las inquietudes, reflexiones y vivencias de cada cual, independientemente de lo buena o beneficiosa que sea.

17 de junio de 2009

La fotografía tilt-shift

Leyendo una entrada del blog de fotografía de Microsiervos descubro una técnica fotográfica que hasta ahora no conocía. Se trata del tilt-shift (literalmente inclinar-desplazar). Su nombre proviene de un tipo especial de lentes, también llamados descentrables o de control de perspectiva (PC o perspective control). Estas lentes tienen la particularidad de poder inclinarse y desplazarse internamente entre sí para alterar la sensación de perspectiva cuando estamos fotografiando por ejemplo, un edificio desde el suelo. Sé que esto puede sonar extraño, y de hecho lo es. Estos objetivos no son muy habituales y, por la complejidad técnica que conlleva, no deben ser nada baratos. Básicamente se utiliza en arquitectura para fotografiar edificios sin la distorsión que añade la perspectiva.

Pero también hay otra utilidad, menos «útil», pero sorprendente, y que a mí es la que más me ha gustado. Los objetivos PC permiten fotografiar un paisaje o un objeto de gran tamaño y crear la ilusión de que estamos viendo la foto de una maqueta tomada con una lente macro. Esto es posible precisamente por la capacidad que tienen de distorsionar la perspectiva, centrando el enfoque en un punto o un área muy concreta que en vez de estar a unos pocos centímetros en realidad se encuentra a cientos de metros.

Por suerte, para los que nos gusta experimentar sin más y sin gastarnos el dineral que cuesta una lente PC, podemos emular por software este efecto. Existen multitud de tutoriales por la red que nos ayudan a conseguirlo de manera fácil. Yo lo he hecho utilizando Adobe Photoshop, aplicando una máscara de desenfoque de lente. El punto de partida ha sido una foto de Cáceres tomada desde La Montaña que hice hace ya tiempo. El resultado, después de un minuto de trabajo, no está nada mal. Quizás elaborándolo un poco más el resultado mejoraría:

Dando otra vuelta de tuerca, esta técnica puede aplicarse también al vídeo. De hecho es en el vídeo donde se obtienen los resultados más espectaculares. Internet está poblado de clips realizados mediante objetivos PC montados sobre cámaras de fotos réflex con capacidad de grabar vídeo como la Canon EOS 5D Mark II. Combinado con otras técnicas como el stop motion o el time-lapse se obtienen resultados increíbles. Aquí os dejo un par de ejemplos impresionantes:


16 de junio de 2009

Oasis y la calle Berwick

A la mayoría de los lectores Berwick Street (la calle Berwick) no les dirá absolutamente nada. A unos pocos conocedores de la ciudad de Londres les sonará e incluso habrán estado en ella y prácticamente nadie sabrá que esa es la calle que Oasis inmortalizó en la portada y contraportada de su disco ‘(What’s the Story) Morning Glory?’. Las fotografías fueron tomadas por Michael Spencer Jones y el diseño de todo el artwork fue cosa de Brian Cannon. Si observamos atentamente la foto de portada veremos a tres personajes. De espaldas en primer plano está el propio Cannon, a punto de cruzarse con Sean Rowley, un conocido locutor musical de la BBC de Londres, algo así como un Jesús Ordovás a la inglesa. Al fondo, en la acera de la izquierda está otro personaje, Owen Morris, el productor del disco, que sostiene en alto lo que se dice que es la cinta abierta con el máster del disco. Una escenografía que representa el trajín que supuso la grabación y posterior postproducción del que fuera el álbum señero de los de Manchester. Para evitar el tráfico, la sesión fotográfica tuvo lugar sobre las cuatro y media de la madrugada.

Anécdotas aparte, la calle Berwick es una de las principales arterias del Soho londinense y está repleta de tiendas de discos, como puede verse si nos damos un paseo con el Street View de Google Maps. Yo lo he hecho, y la zona donde se tomó la fotografía del disco ha cambiado. Las tiendas ya no son las mismas, pero es perfectamente reconocible. Supongo que Oasis quiso hacer, una vez más, un homenaje a los Beatles y crear un lugar de peregrinaje para fans a imagen y semejanza del paso de peatones de la Abbey Road, frente a los estudios de grabación de EMI en Londres. Personalmente, cada vez que veo la foto del ‘(What’s the Story) Morning Glory?’ me viene a la mente la calle San Torcuato de Zamora antes de que la «semipeatonalizaran», vista a la altura del Havana si miramos hacia la plaza de Alemania… Alguna broma hemos hecho con eso… En fin.


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11 de junio de 2009

El arte del «mashup»

Vivimos en una época donde la información de todo tipo fluye con libertad hasta el exceso. Imágenes, vídeos, sonidos, música, textos… Navegamos por un mar de datos que somos incapaces de digerir y que es ya nuestro ambiente natural. Pareciera que la información, igual que la energía, ni se crea ni se destruye, sino que sólo se transforma en otras cosas. Quizás fue así como surgió el «mashup», que podríamos traducir en castellano como remezcla o más bien como mezcla. El «mashup» es un agregado de varios elementos para crear uno nuevo con nuevas funcionalidades o un nuevo significado. Este concepto se aplica a muchos y muy diversos campos.

Desde el nacimiento de la llamada «web 2.0», el concepto de «mashup» se ha convertido en uno de los más populares. El hecho de que las webs intenten ser cada vez más participativas y abiertas han llevado a publicar sus APIs (para los profanos, la «caja de herramientas» y/o el «manual» para modificar y adaptar el sistema a nuestras necesidades) y a permitir su combinación con otros servicios que proporcionan otras webs. Posiblemente los pioneros del «mashup» de la web son Google. Todas sus aplicaciones y servicios están abiertas a todo aquel que quiera manipularlas para su uso particular. A día de hoy son ya miles los sitios que combinan servicios de terceros para ofrecer a sus visitantes un nuevo servicio híbrido que tal vez de otro modo no podría ser posible. Algunos ejemplos son:

Y así podríamos seguir hasta el infinito… Pero sin duda el aspecto más vistoso de los «mashup» es la mezcla de vídeos o de música. Por internet, especialmente en los sitios de vídeos, encontramos auténticas joyas de la mezcla, algunas de ellas de lo más disparatado, como este donde se recrea la cabecera de McGyver con secuencias de Star Wars:

Y si nos metemos con el tema musical, el filón se hace interminable. He elegido un par de ellos que tienen su gracia. El primero de ellos se titula The Escobars y mezcla un tema de nuestro españolísimo Manolo Escobar con unos raperos:

Por último, ¿Cómo sonarían los Beatles + LCD Soundsystem + The Kinks?. Aquí está la respuesta:

9 de junio de 2009

Scopitone, Cinebox y Color-Sonics

Scopitone, Cinebox o Color-Sonics son palabras que nos suenan más bien poco. Son los nombres de algunos inventos precursores de otros que ahora nos son muy familiares. Se trataba de una especie de jukebox visual que proyectaban en una pantalla videos musicales de los artistas más conocidos de la época. Fueron muy populares en los Estados Unidos durante la década de los sesenta y desaparecieron con la llegada del siguiente decenio. Son, como se suele decir, un producto de su tiempo. Curiosamente, y a pesar de ese éxito al otro lado del Atlántico, tanto el Scopitone como el Cinebox son invenciones europeas.

Los primeros Scopitones, según se cuenta en la web scopitonearchive.com, fueron fabricados en Francia en 1960 y se extendieron por Alemania Occidental y Reino Unido antes de cruzar el charco en 1964. El mecanismo era idéntico al de un jukebox clásico con la diferencia de que contaba con una pantalla más bien pequeña para los canones actuales en la que se retroproyectaba la película en 16 milímetros del videoclip elegido. El Cinebox, siempre siguiendo la misma fuente, fue ideado en Italia en 1959. Puede considerarse, por tanto, como el primer jukebox de películas de la historia. El Cinebox cambió de nombre en 1965 para llamarse Colorama y posteriormente, en 1966, pasó a ser el Cinejukebox. El tercero en discordia fue el Color-Sonics, una creación norteamericana de los estudios cinematográficos Paramount lanzada en 1966. Al contrario que los anteriores, el Color-Sonics utilizaba cartuchos de película de 8 milímetros.

Cualquiera de estos tres fabricantes contaba con un catálogo de videoclips bastante amplio, llegando en algunos casos al millar de títulos. A lo largo y ancho de internet existen unas cuantas webs que se dedican a recopilar, digitalizar y colgar algunos de estos vídeos. La mayoría son de artistas muy conocidos y casi pueden considerarse como un antecesor directo del video musical. Si tenéis curiosidad por ver alguno de estos vídeos podéis buscarlos en YouTube, donde hay bastantes. También en la web Scopitones.com hay unos cuantos. Os aviso de que algunos son un poco frikis y hasta folclóricos. Aquí uno de los ejemplos más bizarros:

Este es el vídeo de ‘Comme Tant d’Autres’ de Françoise Hardy, moderno y con estilo, lejos de los tópicos sesenteros:

8 de junio de 2009

Sobre la psicogeografía

Casualmente, buscado asuntos para tratar en la bitácora, me he topado con dos conceptos que a mi modo de ver son antagónicos. Psicogeografía versus excursionismo a lugares abandonados. La primera como investigación urbana y azarosa sobre la geografía y las vidas que la pueblan. Y la segunda como análisis del pasado, del tiempo detenido en un determinado momento, del deterioro por el paso de los años… Lo vivo y lo muerto…

Pero vamos a dejar la filosofía barata a un lado y vamos a profundizar un poco en ese curioso concepto que es la psicogeografía y que muchos hemos practicado sin saber que se llamaba así. Según la escueta definición de la Wikipedia, la psicogeografía es «una propuesta principalmente del situacionismo en la cual se pretende entender los efectos y las formas del ambiente geográfico en las emociones y el comportamiento de las personas.». Dentro de esta práctica hay otros conceptos como la deriva, que consiste en caminar sin rumbo por una ciudad con otra mirada donde lo importante es la observación, casi la contemplación de las situaciones cotidianas del día a día lejos de la rutina.

Aunque el origen de esta peculiar práctica es muy antigua, es a partir del siglo XIX y sobre todo en la Francia de los años cincuenta del siglo XX cuando toma cierta forma. Su formulación hemos de atribuirla a los situacionistas y cuenta con una filosofía y una actitud militante detrás. Sería muy largo explicar aquí qué es el situacionismo, así que si estáis interesados podéis partir de este enlace de la Wikipedia. La realidad psicogeográfica puede ser (y de hecho ha sido) fuente de inspiración para el arte, sobre todo para la pintura y más recientemente la fotografía. Está claro que la mejor forma de captar las emociones de las situaciones urbanas es tomar una buena foto del momento. Por eso en los últimos años se asocia psicogeografía a fotografía, como en este estupendo artículo de Soitu.es.



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