rmbit - La bitácora personal de Ricardo Martín
La bitácora personal de Ricardo Martín
Comentando cosas desde 2004
26 de agosto de 2009

Flickr: decepción y alternativas

Desde hace unos meses me ronda en la cabeza reformar profundamente mi web de fotos Cromavista para transformarla en una web de fotos de viajes más que en la «cosa» indefinida medio experimental que es ahora. Este cambio iría desde el logo hasta en el concepto general. Mi intención es añadir muchas más fotos de muchos más lugares que ahora permanecen inéditas y que merecen la pena ser vistas. Como tampoco tengo ganas de dedicarle demasiado tiempo programando o reformando el código del Cromavista actual, lo primero que pensé fue en usar uno de los servicios de fotos que nos ofrece internet.

Flickr es la primera opción. Lo tenía todo: un software para Mac que permite subir cómodamente las imágenes, posibilidad de crear carpetas, comentarios para las fotos y, por qué no, formar parte de la mayor comunidad fotográfica de toda la red. Pero claro, para un usuario básico, el límite está en 200 fotos. Si queremos eliminar estas limitaciones tenemos que actualizarnos a usuario Pro. No es que sea caro (unos 2 dólares al mes), pero teniendo espacio en servidor propio de sobra (me quedan unos 300 Mb libres) para almacenar unas cuantas fotos, me parece una tontería pagar por otro servicio.

Otra opción era usar una de las muchas aplicaciones escritas en PHP y MySQL para gestionar álbumes de fotografías digitales. Hace unos años investigué algo Coppermine, sin duda el más popular. Pero también existen otras opciones menos conocidas y dignas de ser investigadas. El principal inconveniente de estas aplicaciones es su dificultad para ser adaptadas a las necesidades de cada usuario. Hace falta invertir unas cuantas horas trabajando con la plantilla para conseguir unos resultados medianamente aceptables, que es justo lo que no quiero hacer.

La última y más drástica alternativa es crear una web «a la vieja usanza» con HTML estático. De esta forma modificar los álbumes sería más engorroso, pero su desarrollo sería más rápido si se consigue automatizar lo suficiente (me refiero al copiar+pegar). Ahora mismo estoy investigando esta opción, pero todavía no tengo nada concretado ni en cuanto a estructura ni en cuanto a estética. Sólo me queda ponerme manos a la obra cuando tenga tiempo y ganas. Puede ser mañana o dentro de un mes. Ya se verá.

24 de junio de 2009

Adiós al Kodakchrome: homenaje a la diapositiva

Según leo en Lainformacion.com, Kodak ha decidido dejar de fabricar la película Kodakchrome después de 74 años. Así dicho, Kodakchrome puede que no signifique nada para la mayoría de nosotros, pero fue el primer tipo de film reversible comercial que se puso a la venta. La película reversible es una modalidad que se utiliza sobre todo en el cine y que permite positivar sobre el propio soporte, sin necesidad de negativo. La versión fotográfica de este tipo de film es más conocida como diapositiva. Los carretes de Kodakchrome fueron en su día todo un símbolo y la mayoría de los profesionales de la fotografía los utilizaron. De hecho, hasta la irrupción de la fotografía digital, la diapositiva era el principal soporte gráfico utilizado para la conservación y archivo de fotografías y para las publicaciones impresas y muchas de esas diapositivas fueron tomadas con carretes Kodakchrome.

Desde pequeño, yo siempre estuve familiarizado con el tema, porque desde que tengo uso de razón siempre vi a mi padre tomar sus fotografías en diapositivas (en este caso solía utilizar la película Agfachrome de 36 exposiciones) y en casa la mayoría de nuestro archivo fotográfico familiar está en este soporte. Hace no mucho tiempo pude echar un vistazo a alguna de ellas y conservaban su color como el primer día. Ahora quizás el paso lógico sería digitalizarlas y procesarlas para retirarles las posibles imperfecciones y suciedades que puedan tener. Pero curiosamente, aún no existen escáneres no profesionales que permitan la digitalización de diapositivas a la definición que se merece. Se calcula que las diapositivas tienen una definición que equivale a una imagen digital de entre 12 y 20 megapíxeles dependiendo de la sensibilidad de la película. Con el tiempo, el avance de la técnica superará con creces esta definición, pero aún hoy día la tecnología y la calidad de imagen del film reversible sólo es superada por las cámaras digitales más avanzadas.

17 de junio de 2009

La fotografía tilt-shift

Leyendo una entrada del blog de fotografía de Microsiervos descubro una técnica fotográfica que hasta ahora no conocía. Se trata del tilt-shift (literalmente inclinar-desplazar). Su nombre proviene de un tipo especial de lentes, también llamados descentrables o de control de perspectiva (PC o perspective control). Estas lentes tienen la particularidad de poder inclinarse y desplazarse internamente entre sí para alterar la sensación de perspectiva cuando estamos fotografiando por ejemplo, un edificio desde el suelo. Sé que esto puede sonar extraño, y de hecho lo es. Estos objetivos no son muy habituales y, por la complejidad técnica que conlleva, no deben ser nada baratos. Básicamente se utiliza en arquitectura para fotografiar edificios sin la distorsión que añade la perspectiva.

Pero también hay otra utilidad, menos «útil», pero sorprendente, y que a mí es la que más me ha gustado. Los objetivos PC permiten fotografiar un paisaje o un objeto de gran tamaño y crear la ilusión de que estamos viendo la foto de una maqueta tomada con una lente macro. Esto es posible precisamente por la capacidad que tienen de distorsionar la perspectiva, centrando el enfoque en un punto o un área muy concreta que en vez de estar a unos pocos centímetros en realidad se encuentra a cientos de metros.

Por suerte, para los que nos gusta experimentar sin más y sin gastarnos el dineral que cuesta una lente PC, podemos emular por software este efecto. Existen multitud de tutoriales por la red que nos ayudan a conseguirlo de manera fácil. Yo lo he hecho utilizando Adobe Photoshop, aplicando una máscara de desenfoque de lente. El punto de partida ha sido una foto de Cáceres tomada desde La Montaña que hice hace ya tiempo. El resultado, después de un minuto de trabajo, no está nada mal. Quizás elaborándolo un poco más el resultado mejoraría:

Dando otra vuelta de tuerca, esta técnica puede aplicarse también al vídeo. De hecho es en el vídeo donde se obtienen los resultados más espectaculares. Internet está poblado de clips realizados mediante objetivos PC montados sobre cámaras de fotos réflex con capacidad de grabar vídeo como la Canon EOS 5D Mark II. Combinado con otras técnicas como el stop motion o el time-lapse se obtienen resultados increíbles. Aquí os dejo un par de ejemplos impresionantes:


1 de junio de 2009

¿Es legal prohibir fotografiar en los museos?

El otro día en un viaje turístico pude comprobar el excesivo celo con el que a veces se preservan algunas prohibiciones. Una de las prohibiciones más habituales es la de no poder hacer fotografías ni vídeos en museos ni en el interior de algunos recintos históricos. En el caso del que hablo, el recordatorio estaba presente varias veces en cada una de las salas e incluso al ver el flash furtivo de un visitante, la guía le invitó a borrar las fotos. Jamás había visto cumplir tan a rajatabla esta prohibición y desconozco el motivo de esa radicalidad.

Por pura curiosidad he buscado algo de información por internet para saber si realmente se puede prohibir hacer fotografías en un museo que, por otra parte, es de titularidad pública y por tanto mantenido con los impuestos de todos nosotros. O dicho de otra manera, el museo es un poco de todos. Es lógico pensar que los flashes de las cámaras puedan dañar frescos o pinturas pero entonces, ¿por qué se prohíbe hacer fotos sin flash? ¿Puede tener que ver con los derechos de propiedad intelectual? ¿Es sólo una motivación económica para preservar la tienda del museo? Tras hacer algunas consultas y resumiendo mucho he llegado a estas conclusiones:

  • Legalmente, la única prohibición sobre la realización de fotografías hace referencia a factores de seguridad (fotografías de una central nuclear por dentro, de una instalación militar, de personal de las fuerzas de seguridad o similares), de preservación de la intimidad (fotografías del interior de un recinto privado o una vivienda siempre que éstas NO se realicen desde un lugar público y accesible por cualquiera) o por derechos de autor (por ejemplo fotografías de un cuadro de un pintor cuyos derechos de autor no hayan expirado).
  • Las únicas personas autorizadas a visualizar y borrar el contenido de una cámara fotográfica son las fuerzas de seguridad, y siempre siguiendo el protocolo que establecen las leyes. Normalmente cuando se llegan a estos extremos, las razones para requisar la cámara suelen ser evidentes. Ningún vigilante de seguridad, guía o conservador de un museo está autorizado a visualizar el contenido de ninguna cámara de fotos o videocámara y menos a borrarlo.
  • Nadie puede impedirnos hacer fotografías de lugares públicos siempre que no se incumpla alguna de las prohibiciones que indicaba en el primer punto. Ojo, un centro comercial no es un lugar público (en contra de lo que algunos puedan pensar) y por tanto se puede prohibir la realización de vídeos o fotografías. Al menos en teoría.

Volviendo al tema de los museos, he llegado a la conclusión de que no hay ningún elemento legal que nos impida fotografiar dentro de un museo de titularidad pública o sufragada con fondos públicos. El hacerlo con flash o no es cosa de la ética y el civismo de cada uno, como tirar un papel al suelo. Es lamentable que se juegue con la ignorancia de la gente y una institución que, entre otras cosas, debe promover y promocionar el conocimiento y la cultura a lo largo y ancho del mundo, no permita que esto se haga a través, por ejemplo, de colgar una foto de un cuadro, una estancia o una escultura en internet o sencillamente para enseñársela a nuestros amigos o familiares. Existen iniciativas que luchan contra todo esto y que intentan promover museos más abiertos. Tal es el caso del Manifiesto de Buenas Prácticas del IAC.

27 de mayo de 2009

Cámaras digitales réflex que graban vídeo

Por alguna extraña razón, el mundo de las DSLR se había mantenido al margen de la grabación de vídeo. Mientras las compactas llevan esa función desde hace ya unos cuantos años, las cámaras para aficionados más exigentes o semiprofesionales carecían de esa posibilidad. Supongo que el asunto tenía mucho más de cultural que de técnico. De hecho, los puristas ya han alzado la voz contra esta herejía: ¡Las réflex graban vídeo como las cámaras baratas! Después de haber leído bastante sobre el tema, he sacado mis propias conclusiones.

Lo primero de todo es que se trata de una tecnología que todavía está en pañales. Son muy pocas las DSLR que llevan capacidad para grabar vídeo y no hay mucho donde elegir. La que abrió el fuego fue la Nikon D90, una cámara de gama media dirigida a los aficionados con ganas de ir un poco más allá. Mientras que a nivel de fotografía, la relación calidad-precio es inmejorable, las capacidades de vídeo son discretas, no tanto por sus prestaciones, que también (máximo de 720p a 24 fps y compresión de vídeo MJPEG), sino por el resultado final algo decepcionante por el «efecto gelatina» que se genera en los objetos en movimiento o si agitamos un poco la cámara y por la pérdida de calidad (excesiva compresión) cuando grabamos una secuencia con demasiado detalle. La nueva Nikon D5000 hereda estas mismas características en una cámara más asequible.

Pero sin duda la estrella en cuanto a réflex con vídeo es la Canon EOS 5D Mark II. Buscando por internet pueden verse docenas de clips espectaculares hechos con esta cámara. La 5D Mark II juega en otra división muy diferente a las Nikon. La primera es su precio, que marca las diferencias (900 euros por el cuerpo de la Nikon D90 o 700 por la D5000 frente a los 2.400 de la Canon) y la segunda las prestaciones (21 Megapíxeles y vídeo de hasta 1080p a 30 fps con compresión H.264). En cualquier caso se trata de una cámara de fotos para profesionales (o semiprofesionales), pero no de una videocámara profesional. La limitación en la duración de cada clip de vídeo o la compresión H.264 delatan un uso ocasional. A pesar de todo esto, he llegado a ver vídeos donde se atreven a compararla con la Red One, esa pedazo de cámara de cine digital que graba a 4K con resultados no muy diferentes a primera vista.

Mis conclusiones son varias. Primera: todavía quedan uno o dos años para que la grabación de vídeo se normalice en las DSLR. Segunda: el vídeo en una réflex cuenta con una característica que no tienen las videocámaras convencionales: los objetivos. Cualquier objetivo de una cámara fotográfica le da mil vueltas a la que suelen montar las videocámaras de consumo. Además tienen la ventaja de ser intercambiables. Por contra, las prestaciones de vídeo de, por ejemplo la 5D Mark II, son ampliamente superadas por muchas videocámaras HD de gama media (la Legria/Vixia HV-40 de Canon sin ir más lejos, que cuesta unos 800 euros). Y tercera: de momento, una cámara de fotos seguirá siendo una cámara de fotos y una de vídeo, una de vídeo, independientemente de que ambas se intercambien a veces las funciones. Digo de momento. Veremos lo que nos depara el futuro.

Y para terminar, el vídeo de la comparativa 5D Mark II vs Red One (está en noruego):


23 de mayo de 2009

Una nueva aproximación a los orígenes de la fotografía digital

No es la primera vez que echo la vista atrás para comentar los orígenes de algún invento tecnológico que ahora es de lo más habitual. La fotografía digital es sin duda una de ellas, y una de las más populares. Ya dediqué hace tiempo un artículo a los orígenes de esta tecnología, pero ahora me ha parecido una buena idea recuperar el tema y combinarlo con recortes de prensa de la hemeroteca histórica de La Vanguardia.

Hace casi diez años, el 6 de octubre de 1999, La Vanguardia dedicada un pequeño reportaje a un nuevo mercado que se abría por entonces con posibilidades de tener mucho éxito. Sonimag Foto ’99 fue el punto de inflexión para la popularización en España y Europa de las primeras cámaras fotográficas digitales. A partir de aquel momento, el aumento de las prestaciones y los precios cada vez menores fue imparable hasta llegar al día de hoy, donde la fotografía analógica es prácticamente historia. En ese artículo, «Fotografía digital, la nueva revolución» se dicen cosas como éstas:

Los obsoletos medios utilizados en las últimas décadas pueden quedar arrinconados para el consumo especializado o de coleccionistas. Al menos esta es una de las conclusiones a la que llegan los usuarios, después de ver como marcas tan conocidas como Agfa, Fuji, Canon y Kodak están introduciendo revolucionarias cámaras digitales, que han conmovido el mundo de la fotografía. Estos cambios en los mercados han hecho que los profesionales adquieran este tipo de cámaras de una forma vertiginosa, de manera que en unos años sóo utilicen cámaras digitales.

Visto hoy, las características de aquellas primeras camaras que tuvieron éxito en España son ridículas: 1,3 megapíxeles (en el mejor de los casos), visores LCD de 1,8 pulgadas y velocidades de un disparo por segundo.

Pero vayamos mucho más atrás, donde encontraremos artículos muchos más interesantes. El 15 de diciembre de 1981 se publica un reportaje titulado «La fotografía electrónica, camino de imponerse» y con el subtítulo «Tiene ventajas de rapidez, versatilidad, economía y manejo, pese a la inferior definición de imagen». En realidad, leyendo el texto, lo que encontramos es una crónica de la lucha encarnizada entre los formatos de vídeo que comenzaban ya a comercializarse y las primeras videocámaras que prometían arrinconar al super 8 y sobre fotografía digital como tal, más bien poco. Esto tiene una explicación. En los inicios, la fotografía digital era concebida como «fotografía de vídeo» o «instantáneas de vídeo». Tanto la foto como el vídeo compartían formatos. La razón es clara. La electrónica aún no estaba lo suficientemente avanzada como para que pudiera almacenarse una imagen tal y como ahora la conocemos sin recurrir a la tecnología del vídeo, que por entonces comenzaba a popularizarse:

Además de proporcionar series de 50 fotografías en un pequeño disco magnético, que pesa ocho gramos, la «Mavica» puede usarse como una cámara manejable de magnetoscopio en color, si se conecta a una grabadora de vídeo portátil o de otra clase. Cámara que no es mayor que una réflex convencional de una sola lente cambiable. Las imágenes fijas que obtiene pueden verse inmediatamente en el televisor doméstico a través de un aparato de reproducción y se espera que puedan obtenerse copias en papel mediante una positivadora que Sony está desarrollando. […] Por otra parte, las señales de imagen pueden transmitirse a cualquier sitio a través de un hilo telefónico o ser transferidas a una cinta de vídeo para que el interesado tenga posibilidad de confeccionar sus propios álbumes en cassette.

Para terminar, un vídeo que ilustra muy bien cómo han cambiado las cosas en apenas diez años. En él podemos ver una Sony Mavica FD7 comercializada en 1997 y que hoy nos parece pura arqueología tecnológica.

13 de julio de 2008

Nuevas fotos para ‘Zamora en Imágenes’

Acabo de añadir 21 nuevas fotografías a mi web ‘Zamora en Imágenes’, con lo que son ya 264 las vistas que pueden contemplarse. Entre ellas hay unas cuantas fotografías nocturnas y, por fin he incorporado fotos de Valorio (una deuda pendiente).



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