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La bitácora personal de Ricardo Martín
Comentando cosas desde 2004
28 de octubre de 2008

Vieja alta definición

Comienzan ya a sernos familiares las siglas Full HD, 1080p, HD Ready y otras similares. Por fin la tecnología de la alta definición se implanta definitivamente en nuestras casas. Es verdad que aún queda algún año que otro hasta que todos los canales de televisión emitan en este formato y los DVDs den paso a otro formato todavía desconocido (¿alguien apuesta todavía por el Blu-Ray?). Pero el camino hacia la alta definición ha sido largo y tortuoso. Por pura curiosidad he buscado en la hemeroteca de El País y de La Vanguardia las primeras informaciones, hace décadas ya, sobre esta tecnología que ahora nos parece tan novedosa.

Parece increíble, pero la primera referencia a la alta definición tal y como la entendemos la encontramos en un artículo de La Vanguardia del 2 de mayo de 1981 que trata sobre el deterioro y la necesaria conservación de las obras maestras del cine:

La solución radica en la electrónica, o sea transferir el material al video, pero esto comporta el problema de hallar rápidamente -mejor sería decir divulgar, ya que se ha llegado ya a realidades en este sentido en los laboratorios japoneses- imágenes de alta definición que posibiliten el paso del cine al vídeo

Hasta prácticamente dos décadas después, el vídeo no ha podido competir con las cámaras de cine de 35mm… Pero no sería hasta el 19 de julio de 1983 cuando el diario catalán titulaba un artículo «El HDTV, un sistema japonés que revoluciona la televisión». Curiosamente este mismo artículo, con el mismo texto aparece también en la edición de El País de aquel día (se trataba de una información de agencias, en concreto de la Agencia EFE):

Japón ha desarrollado un nuevo sistema de televisión que, por sus características de calidad y cromatismo, superior al de las fotografías de 35 milímetros, está llamado a revolucionar el mundo de la imagen: la televisión en alta definición.
La extraordinaria calidad de las imágenes de esta televisión, bautizada por sus siglas en inglés como HDTV, se consigue gracias a la introducción de 1.125 líneas de señales electrónicas en la pantalla del televisor, frente a las 525 y 625 tradicionales, según los sistemas.

Leyendo estos artículos uno se da cuenta que hay tecnologías que les cuesta llegar. Desde que comenzamos a escuchar noticias sobre cualquier asunto aplicable a la vida diaria, es posible que tarden décadas en llegar o que no lleguen nunca. El caso de la alta definición es uno de los mejores ejemplos.

27 de octubre de 2008

Banksy

Cada vez estoy más convencido de que el arte del siglo XXI pasa por la calle, por la transformación de los paisajes urbanos y por la protesta social. En concreto me voy a referir al graffiti y a uno de los personajes más mediáticos de los últimos años en este tipo de actividad: Banksy. Detrás de este pseudónimo hay un personaje anónimo de unos treinta y cinco años que lleva casi un par de décadas plasmando sus ideas y su forma de ver la sociedad actual en los muros desnudos de Bristol primero y de Londres después.

En realidad uno de sus grandes éxitos, aparte de su talento y su acierto a la hora de criticar el modo de vida capitalista y el recorte de libertades tras el 11-S, es el de permanecer en el anonimato. Es algo que no debe ser nada fácil cuando en el pasado febrero alguien pagó 300.000 euros por un mural pintado en una pared de Londres. Fue precisamente este hecho el que le llevó a las portadas de los medios de comunicación de todo el mundo.

Ayer mismo he leído en El País un artículo sobre tan escurridizo artista callejero. En él consigue burlar todas las miradas y pintar un mural criticando la videovigilancia al que el alcalde de Londres quiere someter a la ciudad. En mi opinión el arte, además de ser innovador, ha de remover conciencias. Y Banksy lo consigue con creces. Buscando por Flickr, existen numerosas fotografías de los murales que ha pintado en los últimos tiempos. Merece la pena pasarse y echar un vistazo.

26 de octubre de 2008

La Vanguardia abre su hemeroteca a todos

Desde hoy, el decano de la prensa catalana La Vanguardia abre todas y cada una de las páginas de sus 127 años al público. Cualquiera puede consultar ya mismo todos los números y descargárselos en formato PDF. Además cuenta con un buscador bastante ágil y efectivo que permite encontrar prácticamente cualquier cosa (incluidos los anuncios, algo bastante curioso) en su texto gracias a un sistema de reconocimiento de caracteres. Desde luego el esfuerzo para la digitalización de todo el fondo documental ha tenido que ser colosal.

Esta mañana he entrado por primera vez a echar un vistazo y hacer unas búsqueda. La primera impresión ha sido muy buena. La navegación por la hemeroteca es muy sencilla e intuitiva y en general funciona bastante rápido. Me ha gustado mucho la información adicional que incluyen algunas ediciones o, por ejemplo, cuando no se editó el diario. En este caso aparece una línea de texto explicando el motivo. Cuando entramos en un ejemplar podemos ver todas las páginas, ampliarlas y descargarlas. La única pega es que no es posible descargarse el diario entero de una sola vez. Otra limitación es que no podemos ver las últimas treinta ediciones publicadas. Lógico, porque esto queda reservado a los suscriptores.

Dando una vuelta me voy, como es natural, a los momentos críticos de nuestra historia y por lo que veo, también del diario. En concreto «aterrizo» el 25 de enero de 1939. Esta fecha supone el último día de guerra civil en Cataluña y obviamente el último día de la II República. Así comienza el cuerpo del artículo de portada de la edición de ese día:

El Ejército de la República se dispone a defender Barcelona, a cerrarle el camino a los invasores. Europa contempla el espectáculo y se prepara a ver reproducida la gesta de Madrid. No seríamos sinceros si no manifestáramos la certidumbre de que la consciencia de la urbe catalana mide exactamente el momento y rebusca en su ser las viejas y fuertes esencias que le dieron fama.

El 26 caería Barcelona con la entrada en la capital catalana de las tropas sublevadas de Franco. Precisamente ese día 26 de enero no se publicó el diario. La Vanguardia resurgiría el 27 de enero rebautizado como «La Vanguardia Española», denominación que mantendría hasta 1978. Pero este cambio tiene mucho de siniestro. La línea editorial cambia radicalmente, fruto de la ocupación de la redacción por personal adicto a los sublevados. Por si esto no quedara claro, en el antetítulo de la edición de ese día aparece el texto: «Diario al servicio de España y del Generalísimo Franco». Bajo el enorme titular de «Barcelona para la España invicta de Franco» se incluye un texto a modo de editorial redactado con ese palabrerío tan repugnante y grandilocuente:

[…] La grandeza histórica del momento en que vivimos no es clima propicio a exaltaciones desmesuradas. El glorioso Ejército liberador del Generalísimo, que con tan natural heroísmo ha llevado a cabo la gesta ingente de nuestra liberación, ha de darnos la tónica. Simplemente, la actitud de LA VANGUARDIA liberada ha de ser esta, por hoy: decir «¡Presente!» Aquí está de nuevo el veterano diario para defender los postulados que han sido carne de su carne y entraña de su entraña, los añejos ideales eclipsados por esa ola de locura que lo ha envuelto todo durante los últimos treinta meses, por esa pesadilla horrenda de la que acaba de sacarnos con sin igual heroísmo el Ejército salvador de Franco. […] Salimos a la calle como podemos. Una de las últimas gestas de los fugitivos fue destrozar nuestra maquinaria. Jefes del glorioso Ejército Nacional y corresponsales de Prensa al servicio de España han podido comprobar por sus propios ojos, en la visita con que nos honraron anoche, esa última muestra de cultura, de amor al obrero y a los instrumentos de trabajo que han dado en su huída los representantes de la autoridad roja.

Ejemplos clave como éste sin duda ayudan a comprender a curiosos, investigadores e historiadores, los eventos más decisivos de nuestra historia en el último siglo y cuarto. En definitiva, una tarea titánica que convierte a La Vanguardia en el primer diario en castellano que digitaliza toda su hemeroteca. Y si esa hemeroteca comienza en 1881 se convierte en un auténtico tesoro.

22 de octubre de 2008

Desclasificación OVNI británica: El caso del avión de Alitalia

Aunque ya casi nadie se acuerda de ello, la desclasificación de los expedientes reservados sobre objetos no identificados por parte del gobierno británico sigue adelante. En la última tanda de expedientes abiertos al público y colgados en la web de National Archives nos llevamos alguna que otra sorpresa.

Según cuenta la web de la BBC en una noticia del pasado 20 de octubre, un avión de Alitalia procedente de Milán tuvo un «encuentro cercano» con un OVNI en las inmediaciones de la ciudad de Lydd, en el condado de Kent. La aeronave italiana se dirigía al aeropuerto londinense de Heathrow. Parece ser que los hechos ocurrieron el 21 abril de 1991. El objeto en cuestión tenía forma de misil (de hecho en algunos de los informes aparece la palabra «missil?») y era de color marrón, aunque las investigaciones descartaron que se tratara de cualquier ingenio o arma militar (que fuera conocido añado yo). Hasta la fecha de hoy no se ha conseguido encontrar ninguna explicación.

Para todos aquellos curiosos como yo que les gusta meter las narices en todas partes, el expediente desclasificado es el DEFE 24/1953/1 [PDF]. Este caso concreto comienza en la página 65. En él se incluyen desde partes de incidencias de la Aviación Civil Británica hasta cuestionarios y «capturas de pantalla» de los radares aéreos o recortes de prensa de la época. En total son 26 páginas.

18 de octubre de 2008

La banda sonora de ‘Los Años Desnudos’

‘Los Años Desnudos’ es la última película de ese peculiar tándem de realizadores que son Félix Sabroso y Dunia Ayaso. En realidad tampoco me interesa demasiado verla, pero me ha parecido que la época en la que está ambientada ha sido muy poco tratada en nuestro cine. La historia transcurre en ese lustro que cubre prácticamente toda la transición (entre 1975 y 1980), en la época del destape y de las películas pseudoeróticas que se filmaron por entonces. Es ahora cuando se están recuperando todos aquellos temas que triunfaban en las discotecas, al margen de los primeros compases de La Movida.

Después de ver el trailer de la película me quedé sobre todo con la banda sonora. En la web oficial viene una lista con los temas musicales que aparecen en ‘Los Años Desnudos’. Si no recuerdo mal, hasta uno de ellos (‘Aún vivo para el amor’ interpretado por Fernando Fernán Gómez) apareció en una de esas recopilaciones frikis de ‘Spanish Bizarro’. Otra de las habituales de esas recopilaciones «retrocutres» es Susana Estrada, la «actriz» y «cantante», que aquí incluye ‘Acariciame’. El repertorio lo completan otros intérpretes rescatados de las catacumbas más oscuras del sonido «disco»: ‘Macho’ de Celi Bee, ‘Soul Dracula’ de Hot Blood (os recomiendo que veáis los vídeos en YouTube), ‘Yo también necesito amar’ de Ana y Johnny, ‘Lay love on you’ de Luisa Fernández y ‘Estoy bailando’ de las Hermanas Goggi (de actualidad por una reciente versión).

Bienvenidas sean estas películas si nos ayudan a recuperar la memoria musical de una época que hoy sólo se recuerda por ser el germen de La Movida y de la que muchos como apenas habíamos oído nada. Las canciones «menos buenas» también tienen derecho a ser recordadas, sobre todo con la distancia que dan treinta y tantos años.

16 de octubre de 2008

‘Kanji para Recordar’

El otro día comentaba, entre otras cosas, una web que nos ayudaba a una tarea por la que todo aquel que quiera aprender japonés tiene que pasar: saberse los tres mil kanjis o ideogramas «básicos». A través del grandísimo blog de Kirai he encontrado un montón de información sobre libros para aprender esta difícil lengua. He ojeado algunos de ellos y los hay para todos los gustos: gramática, expresiones, tablas con los alfabetos silábicos (o kana) hiragana y katakana y, lo que a mi más me llama la atención, los kanji.

Dentro de los libros para aprender los kanji elementales me ha gustado uno. Se trata de ‘Kanji para Recordar’ de James W. Heisig. Es una muy cuidada edición en castellano (y un tocho de 536 páginas) realizada por Marc Bernabé y Verònica Calafell con el original ‘Remembering the Kanji’ como referencia. La diferencia de este libro con otros es que no se trata de una mera tabla de ideogramas con sus significados, sino que de muchos de ellos nos cuenta su origen. Muchos de ellos son una estilización de una idea que se plasmó inicialmente como un pictograma que evolucionó con los siglos en China y luego fueron exportados a Japón a través de Corea. En otros de estos kanji se ofrecen reglas mnemotécnicas para recordarlos a través de algún rasgo o una historia.

Recomiendo este libro a todos aquellos curiosos de los alfabetos, de los idiomas o simplemente como una lectura para mentes inquietas…

15 de octubre de 2008

La parte física del mundo virtual

Ayer leí un artículo en el diario argentino La Nación que me llamó la atención. Aunque parezca mentira, casi nunca uno se para a pensar dónde demonios se guarda la cantidad ingente de información, en forma de fotos, vídeos y demás datos que se produce día tras día. No me refiero a las máquinas, sino a dónde se almacenan la cantidad de servidores necesarios para soportal todos esos servicios como YouTube o las decenas de webs que existen de vídeos y fotos. Tengamos en cuenta que a diario, sólo en YouTube, se generan cientos de horas de vídeos que ocupan terabytes de memoria. Cada módulo de servidor se guarda en un rack o «armario». Cada rack suele tener una capacidad de diez módulos y su tamaño es bastante notable.

Centrándonos en el caso de YouTube, propiedad de Google, en el artículo que leí se dan algunas pistas. Dicen invertir anualmente unos mil millones de dólares en datacenters (lugares con condiciones especiales donde se almacenan los racks de servidores) sólo para YouTube. Este gasto no es sólo en equipamiento informático, sino en sistemas de ventilación y acondicionamiento, personal, etc. Se supone que esto tendrá un límite y que llegará un momento en el que ya no sea rentable mantener el servicio ¿o no?. Es cierto que la tecnología de almacenamiento sigue mejorando y que los servidores tienen cada vez más capacidad y son más baratos ¿pero compensa lo suficiente?. Los lugares físicos donde se encuentran estos datacenters son uno de los secretos mejor guardados de estas empresas. Según se dice, la mayoría de los centros de datos se encuentran en los Estados Unidos, pero ya hay algunos fuera, ¿en China? ¿en Europa?.

Dentro de no mucho tiempo (o ya hoy mismo), las fuentes de donde beben los grandes servicios de internet pueden ser un objetivo terrorista de primer orden, bien para su destrucción o para distorsionar la información que almacenan. Imaginemos que YouTube se llena de vídeos con proclamas terroristas o se bloquea su acceso con mensajes de algún grupo armado…



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